Entre cuadernos y juegos
One-shot
En el amor la compatibilidad no lo es todo, el amor es una fuerza arrebatada a la que poco le importa lo demás, una calidez que te embarga desde lo más profundo de tu ser… O al menos así lo interpretaba el peliblanco, no encontraba otra forma de explicar lo que sentía por Armin… Por su pareja… Ni siquiera él había asimilado del todo su relación… Le parecía que todo había sucedido en un sueño… Para empezar ni siquiera estaba del todo seguro como es que había acabado fijándose en alguien que se la pasaba la mayor parte del tiempo detrás de una consola…
A veces le parecía incluso surreal… No podía decir que fueran opuestos pero vaya que eran distintos… De acuerdo… Ambos eran un tanto retraídos… Ambos se “escondían” detrás de algo… Armin de sus juegos y él… Él detrás de su cuaderno… De sus letras… De su música… ¿Realmente eran tan distintos? Le resultaba extraño… Suspiró mirando por la ventana del salón, ambos se abstraían en su propio universo con frecuencia… ¿Sería eso lo único que realmente tenían en común? Ellos eran una pareja al final… ¿Por qué se atormentaba tanto con pensamientos como ese?
El timbre de fin de clase sonó y Castiel a su lado le dio un codazo, suspiró y lo miró esbozando una sonrisa tranquila, el pelirrojo sabía lo suyo con Armin pero no solían hablar de eso, en cambio llevaban su rutina de siempre, probablemente de no ser por qué pasaba los recesos en el salón o los pasillos con su pareja nada habría cambiado realmente, ensayaba con Castiel… Ayudaba a su hermano en la tienda… Escribía la mayor parte del tiempo… Su vida realmente no había cambiado… ¿Estaba bien que su relación fuera así? Solo se veían a solas en los recesos y de vez en cuando salían… Aunque eso era muy rara vez… Nunca se ponían de acuerdo de a dónde ir…
Los lugares que el pelinegro frecuentaba estaban demasiado llenos de gente y eran demasiado ruidosos para su gusto… Los lugares que a él le gustaban le parecían aburridos a Armin… Además de que al pelinegro no le agradaba demasiado la presencia de su pelirrojo amigo, sus personalidades tendían a chocar en algunos aspectos… ¿Realmente así debía ser su relación de pareja? ¿Realmente se podían considerar una pareja de ese modo?
Echó todas sus cosas en la mochila y salió distraídamente del salón, tenían clase de ciencias… Le pareció ver al pelirrojo irse en dirección contraria a la que debería, supuso que no iba a entrar a la clase, típico, en cambio el encamino sus pasos a la escalera que llevaba al segundo piso del instituto, ahora que lo pensaba ¿Dónde estaba el pelinegro? ¿Lo había visto ese día? Miro a su alrededor con cierta curiosidad, veía a Rosalya… A Iris… Incluso a Violeta, también estaba el delegado a la vista… Pero los gemelos no estaban por ningún lado.
Y justo esas eran el tipo de cosas que lo hacían dudar de lo que estaba haciendo, ambos iban tan a lo suyo que podían llegar a ignorarse hasta la hora en la que habían acordado reunirse… Según la literatura… La poesía… Según sus propias canciones una relación no debía ser así… Se pasó una mano por el cabello blanco y subió hasta el laboratorio directo a su lugar… Acomodo sus cosas y apoyó el codo en la mesa ¿Debería hablar con su pareja?
-¡Lysandro!- esa era la voz de su pareja pero el tono no correspondía… Ese tenía que ser el gemelo, se giró para mirarlo y efectivamente… El cabello azul… Suspiró
-Alexy…. ¿Sucede algo?- el peliazul no le desagradaba, realmente era idéntico a su pareja, pero la personalidad de él lo abrumaba… Lo sacaba de su zona de confort…
-Armin no pudo venir hoy… Dijo que si no te lo decía no lo notarías…- parpadeó un par de veces cuando el otro dijo eso –También dijo que quiere hablar contigo más tarde… Vendrá a la salida…-
-Gracias…- ¿realmente Armin pensaba que no notaría su ausencia? De acuerdo… No lo había notado hasta cinco minutos atrás… Pero tarde o temprano lo notaría… Eso había sido cruel…
-No hay por qué darlas sólo soy el mensajero~- lo miró de reojo un momento más -¿Te doy un consejo?- eso lo tomó desprevenido, no hablaba con ese chico más de lo estrictamente necesario nunca
-¿Sobre qué…?- sacó un lápiz jugando un poco con él entre sus dedos, necesitaba escribir algo para calmarse un poco, se sentía ansioso por el mensaje que le había dado el peliazul ¿de qué quería hablar con él Armin?
-Sobre mi hermano…- el tono en el que estaba hablando el otro se parecía más al del pelinegro aunque había claras diferencias, cuando no estaba gritándole a un aparato hablaba muy calmado… Casi como si estuviera aburrido y aunque ahora Alexy estaba “calmado” no sonaban igual
-¿Qué hay sobre él…?- no estaba seguro de si quería escuchar consejos del peliazul pero eran gemelos… Algo tendría que saber que pudiera ayudar
-No se ve muy concentrado estos días y a mí no me dice nada… Supongo que tiene que ver contigo…- suspiró, tal vez algo sí que estaba realmente mal –Sé que su relación es rara… Pero deberían convivir… Aunque no le gustan mucho los exteriores creo que le gustaría pasar más tiempo contigo ¿sabes? No es tan distante como le gusta aparentar…- lo vio encogerse de hombros y alzar una mano a forma de despedida –Nos vemos después… Piénsalo…-
El otro se marchó dejándolo a solas con sus pensamientos, a ambos les gustaba abstraerse ¿no?, a ambos les gustaba su soledad ¿no es así? Mierda… ¿Acaso lo estaba arruinando tanto? Abrió el cuaderno para garabatear distraídamente en él, la profesora aún no estaba ahí y aunque estuviera realmente no le importaba en ese momento, aún tenían un par de horas de clases por delante, lo mejor era no hacerse teorías extrañas en la cabeza, tenía que esperar a ver a su pareja más tarde.
El resto del día se le paso en un borrón… Cuando quiso darse cuenta el timbre de la salida estaba sonando y Castiel le estaba picando las costillas para hacerlo reaccionar y que saliera de su ensoñación, tenía que encontrar un método más efectivo… Eso le iba a terminar dejando moretones… El pelirrojo era muy bestia… Cargó la mochila y se puso de pie, sentía una repentina urgencia por escuchar de una vez que estaba sucediendo con el pelinegro, habría dejado la libreta olvidada de no ser por qué el pelirrojo se la dio en la mano cuando acababa de levantarse, agradeció con un cabeceo y salió a paso rápido de ahí.
Rara vez era de los primeros en salir pero quería verlo, quería entender que pensaba su pareja… Quería entender que podía hacer para mejorar… Siempre se había considerado “romántico” pero al parecer estaba fracasando dramáticamente en una relación real… Dos pasos fuera del instituto y lo vio, tan tranquilo con la cabeza metida en la consola apoyado en un auto estacionado justo frente a la puerta, oía la música del juego desde donde estaba parado, ese era el tipo de situaciones en las que siempre terminaban, uno en alguna de sus cosas y el otro incapaz de interrumpir, se aclaró leve la garganta para llamar su atención.
-Espera… Casi termino…- claro… El juego… Suspiró y bajó la mochila para guardar el cuaderno que aún llevaba en la mano, alzó la vista al escuchar una música que no sonaba exactamente a victoria -¡Demonios!- bramó echando la cabeza hacia atrás
-Tu hermano dijo que quería hablarme de algo…- susurró mirándolo y volviendo a acomodarse la mochila en el hombre
-Si…- el más bajo se cruzó de brazos y respiró profundo –Creo que… Que esto no está funcionando muy bien…- parpadeo confundido ¿había escuchado bien?
-¿Perdón…?- susurró confundido… De acuerdo, no habían estado teniendo la mejor comunicación pero ¿era para tanto?
-Lysandro… Lo olvidaste… Hoy habíamos quedado de salir…- con un demonio… Cumplían 4 meses… Se suponía que iban a salir desde temprano… Estúpido… ¿Cómo se le había olvidado eso? Si él lo había propuesto…
-Armin… Lo siento… Realmente lo olvidé…- nunca en su vida había estada tan enfadado consigo mismo como en ese momento, lo había jodido en grande… Por eso el pelinegro no había ido a clases…
-Lo sé…- susurró el otro –Alexy me dijo que estabas en clases como siempre…- analizó su rostro… Su expresión, parecía decepcionado –Tienes mala memoria… Eso lo sabía… Es solo que… Es más duro de lo que pensaba ¿sabes?- nunca lo había visto tan vulnerable antes… Lo había lastimado en serio –No somos exactamente compatibles… Lo que me gusta te abruma… Lo que te gusta me aburre… Lysandro…- maldita sea no… No estaba en su naturaleza ser arrebatado ni invasivo pero no podía ni quería quedarse así
-Armin… Espera un segundo…- susurró tratando se pensar en algo, tenía que pensar en algo… Tenía que arreglar eso... –Te quiero…- se acercó a él y el otro desvió la mirada ¿Cómo hacerle llegar lo que sentía?
-También te quiero… Me gustas mucho… Pero esto no avanza… Solo charlamos en los recesos… No salimos mucho, no nos ponemos nunca de acuerdo y cuando logramos acordar algo siempre te toca ayudar a tu hermano con la tienda… O tienes ensayo con Castiel… No podemos seguir con algo como esto…- y entonces lo recordó… Una pequeña pista que había grabado poco antes… Tal vez así podría hacerlo entender lo que sentía.
Y por primera vez en su vida fue como si su cuerpo actuará por su cuenta, un paso al frente, tomó al otro por sorpresa, lo tomó por la cintura y cuando su mente volvió a hacer conexión con el resto de sí mismo lo estaba besando e increíblemente el pelinegro estaba correspondiendo, era como si ambos estuviesen deseando eso, por qué el amor era eso… Esa sensación que te lleva a hacer locuras… Que te envuelve… Que te lleva al límite… Se separó despacio y de sus labios salió un verso de la canción que habían estado ensayando “Entre cuadernos y juegos… Entre música y sueños… Tú y yo…” canturreó suave solo para él
-Aún no está completa…- susurro pasando su mano por su mejilla –Pero es tuya…- lo haría funcionar… Aunque tuviera que hacer notas y pegarlas por su casa recordaría sus citas… Aunque tuviera que pedirle a Castiel que le enviará mensajes… Pondría todo de su parte… Por qué entre cuadernos y juegos la compatibilidad no lo es todo… El amor puede ser más fuerte.