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Eien ni Aishteru por Tsuki no Megami

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Notas del capitulo:

Como no se me ocurre algo que decir, las y los invito a leer un nuevo capitulo. 

Ai no ichi.


En la habitación 810 de un lujoso hotel de la India, los gritos de placer poco a poco se iban apagando debido al cansancio que la pareja experimentó durante la noche, todo comenzó por un arranque de ira y celos. Por la tarde del día anterior Mikhail junto a Feilong recorrieron el parque central durante un par de horas, debido al calor se sentaron en la banca cerca de una arboleda, como su dragón quería algo para refrescarse, el ruso camino unas cuadras por un cono frío.


En el parque un hombre con traje oscuro se acercó al líder de Baishe, le hablaba muy cerca de su oído, tomando mechones de cabello estirandolos lentamente, el dragón lo ignoraba hasta que el sujeto mencionó algo en cantones que le hizo girar el rostro encarando al visitante, las facciones en su cara se tensaron, levantándose del lugar trato de alejarse pero una fuerte mano lo tomó del antebrazo manteniendolo cerca. Mikhail estaba a unos pasos de distancia observando lo que pasaba, iba a dejar que su amante se defendiera solo, pues le conocía bien y sabía que no era tan delicado como aparentaba, lo que vio le provocó que toda su sangre comenzará a hervir, Feilong se encontraba tirado en el suelo mientras él otro hombre se quitaba el cinturón aflojando el pantalón.


No lo pensó dos veces, arrojo los conos al piso caminando más rápido de lo usual, cuando tuvo al tipo en frente lo pateó alejandole de su presa, los pocos residentes que pasaban por el lugar se detuvieron a mirar, Arbatov cargo entre brazos a un sorprendido Feilong, llevándole al auto en el cual regresaron a su hotel. Dentro de la habitación el ruso exigía una explicación gritando cuanto insulto se le viniese a la mente.


—¿Que mierda acaba de pasar? Y lo que es peor ibas a permitirlo, contesta de una puta vez ¿En que estabas pensando, dímelo? —aquello que en verdad le molestaba era el pensamiento de lo que hubiese pasado si no llegaba a tiempo, el hecho de imaginar que alguien mas tocara esas finas hebras de cabello junto a la sedosa piel, lo tenía hecho una fiera—. Si tanto te gusta ser la perra de alguien con gusto te trataré así.


Aunque solo hablara por enojo, aquellas palabras consiguieron que Feilong se pusiese en pie golpeando el rostro del ruso con todas sus fuerzas. —Eres un maldito desgraciado, tu no sabes nada y no entiendes ni entenderás, para ti todo en la vida es pedir para que se te de en la palma de tu mano —dolía mucho, algo en su pecho dolía como fragmentos de cristal queriendo salir uno por uno, antes de permitir que lo vieran en ese estado tan lamentable, se encerró en el baño dejando salir todo el llanto que estaba guardado—. Por esto no quería vivir junto a otra persona.


El golpe que recibió, las palabras dichas con tanto dolor, le hicieron reaccionar, cayendo en cuenta del error que había cometido, camino al cuarto donde su más preciado tesoro se ocultaba, le escucho llorar a través de la puerta, saber que él provocó ese llanto le hacía sentir miserable. Tocó varias veces tratando de entrar a su lado y arreglar las cosas pero al ver que la puerta no cedía la pateo hasta romperla encontrando al chino sentado abrazando sus rodillas y los cabellos cubriendo parte del rostro.


—Fei, oye Fei, lo que dije hace un momento... estaba molesto conmigo, solo no quiero que nadie a parte de mi te toque, me alteró el hecho que tu no hicieses nada para alejarlo —rodeandole con sus brazos, coloco la barbilla sobre su hombro acomodándose tan cerca que podía percibir el aroma a jazmín, la misma esencia que lo vuelve loco—. Te cuento mi historia si me dices la tuya.


—Todo comenzó pocos días después de cumplir dieciocho años, antes de eso Liu Talen me dejaba recostar mi cabeza en sus rodillas mientras acariciaba mi cabello, él decía que era hermoso y estaba prohibido cortarlo o maltratarlo, en esos días yo realmente era feliz pero mi hermanastro no lo era, empezó a odiarme y desearme de una forma poco sana — manteniendo la cabeza agachada, hablaba pausadamente controlando el impulso de salir corriendo a esconderse cual niño asustado—. A los pocos días de mi cumpleaños, padre cayó enfermo y estuvo en cama mes y medio ahí fue cuando mi tormento inició.


—Había escuchado de algunos socios mayores que el hijo más joven de la familia Liu era en sus años de infancia intocable, como un precioso e invaluable tesoro, supongo que hablaban de ti.


—Lo era hasta ese día, Yan Tsui me obligó a ir con él a la reunión de negocios, estando frente al cliente me dijo que debía obtener información del sujeto y luego matarlo, como no supe hacerlo me llevó a una casa de citas para que me instruyeran en el "arte de la seducción", fueron dos semanas de hacer cosas que jamás pensé aprender, después de ese repugnante lugar me enseñaron defensa personal, uso y dominio de diferentes tipos de armas, fui convertido en un instrumento para asesinar —el temblor que sacudió su cuerpo, vino de aquellos recuerdos que suplicaba olvidar por completo—. Días antes de mi primer encargo Talen volvió a ser el jefe y yo continúe siendo concentido por él.


Escuchaba con suma atención todo lo que su amado dragón le contaba, pues gracias a esas experiencias se convirtió en lo que hoy es, sin dejar de abrazarle repartía besos en las partes de su cuerpo que eran visibles, consiguiendo que Fei Long lo mirara a la cara. — Lo que sigue es la razón por la cual me paralize hace un rato, al año siguiente padre se fue de viaje y dejó a su hijo al mando por lo que a la primera oportunidad me ordenó liquidar a un jefe de policía que se negaba a colaborar pero antes debía obtener una clave para poder ingresar a una bóveda, tenia usar todos mis talentos para lograr mi objetivo, a partir de ahí me fueron dando más y más encargos hasta que me gane el título de asesino de la familia Liu.


Dándose un tiempo para respirar e iniciar de nuevo su platica, el líder de Baishe recupero su serenidad, olvidando por un instante que no estaba solo se permitió suspirar tranquilamente prosiguiendo así la conversación. —El mismo día que Liu Talen regreso a Hong Kong, Yan Tsui se metió a mi habitación y me dijo que quería probar la forma en que hacía mi trabajo, comenzó a tocarme rompiendo mi ropa, como me defendía él golpeaba mi rostro e intento asfixiarme, afortunadamente padre entró y lo vio, después de eso nos mantenían en estricta vigilancia, Talen se entero de todo lo que pasó en su ausencia, aún así continuó acariciando mi cabello hasta que me di cuenta al ver su cara que ya no lo hacía con amor era más por costumbre, sus ojos revelaban repulsión, el resto de los días que estuve en esa casa, realize cada trabajo sin demora hasta que conocí a Asami, esa parte de la historia la conoces lo que no sabes es que ese sujeto me presentaba como su prostituta.


—Reconozco que hacer tratos con el fue muy sencillo y al morir se transformó en un pase directo para mí mercancía —recordando los muchos negocios que completo gracias a las rutas secretas de transporte—. Supongo que para ti fue difícil deshacerte de esa escoria.


—Creo que estaba más preocupado por lo que Tao llegase a pesar y el como iba a reaccionar, yo en verdad quería alejarlo de este tipo de vida, pero al final él decidió entrar en el por voluntad propia, después de todo esta en su sangre —completamente repuesto se recostó sobre los duros pectorales del ruso, escuchando el latir de su corazón—. El tipo en el parque me dijo que hace tiempo Yan Tsui le prometió un buen revolcon conmigo, al reconocerme quiso cobrarse lo antes posible.


En su mente ideaba un plan de tortura para ese sujeto pero primero ordenaria que lo capturaran con vida ya después se encargaría de hacerle sufrir. Cargando a su amado dragón le sentó en sus piernas mientras jugaba con sus negros cabellos. —La primera vez que te vi, no podía creer que existiese tanta perfección en una persona, mi padre me había prohibido asistir a las reuniones que se hacían con el líder de Baishe ya que temía fuese a perder la cabeza y dejarme engatusar por su belleza, sus temores fueron ciertos.


Aun con sus dedos enredados en el cabello, tomo sus labios prisioneros en un caluroso beso, alejándose solo para recuperar el aliento. —Esa noche en el anfiteatro de Marruecos, no seguí las órdenes de mi padre quería saber por qué tanto alboroto con el joven jefe, le pregunté a Yuri como te podía reconocer, él sonrió mirándome a los ojos me dijo que los mismos asistentes a la reunión te delatarian, yo no creía en sus palabras con la copa de champagne en mano me di media vuelta dando la espalda a la entrada, de repente el silencio se instaló en la antesala, los más viejos casi se lanzan a la alfombra para que una persona pasase por encima de ellos, ahí fue cuando note a seis guardias, un pequeño niño que irradiaba felicidad, detrás de él la criatura más hermosa que haya visto, el aura alrededor de ti era majestuosa, tu cabello parecía una cortina de lino oscuro, el traje rojo con bordados de oro más las finas facciones de tu rostro hicieron que perdiese la noción del tiempo, Yuri tuvo que quitarme la copa antes que la fuese a romper, lo peor fue que al escuchar esa melodiosa voz yo ya estaba ardiendo en deseo, imaginaba tenerte en mi cama todas las noches, marcando cada milímetro de radiante y perfecta piel.


— No lo olvido, Yoh me dijo que el hijo de la familia Arbatov no despegaba sus ojos de mi persona, sabía que te había cautivado y quise medir terreno insitandote, en aquel tiempo yo quería liquidar una molestia que rondaba el casino en Macao, nunca imagine que caería en tu trampa.


—Eso explica porque te comportabas como una princesa caprichosa cuando estábamos solos, tuve que hacer grandes hazañas para conseguir tu atención más allá de los negocios, recuerdo que la primera vez que dormimos juntos yo no quería soltarte para que regresaras a tu oficina, llegue al cielo y el ángel que me llevó ahí se aferraba en regresarme al suelo —en aquella ocasión ambos habían bebido, con la poca resistencia al alcohol de Fei Long, el ruso lo sedujo para llevarlo a su cuarto de hotel—. Desde esa vez no has vuelto a ser tan versátil en la cama, a pesar de habernos casado te sigues reprimiendo ¿Por qué?


Tensando su cuerpo el líder de la mafia china trató de levantarse pero los fuertes brazos que le sujetaban por la cintura evitaron que escapara, no teniendo más opciones respondió cabizbajo en un hilo de voz. —Esa noche use contigo lo que aprendí con Madame Colette, fue algo que hice sin querer ya que utilicé todo el "repertorio" aun me siento mal por ello desafortunadamente no puedo olvidarlo, es parte mi y de lo que soy. Ahora sabes porque me contengo, no quiero mostrarte ese lado y...


Con un dedo le indico que guardará silencio, lo llevó en brazos hasta el colchón donde lo dejó caer suavemente, colocándose arriba de él, repartió besos por todo su rostro mientras desabrochaba la camisa y el pantalón que llevaba puesto. —Hazlo conmigo, usa todo aquello que aprendiste, muévete para mí y solo para mí, yo te acepto tal cual eres, no cambies nada en lo absoluto.


Ser aceptado con todo y sus fallas, le dio a Fei Long el incentivo que necesitaba para romper todas las barreras entregándose por completo a su ahora esposo. Hicieron el amor toda la noche y hasta el amanecer cuando sus cuerpos pidieron un descanso, ese era el último día que pasarían en ese país a la mañana siguiente tendrían que regresar a Japón continuando con sus labores.

Notas finales:

Muchas gracias por leer ;) 


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