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Eien ni Aishteru por Tsuki no Megami

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Notas del capitulo:

Con ustedes un nuevo capítulo. Espero lo disfruten gente bonita.

Ai no sensō




—Buenos días —saludo apremiante, disculpándose a la vez por despertar e importunar al joven que abrió la puerta— lamento molestarte tan temprano pero necesito de tu ayuda Alger, de lo contrario no estaría aquí.



—Encontraron a mi hermano —invitandolo a pasar, sirvió un poco de té para ambos— dime Yoh, en qué puedo ser útil.



—Bergen se encuentra en algún lugar de Gstaad, Suiza, tienen alguna casa o refugió en esa región.



—Hay un terreno es propiedad de mi ex, sus padres se lo heredaron, se ubica en Saanen, es probable que mi hermano lo allá reconstruido a su antojo, es el único lugar que tiene disponible, fuera de eso... son puras bodegas y cuartos de hotel —escribiendo la dirección exacta, le entrego el papel— si necesitas algo más, no dudes en pedirlo.



—Con esto es suficiente, gracias por tu tiempo —bebiendo el resto del té, regreso al automóvil directo a tomar el avión que lo llevaría a su destino.

 



Una vez en Suiza, se registró en un hotel para turistas, cambio su imagen pasando de ser percibido por la escolta del tipo en cuestión. Por seis semanas tanteo el terreno, obtuvo información de los guardias y las mujeres que prestaban sus servicios al personal de la mansión, tal y como había dicho Alger, su hermano construyó una fortaleza en ese lugar. Poco a poco, los hombres que conformarían el asalto fueron llegando, un fin de semana, Asami Ryuichi llegó a su encuentro.




—Bienvenido Asami, primero daré el reporte con base a ello haremos el plan —extendiendo un plano del sitio con los objetivos señalados— hay dos francotiradores con rifles de largo alcance y mira telescópica, los guardias están bien armados, portan granadas de fragmentación, escopetas, varios cartuchos, cuchillos y un revólver calibre 50.




—Eso es solo lo del exterior, puedo suponer que dentro hay más —mirando el mapa con detenimiento— todo está bien localizado, un trabajo impecable Yoh.



—Gracias —una simple acompañada por una sonrisa— toda la mansión es una fortaleza , sus paredes están reforzadas con blindaje antitanques, tiene cámaras, micrófonos y túneles secretos entre los muros, él tipo es muy cuidadoso, hay cinco hombres en el techo incluyendo los tiradores, diez vigilan el perímetro por fuera, otros quince dentro de la casa, cuatro vigilan la puerta de la habitación de Akihito, dos están dentro con el chico, dos más en el balcón y otro par debajo de este.



—Se les escapó, por eso tiene tanta vigilancia —su sonrisa se hizo más ancha, pues el pequeño gatito seguía mostrando su lado salvaje— fracasé en ese aspecto.



—Acabo con el guardia que lo custodiaba y con dos de las amantes que intentaron detenerlo, creyeron que estaba inconsciente pero se llevaron una sorpresa, según me han informado, aumentaron la dosis del tranquilizante sin embargo continúa mostrando resistencia.



—No me sorprende, es la única batalla que he perdido, no poder cambiar ese actitud ni acabar con su espíritu de lucha —reconocer la derrota no era fácil pero en ese caso resuelto ser benéfica— preparemos el ataque, antes que decida moverlo.



Una última semana de observación les dió a conocer los planes de Von Fuerst, pidió su avión listo para salir con destino desconocido. —Solo tenemos un par de días, hay algo más que deba saber.



—Los hombres están preparados Asami-sama, la ruta para que escape de ser necesario también está marcada —el escolta hablo serio— es por qué...



—No pienso irme sin "Mi" Akihito —aunque sus hombres lo dijeran, él no se movería del lugar hasta tener a su niño en brazos— será mejor que lo encuentren con vida.



—Asami haz escuchado la frase *vive hoy, pelea mañana* es de un proverbio árabe y se refiere a sobrevivir una batalla para organizarse e ir por la revancha mejor preparados —Yoh trataba de enfatizar un punto— considera esa opción.




—Tienen dos días más para prepararse, si creen que no pueden, retirense, haré esto con los que se sientan capaces —obsesión, muchos lo calificarían así, sin embargo aquellos que lo conocen, saben que son las palabras de un hombre que ha perdido la mitad de su vida y quiere recuperarla lo antes posible— se que ya no puedo traer más personal, tan solo... veamos si lo podemos salvar antes que se lo lleve lejos otra vez.




En un cuarto de hotel durante cuarenta y ocho horas, varios hombres afinaban detalles, cada uno tenía un objetivo en específico, abrir el camino a su jefe era el principal, encontrar al chico y acabar con el jefe enemigo se consideraba un bono extra para los subordinados. A las 22:00 hr la fuente de energía en la mansión fue cortada, las lámparas de emergencia eran apagadas de a poco, todos en el lugar entraron en modo de alerta.



—Sera posible, tu qué piensas esmeralda ¿Crees que este afuera y quiera recuperarte? —en la habitación, después de obligarlo a tener sexo, Bergén jugaba con los rubios cabellos de un adormilado Akihito— si es el caso debo dejarte sólo para ir a atenderlo como se merece —le coloco las esposas en las manos, sujetándolas a la cama— no te angusties regresaré, lo prometo.



Afuera los disparos no cesaban, los autos salían volando en cuanto eran alcanzados por las balas o alguna granada, entre la lluvia de fuego un grupo reducido logro traspasar a los guardias entrando a la mansión, de nuevo el plomo salía disparado por ambos lados, incluso las detonaciones hacían eco por el lugar. Conforme avanzaba Kirishima Zen, se dirigió a la primera habitación que encontró, tumbó la puerta empujando su hombro contra la madera, haciendo volar al guardia que se escondía detrás de ella.




El hombre de altura mediana y tez morena, recupero el equilibrio caminando al escritorio, donde se hallaban dos altos parlantes y en medio de estos un revolver. Kirishima se lanzó al frente con la mano izquierda trato de alcanzar el arma y con la derecha intento agarrar cualquier parte del hombre que pudiera, las manos de ambos se encontraron en el aire antes de alcanzar el acero del arma; Zen aferró la garganta del guardia, clavando sus dedos en la carne.




El moreno se soltó de una sacudida; el revolver se deslizó del escritorio al piso, en ese momento Kirishima soltó un golpe directo al rostro del contrario, abrió al instante la mano para tomarle del cabello, bajarle la cabeza, golpear con fuerza la cara y pecho con la rodilla dejando al sujeto fuera de combate, tomo el arma saliendo en busca de su jefe recorriendo los pasillos.




Por su parte Asami abría puerta tras puerta en busca de su gatito, al fondo de ese pasillo se encontraba una recamara de doble puerta, sin dudarlo la rompió; sus músculos se tensaron, todo el lugar tenía pantallas que reproducían las veces que Bergen tomo el cuerpo de su Akihito, incluso había cuadros con imágenes específicas, un mausoleo a la locura. En el rostro del rubio estaba impreso el dolor, sufrimiento y asco que le provocaba ser tocado por su captor, muy diferente a cuando están juntos, sus lágrimas son de placer, los gritos fruto del gozo, las mordidas y rasguños son para marcar su propiedad y no para defenderse, definitivamente lo llevaría a casa haciéndole olvidar todo rastro de ese sujeto.




—Asami Ryuichi, me honra con su visita —Bergen se mostraba tal cual sin disfraz, ingreso por la puerta detrás de un espejo— espero que sea corta, tengo cosas más interesantes y entretenidas que hacer —indicandole con la mano que tomara asiento del otro lado del escritorio— debo terminar con un adiestramiento.



—Descuida, no voy a quitarte mucho tiempo —mantenerse calmado por primera vez no le resultaba fácil, solo esperaba que alguno de sus subordinados encontrará su tesoro— se que es alguien ocupado.




—Bien, dejemos la burla para otro día —colocando un portafolio y un arma cargada sobre la mesa— prefieres arreglar esto como caballeros.




—Lo haría si estuviese con uno, pero me temo que no es así.




—Arrogante, aún si lo recuperas, el ya tiene mi sello y ese no es fácil de retirar —por el intercomunicador le fue notificado que estaban perdiendo y pronto llegarían con su mascota, frunció el seño activando la trampa de muros espejo— este lugar es un laberinto, crees salir antes que se derrumbe por completo.



El tiroteo en ese cuarto dió inicio, Asami se impulso con la orilla del escritorio cayendo al suelo de espalda, saco su arma disparando a Fuerst, pero consiguió escaparse atravez de un muro, al perseguirlo se dió cuenta de la bomba y el tiempo que les quedaba, veinte minutos, solo eso tenían, por la radio aviso a sus agentes. Dentro del laberinto, los reflejos eran escenciales, el más mínimo error podía costarle la vida.




—Se puede saber porque lo hace —disparando entre los espejos, rompiendo algunos— será acaso por amor, no lo creo, alguien como tú, solo busca el placer, en ese caso, quieres tu juguete de regreso —abriendose paso entre los cristales, Bergen intentaba llegar al hangar donde su avión lo esperaba— te lo devuelvo, no es tan divertido como pensé.



Sabía que lo estaba provocando, sin embargo entre toda esa palabrería recordó su primera visita a la feria, Akihito lo llevo a la casa de los espejos, ahí le explicó porque era divertido y como funciona el reflejo, siguiendo aquel consejo se acercó a su objetivo disparando. La bala dió en el abdomen de Bergen quién antes de caer también disparó pero fracaso y solo hirió el hombro del jefe japonés. —Terminare con tu existencia, de todas formas nadie va a notarlo, eres insignificante —con el arma sobre su frente, estaba por jalar el gatillo cuando Kirishima le anuncio que habían encontrado a Akihito por lo cual debía abandonar la mansión cuanto antes.




Von Fuerst aprovecho la interrupción para derribar a su oponente y salir corriendo, lamentándose por dejarlo ir, busco la salida más próxima e ir a reunirse con su adorado minino, apenas puso un pie fuera de la mansión sus hombres lo ayudaron a caminar ya que solo restaban segundos para que explotase el lugar, al llegar a la barda el estallido se hizo escuchar seguido de la onda expansiva la cual termino por lanzarlos al otro lado de la avenida. Cuando recobraron la consciencia, se encontraban en un hospital con sus heridas tratadas y vendadas, Asami lo primero que hizo fue preguntar por Akihito, el médico que lo atendió le llevo al cuarto de terapia intensiva, dónde explicó a detalle las lesiones.




—El joven que según las personas que lo acompañan es su pareja, tiene varias fracturas y ligamentos rotos esto es a causa de ataduras, movimientos bruscos y golpes en repetidas ocasiones, el desgarre en el esfinter, la desnutrición, deshidratación, las costillas rotas y el abuso de tranquilizantes, son tratables con el tiempo podrá mejorar sin embargo, el daño en la cabeza es lo verdaderamente preocupante, sufrió un severo traumatismo craneal, esto derivó en la acumulación de sangre entre el cráneo y el cerebro, al no ser tratado adecuadamente es probable que el daño sea permanente.




—Usted quiere decir que él ya no va a despertar, se quedará en cama o de qué clase de daño estamos hablando —viendo por la ventanilla como su amante se mantenía conectado a varios equipos, tubos y mangueras.




—Las máquinas lo mantienen con vida, una de ellas cumple la función de purificar su sangre ya que no puede hacerlo por si solo, el abceso fue extirpado con éxito, cuando la inflamación bajé podremos ver si el cerebro está intacto, de ser así el joven tendrá un noventa por ciento de sus funciones, lo único que perderá gradualmente será la visión, tal vez por un golpe, el abuso de sustancias o por alguna circunstancia desconocida, pero es un hecho que irá perdiendo su vista, tal vez sea posible un transplante si encuentran donador y si es que el nervio óptico no recibió daño alguno, por el momento debe esperar y tener fé —dejandole solo, fue a atender otros pacientes.




—Tendras fé y esperanza —Kuroda Shinji, llegó para evitar que su amigo y sus subordinados enfrenten algún tipo de cargo por quebrantar una o más leyes— la mejor pregunta sería, tienes la fuerza necesaria para soportar todo esto, no es igual a un mal negocio, es la vida de una persona y...



—Ese maldito dijo que lo había marcado, al fin entendí porque, amaba sus ojos, siempre tan honestos, podía fingir estar feliz pero si mirabas directo a sus pupilas, el verde en ellos te decían si era verdad o no —pegando la cabeza sobre el frío cristal, oculto las lágrimas que comenzaban a brotar— me quitó más de lo que te puedes imaginar.



—El chico es fuerte, se recuperará y si necesita el transplante, lo resolveremos —colocando una mano sobre el hombro de su amigo, dándole apoyo— Kirishima está coordinando la búsqueda de ese sujeto, quieren encontrarlo con vida para que pague por todo lo que hizo.



Asami Ryuichi entendía a la perfección, sin embargo su gatito tan revoltoso como es, seguramente terminaría por encerrarse en su habitación y no ser una carga para nadie, el hombre de negocios y jefe de la mafia lo conoce bien, esa era la verdadera razón de su tormento, ver como su niño pierde las ganas de vivir. Mientras ellos iban al hospital, dentro de un avión se llevaba acabo una pelea entre hermanos.




—Alger, creí que habías muerto pero conseguiste escapar —sosteniendose del asiento, apunto el arma directo a la cabeza de su hermano— tu servirás como ejemplo para ese maldito japonés, sabrá que a mí nadie me roba.




—Solo tienes un tiro y tú puntería es pésima, además estás herido y ella no te salvará —señalo con un dedo el lugar donde Anabelle se encontraba amarrada— antes de acabar contigo te diré la razón por la cual esa empresa estaba en bancarrota, es tradición familiar, el jefe de la casa hereda a su hijo un negocio apunto de quebrar para que demuestre sus habilidades financieras rescatando una parte y convertirla en otra, para que te quede más claro, el abuelo tenía un hospital, nuestro padre lo heredó convirtiéndolo en una joyería, yo debía heredarla y transformarla en algo más provechoso, no tenías conocimiento de ello porque mi querido Bergen, tú no estabas contemplado.




—Eso solo reafirma mi decisión, hice bien al asesinarlos a todos, bueno casi todos, tú eres la clara excepción y eso está por cambiar —lanzandose hacia su hermano, trato de desarmarlo, llenando el pasillo de sangre— deberías agradecerme, por mi tienes hijos, gracias a mi la fortuna de esta familia creció, eres tú quien no tiene nada.



—Te equivocas, si las cuentas crecieron fue por la inversión que hice —usando las piernas para empujarlo al otro lado— tú solo perdiste dinero con mujeres y tratos estúpidos —sacando un sable afilado, colocándolo sobre su cuello— morirás como caballero aunque no lo merezcas, tienes algo que decir.




—Eres un fracaso, no tienes el valor para matarme, siempre serás un juguete, además —cambiando la expresión en su rostro— debes admitir que disfrutaste ser mi perra, quien te daré lo que yo, na...




Las palabras se quedaron a medias y una cabeza todo por debajo de los asientos, quien una vez fue su esposa, lloraba desesperada, ansiaba ir a reunirse con su amante. Mirándole con lastima, Alger Von Fuerst le quitó la mordaza dandole el miembro recién cortado de su hermano para que se callara, ahí la dejó, con su juguete en la boca, amarrada a la silla, aún lado el cuerpo decapitado, el piloto y copiloto tenían un disparo en la cabeza, así fue como el verdadero líder de los Von Fuerst recupero su legado terminando con la tortura de muchas personas.




Subiendo a su vehículo, Alger abandono Suiza regresando a Japón junto a su pequeña. Los oficiales que encontraron el avión, no podían creer lo que veían, la escena era demasiado bizarra, como película de ficción; siguiendo su entrenamiento, los policías procesaron el lugar conforme a la ley y buscarían al culpable de los hechos.

Notas finales:

Gracias por leer y comentar.


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