Prueba.
Luego de media hora en acomodar lo necesario para salir y con casi cuatro horas que duraria el trayecto del club en Nagoya a lo que seria su hogar por una noche en Shibuya, los pequeños se quedaron dormidos en sus asientos, mientras Akihito miraba por los espejos de la camioneta, como un par de autos se frenaban entre calles de forma sospechosa alertando al joven.
— Akihito-san no se preocupe, ya hemos notificado a los autos de guardia, en cualquier momento los interceptan y llevan a un sitio seguro para interrogarlos.
— Eso no sera agradable para ellos ¿ Verdad?. Recordando quien es su esposo y lo que hace, un escalofrio recorrio todo su ser, justo en el instante de girar para cambiar de carril, se escucho el rechinar de llantas producidas por frenar de golpe, el joven rubio comprendío que el momento habia llegado, por lo cual se tranquilizo y durante el resto del viaje se enfoco en concluir sus pendientes.
Llegando al complejo de apartamentos, con la ayuda de los guardias logro acomodar a los pequeños en la cama grande, la misma que ocuparan años atras para algo mas que dormir, una ola de recuerdos invadio su mente, aquellos dias en los que todo era pelear, discutir, cenar y reconciliarse, sacudio la cabeza despejando esas memorias, despidio a sus acompañantes no sin antes agradecerles por cuidar y protegerlos.
En el club, cambiando la oficina por una de las salas privadas, las negociaciones no iban del todo bien, la ambicion quisa se volvia en la enemiga numero uno, el cargamento a transportar generaria cuantiosas ganancias y ninguno de los presentes estaba conforme con su porcentaje.
— Opino que el 25% para cada uno seria lo justo.
— No estoy de acuerdo con usted Sozuke-san, ya que yo fui quien consiguio al cliente, merezco al menos un 30%.
— Siguiendo su logica Ikaku-dono a Asami-sama le corresponderia el 50% ya que el sera quien lleva todo el riesgo de sacar el producto fuera del pais y hacerlo llegar a ese sujeto.
— Aprecio su preocupacion Yuuto-san, sin embargo concuerdo con usted en que sea todo equitativo, despues de todo hablamos de poco más del cuarto de millón, no es una mala cantidad.
En pleno alegato, Kirishima irrumpió informando a su jefe lo recien ocurrido y lo que hasta el momento lograron sacarles a los tipos de los autos, dando instrucciones de esperarlo abajo con un vehiculo listo para partir.
— Caballeros dispencen la interrupción, a surgido algo que requiere mi atencion, pueden ustedes continuar con esto el tiempo que necesiten, en cuanto lleguen a un acuerdo llamenme y cerraremos el trato.
Dejandolos continuar en lo suyo, bajo por el elevador hasta el estacionamiento donde ya lo esperaba su fiel asistente en un BMW y otros dos coches para resguardo, abordo del vehiculo pidio todo el acontecer.
— Siguiendo las ordenes de Akihito, todos revisaron la mansión de lado a lado, el garage asi como el establo y el edificio que servira como oficina los cuales siguen en construccion, el estacionamiento subterraneo, la alberca, en fin cada arbol fue inspeccionado, se encontraron varias camaras y microfonos instalados, la señal no pudo ser rastreada, ademas de eso se capturaron a seis sujetos abordo de dos Audi con matriculas del extranjero registrados a nombre de Miyamoto el mismo que fue...
— El trabaja para mi desde hace doce años, lo interrogaron.
— A eso voy, se encontro dentro los vehiculos que seguian la camioneta de Akihito, se les pregunto el porque y para quien trabajan, no hubo respuesta, se les dio un incentivo para que cooperaran, uno de ellos dijo que solo la quieren a ella, se exigio mas informacion pero con un movimiento de su boca tres de esos tipos colapsaron, los que aun viven se les sujeto para que no hiciesen lo mismo, esperabamos su autorizacion para proceder con sutileza.
— Ire personalmente, los atendere yo, sere tan gentil que accederan a contarme todo, que alguien avise al resto que se hara una inspeccion al personal y tambien diganle a Akihito que no me espere despierto, al parecer llegare mas tarde de lo planeado.
Una llamada basto para poner todo en orden, la noticia no le parecio a un rubio de ojos verdes puesto que dormiria solo esa noche. Eran las dos de la mañana cuando a lo lejos en una bodega abandonada, los gritos de dolor se hacian oír, la tortura a la que esas pobres almas eran sometidas iban desde simples golpes por todo el cuerpo hasta los eletrochoques en la region genital, uno de ellos mejor dicho su ex-empleado, sentado sobre una silla de metal era interrogado por el jefe de la mafia Asami Ryuichi.
— Dime ¿ Quien te envio y para que? Si lo haces te asesinare rapido y sin dolor, de lo contrario te hare sufrir tanto que imploraras para que acabe contigo.
— Prefiero morir y que tu sufras para averiguarlo. Escupiendo a los pies del yakuza saliva mezclada con sangre, una sonrisa de triunfo se coloco sobre su rostro.
— El ratón cree que puede someter al león, eres estupido, el objetivo es siempre el, lo usaran para lastimarme segun ustedes. Tomandolo del cabello, lo levanto del asiento, con algo de impulso le azotó contra la pared, rompiendole la nariz y abriendo su frente, dejandolo caer al suelo con el rostro ensangrentado. — Idiotas, todos ustedes creen que pueden vencerme.
Una risa sarnoza hizo eco por el lugar entero. — Tu eres el idiota, un rey necesita una reina que le proteja y sin ella no es nada, la perderas, no sabras cuando, no sabras donde, pero sin lugar a dudas tu la perderas a ella. Ahogandose con su propia sangre se convulciono hasta que dejo de moverse, todo quedo en silencio, meditando las palabras dichas anteriormente, una por una intentando hallar el significado.
— Asami-sama, no tiene caso que lo decifre ahora, vaya a casa con sus hijos Akihito seguramente sigue despierto, aunque le diga que no lo espere el chico hara lo contrario.
— Haga caso a Kizako, nosotros nos encargaremos de limpiar , vaya a descanse y mañana nos reuniremos en su casa de Kyoto.
— Los quiero a todos reunidos a partir de las tres de la tarde, seran inspeccionados por zona, ustedes seran los primeros, solo lo dire una vez, si descubro una rata lo liquido ahí mismo. Saliendo de la bodega se encontraban las mismas personas que lo llevaron allí, ahora se encargarian de llevarle al departamento donde podría dormir un par de horas.
Cinco de la mañana en punto, un hombre de traje ingresaba a su antiguo hogar, caminando por el pequeño pasillo que daba a la sala, esperaba encontrar a su niño durmiendo en el sillón pero no estaba ahí, decidio ir directo a la habitación principal hayando tres cabecitas saliendo del cobertor, sin hacer ruido salio del cuarto topandose con un par de ojitos verdes. — Suerte que no soy del tipo asustadizo o ya tendria un infarto.
— Pense en ir a la cocina por un cuchillo y asi asustarte, cambie de idea y vine a saludarte, ahora que ya te ví, volvere a dormir, hay un poco de pollo en el refri si tienes hambre calientalo, que tengas dulces sueños. Depositando un beso sobre su mejilla dio media vuelta dispuesto a volver a su habitación.
— Estas molesto por algo o es tu forma de decirme que no me quieres cerca. Tomandole por la cintura le cerró el paso. — Sabes porque llegue tarde, no tienes que estar enojado.
— Y no lo estoy, es solo que ya es tarde y tu deberias descansar, tuviste un dia largo y pesado, quiero que duermas algo y ...
Los labios que necesitaba para seguir hablando, se encontraron prisioneros de otros en un suave y gentil beso, lo fue guiando al cuarto. — Eres tan lindo Akihito, pero yo quiero estar contigo terminando lo que iniciaste en el club.
— Tenia la esperanza que lo olvidarias, ya que no fue asi, me hare cargo de ello. Colocandose de frente, lo tomo por el cuello quitando con una mano el nudo de la corbata, desabrochando de a poco la camisa tirandola al piso. — Estas muy callado y quieto, deberia detenerme. Hablandole al oido en tono seductor.
— Estoy disfrutando del momento, no tengo prisa por comer y tu creo que tampoco.
— No la tengo, lo que si es ... Tumbandole sobre el colchon, inicio un fogoso beso, bajando su mano por los bien formados pectorales al abdomen igual de torneado, quito el cinturon deslizandolo lentamente, metio poco a poco sus dedos por la cremallera acariciando el pene por encima del boxer. — Quieres que lo haga directamente o quisas prefieras que use otra parte de mi.
— Tentadora oferta, hoy no, quiero tu boquita justo donde esta. Logro cargarle dejandolo sentado sobre sus piernas, usando ambas manos rompio la tela del pijama , dejando la piel de su niño expuesta, tocandola con sus desos, recorriendo con la lengua del abdomen a sus pezones chupando y mordiendo cada uno hasta dejarlos rojos y duros, pasando al cuello pasando despues a los labios.
— Aah ngh Ryuichi aaaah mng quiero aaah. Lograba hablar entre besos sintiendo el paso de las manos por la espalda. — Basta aaah mng asi no ngh.
— Mi minino quiere jugar. Colocando su mano sobre la entrepierna, frotandole el miembro, viendole estremecerse por el contacto. —Asi esta mejor ¿ Verdad?
— No mng aaah. Con un esfuerzo y agil movimiento, quito esos dedos que le proporcionaban placer, acariciando uno por uno pudo notar las heridas en los nudillos aun con la poca luz que entraba por la ventana. — Dime por que terminaste asi y quiero la verdad. Con su lengua recorria cada falange poniendo especial atencion en las zonas lesionadas.
Comprendia su molestia a la vez que disfrutaba ver a su niño tan activo y complaciente, decirle o no todo lo que logro averiguar, era un simple tramite para ir hacia su objetivo. — Con esos cuidados no puedo responder con claridad. La pequeña burla tuvo el efecto deseado, los ojos verdes relampagueaban en odio y lujuria.
— Eeeh! Ryuichi, crees que esa respuesta es la que yo buscaba. Poniendo todo su peso al frente, logrando que el yakuza se recostase en el colchon, por debajo de la almohada sacó las esposas y una cadena con ellas amarro las manos de su pareja a la cabecera.
— Oh, que osadia la tuya, crees que puedes detenerme asi. Mirando fijamente a sus ojos, logro descifrar lo que en verdad quería decir, desilusion y tristeza, todo rastro de deseo ó pasión se había esfumado.
— Duerme ya Asami, en un rato va a amanecer y seguramente sera un dia largo. Sin mas, salio de esa habitacion dejando atras a un hombre desconcertado y con una ereccion entre las piernas.
Del otro lado del mundo, en su lujosa oficina, una persona golpeaba sus dedos contra el escritorio, esperando que su agente le rindiera informes sobre las ultimas acciones tomadas.
— Mi señor, ellos fracasaron en su mision y fueron descubiertos por el enemigo y asesinados luego de ser interrogados.
— Era de esperarse, esto fue solo una pequeña prueba para ver como reaccionaria ese sujeto ante una amenaza indirecta, la proxima sera mas directa y despues haremos el movimiento real.
— En ese caso señor, preparare lo necesario para que usted quede satisfecho.
— Así lo espero. Ensanchando una sonrisa malevola por que sus planes estaban por concluir con el resultado anhelado. — Falta poco, muy poco, para derrocar a un rey, obtener su botín y una preciada esmeralda, hace años que la busco, ahora la tengo justo al alcance de mis manos, una vez que la posea no la dejare escapar.
Mientras unos duermen, otros mas hacen planes de conquista y unos pocos se debaten en el que hacer una vez el sol se ponga en lo alto anunciando que un nuevo dia comienza.
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