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Eien ni Aishteru por Tsuki no Megami

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Notas del capitulo:

Hola gente bonita. Con ustedes un capítulo más de esta loca historia.

 

Los personajes de Viewfinder pertenecen a su creadora Yamane Ayano.

Responsabilidad.

 

— No creo que esa haya sido la mejor forma de resolver las cosas entre los dos.

 

— Quizá tengas razón, pero así somos nosotros además no te escuché quejarte, al contrario pedías más.

 

— No me lo recuerdes, siento que no me puedo mover.

 

— Si esa es tu manera de decirme que te deje satisfecho, fue un placer hacerlo. Girando el cuerpo para besar al que hoy en día sigue siendo su pareja, amante, amigo y confidente.

 

Luego de aclarar y sacar todo aquello que les molestaba, sus dudas y miedos, lograron hacer las pases de la única forma que sabían hacerlo, golpeando la cama contra la pared, concluyendo con los cuerpos cubiertos en sudor, la boca seca y los labios hinchados de tanto besarse.

 

— De hecho si, estoy muy satisfecho. Una hermosa sonrisa se colocó en su rostro haciendo que el mayor volviese a capturar sus labios.

 

— Hagamos esto todas las noches. Respirando sobre su niveo cuello sintiendo como se estremece el resto del cuerpo de su Akihito.

 

— No me importaría pasar así todas las noches pero no creo aguantar tanto, además deberías guardar energía para trabajar y yo también.

 

— Sabes, solo quiero dormir contigo abrazandome, pero si tú quieres haré más que eso.El tono sugerente con el que dijo su oración, envío una llamarada por cada una de sus venas instalando en su cabeza la idea de sentir una vez más a su sexy yakuza.

 

Adivinando por la expresión en el rostro del rubio, cumplió su deseo dejándolo completamente exhausto, durmiendo plácidamente sobre su pecho.Con tan solo unas cuantas horas de sueño despertaron por el fiel asistente del empresario quien tenía que ir a su oficina de urgencia.

 

— Kirishima-san, sea lo que sea puede esperar.

 

— Lamento mucho el despertarlo, pero Asami-sama debe resolver esto lo antes posible.

 

— De acuerdo iré, dame unos minutos para cambiarme, enseguida bajo y tu no hagas pucheros. Tomándole el rostro con ambas manos, junto sus labios en un beso apasionado dejando al chico sin defensas completamente expuesto a su voluntad.

 

— No puedo enojarme contigo cuando haces esto.

 

— Ya lo sé, por eso lo hago, aunque quisiera devorarte otro poco debo ir a ver qué sucede, promete ser un buen chico mientras no estoy. Dispuesto a levantarse, fue tumbado de nuevo por su amante.

 

— Lo haré a cambio de algo. Con un ágil movimiento logro apoderarse del cuello, dejándole unas bonitas marcas sobre la piel. — Ahora si prometo ser bueno.

 

— Cuando regresé, quiero a esos niños durmiendo y a ti desnudo, listo para mí.

 

— Haré algo mejor que eso, te lo aseguro.Cada uno comenzó con sus labores, en el auto lo esperaban su asistente y el fiscal, durante el trayecto le explicaron lo sucedido con un negocio que salió mal.

 

— Es increíble que se atrevan a robarme mercancía y por si fuera poco amenazar con quitarmelo.

 

— Vez como si era necesario levantarte, estoy seguro que Akihito lo entendió.

 

— Un problema a la vez, primero resolveré esto.Mientras tanto un joven ojiverde libraba una batalla con tres pequeños que clamaban su atención y es que la caja idiota no tenía señal.

 

— Mami la llave de agua caliente de mi baño no sirve sale pura fría.

 

— En nuestra habitación hay una gotera y no deja dormir.

 

— Además el baño está tapado.

 

— Ya entendí pequeños, habrá algo en esta casa que aún funcione porque la línea está muerta.

 

— Akihito-sama tranquilícese, traeremos a alguien para que repare todo no se preocupe.

 

— Quiero los teléfonos y el sistema de seguridad funcionando lo más rápido posible.

 

Quizá por experiencia o intuición, algo en  ello le causaba escalofríos, era casi como si lo estuviesen obligando a salir de su hogar. Y no era el único con el mal presentimiento, todos los guardias estaban alertas, los perros también se mostraban inquietos intuyendo algún percance, con el celular en la mano, se debatía entre llamarle o no, justo cuando se decidió en dejarle trabajar el dichoso teléfono sonó, apenas contesto pudo escuchar su voz de enojado.

 

— Por que demonios están las líneas ocupadas, que tanto haces.

 

— No sirven los teléfonos tampoco hay señal en la televisión y el sistema de alarma está dañado. Trato de sonar lo más seguro posible sin embargo no funcionó en el tono que uso se podía notar el pánico.

 

— Debiste llamarme en cuanto te diste cuenta. No estaba molesto sino preocupado, la amenaza que recibió  hace poco, lo tenía inquieto.

 

— No quería molestarte, en la mañana parecía que te necesitaban para algo importante y yo no...

 

— Idiota, te di ese número para casos como este, pediré a Kuroda te recoja, hasta que funcione todo los niños y tu se quedarán conmigo.



— Que hay con tu trabajo, podrás hacerlo.

 

— Ahora que se lo que pasa no podré concentrarme, al menos teniendolos cerca podré enfocarme mejor.

 

— Gracias, lamento mucho preocuparte

 

 

— En verdad tú no piensas cambiar, estén listos para salir.

 

 

— De acuerdo, te veo en un rato. Ambos colgaron, al fin y al cabo en cuanto se vean podrán hablar con calma, paso una hora para que un auto rojo se parece enfrente de la puerta esperando a sus pasajeros.

 

 

— Lamento las molestias y el interrumpir sus labores.

 

 

— Creeme cuando te digo que de no haber venido tendríamos que cancelar todo ya que un león enjaulado está dando vueltas y vueltas, está es la mejor opción para calmarle. Aún así el fiscal nunca imaginó ver a su amigo en facetas como las que últimamente mostraba y todo gracias al joven que ahora debía escoltar.

 

 

— Solo para que cambies esa cara, ellos también podrán trabajar.

 

 

— Si lo sé, soy una carga para todos. Hablo con una sonrisa amarga en su rostro.

 

 

— Le aseguro que está usted equivocado, no es nada de eso, es que no sabemos que hacer para calmarlo.

 

 

— Si traemos más guardias podíamos causar el efecto contrario, también se nos ocurrió llevarlos con Feilong y compañía pero tampoco podría estar tranquilo cierto.

 

 

— Creo que me conocen muy bien, aunque no se crean si me preocupan todos ustedes, este lejos o cerca soy consciente de que su trabajo no es nada fácil, cada que me voy espero encontrar todo como lo deje y eso los incluye a ustedes. Cerrando la puerta del auto, espero a que el conductor comenzará el andar, viendo por el espejo que sus hijos llevasen puesto el cinturón de seguridad.

 

 

Gracias a la conexión de los dispositivos, cada guardia pudo escuchar las palabras dichas por su jefe, sintiendose extraños ya que era la primera vez que los consideraban algo más que guardaespaldas.En el club su dueño no parecía calmarse con nada, había calculado el tiempo del traslado y este le indicaba que llevaban media hora de retraso, iba a salir de la oficina cuando unos pequeños entraron corriendo directo a los brazos de su padre.

 

 

— Niños les he dicho que no corran. Entrando un instante después que sus hijos detrás de él venía Kuroda con una carpeta en mano.

 

 

— Puedes dejar los papeles sobre el escritorio, enseguida regreso voy a llevarlos a la otra habitación. Guiandolos por el piso de abajo hasta el cuarto designado para entrevistas y cosas así, tenía un espejo doble por el cual se veía todo hacia afuera pero nada por dentro.

 

 

— Me recuerda la oficina del otro club.

 

 

— Si es parecido, en ese lugar te hice mío sobre el sofá aunque fue más un castigo por entrometerte en mis negocios.

 

 

— Y ahora que ya estoy muy metido en ellos que harás.

 

 

— Tengo planes para ello, primero terminaré con el trabajo y después me dedicaré por completo a ti.

 

 

— Y nosotros que.

 

 

— Ryuhei tiene razón, donde quedamos nosotros.

 

 

— Mami, Papi, debo recordarles que como sus hijos pequeños necesitamos el ochenta por ciento de su atención.

 

 

— Dudo mucho que entiendas lo que acabas de decir e igual hay algo de razón en ti Ashura.

 

 

— No seas así con ellos, mis bebés quieren sentir que nos importan.

 

 

— Y lo son, de otro modo no estarían aqui. Besando sus frentes. — La televisión funciona y pueden pedir lo que quieran yo debo regresar. Recibiendo un abrazo de parte de su pareja, ambos cayeron al piso donde un ligero roce cambio los planes.

 

 

—Me alegro de verte bien y preocupado por nosotros.

 

 

— La próxima vez que ocurra algo como esto, hablame sin importar donde o con quien esté, te responderé. Tomándole por el cuello devoró sus labios hasta dejarlo sin aire.

 

 

— Quisiera continuar pero tenemos público y a ti te esperan arriba. Quitándose de encima dejo el espacio suficiente para que se levantase.

 

 

— En eso tienes razón. Observando seis ojitos que sobresalían del sofá muy atentos a lo que sus padres hacían.

 

 

Los niños se entretuvieron con la televisión, su padre recibió a sus socios y unos nuevos inversionistas en su oficina dejando a Akihito bajo estricta vigilancia, jugando con sus niños, viendo películas, hasta una guerra de comida hubo, después claro está tuvieron que limpiar su desastre, dejando el cuarto mejor de como lo encontraron. Con las horas transcurriendo sin parar la noche llego, Asami visito a su familia dando indicaciones a sus guardias.

 

 

— Vayan al departamento a dormir, me faltan un par de horas y termino.

 

 

— Me iré solo por que ellos tienen sueño. Los tres pequeños se escondieron detrás del sofá tratando de gastar una broma a sus padres.

 

 

— Aún no puedo creer que se deba cambiar toda la tubería, en parte entiendo porque, esa casa se construyó cuando yo apenas era un niño.

 

 

— Cuando me enteré yo, pensé que era broma pero no fue así realmente salimos a tiempo de lo contrario hubiese gritado a todos por el desorden y además. Mirando a su pareja con algo de asombro. —Significa que fue hace mucho o no, yo todavía no nacía cuando se puso en pie la " pequeña casa".

 

 

Uno que otro guardia intentaba no reírse por la sugerencia que daba el joven amo. — Si eso crees. Acercandole con un brazo, mordió el cuello haciendo que de su boca soltase un quejido. — Aún puedo tomarte de este modo, por lo cual no soy tan viejo.

 

 

— Tal vez, lo comprobaré más tarde. Susurrando sobre su oído con un tono de lujuria que daba la certeza de una satisfactoria noche. — En la habitación, veremos quien pide clemencia. Iniciando un tierno beso, bajo una mano hasta la entrepierna del mayor acariciando su miembro sobre la tela.

 

 

En algún momento de su relación, el rubio se había vuelto más osado en provocarle. — Te harás responsable por lo que haces y ya verás que tú serás quien me suplique.

 

 

— No estés tan seguro Ryuichi. Dejándole con un problema entre las piernas, camino al sillón instando a sus pequeños que se arreglasen para partir a lo que será su hogar de una noche.

 

 

Antes de continuar con sus labores pidió a los guardias dividirse, la mitad iría con Aki y sus hijos, el resto se quedaría a custodiar el club, ambos se miraron por unos segundos hasta que la puerta se cerró dejando que sus ocupantes se organizarán para salir, mientras el concluía sus asuntos pendientes.

Notas finales:

Está vez me tarde más debido a algunos problemas y falta de ideas para continuar, aún así espero no tardarme mucho con el próximo.

 

Dudas, quejas y sugerencias en el buzón y serán respondidos a la brevedad posible 😘😘.


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