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Demonios por NesumiChan

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Notas del capitulo:

Espero que les guste este pequeño fan fic :3 

Desde tiempos muy remotos la humanidad ha tenido consciencia de que existen seres que no pertenecen a este mundo, se cree que poseen un poder inimaginable.

En antiguas escrituras se puede encontrar algunos relatos que tienen que ver con ángeles y demonios, la típica batalla entre el bien y el mal, luz contra oscuridad, ¿pero que es cada uno de estos seres?

El ángel es una de las criaturas divinas presentes en muchas religiones y representadas de muy diversas maneras. Una de las principales características o elementos de un ángel es su función de mensajero de Dios y protectores de los seres humanos.

Por el contrario, la palabra “demonio” hace referencia a un ser sobrenatural descrito como algo que no es humano y que usualmente resulta malévolo, para ellos es sinónimo del diablo, de Satanás o de Lucifer. Un ángel caído, llamándose en ocasiones como el jefe de todas las fuerzas demoníacas.

¿Los demonios de verdad son malvados?

Ciel Phantomhive un joven niño que a sus 10 años de edad ya había experimentado más sufrimiento que cualquier otra persona.
Tras haber perdido a sus padres en un trágico incendio, ser secuestrado y vendido a una secta satánica que lo torturaba, en ese momento toda la inocencia y esperanza que tenía se esfumo, se hizo consiente que el mundo estaba lleno de gente podrida y que únicamente quería hacerle daño a los demás, lleno de coraje y rencor hizo una invocación accidental de un demonio.

Tras esa invocación accedió a darle su alma a cambio del poder necesario para tomar venganza en aquellos que humillaron a su familia, Ciel hizo tres requerimientos con el demonio, el primero, que lo proteja y nunca lo abandone hasta cumplir su venganza, el segundo, seguir sus órdenes incondicionalmente, y el último, que nunca mienta, tras establecer su acuerdo un sello le es colocado en su ojo derecho, haciendo referencia al contrato que acababa de realizar con aquel demonio, demonio al cual llamaría Sebastián.

Ahora Ciel tenía 12 años y seguía junto a ese demonio que se hacía pasar por un simple mayordomo, en esos dos años que llevaban juntos Sebastián había cumplido todas las peticiones que su amo le había ordenado, después de todo ese había sido el acuerdo.

En los últimos días Ciel había estado demasiado centrado en una investigación, que por primera vez no tenía nada que ver con la reina, debido a que estaba tan absorto en sus propios pensamientos no había hablado mucho con nadie de la casa, ni siquiera con Sebastián.

Conforme pasaba el tiempo Sebastián se empezaba a inquietar por lo que le estuviera haciendo su joven amo, llevaba ya varios días encerrado en su despacho y apenas comía algo, temía que algo malo le pudiera suceder, espera… ¿acaso estaba preocupado por un simple humano?

Bueno, Sebastián era consiente que Ciel Phantomhive no era un humano cualquiera, algo en el alma de ese joven era de lo más atrayente, de todos los humanos con los que había firmado un contrato ninguno había despertado tanto su interés como él, algo era diferente.

Demonios y humanos no pueden estar juntos, después de todo, los demonios tienen la única finalidad de destruirlos, hacer que caigan en la depravación y que sus almas se llenen de sentimientos impuros para poder poseerlas, su alimento es el rencor, odio, venganza, dolor, sufrimiento, todo lo negativo, simplemente eso, los humanos son la fuente de poder de los demonios, ambas especies no pueden estar juntas más allá de la relación presa y cazador.

El mayordomo entendía bien los límites que debía de tener con ese amo, sin embargo no siempre los podía cumplir, se había percatado que estaba empezando a sentir algo más fuerte por Ciel, algo más allá de lo establecido por un contrato.

Los días siguieron pasando y Sebastián seguía preocupado por la actitud tan distante que había tomado el joven, solo salía del despacho cuando iba a dormir o por cualquier otra necesidad básica, viendo que las cosas podrían seguir de esa manera decidió interferir y preguntar directamente lo que estaba pasando.

-Disculpe, ¿Puedo pasar?.- Pregunto Sebastián antes de abrir la puerta.
-Estoy un poco ocupado, pero ¿Qué se te ofrece?.- Contesto Ciel sin apartar la vista del libro que estaba leyendo.
-Me preguntaba la razón de que este tan sumido en esta investigación.- Dijo el mayordomo.
-Se podría decir que es algo de mi propio interés personal, no quiero que nadie interfiera con esto, si no te molesta me gustaría que me dejaras solo.- Exclamo el joven con frialdad.
-Como desee, joven.- Contesto Sebastián antes de salir de la habitación.

Pasado un poco el tiempo llego la hora de la comida, Sebastián fue al despacho y toco la puerta pero nadie contesto así que decidió entrar, busco con la mirada a Ciel, sin embargo no lo encontró, decidió acercarse al escritorio para averiguar un poco más acerca de lo que estaba investigando tan intensamente el joven, encima de este se encontraban varios libros y noticias acerca de seres mitológicos, sobrenaturales, ángeles y sobretodo libros acerca de demonios, empezó a leer un poco sobre ellos y no tomo en cuenta que el cualquier momento podría llegar el dueño de esos libros.

-¡Sebastián!.-Grito Ciel con un tono de enojo.
-Joven.-
Dijo haciendo una reverencia.
-¿Qué haces aquí?, te dije que no quería que nadie me molestara.-
Seguía con ese tono de molestia.
-Le vine a traer la comida, pero como no estaba pase.
-Bien, ya puedes irte.-
Dijo sin mirarlo a la cara.
-Disculpe que me meta en sus asuntos, ¿pero porque esta tan interesado en saber acerca de los demonios?.-Pregunto con un poco de curiosidad.
-E-Eso no te incumbe.-
Contesto Ciel con un leve sonrojo casi imperceptible.
-Claro que me incumbe, después de todo yo soy uno, si quiere saber algo, ¿no sería más fácil preguntarme a mí?
-Me da vergüenza.-
Dijo en un tono bajo.
-¿Qué quiere saber?
-¿Los demonios y humanos pueden estar juntos?, me refiero a algo más que en firmar un contrato y ser amo y sirviente, ¿pueden?
-El sentido común dice que no.
-¿Tú crees en el sentido común?
-Usted me ha hecho dudar de él.-
Contesto con una sonrisa.

Demonios y humanos, especies distintas, destinadas a destruirse una con otra, siempre había sido destinado a ser así, pero eso que importaba las cosas pueden cambiar, tal vez no fuera fácil, pero nada en la vida de esos dos había sido sencillo, romper las reglas podría ser algo divertido, ambos querían intentar estar juntos sin ponerse a pensar en las posibles consecuencias.

Cuestión de percepción, un pacto que quedo de lado, sobrepasaron los límites de amo y sirviente, presa y cazador, bien y mal, tal vez podría ser considerado un tabú, sin embargo podría llegar a ser uno de los amores más puros de todos después de todo se seguían respetando los tres acuerdos principales…

-¿Seguirás conmigo?
-Nunca lo abandonaría, lo protegeré con mi propia vida.- Dijo mirándolo fijamente a los ojos.
-¿Me cuestionaras?
-No, yo seguiré todas y cada una de las órdenes que me dé incondicionalmente.-Contesto mientras se acercaba peligrosamente a los labios del joven.
-¿Juras jamás mentirme?
-La única mentira que le he dicho es que solo seriamos amo y sirviente.- Respondió antes de apoderarse de los suaves labios de su joven amo.

¿Los demonios de verdad son malvados?

Pueden que su naturaleza sea malvada, pero después de todo, los humanos son los principales creadores de estos, la maldad habita dentro de todos solo es cuestión de darse cuenta, demonios y humanos, al fin de cuenta no son tan diferentes, ambas especies se consumen por el odio, pecado, venganza, rencor, codicia, a ninguno le importa destruir a los demás con el fin de conseguir lo que quiere, pero hay una diferencia, los demonios solo tienen esa opción, han nacido en las sombras, en la oscuridad, sin embargo los humanos no, ellos tienen la posibilidad de ver la luz, sin embargo siempre son corrompidos por sus propios deseos pisoteando a los que los rodean, en ese aspecto son hasta más despiadados que los propios demonios.

La mayoría de las veces, nuestros demonios continúan ahí, agazapados en la sombra. Acechando infatigablemente el momento en que bajemos la guardia y cuando lo hacemos toman el control total.

Tal vez nuestra percepción acerca de las cosas sea errónea…
 ¿Qué tal que en este mundo tan putrefacto los verdaderos demonios seamos los humanos?

Notas finales:

Espero les haya gustado :3 
Ojala puedan dejar sus reviews c:

¡Gracias por leer! <3 


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