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Las orejas de gato por nekita_kurosaki

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Notas del capitulo:

¡Hola! se bien que tengo mucho tiempo que no publico, pero tengo problemas con el inter. en fin, no haré promesas, algun dia cuando pueda-como ahora- publicare todo lo que he acumulado en mi lap, en verdad extrañaba publicar, por eso he venido aqui a mostrales mi nueva idea. espero que les gusten.

Capítulo 1

 

 

 

 

 

Naruto acomodó nuevamente las orejas puntiagudas en su cabeza, mientras fulminaba con sus grandes ojos azules a su profesor. Era la tercera vez que las tontas orejas de zorro se deslizaban de su cabeza y eso le molestaba. Él era un niño ya de diez años. No necesitaba utilizar cosas de bebés a esta altura de la vida.

 

Era una lástima que su mamá no pensaba igual que él. 

 

Por suerte, no era el único con unas tontas orejas en el salón. Todos y cada uno, por orden de la directora Tsunade debía usar orejas y cola de algún animal que le gustara. A Naruto le gustaban los sapos, pero su Ma dijo que no se vería bien vestido de uno. Él pensaba que sería genial, todo verde y saltando por todos lados. ¡Hasta había practicado para croar como uno!

 

Pero ahora vestía como un zorro. Con unas muy tontas puntiagudas orejas y una espesa cola de un tono rojo naranja. Como si las cosas no fueran más perturbadoras a su Ma y tía Mito habían tenido la brillante idea que sería genial que él y su primo vistieran iguales.

 

¿Dónde estaba lo genial en eso? Era demasiado molesto si se lo preguntaban.

 

Frunciendo sus cejas, Naruto se estiró sobre su escritorio. El día estaba fresco como cualquier otro. Ya no veía la hora de salir y correr por el parque central, el cielo a esta horas de la tarde tenía su máximo tono azul, el crujido de los arboles balanceándose con el viento era tan agradable. Naruto sabia cuando era el mejor día para dar caza a las ardillas y hoy era uno de esos días.

 

Si tan solo pudiera salir…

 

Ladeando la cabeza, miró detrás de él con tanto aburrimiento qué estaba tentado en bostezar. Su primo Kurama estaba taaaan tranquilo leyendo un libro de… algo con palabras y sin dibujos seguramente. Era tonto. ¿Por qué desperdiciaba el tiempo en eso? El profesor Iruka aún no llegaba, tenía el camino libre para planear un ataque contra la directora por hacerlos vestir de forma ridícula en estos momentos.

 

«Quizás él ya lo haya planeado y yo no me di de cuenta.» Pensó ceñudo.

 

¡Eso debía que ser! Él sabía con certeza que Kurama también había odiado tanto como Naruto vestirse como zorros, Kurama tenía ocho hermanos y todos habían aprovechado para molestarlo, las fotos y las burlas entre la gran familia habían hecho que Naruto terminara en el suelo llorando de la risa. No se sorprendía si su primo arremetía con venganza.

 

A pesar de no decirlo abiertamente Naruto encontraba a su primo como uno de sus favoritos, Kurama tenía un oscuro sentido del humor y sus bromas eran una fascinación para sus curiosos ojos azules. Eran buenas cuando él no era la victima de ellas. Naruto aun prometía vengarse, solo aún no había encontrado el momento correcto…

 

¿Qué? No podía hacerle una broma a alguien que se la pasaba haciéndolas diariamente con los ojos cerrados.

 

«Algún día ya verá.»

 

— Chicos, tengo un anuncio que hacerles. — el profesor Iruka dijo entrando al aula. Naruto se estiró y se acomodó gruñendo nuevamente a sus tontas orejas. El profesor Iruka se detuvo a mitad de camino y miró hacia la puerta abierta con una leve sonrisa, Naruto sintió curiosidad por ver a quien estaba afuera. Después de todo él era demasiado curioso. — Sasuke, por favor ve a tu puesto.

 

Todo el salón se mantuvo en silencio al ver que el mencionado no entraba. ¿Qué es lo que le pasaba? Naruto quería que la clase acabara de una vez y el Uchiha venía con esto. Gruñó y pensó en las mil cosas que le molestaba del necio Uchiha.

 

Eran muchas de hecho y todas justificadas.

 

Sasuke comúnmente era opuesto a cualquier niño del salón; era callado, demasiado gruñón, también era muy bueno en todo lo que hacía. Eso le frustraba ¡Nadie debía ser tan listo! Sasuke era una especie muy rara, y Naruto se atrevía a imaginar que el chico era una especie de alíen.

 

Nadie debía ser tan perfecto como el Uchiha.

 

Y entonces ahora se cree que no podía entrar a clases porque él no quería ¿Qué cacahuates le pasaba?

 

Si debía entrar, debía entrar. Naruto cada vez que se reusaba le jalaban de las orejas ¿Por qué no se lo hacían al Uchiha?

 

El profesor Iruka caminó de regreso a la puerta dejándose caer de rodillas. — Sasuke, no debes preocuparte de nada. — Naruto se inclinó hacia delante intentando de ver y escuchar como todos. — Nadie de aquí se va a burlar de ti.

 

¿Nadie se va a…? Naruto abrió ampliamente sus ojos.

 

« ¡Santas ranas de rio, Sasuke tiene miedo de que se burlen de su traje!»

 

 Reclinándose hacia atrás, Naruto miró hacia el pizarrón impactado con la nueva noticia. Sasuke Uchiha estaba avergonzado. El niño que todas las niñas miraban con corazones en sus ojos y suspiraban como si fuera el nuevo príncipe Ken, el niño que le gustaba sonreír con superioridad cuando le ganaba en los deportes, el niño que se la pasaba demasiado tiempo con su primo…

 

Estaba. A-V-E-R-G-O-Z-A-D-O.

 

« ¡Debe ser mi cumpleaños!»

 

Oh, como quería saltar de su puesto, correr hacia la puerta y cantar “Na-Na-Na-Na te vez feo como una lombriz” en su cara. Reprimió una sonrisa imaginado en lo que Sakura podría pensar a partir de ahora de Sasuke. Los clubs de fans de Sasuke se irían por el escusado como su pez dorado y el mundo brillaría con una nueva luz donde Sasuke no era más el chico apuesto en el salón.

 

¡Naruto estaba punto de llorar de felicidad!

 

Sacando a Sasuke del juego, él podría destacar sus más increíbles talentos y llamar la atención de la niña que le gustaba. Sakura decía aclamar amar a Sasuke y eso le molestaba, Sakura era bella y Naruto la quería, con Sasuke aquí, Sakura se olvidaba de él como un calcetín sucio.

 

Miró hacia la ventana donde ella se encontraba, contuvo las ganas de suspirar ante lo linda que se veía con sus largas orejas de conejo. Su cabello rosa como las flores de un cerezo hacia honor a su nombre, no había duda que Naruto quería a su compañera para él solo. Quizás podía declarársele a la final de almuerzo.

 

«Hoy es el día.»

 

Un montón de suspiros y chillidos lo sacó de sus románticos pensamientos. Giró para saber que era tanta la conmoción y en un instante su sangre se helo.

 

— ¡Se ve tan adorable!

 

Ese fue el grito de todas las niñas. El profesor Iruka soltó una risita con gracia y guio a Sasuke hacia dentro. Naruto no pudo quitar los ojos del Uchiha.

 

Orejas de gato.

 

Él. Tenía. Orejas. De. Gato.

 

Por primera vez en su vida Naruto vio como Sasuke bajaba la mirada al suelo y saltaba de un pie a otro incómodo. Eso hizo qué una larga y esponjosa cola negra se balanceara con un suave movimiento detrás de sus piernas pálidas. Naruto parpadeo un par de veces, notando que había un ligero color rosa en las pálidas mejillas del Uchiha.

 

Tragó saliva, admirando como el juego de orejas oscuras sobre su cabeza contrastaba con el cabello negro azabache. Por qué rayos esos simples accesorios hacia que Sasuke se viera tan… tierno. ¡¿Tierno?! ¡Enserio había pensado que se veía tierno!

 

Naruto sintió como su rostro comenzaba arder en llamas. No. No. No. Él no había pensado que el chico que tanto repudiaba se veía tierno vestido como un minino. Eso era absurdo… solo se veía lindo. Si, lindo.

 

Un chico podía ser lindo ¿Cierto?

 

Inmediatamente su corazón comenzó a latir con más fuerza, y una especie de nudo se hizo en su panza consternándolo completamente, alterando todos y cada uno de sus nervios, hasta convertirlo en un manejo de algo que ni él entendía.

 

« ¿Qué me pasa?»

 

— Ves Sasuke, no tienes nada de qué preocuparte — dijo suavemente el profesor Iruka, tan amable como siempre solía hacerlo. — A todos les gusta cómo te vez.

 

Naruto comenzó a sudar frio ante aquella declaración.

 

Observó a Sasuke cabecear tímidamente para después levantar la mirada. Instantáneamente Naruto sintió como el nudo se trasladó a su garganta y su corazón aceleró un poco más. Las rosadas mejillas de Sasuke hacían resaltar los intensos y grandes ojos oscuros como la noche. Naruto se sintió incómodo ante esos ojos. La pequeña y tímida sonrisa tirando de los labios del chico lo aterró definitivamente. 

 

No había manera que él se sintiera nervioso. Uchiha Sasuke nunca estaba nervioso, Naruto siempre lo había visto seguro, molesto y arrogante, pero nunca lo había visto nervioso.

 

Un nuevo sentimiento comenzó a crecer en su pecho a cada paso que Sasuke avanzaba, siempre él había tenido complejo de ser un héroe y ver ahora a Sasuke tan vulnerable lo hacía desear protegerlo como un caballero de brillante armadura protegía a su damisela.

 

«Pero Sasuke no es una damisela.»

 

Sasuke es un chico. Uno que no toleraba.

 

« ¡Pero debo hacerlo!»

 

Cuando Sasuke estaba casi llegando a su mesa, Naruto tenía los nervios de punta. Había un puesto libre a su lado y era de seguro que el Uchiha se sentaría a su lado. Debía hacerlo. Naruto era el único capacitado para proteger al Uchiha, ya había notado las miradas extrañas de sus otros compañeros, no quería que Sasuke tuviera problemas.

 

 Era oficial, él cuidaría del Uchiha mientras estuviera vestido de minino. Y si la situación continuaba de la misma manera lo sería permanente, le gustara o no al Uchiha. Lo único que tenía que hacer que Sasuke aceptara y…

 

Sasuke pasó de largo y se sentó en el puesto de atrás.

 

Naruto parpadeó saliendo de sus heroicos pensamientos y se giró, vio como Sasuke se sentaba al lado de Kurama, quien increíblemente estaba sonriendo a Sasuke mientras murmuraba algunas cosas sacándole un rubor al Uchiha. La quijada de Naruto cayó hasta su pecho sorprendido de lo que veía.

 

Sabía que Kurama y Sasuke eran amigos. Pero eso de ahí era algo más que amigos, Kurama le daba a Sasuke la misma mirada que su Pa le daba a su Ma, esa de cuando quieres mucho a alguien y te sientes feliz a su lado. También Kurama le estaba sonriendo a Sasuke, y no era sonrisa llena de burla como la que siempre acostumbraba mostrar después de realizar una broma, era esa sonrisa sincera llena de sentimiento, como si le gustara…

 

«No, los chicos solo le gustan las chicas.

 

 No puede gustarle un chico, es imposible, los chicos no salen con chicos.

 

 ¡Eso no es correcto!»

 

Vio con asombro como Kurama se inclinó y acomodó las orejas en la cabeza de Sasuke, y como Sasuke le susurraba un “gracias” solo para su primo. Naruto empuño sus manos ante la furia que comenzó a sentir en su cuerpo, Sasuke nunca le había dado las gracias y extrañamente quería que Sasuke solo recitara esas palabras solo para él.

 

¿Celoso?

 

¡Por supuesto que no!

 

— ¡Naruto! — El grito de profesor Iruka hizo que saltara de su puesto, lentamente alzó su mirada y contempló la ahora oscura expresión de su profesor, esa expresión que lograba que Naruto surada frio y deseara haber sido un buen chico. — ¿Será posible que te sientes correctamente? Tengo un anuncio que darles.

 

— Yo… — Naruto volteó a ver a su primo y Sasuke que lo observan curiosos. Regresó su mirada a la de su profesor y completamente avergonzado dio un pequeño cabeceo de disculpa — Yo, lo siento profesor no lo hare más.

 

El hombre suspiró mientras se llevaba una mano a la cabeza, como si no tuviera otra opción que creerle por esta vez. — Solo trata de prestar atención Naruto.

 

Naruto asintió, mientras que su profesor continuaba dando el anuncio, pero la mente de Naruto no estaba prestando atención. En lo único que podía pensar era en la mirada avergonzada del Uchiha y la pequeña escena que presencio.

:::::::::::

 

 

 

 

— Escuche que los de la escuela vecina vendrán al último día del festival — comentó casualmente Kiba mientras hacía mover su cola blanca cada vez que se balanceaba en el columpio. — dicen que la directora de su escuela también los obligó a vestirse de algo. Aun no sé qué es.

 

— ¿Y eso que tiene que ver con el hecho que debemos encontrar pareja para el festival? — cuestiono Shikamaru antes de soltar un largo bostezo.

 

« Obvio.» Pensó Naruto mientras sorbía las pastas de su ramen. El día estaba perfecto como lo había predicho en la mañana; Shikamaru, Kiba, Lee, Gyuuki, Kurama y él había decidido almorzar bajo la sombra de un gran árbol, con el fin de encontrarle la solución al dilema presente.

 

Cita para el festival.

 

Naruto aún no entendía que es lo que se le había metido a la cabeza de la directora ¿una cita? ¿Enserio? Todos debían asistir al festival acompañados de alguien que le gustara, era algo especial de San Valentín según el profesor Iruka había dicho. Y para los que no tenían cita, podían ir acompañados de un amigo solo si era necesario.

 

Dicha celebración se llevaría a cabo en cuatro días, pero antes de ese día, los alumnos debían ir a clases con su peculiar accesorio. El por qué, aún era un misterio.

 

Naruto quería invitar a Sakura. Solo que aún no había pensado como hacerlo, durante toda la clase había estado pensando en Sasuke y sus orejas negras y de cómo debía protegerlo de los chicos que querían acercársele. Había oído murmullos de algunos querían tener a Sasuke como cita y no eran las chicas.

 

También estaba el otro pequeño detalle de Kurama sonriéndole de manera tan amistosa.

 

El solo recordarlo le daba escalofríos.

 

Pero después de tanto analizarlo, viendo los pros y contras, quedo en la conclusión que Kurama actuaba así porque era el único amigo de Sasuke. No era como si el Uchiha fuera muy social, el chico no tenía ni un hueso amistoso en su cuerpo.

 

Naruto observó sobre el borde de su tazón a Kurama gruñirle a su hermano Gyuuki mientras discutían por una porción de Taiyaki. Era una disputa del día a día, ambos hermanos discutían hasta del clima. Naruto se concentró en los extraños cuernos sobresalientes de la castaña cabeza de su primo y se preguntó qué clase de animal era. Gyuuki además de los cuernos, tenía ocho tentáculos de pulpo sujetados al final de su espalda dándole la impresión de colas.

 

El chico tenía un delirante gusto sobre las criaturas míticas.

 

«Eh, tengo familiares raros.

 

Espera. A mí también me gusta las criaturas míticas, olvídenlo»

 

— Yo sé por qué él lo menciona — Sonrió Lee mientras se llevaba un pedazo Taiyaki a la boca. Naruto contempló como las largas orejas oscuras de conejo golpeaban las pálidas mejillas de su compañero en cada mordisco que daba —  Y eso tiene que ver con el chico ¿Cómo es que se llama? Ah sí, Shino.

 

— Espera ¿te gusta un niño? — preguntó Naruto tomándole el hilo a la conversación. Las mejillas de Kiba tomaron un leve color rosa antes de caerse a espaldas al suelo.

 

«Creo que tomare eso como un sí.»

 

— ¡No me gusta! Shino solo es mi amigo. — Kiba vociferó levantándose y haciendo saltar sus orejas caninas  — solo pensé que debía invitarlo, no quiero ir con una niña. No tiene nada de malo.

 

Lee se carcajeo y suministro en un tono cantarín: — Él te gusta.

 

— ¡Por supuesto que no! — Gritó, su rostro cambiando rápidamente a siete tipo de rojos diferentes — ¡Es solo un amigo!

 

— Ah ¿entonces por qué te pones rojo? — La risa de Gyuuki era malvada — Uno no se avergüenza si habla de un amigo.

 

— Admítelo, es la verdad. — puyó sorpresivamente Shikamaru como golpe final.

 

Entonces Kiba gritó alzando sus puños al aire. Todos comenzaron a reír tan fuerte que el rostro de Kiba pasaba de rojo tomate a rojo remolacha. Todos reían menos Naruto, su cuerpo estaba rígido y su boca estaba abierta formando una perfecta “o” con sus labios.

 

Shikamaru se inclinó hacia él y Naruto desvió su mirada al par de orejas de oso que Shikamaru tenía en la cabeza. Su mente trató se procesar la nueva información pero se quedó trabado en la parte de que Kiba le gustaba un chico.

 

« ¿Que rayos?»

 

¡Kiba quien se revolcaba en el suelo y dormía con su perro le gustaba un chico! A los chicos no debían gustarle los chicos, no debían sonrojarse por chicos ¡A los chicos le gustaban las chicas! así es como tenía que ser.

 

 Shikamaru frunció sus cejas y lo golpeo levemente en la frente, Naruto inmediatamente lo fulmino con la mirada.

 

«Si será bruto.»

 

— Hey, no me veas así. Tú estabas viéndome fijamente, así que un penique por tus pensamientos Uzumaki.

 

¿Peni…qué?

 

Naruto parpadeó, no había manera que pensara en ello, no ahora, no después de esa impactante información. ¿Qué hacer? Conociéndose, lo único que podía hacer era decir lo que pensaba.

 

Y eso hizo.

 

— Los niños no deben salir con niños — Soltó seriamente. Un tenso silencio se formó alrededor de él, así que continúo con su explicación un poco más animado. — No es correcto, piénselo. Las niñas deben salir con los niños, no niños con niños, se ve mal. Solo una niña es indicada para el puesto, si un niño le gusta un niño ¿Qué lo hace? Eso es cosa de niñas. Entonces sería una niña. No sé si me entienden…

 

Todos voltearon a verlo con sus bocas abiertas. Naruto arqueó sus cejas ente la rara reacción que obtuvo, todos estaban tensos y claramente molestos. No entendía por qué, para él era claro como el día, los niños salen con niñas y punto.

 

No había niños con niños en la ecuación.

 

« Además es extremadamente extraño.

 

Es como combinar mermelada de ciruelas con mantequilla de maní.»

 

— ¡Correcto! ¿Quién dice que no es correcto? — Explotó Kiba mientras lo apuntaba con su dedo — Tú no puedes decir que es lo correcto, cada quien tiene derecho de decidir quién le gusta. Si me gusta un niño no es malo, solo distinto, así de sencillo ¡Además, hacer eso no me convierte en una niña! ¡Idiota!

 

— Entonces si te gusta —murmuró Lee con una sonrisa.

 

Kiba se sonrojo y lo señalo con un puño.

 

— ¡Ese no es el punto, tonto!

 

Naruto rodó los ojos, no había manera que dejara que sus compañero hacer las cosas mal.

 

«Quizás deba explicarle bien»

 

Sí, eso debía hacer.

 

 — Mira, no puede gustarte un niño Kiba, los niños no son adorables y delicados. Las niñas sí, y nosotros debemos protegerlas como se debe, ahora un niño ¿Cómo puedes hacer eso? Y quien sería la niña en la relación, no sé si lo saben pero somos niños, seremos hombres, no debemos tomar el papel de una niña ¡Es estúpido!

 

— ¿Y quién te dijo que yo quiero a alguien para proteger? — Kiba arrugó la nariz mientras se cruzaba de brazos. — Prefiero a alguien que tenga mis gustos y no salga corriendo si ve a una rana. Por cierto ¿Quién dijo que es necesaria una niña? ¿Y por qué a juro debe ser una niña? Seré un hombre en diez años y me casare con un hombre, no me convertiré en mujer ni nada. Seré yo mismo. No importa lo que piensen los demás.

 

— Kiba tiene razón Naruto — Shikamaru lo miró seriamente. — Todos tenemos gustos diferentes, no puedes decir que no es correcto, ni acusar que gustarte un chico te hace una niña, porque lo que no es correcto es estar con alguien que no te gusta. Nada cambia, si eres feliz eso es lo que importa.

 

— Además a ti te gusta Sakura — señalo Lee — y ella es la niña menos delicada y femenina de nuestra clase. ¿Cómo vas a proteger a alguien quien te muele a golpes siempre? ¿No crees que es lo mismo que sucede cuando te gusta un niño? Puede que no sean delicados, pero ¿no te has puesto a pensar que también hay niñas que actúan como niños? — una pequeña sonrisa comenzó a formarse en los labios de Lee mientras miraba su taiyaki con mucho interés — Además no es tan malo como piensas.

 

Los ojos de Naruto se abrieron como un par de discos, y su mandíbula se desencajó al ver el leve rubor en las mejillas de Lee.

 

« ¡Oh, no!»

 

— ¡A ti también te gusta los chicos! — Exclamó sorprendido y poco a poco su sorpresa fue cambiada por confunción. —  Espera… creí que te gustaba Sakura también. ¿Cómo es posible?

 

Lee negó con la cabeza mientras su rostro se volvía sombrío.

 

 — Hace mucho tiempo que no me gusta Sakura, la última vez que le di un obsequio, ella lo tiro. ¿Qué iba yo a saber que no le gustaba? Prefiero estar con alguien que le agrade mis gustos, no que me grite que soy asqueroso delante de todos, haciendo que todas las niñas me evitaran por un mes.

 

— Pero…                                                                      

 

Lee bajo la mirada y negó. Naruto simplemente no podía entender. Si, era cierto que Sakura era demasiado dura cuando se trataba en cosas románticas. Dios, ella le había dado una paliza cuando le sugirió ir a cazar de sapos, pero aún le gustaba, ella era bonita como una flor, quería ser su héroe. Tal cual como su Pa lo hizo con su Ma.

 

 El rendirse no era una opción en su libro, él la quería para que fuera la dueña de su corazón. Y si quieres algo debes luchar con fuerza para tenerlo, por un momento había pensado que Lee era un gran luchador, pero ahora… No sabía que pensar.

 

— Enserio, no entiendo de que tanto te quejas — bufó Gyuuki —  Sakura parece un niño, lo que significa que te gusta un niño.

 

Todos comenzaron a reír mientras Naruto los veía con su ceño fruncido. No había manera que Sakura se pareciera a un niño, sí era fuerte, y qué, su Ma también lo era y era la persona más hermosa que existía en el mundo. Naruto estaba seguro que Sakura en un futuro sería tan hermosa como su Ma.

 

 Shikamaru negó y aun riendo dijo: — Gyuuki la manera correcta es; “Sakura actúa como un niño” piénsalo bien, el pelo rosa aun la hace ver como una niña.

 

—   ¡Shikamaru! — Naruto gritó sorprendido.

 

Su amigo solamente se encogió de hombros.

 

—   Digo la verdad.

 

— Por favor primo deja el escandalo — Gyuuki se apoyó en la dura base del árbol mientras sonreía traviesamente  — A Shikamaru le gusta los niños. A Lee le gusta los niños. A Kiba le gustan los niños. A mí también me gustan y Kurama planea declarársele a Sasuke. Yo no veo nada incorrecto en eso, lo que será, será.

 

— ¡Kurama va hacer qué! —Naruto gritó colocándose de pie, buscó a su primo con la mirada pero el chico de cabellera rojo anaranjado no estaba. — ¿Cómo ustedes saben eso? y donde rayos esta Kurama. — siseó el nombre de su primo con amargura, simplemente no podía evitarlo.

 

Gyuuki se levantó del suelo y se acercó hacia él con su rostro machado de ira, Naruto retrocedió un paso impactado y sintió estremecerse al ver como los ojos dorados ardían con una furia contenida. Era la primera vez  en años que miraba al juguetón Gyuuki verse tan serio.

 

 — ¿Para qué quieres saberlo? Él se fue antes de que comenzaras con tus estupideces —gruñó Gyuuki con desdén — Puede que no me lleve bien con Kurama l mayoría del tiempo, pero es mi hermano y no dejare que arruines sus planes. O le llenes la cabeza de estupideces, aunque pensándolo bien, mi hermano es demasiado listo como para prestarle atención a tus ridículas palabras.

 

Naruto empuñó sus manos.

 

— ¡Él no puede salir con Sasuke! — le gritó. —  ¡Sasuke es demasiado ingenuo! Kurama es un bromista puede que el Uchiha parezca estreñido, pero no merece una broma de Kurama.

 

— No es una broma, gran tonto  — Kiba bufó parándose a su lado — Kurama en verdad le gusta Sasuke y Sasuke le gusta a Kurama, solo que ambos no se lo han dicho.

 

— Solo son tonterías. Ahora dime donde está.

 

— ¿Qué te importa? — Lee gruñó — no te diremos. No después de las estupideces que soltaste hace unos minutos.

 

— Y tampoco dejaremos que intervengas.

 

Naruto se detuvo ahí. Estático. Vio cómo sus mejores amigos se levantaban y se cruzaban de brazos, retándolo a sobrepasar de ellos. Era algo que nunca creyó ver, pero ahí estaban.

 

Gruñó mientras empuñaba sus manos.

 

« Bien, si no quieren ver la verdad hare que Kurama y Sasuke entren en razón. Los niños no deben salir con niños, así es como debe ser.»

 

Notas finales:

gracias por leer!


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