Recuerdo que todo hasta ese momento había sido como cualquier otro día aburrido como siempre y saliendo de mi clase de historia para ir a mi clase favorita matemática, trate de llegar lo más temprano posible para poder sentarme adelante y por consiguiente no tener que mirar las miradas de enojo de mis compañeros cada vez que lograba resolver problemas que en mi opinión eran de lo más simple no me mal entiendan nunca me ha gustado ser presumida pero mi abuelo es muy bueno en matemáticas y el me enseño todo lo que se, además que como a él le gustaba enseñarme utilizo diversos juegos cuando era pequeña y debido a esto me enseñó a no tenerle miedo a las matemáticas creo que si a todos los niños le enseñaran de ese modo no tendrían grandes problemas al momento de estudiar. Bueno me salgo del punto la cosa es que siempre que salgo de clase de matemática siento las miradas de envidia de todos mis compañeros, pero como no me hablo con nadie, nadie me toma en cuenta para nada y lo prefiero así ya que no vine aquí para hacer amigos sino más bien para ser tan buena alumna como lo fueron mis padres, mi abuelo me contaba que mi papa era increíble para biología mientras que a mi mama se le daba muy bien lo que era el lenguaje no me extraña que ahora sea una gran editora en jefe para una revista que documenta cosas a nivel mundial.
La clase empezó todo fue bastante tranquilo nos dieron un trabajo para la casa la verdad es que avancé la mitad del trabajo durante la clase y resolví algunas dudas que tuve la profesora en si es simpática tiene 29 años y soy su preferida termine de arreglar mis materiales para disponerme a ir a casa ya que era mi última clase del día como fui la que más avanzo me dejaron salir antes a lo cual obviamente mis compañeros objetaron pero como a la profe le valió madres lo que le dijeran después de todo ella es la que manda en su clase lo que dice ella es ley y así fue como termine saliendo 15 min antes de la hora de salida, me pase por la biblioteca en busca de algún libro que me entretuviera para leer en casa, al entrar la bibliotecaria me miro y solo señalo una estantería a lo que yo entendí de inmediato como los libros nuevos están por allá.
Revise la mayor parte de los títulos y hubo uno que me llamo la atención “Una carrera contrarreloj” de Carolyn Keene decidí llevármelo a casa y leerlo tranquilamente el fin de semana fui al mesón de la bibliotecaria e hice la solicitud la bibliotecaria me sonrió me despedí de ella amablemente, Salí del colegio y me fui rumbo a casa pase por una tienda viendo que podía comprar para la cena pero al ir distraída ocurrió lo obvio y choque con alguien cayendo sin ningún estilo al suelo al igual que la otra persona, la verdad pensé en reclamarle pero como la distraída era yo tenía que disculparme así que me levante y le tendí la mano a la chica que estaba frente a mi aun en el suelo, debo decir que me impacto cuando la vi bien ya que me parecía haberla visto pero a la vez no a menos que fuera la verdadera Emma Watson lo cual era totalmente imposible.
-Amm lo, lo siento no me fijé por donde iba- vi que me miro con confusión.
-Pues espero que no seas así todo el tiempo Garrido- ¿Eh? ¿Te conozco?
-disculpa, pero… ¿de dónde nos conocemos? -ella se incorporó y parecía algo molesta.
-Pues parece que eres más que distraída para no recordar a alguien que ha estado en tu curso por todo un año- ¡¡¡TODO EL AÑO!!!
-Espera, ¿eres compañera mía? - note que me miraba con extrañeza.
-Garrido la verdad es que no comprendo cómo es que no puedes reconocer a alguien que ha estado contigo la mayor parte del año y con la cual haz hecho dos trabajos ya- La verdad es que como jamás me he hablado con nadie no me se los nombres de ninguno de ellos, ni siquiera de quien está frente a mi ahora mismo, pero por lo que veo ella si sabe el mío o por lo menos mi apellido.
-Lo siento la verdad es que no soy de relacionarme con los demás- note como se cruzó de brazos y frunció el ceño.
-Pues ahora tú te aprenderás el mío para que la próxima vez que choques conmigo y te disculpes me llames por mi nombre entendiste-se acercó de manera bastante amenazante a mí y me apunto con un dedo, pero ya que no tengo otra opción.
-bien y entonces ¿con quién tengo el gusto? - le sonreí para aligerar un poco su humor cosa que pareció funcionar un poco o eso creo ya que solo suspiro y se cruzó de brazos.
-Mi nombre es Angie, Angie Marisol Gutiérrez Silva- extendió su mano en señal de saludo y yo la tome.
-Un gusto mi nombre es Amber, Amber Alexandra Garrido Martínez, aunque creo que ya lo sabrás ¿no? -sonrió.
-Sabia tu apellido, pero no tu nombre los profesores suelen llamarte solo por el apellido- es verdad, aunque la profe de mate y la bibliotecaria me llaman por el nombre.
-Bueno en cierto modo es cierto, por cierto, lamento haber chocado contigo…- como se supone que la llame ella me acaba de llamar por mi apellido, pero…
-Puedes decirme Angie no me molesta y no te preocupes por lo del choque no fue nada- yo solo sonrió.
-en todo caso disculpa tratare de no andar tan distraída- ella solo asintió.
-bien aclarado esto me voy Amber ya que estoy comprando la cena- dicho esto vi que se marchó y yo solo pude asentir.
De no ser porque yo también me acorde que había venido a lo mismo me habría ido a casa, termine comprando yogurt, leche, cereales y un poco de ramen ya que al no saber cocinar tenia terminantemente prohibido prender la cocina ya que podía incendiar la casa y nadie quería eso, lo bueno es que el fin de semana me voy a casa de mi abuelo y allí podre comer comida normal y nutritiva y no solo ramen y cereales con leche o yogurt.
Terminé la compra y salí del súper para ir a casa llevaba la mayor parte de la compra en la mochila por lo que no tuve mayores problemas con las bolsas sin mencionar que no compre casi nada en comparación con señoras que salían con hasta 6 bolsas llenas de productos, bueno la cosa es que me disponía a irme a casa cuando se me ocurrió la idea de cambiar de camino cosa que siempre he pensado que le hace bien a uno de vez en cuando ya que cambias de aires aunque debo decir que la calle estaba más oscura de lo que me gustaría y eso se debía a que habían dos focos sin luz y eran sus buenos 15 a 20 metros a oscuras como ya el sol se había ocultado y eran las 19:22 de la tarde no es de extrañar que ya no haya sol y no es que sea cobarde pero todo el mundo sabe que si la calle es poco transitada y oscura hay que tener precaución y más si uno va solo ya que uno nunca sabe cuándo te pueden asaltar o haya algún pervertido al asecho así que lo mejor es estar atento a los ruidos.
Empecé a caminar lo más tranquilamente cosa de no volverme paranoica yo misma, a medida que iba avanzando note que había pasado los primeros dos focos apagados y respire tranquila, pero debo decir que la calle se veía larguísima y que aproximadamente 7 focos más haya había 3 focos más apagados, honestamente… ¿acaso los vecinos no reclaman a la empresa de la luz? Más que incomodarme el tema me molestaba ya que la calle era bastante larga y me llevaría un rato atravesarla entera.
Llevaba unos minutos caminando y llegue a la parte de los focos apagados seguí caminando y vi que había una especie de entrada… seguro una especie de callejón al cual no tendría sentido entrar o por lo menos eso pensé cuando al pasar por ahí escuche claramente “CALLATE Y DANOS TODO LO QUE TRAIGAS ENCIMA” me detuve en seco y mire en dirección al callejón no se veía nada pero sabía que no me había imaginado esa voz, siempre he sido muy curiosa e imprudente para algunas cosas así que no dude en entrar lentamente al callejón que estaba más oscuro que la calle principal que había estado recorriendo hace unos minutos, vi que había una esquina en el callejón así que me acerque y volví a escuchar la voz “DEJA DE LLORAR Y NO TE RESISTAS QUE SI NO DE AQUÍ NO SALES CON VIDA” eso ultimo me helo la sangre me asome y lo que vi me hizo sentir más terror de lo que ya había sentido, vi a dos sujetos y a… Angie… esto era claramente un asalto ya que uno tenía a Angie sujeta de las manos y le tapaba la boca mientras el otro tenía un cuchillo y revisaba si Angie tenía alguna pertenencia, mi cuerpo tiritaba los dos sujetos eran por lo menos 2 cabezas más altos que Angie y se veía que eran fuertes ya que el que tenía sujeta a Angie no parecía hacer esfuerzo alguno, sabía que si me enfrentaba a ellos me arriesgaba a no solo lastimarme yo sino que Angie saliera mucho más lastimada y quizás muerta el solo pensamiento de ello me revolvía el estómago.
Estuve dos minutos tratando de idear un plan, pero en eso escuché.
-Sabes no eres tan fea-noté como el tipo que tenía el cuchillo se acercaba al cuerpo de Angie con una sonrisa desagradable- podríamos pasar un buen rato juntos los tres no crees- vi como el maldito tocaba uno de los senos de Angie mientras esta mostraba una expresión de pánico absoluto y trataba de zafarse de su captor mientras su captor reía a causa de sus inútiles intentos por liberarse.
Vi como el que la tenía sujeto lamio sus lágrimas y la acerco más a su cuerpo mientras el otro levantaba lentamente la blusa del uniforme de Angie, ya no aguante más toda esta situación vi un trozo de tabla de madera que me serviría de arma solté todo lo que llevaba conmigo tome mi arma y entre.
-Aléjate de ella maldito pervertido- corrí y lo golpeé en la cabeza lo más fuerte que pude mientras logrando que cayera al suelo, mientras el otro de pura confusión soltó la boca de Angie permitiéndole gritar.
- ¡Maldita mocosa! – vi como el que aún está en pie arrojo a Angie al suelo con suma facilidad y tomaba su navaja de bolsillo mientras se dirigía a mi dispuesto a matarme por suerte al ser más grande que yo sus movimientos eran más lentos, pero no por ello menos letales sé que como logre darme estaré en el otro mundo con relativa facilidad por ello debo agudizar lo más posible mis reflejos, aunque en la oscuridad es difícil. Mientras el sujeto trataba de darme con la navaja no me percate que fuimos retrocediendo hasta que choque con una pared y vi como la navaja me rozaba la mejilla causándome un pequeño corte, pero también una apertura para golpear a este sujeto que ahora que lo veo bien parece un gorila tanto por lo grande como por la oscuridad que nos rodea, apenas ocurrió la apertura golpee al gorila no cayo como su compañero, pero almenos sé que quedo desorientado ya que lo vi tambalearse por lo cual le di otro golpe logrando que cayera al suelo, me voltee a ver a Angie que aun lloraba y estaba aterrada sentada en el suelo suspire pero mi Alivio duro poco ya que no me percate que el compañero del gorila se había levantado y con cuchillo en mano se dispuso a atacar a Angie que al ver esto trato de escapar pero el sujeto era más rápido y la tomo de un brazo la iba a apuñalar pero no conto con que yo me pusiera en medio recibiendo la puñalada entre la zona del pectoral y la clavícula por suerte fue en el sector derecho, logre darle al sujeto un puñetazo con mi mano derecha haciendo que soltara a Angie tome con fuerza la tabla de madera y de di un golpe al sujeto logrando que cayera al suelo denuevo pero no sin antes recibir otro corte en mi brazo que logro ensartarme el desgraciado no me alcance a percatar del daño hasta que sentí un puñetazo en mi estómago que literal me levanto del suelo y me hizo caer de espaldas al suelo trate de levantarme cuando sentí una fuerte patada que me tiro de nueva cuenta al suelo cuando enfoque mi visión vi que era el maldito gorila con cara de odio absoluto por mí, seguí tratando de ponerme de pie cuando sentí que me agarraba de la blusa escolar y me estampaba en la pared con fuerza haciéndome perder el aire.
-Diré que eres valiente mocosa por tratar de defender a tu amiga…- sentí como clavaba su navaja en mi brazo derecho obviamente grite- pero hasta aquí llego tu heroísmo- vi como apuntaba su navaja hacia mi pecho cerré los ojos esperando el impacto, pero enseguida sentí un ruido metálico y como el gorila me soltaba abrí los ojos para ver como el gorila caía inconsciente y a Angie detrás de el con una tubería que sabe dios de donde la saco o cuando la tomo pero que ahora mismo me había salvado la vida.
-Tonta…- Angie bajo la cabeza y temblaba, me acerque a ella lentamente.
- ¿estás bien? - levanto la cabeza y vi su cara llena de lágrimas que volvían a caer de su rostro, soltó la tubería y me abrazo como si yo me fuera a ir.
- ¡TONTA, TONTA, TONTA! - era todo lo que decía mientras lloraba con fuerza en mi pecho.
Trate de abrazarla, pero me dolía todo a causa de los golpes y los cortes ella noto esto tomo su celular que había caído en todo el lio y llamo una ambulancia y a la policía, decidí tener la tubería a mano en caso de que tuviera que volver a hacer dormir alguno de los dos desgraciados que yacían en el suelo, la policía no tardó en llegar al lugar y con ella a los pocos minutos llego la ambulancia, tanto Angie como yo subimos a la ambulancia y vimos que la policía subía a los dos sujetos a la patrulla esposados y aun inconscientes vi que uno paramédicos de la ambulancia traía nuestras cosas y fue una suerte no las perderíamos.
Mientras íbamos al hospital a mí me hicieron quitarme la blusa ensangrentada para detener la hemorragia de mi pecho y de paso darle primeros auxilios a mi brazo con la apuñaladura me dolía bastante, debe ser eso que dicen que cuando tienes adrenalina en tu cuerpo no sientes el dolor ya que cuando me apuñalo el pecho aquel sujeto no sentí dolor pero ahora que estoy en la ambulancia siento todo el dolor tanto en mi zona pectoral como en mi brazo sin mencionar mi zona abdominal, pero el saber que pude salvar a la persona que está a mi lado sujetando mi mano hace que no tenga ningún remordimiento de haber arriesgado mi vida por la de ella.
Al llegar al hospital el medico que me atendió me hizo varios exámenes y descarto cualquier peligro por suerte la navaja no toco ninguna vena importante o que tuviera que ver de alguna manera con el corazón o ahora mismo no estaría viva, lo que sí lograron fue fracturarme dos costillas que tardarían por lo menos 3 meses en sanar además de la herida en mi brazo que el medico se pregunta cómo no atravesó hacia el otro lado pero cree que lo que me salvo tanto de lo del brazo como lo del pectoral fue el factor oscuridad ya que si hubiera habido más luz de seguro la navaja me mataba debido a que podría ver hacia donde atacaba además de que yo no habría podido hacer nada al respecto ya que, uno jamás he tomado algún curso de defensa personal en mi vida y me tire a una muerte segura según el médico y dos eran dos tipos con armas debo decir que recibí un regaño por parte del médico pero luego una mirada afectuosa como si de un padre se tratase diciéndome que si no fuera por las personas como yo, que se tiran al peligro sin pensarlo dos veces en el mundo habría habido muchas más víctimas por cosas como estas y muchas de ellas tal vez ni vivirían.
Luego de eso pidió los datos de mis familiares como mis padres están de viaje y estoy sola no me quedo de otra que darle los datos de mi abuelo para que lo contacten me enviaron a una habitación y al poco tiempo tocaron la puerta permití que pasara la persona al otro lado de la puerta.
-me dijeron que esta era tu habitación y vine a ver qué tal te encontrabas- solo sonreí y le indique que pasara y se sentara lo cual hizo.
- ¿qué tal te sientes? - sé que parecerá tonto ya que la que está en cama de hospital soy yo, pero aun así debió ser una experiencia traumática todo lo que paso.
- ¿no debería ser yo la que preguntara eso? -le sonreí
-sí, pero eso no cambia el hecho de que la víctima fuiste tú-me puse seria y ella me miro.
-es verdad que yo era el objetivo principal, pero a ti te hicieron mucho más daño que a mi yo solo tengo una pequeña torcedura de muñeca y…-note que agacho su cabeza y empezó a sollozar- no lo entiendo… porque te arriesgaste así, casi mueres y estas como si no fuera la gran cosa… ¡¿que acaso no tuviste miedo?!-note como me miraba.
-Lo tuve… tuve miedo de ser solo un testigo... tuve miedo de quedarme mirando cómo te iban a violar y quizás matarte y yo no hacer nada para impedirlo … tuve miedo de tener arrepentimientos- vi que Angie me miraba de manera extrañada- sé que no tiene sentido lo que digo, pero…-me puso un dedo en los labios haciéndome callar.
-Cuando te enterraron en la pared lo sentí vi que te iban a matar y que yo solo vería como eso ocurría… no podía tolerarlo me llene de rabia impotencia cuando vi el tubo de fierro simplemente mi cuerpo se movió solo, sabía que era lo que tenía que hacer y lo hice golpee al sujeto con todas mis fuerzas y logre salvarte… sentí más miedo cuando vi que te iban a matar que cuando me estaban asaltando- vi que desvió la mirada y se puso seria- sé que puede sonar tonto.
-Para nada…me alegra que hayas podido tener el valor para salvarme y por cierto no te he agradecido por ello-le sonreí suavemente.
-No digas tonterías soy yo la que debe agradecerte por salvarme de aquellos tipos…-note como se acercaba a mí- Aun cuando no me “conocías” hasta hoy, aun cuando yo fui descortés contigo…gracias por salvar mi vida Amber- note como me sonreía mientras lloraba debo decir que esa es la sonrisa más linda que he visto de ella.
-No hay problema fue un placer…y gracias a ti también Angie- le devolví la sonrisa.
Pasaron unos minutos en que Angie y yo conversábamos un poco más tranquilas hasta que tocaron a la puerta Angie abrió y vimos a dos oficiales de policía pidiendo hablar con nosotras, Angie los hizo pasar y yo solo me prepare para lo que seguro sería una charla incomoda de cómo fueron los hechos.
Luego de una hora donde le relatamos a ambos oficiales el cómo habían sido los hechos tanto de mi punto de vista como el punto de vista de Angie, los oficiales se levantaron me desearon una pronta recuperación y se despidieron de ambas.
-aah pensé que no acabaría nunca-Angie solo se rio de mi suspiro exagerado.
-me alegra que estuvieras aquí no se si hubiera podido relatar lo ocurrido de haber estado sola- es verdad Angie se notaba nerviosa mientras contaba lo sucedido además que lloro cuando conto como pensó que me matarían tuvimos que sentarla en la cama donde me encontraba y yo tome su mano para tranquilizarla y que ella siguiera contando, para mí fue más fácil contarlo por así decirlo ya que igual las imágenes vividas del momento me hacían querer temblar me contenía ya que era suficiente con que Angie llorara además que la que necesitaba más apoyo era ella y no yo.
-me alegra haber podido ayudar- en eso recordé algo importante- ¿Angie notificaron a tus padres que estas aquí?
-¿aah? Se me olvidaba…- vi que tomo su celular tecleo algo y a los pocos minutos vi que la puerta de mi habitación era abierta de golpe dándome un susto de muerte.
¡¡¡ANGIEEEE!!!- una pareja entraba corriendo directo a Angie y abrazándola en el acto, la verdad no sé qué me choco más el que entraran de manera tan violenta o el que estén abrazando a Angie de manera tan efusiva mientras lloraban.
-Papa, Mama me asfixian- note como después de esto los padres de Angie la soltaban permitiéndome verlos mejor vi a un hombre de unos 45 años de almenos 1,80 de altura ojos marrones y cabello castaño como el de Angie y a una mujer de aproximadamente 1,65 de altura cabello castaño claro hasta los hombros y ojos verdes claros vi que los dos me miraban preguntándose seguro quien era y que hacia aquí con su hija.
-¿tu… tu eres quien salvo a Angie? –su padre me pregunto mientras se acercaba a mi yo solo asentí cuando vi que se arrodillo a mi altura y empezaba a llorar mientras tomaba mi mano- ¡gracias! En verdad… ¡gracias por salvar a mi hija! - en verdad no esperaba algo tan drástico de parte de un hombre como el… pero supongo que cualquier padre haría lo mismo si supiera que su hijo pudo haber muerto y gracias a otra persona se salvó.
- no fue nada… enserio…- vi que la madre de Angie me tomaba la otra mano y me agradecía, no sé qué hacer estos es incómodo.
Agradecidamente Angie pareció darse cuenta de esto y tranquilizo a sus padres los cuales luego de darme otras diez veces las gracias salieron de la habitación dejándonos denuevo a mí y a Angie solas, Angie se disculpó conmigo por lo emocional que estaban sus padres que en el fondo puedo entenderlo, le dije que no se preocupara que no importaba y que en parte podía entender su actuar.
El medico entro en la habitación para avisarme que habían contactado a mi abuelo y que vendría mañana a verme, además de informarme que tendría que permanecer un mes entero en el hospital para que mis heridas sanasen lo suficiente como para poder ir a casa y no correr peligro alguno de lastimarme más, asentí y con eso el doctor se fue yo solo me acomode en la cama vi la hora y el reloj ya marcaba las 23:13 de la noche no me percate de cómo había pasado el tiempo debido a que había una cama al lado mío vacía Angie quería quedarse esta noche, le dije que no era necesario y mientras discutíamos una enfermera entro diciendo que lo mejor sería que por esta noche almenos Angie se quedara conmigo para que se recuperara de todo y si acaso tenia cualquier lesión se le pudiera tratar de inmediato después de decirnos esto Angie tenía una sonrisa de victoria absoluta en su rostro y yo… yo solo suspire esperando que la noche pasara rápido.