Después de dejar a Amber durmiendo en su cama decidí ir al baño a mojarme la cara ya que aún estaba un poco roja, a ver… veamos que pasa… porque Amber siempre causa esa sensación de calidez cuando se preocupa por mí, es decir estuve a unos centímetros de ella y no lo negare se me paso por la cabeza el darle un beso… ¡PERO EN QUE ESTOY PENSANDO! Haber repacemos mi nombre es Angie Marisol Gutiérrez Silva, tengo 16 años soy una de las mejores del curso en cuanto a notas y tengo una familia que me quiere ok hasta ahí todo bien… ahora repasemos lo de hace unos minutos, casi fui besada por Susana, presidenta del consejo, la consentida de todos los profes salvo por la de matemáticas, tiene 16 años también, tuve una amistad con ella por bastante tiempo, si admito que me llego a gustar, hasta que desapareció de la noche a la mañana y no me hablo por dos años hasta que regreso y no se disculpó conmigo, ahora… nop definitivamente no puedo imaginarme besándola, más porque es mi primer beso y no, no se lo daré a ella, muy bien ahora pasemos al otro lado de la moneda Amber… la persona más estúpida que conozco pero a la vez la más adorable, aunque sé que me mirara raro si me escucha diciendo eso, la única persona que me ha mostrado como es una amistad real, si discutimos a menudo pero siempre acabamos riendo, ahora bien ¿porque el pensar en besarla no me molesta?, cuando Susana me acerco a ella no me sentía bien quería solo alejarme, pero ser abrazada por Amber me hacía sentir cálida, se sentía correcto…
-Angie con esa cara de seriedad y tu silencio sepulcral pareciera que estás buscando la cura al cáncer- note que mi madre estaba a mi lado.
-no es eso mama…es solo que… tengo demasiadas dudas- note que mi mama me tomaba de los hombros y me sentaba en la mesa.
-bien dime que paso ahora- mi mama me sonrió.
-Veras… no entiendo por qué me siento tan feliz por estar con Amber, no sé por qué hago lo que estoy haciendo, no sé porque me gusta el hecho de que puedo cuidarla, ni siquiera sé por qué me molesta tanto verla lastimada y saber que yo tuve que ver- note que mi madre asentía.
- Angie yo sé que es lo que pasa, pero no soy yo quien debe darse cuenta, pero puedo ayudarte- no sé por qué, pero sé que mi mama sabe más de lo que dice… las madres son brujas- dime Angie, cuando ¿Amber te dijo que en efecto eras su amiga, que sentiste? - ¿está claro no?
-Pues claramente me alegré mucho por ello, fue muy significativo para mí- sonreí.
- ¿Dime alguna vez sentiste que Susana te protegió o te protegería como lo ha hecho Amber? - mm ahora que lo pienso, aunque Susana sepa judo y sepa defenderse, no puedo verla golpeando a los tipos que me asaltaron aquella vez, Susana es valiente para algunas cosas pero se bien que si hubiera estado en la posición de Amber ella probablemente me habría dejado atrás o al menos eso hubiera pasado en el tiempo que éramos amigas… actualmente no estoy segura.
-Me ha protegido de castigos… pero eso no lo considero protección, sé que sabe judo y sé que eso la hace sentir superior, pero también sé que ella es de las personas que se la pensarían dos veces antes de enfrentarse a más de un oponente y más si están armados, Amber en cambio no piensa solo sigue su instinto y ataca así fueran 20, ella no se detendría hasta verlos a todos inconscientes y saber que yo me encuentro bien aun sin saber cómo pelear y a riesgo de que la maten.
-Ya veo es verdad que en ese aspecto Amber es más irresponsable y más independiente ya que sé que no es de las que les guste buscar apoyo y no es por orgullo si no es porque fue educada para saber cuidarse sola a una muy corta edad cosa que no comparto ya que encuentro que los niños deben ser niños y no ser adultos que deban cuidarse solos y cuidar cosas que es responsabilidad de un adulto administrar- mi mama no aprueba que Amber a tan corta edad tenga que cuidarse “sola” ya que considera que como padres es su deber el proteger a los hijos hasta que tengan la edad óptima.
-Si lo sé, no digo que su abuelo lo haya hecho mal, pero siento que si bien Amber es capaz de hacer muchas cosas que yo talvez no sería capaz, por ejemplo administrar todos los gastos de la casa o ser su propio apoderado en el colegio, ella tiene la capacidad de vivir sola, cosa que yo no podría ya que no podría combinar, estudio y entretención con finanzas y administración de una casa, pero yo si se cómo relacionarme con otros y ser sociable, cosa que Amber no puede hacer o más bien no quiere ya que nunca le dio importancia o más bien no pudo ya que tuvo que darle prioridad a otras cosas- mi mama asintió.
-Es ahí donde entras tu hija, tú la hiciste reaccionar tú le mostraste lo que era tener a alguien que este junto a ti en las buenas y en las malas, pero ahora me estás diciendo que tienes dudas, dime que pasaría si apareciera otra persona que se interese tanto o más por Amber que tu- que otra persona…
-No creo que eso me agrade, de por si cada vez que tenemos clase de educación física y vamos a las duchas le digo a Amber que entremos cuando ya todas se van… no sé por qué, pero no me gusta el hecho de que alguien más sepa de su cicatriz- noto como mi mama se ríe.
-Angie no es por nada, pero es solo una cicatriz y ya ha pasado un tiempo- la miro molesta.
-¡No! No es solo una cicatriz, al menos para mí no lo es- mi mama solo asiente.
-lo siento, tienes razón es algo especial para ti, pero sabes que tarde o temprano alguien la vera y admitámoslo a todos nos atrae una persona que recibió una puñalada por lo menos nos da curiosidad- es verdad, eso no lo niego.
-Pues por ahora prefiero que nadie sepa del incidente- es lo mejor-mama… ¿tu crees que yo… pueda llegar a sentir más que una simple amistad por Amber? - mi mama sonríe.
-Angie en principio dime ¿cuándo tu amistad con Amber ha sido simple? Si ya el primer día que ustedes dos se hablaron por primera vez también durmieron juntas- ¡por dios mama!
-No lo hagas sonar tan mal además fue por temas del trauma que me causo todo lo que ocurrió ese día, yo no conocía a Amber ni ella me conocía al menos no a nivel personal, así que no lo haga sonar como si hubiera pasado algo mas-mi mama solo se reía.
-No estoy mintiendo, durmieron juntas y ella te regalo un oso gigante, dime que persona normal hace eso con una persona que conoce de hace muy poco tiempo- Dios, pero porque me debe recordar eso- y no te hagas la inocente que bien sé que estabas feliz, tan feliz que brillabas- ¿y quién no?
- ¿Puedes culparme?, mira Amber jamás se ha dado cuenta, pero sus acciones me hacen feliz- más de lo que me gusta admitir.
-Pues solo te diré que tendrás que disimular un poco mejor hija ya que te sonrojas demasiado últimamente- mmm…ojalá no haya sido tan notorio.
-No lo hago adrede es culpa de Amber por ser tan amable, tan leal y tan malditamente heroica en cada cosa que hace, que pretendes que haga, no puedo controlar sentirme eufórica cada vez que veo que le importo- veo que mi mama sonríe.
-Angie eres lista y sé que te darás cuenta de lo que está pasando, y cuando eso ocurra tanto tu padre como yo estaremos ahí, ahora si me disculpas iré a casa para ver algunas cosas vendré en la tarde y si pasa cualquier cosa me llamas- yo solo asentí.
-está bien te veré luego- la acompañé a la puerta y me despedí.
-Luego de eso decidí sentarme en el sillón que había en la casa y me puse a reflexionar sobre lo que había dicho mi mama, no sé cómo manejar mis emociones, ni con Susana me sentí así, me acuerdo que me sentía feliz cada vez que la veía, pero nunca me sonrojé, le daba abrazos y la besaba en la mejilla pero nunca dormí acurrucada en ella, ni tampoco tuve que preocuparme de sus lesiones ya que casi siempre eran cosas muy pequeñas, moretones o un labio partido jamás fue nada que requiera mi ayuda y si lo hubiera habido no me habría dejado acercarme, Susana siempre fue muy orgullosa con el tema de mostrar cansancio o como lo dice ella “debilidad”, aún recuerdo cuando la vi llorar por primera vez después de haber perdido su primer torneo de Judo no dejo que nadie se le acercara… mmm no tiene punto de comparación… Amber tiene orgullo pero jamás ha dejado que yo me sienta mal por ello y aunque cuando discutimos soy yo quien suele disculparse con más frecuencia ella sabe admitir cuando se equivoca… es más honesta que yo en ese aspecto… aún no sé qué se supone que debo hacer con respecto a lo que siento… no sé si Amber sea consiente de los sentimientos que ocasiona en mi… je es tan distraída que tales ni se dé cuenta de que me sonrojo, en fin será mejor ir con ella.
Me levanto del sillón y me dirijo a la habitación de Amber aún sigue durmiendo lo cual es normal ya que ha estado agotada… tonta… porque tienes que terminar así por mi… le beso la mejilla y decido acurrucarme a su lado… no sé si sea lo más adecuado en estos momentos, pero estar así me tranquiliza mucho y me permite relajarme y rendirme al sueño.