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Patitas Sucias por -Raiden-

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Notas del fanfic:

Basado en el corto animado de "Dirty Paws" (Patas sucias)

Es un corto muy bonito sobre una pareja y una maldición, se los recomiendo mucho busquenlo en youtube asi.

Los personajes de One Piece son propiedad de Oda~sensei.

Gracias a mi beta-reader que comparte conmigo el amor por el KillPen

 

 

Notas del capitulo:

 

"Inefable: Algo tan increíble que no puede ser expresado en palabras"

 

“Patitas sucias”

 

 

 

El nuevo día se mostraba hermoso en las afueras, no todos los días los pajarillos cantaban con esa energía y jubilo que hasta parecía que la felicidad les saldría por las plumas, y gozosas de los rayos del sol de la mañana cálida, no eran los únicos que se regocijaban con su esplendor. Las misma nubes dejaban que la supernova no estropeara las luminosas estelas calentando la acera de la calle, los tejados que tenían los rastros de la lluvia anterior ya estaban siendo evaporados rápidamente y seguro que la colada también se secaría en un par de horas.

 

Ese día parecía prometedor….

 

Pero no esa noche…

 

Toda esa calle estaba con las diferentes casas y sus decorados, amarillos, rojos, naranjas, incluso blancos y tonos azules cielo haciendo de estas una zona tranquila, los jardines estaban siempre recortados y la mayoría tenia flores y arboles de alguna que otra fruta. A sus residentes les gustaba la vida de los suburbios tranquila con cada regreso a casa… Pero al final de la calle había una casa donde esa tranquilidad no era lo común.

 

- Oye… Despierta. – se acerco al bulto en la cama que respiraba tranquilo pero profundamente, después de mirarlo por varios minutos. – Buenos días cachorrito~ - esta vez dijo con dulce voz y con una pequeña sonrisa en sus labios, dando un par de palmaditas sobre las sabanas.

 

- No me llames así… - abrió un ojo para contemplarlo ahora que su flequillo rubio no estaba en su lugar y se giro sobre la cama intentando dormir de nuevo.

 

Una nueva risita por lo bajo con esa bella sonrisa iluminando su rostro al verlo así con su largo cabello rubio revuelto, le hizo girarse hacia la ventana que permanecía con las cortinas cerradas.

 

- Levanta… - abrió de un solo movimiento las cortinas dejando entrar los rayos del sol hasta la cama donde dormía aquel. – Hice tu favorito.- menciono mirándole de reojo al escuchar cómo se removía en la cama.

 

Un gran bostezo junto con las sabanas cayendo al suelo, hicieron ver por fin el cuerpo de quien dormía cubriéndolo hasta la cintura por la posición en la que estaba.

 

Una espalda ancha y descubierta, junto con los marcados bíceps y tríceps que se mostraban tensos por cómo se estiraba hasta bajar a sus abdominales marcados y terminar quitando la tensión en su hombro levemente por estar tanto tiempo en la cama.

 

- Gracias, Pen. – se levanto al fin de la cama de tres movimientos mostrando que solo llevaba esos bóxers oscuros con los que dormía siempre, su cuerpo era caluroso y emitía un calor natural, así le gustaba dormir.

 

Camino sonriendo de medio labio con ese cabello rubio despeinado tapándole la mitad del rostro, esos ojos azules que pocos habían visto y que solo miraban a su pareja junto a la ventana, con los rayos del sol acariciando su piel suavemente y este sonriéndole con los ojos entrecerrados llenos de felicidad, en verdad era un día caluroso.

 

- Hoy es un gran día, Killer. – comento cuando sintió las manos traviesas en su cuerpo de ese cariñoso abrazo.

 

- Si, si… - contesto con algo de desgano sin dejar de abrazar su cuerpo y gruñendo un poco.

 

En la mesita de noche estaba un calendario marcando una fecha con letras rojas…

 

(Luna llena)

 

- Vamos, Killer~ - dijo dándole un beso cariñoso en los labios al girarse un poco. – Lávate esas patitas sucias~ - dijo amoroso por como el otro dio otro beso a sus labios.

 

 

~+~

 

 

El resto de ese día se lo pasaron juntos en casa…

 

Penguin había cocinado su platillo favorito, pasta con salsa de atún, algunas bolitas de carne rellenas de queso y chuletas asadas con ese condimento que le encantaba. Penguin sabía perfectamente los gustos de su pareja, cada vez que preparaba su favorito era por algo especial o darle ese gusto que tanto quería y se le daba muy bien la cocina, sus manos cocinaban delicias culinarias para el paladar de su rubio.

 

Killer devoraba la comida, eso si con rapidez pero siendo civilizado, el aroma de los guisos llegaban a su nariz haciéndole salivar con ganas por probarlo hasta dejar los platos limpios de lo bueno que estaban cuando se sentaba a la mesa.

 

En todo momento le decía a su pareja que adoraba su comida, sentado en la mesa de cocina y mirando la figura del menor preparando otro poco para más al rato. Recordaba cómo es que la primera vez que lo invito a su casa a comer, él solo se termino todo el guiso que hizo Penguin pidiendo varias veces que le sirviera más.

 

Qué tiempos…

 

Por la tarde hicieron zapping en la televisión en ese largo sofá acostados y esperando que la película que estaban viendo tuviera un final para nada cliché.

 

Eso era algo que hacían como parte de sus rituales como pareja, y eso sí, nunca podían faltar las palomitas con extra mantequilla que adoraba el menor, ni los besos robados cuando el mayor le tomaba de la nuca y devoraba un poco sus labios sin motivo alguno.

 

Tuvieron que adelantar la cena, el estomago del rubio dio un gruñido a lo que su pareja se reía por lo bajo al ver a Killer ligeramente sonrojado. Bueno, al fin y al cabo tenía hambre de nuevo.

 

 

~+~

 

 

La hora del anochecer estaba cerca…

 

Y Penguin lo presentía.

 

Había sentido los besos cariñosos de su pareja en su cuello, las palabras cariñosas que siempre le susurraba cuando estaba lavando los platos de cena y luego… nada. Killer se había alejado de él para sentarse junto a la puerta principal mirando al suelo y ligeramente temblando.

 

- ¿Ya es hora? – el menor se acerco al rubio con preocupación acariciando el cabello de su pareja.

 

Killer solo alzo la mirada oculta, dejando ver los pequeños caninos que se asomaban en su mueca de angustia. Odiaba esos cambios, las primeras fases eran las más difíciles de controlar.

 

Siguió con la caricia en la mata rubia de Killer, diciendo con el lenguaje de sus manos que todo estaba bien, que él seguía ahí y no se iría de su lado. Pasaron un rato ahí, los dos sentados dejando que la luz de sol se ocultara por completo y la respiración de Killer se regulara con la de Penguin; así lograba calmar esa ansiedad.

 

- Vamos… No necesitas que te cargue ¿O si cachorrito? – el menor extendió su mano para subir a uno de los cuartos.

 

- Basta… - contesto el mayor tomando su mano dejándose guiar al piso de arriba con una pequeña sonrisa.

 

Sabía cómo hacerle calmar, incluso en momentos así…

 

Notas finales:

Cualquier cosa estoy para servirles...

Gracias por leer.


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