Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un simple error por Angie CL

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 Hola.

Bueno, creo que está demás dejar esto. Eh, ya había publicado el fic en esta página pero me di cuenta que había publicado la versión que era para cierto concurso así que lo borre y edite para poner la versión que va.

Así que, nuevamente, espero que les guste. :3

 

Y creo que nos vemos abajo. 

 

Sentía una afilada mirada sobre su cuerpo. La chocante sensación hacía que su respiración se acelerara y su mente se perdiera en un ciclo sin frenesí queriendo conocer al dueño de tal acoso. No quería darse la vuelta, esa amenazadora presencia no desaparecía y comenzaba a desesperarse. Desde un punto que no logró definir, Sala salió corriendo y se lanzó hacia el en un efusivo abrazo casi mortal.

 

-Seung gil, ¡Acompáñanos a tomar después de la gala! – Propuso animada la italiana

 

-No – Respondió escueto, intentando evitar el molesto contacto de la chica.

 

-Pero...-

 

-Tengo mejores cosas que hacer. – La chica se quedó congelada ante ese rechazo tan furioso. Buscó con la mirada a su hermano y a los otros que los acompañarían pero simplemente no podía verlos entre toda la multitud reunida alrededor de la pista observando el espectáculo casi pornográfico de Yuuri y Chris.

 

Seguía haciéndole compañía al coreano hasta que no muy lejos vio a Mila junto con el resto de su grupo (Menos Viktor y Yuri quienes habían encontrado toda la diversión posible en el "espectáculo") y se fue casi volando hasta ella, era seguro que no se negaría a ir.

 

Seung gil finalmente se quedó solo; continuó observando a las personas pero ninguna le daba la idea de siquiera prestarle atención. Quizás todos se habían quedado a ver el pole dance que impúdicamente presentaban ambos patinadores.

 

Del otro lado, J. J. lo observaba. No le importaban las ridiculeces que hacían al centro de la pista, en ese momento tenía algo mejor que apreciar. Cuando notó al coreano finalmente libre se acercó, ocultándose entre la multitud y moviéndose diestramente sin ser perceptible al chico. Quería sorprenderlo.

 

-Hola – Saludó a sus espaldas, provocándole menudo susto al surcoreano.

 

Este lo identificó como Jean Jacques Leroy, el competidor canadiense. Lo recordaba de su época como junior pero jamás habían sido realmente cercanos como para que llegara a saludarlo tan casualmente. Con un común "hola" respondió al sujeto, evitándolo nuevamente y pensando en ya darse por vencido con su búsqueda.

 

-¿Puedo hacerte compañía? – Coqueteó

 

-¿Qué quieres?

 

-La verdad, llevarte conmigo a la cama, pero por ahora me conformo con pasar la fiesta a tu lado –Todo su parloteo lo molestaba, estaba siendo grosero y vulgar sin embargo su sensual voz resonó por todos lado, como si de repente todo se hubiera callado y el único ruido que se escuchaba era el de esa varonil entonación que le ponía en un estado semiconsciente ¿Qué le estaba pasado? ¿Serían efectos del alcohol o un juego más de sus ilógicos pensamientos?

 

-¿Q-Qué estás diciendo? Eres un asqueroso...-

 

-¿Acosador? Me han dicho cosas peores- Interrumpió el menor observando complacido ese lindo rostro sonrojado.

 

-LÁRGATE – Grito furiosos

 

-¿Y por qué debería hacerlo? - Seung gil le dio la espalda, obviamente ignorándolo, dándole a entender al canadiense que no iba a caer en su juego tan fácilmente - Está bien, pero pronto nos volveremos a ver. – Amenazó.

 

El canadiense se alejó, arrogante como sólo él podía ser, dejando atrás a Seung gil Lee que le presto en lo más mínimo su atención.

 

 

 

La fiesta transcurrió, en teoría, tranquila. Algunos cuantos ebrios, otros semidesnudos y él en total ostracismo. 

 

Cuando el evento llegó al culmine todos comenzaron a salir, incluyéndolo; afuera estaba lloviendo y no veía a su entrenador por los alrededores, intentó llamar pero la señal estaba fallando.

 

Media hora pasó y nada, no aparecía y él comenzaba a preocuparse.

 

Un auto se estacionó frente a él, los cristales fueron bajados para dejar ver al conductor.

 

Nuevamente ese acosador de Leroy.

 

-¿Te llevo? – preguntó

 

-No subo al auto de pervertidos.-

 

-¿Y piensas esperar por siempre?-

 

-Tarde o temprano debe llegar.-

 

-Estamos quedándonos en el mismo hotel deberías aprovechar la oportunidad o te vas a resfriar. -Vio la seguridad en el rostro del coreano, obviamente no cambiaría de opinión -Oye, no haré algo que tú no quieras, así que confía en mí. Lo prometo. –Por mero instinto de supervivencia, no quería confiar en sus palabras pero algo le decía que ese sujeto realmente estaba arrepentido y cumpliría su promesa. Tras pensarlo un poco se dio cuenta que quizás era lo mejor, quién sabe cuánto tiempo debería estar ahí, mandaría un mensaje a su entrenador en el camino.

 

 

 

Pasaron todo el transcurso en un sepulcral silencio que absorbía su paciencia. Sólo esperaba que llegaran rápido, no pensaba soportarlo más.

 

-Perdón – Dijo el canadiense – Lo de hace rato fue un error. – El silencio se volvió a hacer en el reducido espacio. Seung gil no sabía que responder, sólo afirmó discretamente con la cabeza y esperó a que este continuara. – No sé ni porque lo hice. Si te soy honesto, desde hace mucho me has llamado la atención y cuando te vi solo, pensé "Por qué no hablarle" y luego esa chica se te pegó y algo en mí se prendió. En verdad, lo siento, y siento no poder controlarme.

 

El mayor no sabía que responder. Quería preguntarle más pero sería una indiscreción total. No, debía hacerlo, sin importar qué.

 

Quizás hacer una pregunta no estaría mal.

 

-Con "llamar la atención" ¿A qué te refieres?

 

-Seung gil, me gustas. – Y una chispa se prendió en su interior. No sabía que era eso pero estaba seguro de que no era algo bueno.

 

-Yo... lo siento, no puedo corresponderte. -Su mirada baja rebelaba su verdadero arrepentimiento. En verdad que no pensaba en esas cosas, no le interesaban. Ellos ni se conocían bien, eran rivales en el hielo pero nada más. Nunca antes habían interactuado más de lo que se puede hacer estando en competencia, o posiblemente sí en el pasado pero nada más.

 

-Lo sabía. – Respondió Leroy un tanto decepcionado, pero una idea llegó a su cabeza como si de iluminación divina se tratara y su rostro se pintó con una entusiasta sonrisa – Seung gil, esto será muy atrevido pero ¿Qué te parece una aventura de invierno?

 

-Eh-

 

-Ya sabes, sexo ocasional - Dejó salir un ligero suspiro al notar la mirada asombrada del coreano y continuó- Mira, sé que tú nunca me corresponderás, sólo te interesa tu carrera y una relación sería una gran distracción para alcanzar el objetivo que tanto haz anhelado, pero ve esto como algo, sobre todo, casual. Algo de diversión sin compromisos, sólo hasta que regresemos a nuestros lugares de origen. Como una relación temporal.-

 

-¡QUÉ DICES! Prometiste no...-

 

-Sólo lo estoy proponiendo. No te obligaré. –Interrumpió el moreno - Y ¿Qué dices? ¿No sientes curiosidad? –

 

El coreano lo pensó. En verdad que algo le decía "hazlo" pero su rectitud se lo impedía. En ocasiones anteriores escuchaba a sus contemporáneos, a su entrenador, todos decían que aprovechara su juventud y el comenzaba a comprenderlo.

 

Su vida había sido aburrida hasta ese punto.

 

Sus demás compañeros hablaban de haber salido la noche anterior a "divertirse" con x persona, mientras que en su mente sólo recordaba que justo a esas horas él se había quedado en casa viendo un maratón de algún programa de variedades.

 

Era ridículo.

 

Quizá ahora era el momento indicado para darle cierto toque dulce a esa monotonía. Además, con cuidado, no perdía nada.

 

-Está bien. Sólo que nadie más se entere ¿Entendido? – Leroy bajo un poco la velocidad y se acercó a besarle la mejilla sin soltar el volante, pronunciando contra su blanca piel un simple "Entendido".

 

Esa noche se escaparon al motel más caro que Jean encontró. El acercamiento lo comenzó el canadiense desde que encontraron la habitación en que se quedarían. Comenzó con besos fogosos, inundados de lujuria y deseo, y apretujándolo con sus fuertes brazos. Todo fue subiendo de tono hasta que llegaron a la cama y fueron directo por lo que estaban ahí.

 

Así fue por casi dos semanas.

 

En ocasiones J.J lo recogía, en otras se quedaban de ver en el lugar de siempre. Leroy llegó a conocer, en el otro, ciertas características que nunca imagino encontrar en un hombre así y a decir verdad le encantaban.

 

Hasta que llegó el momento de regresar.

 

Ninguno se dedicó palabra alguna. Sólo se fueron. Sin culpa ni resentimiento. Todo quedó atrás.

 

 

 

Ocho meses más tarde, desde corea, Seung gil veía por la pantalla de su departamento algunos eventos de patinaje a los que no podía ir. Extrañaba estar ahí.

 

Abrazó a su perro quien ahora no podía recostarse sobre su regazo, el abultado vientre de su dueño no se lo permitía y debía dormir a su lado. En el video, llegó el turno de Jean Jacques Leroy. Automáticamente se levantó del asiento, apagó la TV y se fue a acostar.

 

Esa noche, se había enterado de que el canadiense se iba a casar con una bella chica y ahora no tenía el ánimo de siquiera verle la cara. Nunca de hecho y menos desde ese gran error que cometieron en una de sus tantas noches juntos.

Notas finales:

Bien, espero que les haya gustado. :3

Amo a esta pareja y puse todo mi amor por ella para crear este fanfic.

Aunque esto se supone sería un One-shot después del concurso comencé a trabajar en una continuación. Espero publicarla dentro de poco.

Creo que es todo lo que debo decir así que, hasta luego.

Gracias por leer.

Nos leemos luego. ^^ 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).