Después del partido contra Rakuzan era inevitable que el equipo Shuutoku se sintiera mal por la devastadora derrota, se encontraban tan mal que hasta el integrante más animado estaba desmoronado. El capitán debía tranquilizarlos y hacerlos entender que aunque no hayan ganado, cada uno de ellos luchó hasta el final con una pasión y fuerza impresionante.
Al pasar ya varias semanas en las que no se recuperaban del todo, a Otsubo se le ocurrió una idea.
-Chicos ¡Ya se lo que vamos a hacer hoy! .- mencionó el chico animado.
- Entrenamiento doble no por favor .- dijo Takao con una ligera exageración en sus palabras.
-¡Idiota eso no! pero sería una buena opción, gracias Takao – sonrío con sarcasmo
El pelinegro chasqueo al saber que sin querer había propuesto una de las ideas que sacaban de quicio a cualquiera, ya que a nadie le gustaría hacer entrenamiento doble. Estaban agotados y no se recuperaban del todo ante su derrota.
El capitán volviendo al tema dijo emocionado- hoy después del entrenamiento iremos al karaoke y nadie, NADIE –recalcó- puede decir que no.- dirigiendo la mirada hacia el peliverde que estaba a punto de declinar la propuesta, pero optó por no decir nada ya que Miyaji con una piña en la mano, lo miraba con cara de no tener compasión en lanzarla si no accedía.
Después de terminar el entrenamiento los integrantes del equipo se dirigieron a su destino.
-Nee Shin-Chan, ¿qué tan bueno eres cantando? -mencionó el pelinegro con una mirada pícara.
-Yo juego Basket no canto nanodayo - respondió el peliverde acomodando sus lentes mientras caminaban.
…
El equipo se encontraba ya en el cuarto de karaoke pero nadie se animaba a cantar, solo estaban ellos ahí junto con el silencio que no atrevían romper.
El capitán del equipo mostró enfado al ver que todos se encontraban desanimados y como nadie quería cantar decidió hacer un juego en donde se formarían parejas elegidas al azar para cantar y el equipo que alcance la mejor puntuación se le otorgará pases para el sauna un fin de semana.
Esta propuesta sorprendió a todos y es que quién no quería relajarse un poco, olvidarse por un momento del fuerte entrenamiento y tomar un merecido descanso; todos se apuntaron en el juego emocionados.
Takao sin dudarlo ni un segundo decidió que su pareja de canto sería su querido Shin-chan y éste sabiendo el destino que le deparaba si decía que no, solo aceptó sin reclamar nada ya que después de todo era su amigo o al menos eso creía.
Los grupos se destinaron de la siguiente forma:
-Midorima x Takao
-Otsubo x Miyaji X Kimura
El primer equipo en cantar fue el último mencionado y la música que cantarían sería “We are the Champions” de Queen. Entre risas y unas cuantas desafinaciones alcanzaron una puntuación de 820/1000 dejando a todos sorprendidos por lo alto de su puntaje.
Por otro lado Midorima no quería ni tocar el micrófono, no era tan buen cantante y pues suponía que su pareja de equipo tampoco podía hacerlo.
Su turno llegó y la música se eligió, “ashita e tsurete” fue la seleccionada al azar.
Es una canción profunda sin duda alguna-pensó Takao- es que es tan raro pero describía perfectamente cómo se sintieron en el momento del partido, en donde el pelinegro pidió disculpas por no poder consolar al peliverde y ahora estaban a punto de cantar algo que hacía sentir extraño a sus corazones.
La música sonó y leves risas salieron en forma de ironía por parte de Takao. El pelinegro comenzó cantar y bueno, no había tenido mala voz, de hecho lo estaba haciendo bien. Era extraño para Midorima pues no pensó que su compañero de equipo era bueno en el canto esto lo hiso sentir nervioso de cierta manera al verlo, pero dejando a un lado esos pensamientos decidió acompañar al halcón.
Midorima comenzó a cantar con seriedad pero poco después se relajó y pudo sentir la canción, identificarse tanto que estaba emocionado, tan emocionado como el corazón de Takao al escuchar esa dulce voz.
Cada palabra, cada parte que cantaban se sentía mágico y sus miradas se encontraron más de una vez. Cuando llegó la parte del coro conectaron sus miradas y sentimientos haciendo que sus rostros muestren un leve sonrojo.
No sabían que pasaba o por qué reaccionaban así y aunque se les hacía extraño, también se sentía bien poder estar juntos en ese momento. La música finalizó y sin separar sus rostros que se encontraban muy cerca, los demás compañeros aplaudieron con algarabía pues era una gran presentación y lo pudieron confirmar cuando el resultado había alcanzado la puntuación máxima, evidentemente ellos habían ganado ese maravillo fin de semana en el sauna.
Volviendo en sí Takao le ofreció una tierna sonrisa al peliverde haciendo que este se sonrojara más de lo que ya estaba y para que no se diera cuenta lo intentó ocultar acomodando sus lentes. El capitán del equipo se acercó a ellos para felicitarlos por la magnífica presentación invitándolos a cantar nuevamente pero esta vez junto con todo su equipo.
"Indomitable" sonó y todos cantaron con pasión pues estaban orgullosos de estar ahí y pertenecer a shuutoku, definitivamente la pasaron bien y recordarán ese momento por largo tiempo.
Al salir del karaoke todos tomaron caminos distintos menos el peliverde y el halcón que tenían que ir por el mismo lugar debido a que sus casas quedaban algo cerca. Decidieron caminar ya que el rickshaw lo habían dejado en la escuela.
-Takao- dijo Midorima con tono nervioso tratando de mostrar seriedad-.N-No pensé que pudieras cantar bien nanodayo.
-Es algo nuevo. Tampoco imaginé que Shin-chan cantará también- Mencionó el pelinegro. – Solo lo hice para acompañarte, creí que no podrías- respondió Midorima.
- Pues lo hice y fue perfecta porque estabas tú Shin- chan- dijo el chico sin descaro sonriéndole abiertamente haciendo que el peliverde se le sacudieran los sentimientos que estaban tan escondidos en el fondo de su corazón.
Al llegar cada uno a su casa, recostados en la cama pensaron en lo que había pasado esa tarde, es que aún no entendían el por qué, pero se sintieron tan conectados, tan destinados. Lo que pasó ese día en el karaoke hiso que notaran aquellas cosas que antes no lo habían hecho; tardes en donde la pasaban bien, los días de entrenamiento, los paseos en el Rickshaw, los intentos de bromas que tenían uno al otro, todo, absolutamente todo lo que pasaban juntos. Esa tarde de karaoke hiso que pudieran entender sus emociones.
-Que extraño, acaso esto es lo que llaman ¿amor? – Pensaron ambos chicos en su habitación con la esperanza de poder entender sus sentimientos más adelante, por ahora les bastaba recordar esa tarde queriendo que se repitiera una y otra vez.