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Un matrimonio sin amor. por Naruto25Uchiha

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Notas del fanfic:

Los personajes pertenecen al señor que más  odio (y amo)  en la vida Masashi Kishimoto.  

Notas del capitulo:

Mi nuevo proyecto. 

—¿Por qué me tengo que casar con alguien que ni siquiera conozco?— preguntaba lleno de rabia, un joven de diecisiete años, cabellos rubios levantados en punta, ojos tan azules como el mismo cielo despejado en plena tarde, en cada una de sus mejillas tres máquinas que lo hacían destacar entre los demás, de cuerpo delgado pero bastante atrayente, vestía un hermoso kimono color violeta. 

 

—Por que si...— fue la respuesta de su madre, una bella pelirroja, la cual le regalaba una hermosa sonrisa mientras terminaba de arreglar a su hijo —No quiero ningún berrinche Naruto...— le advirtió sin borrar su sonrisa —Hoy conocerás a tu futuro esposo...— le dio la espalda con intenciones de marcharse —Te avisaré cuando tengas que bajar... Ya sabes sonríe así te vez más adorable— sin decir más palabras la mujer salió de aquella habitación. 

 

Un suspiro lleno de molestia escapo de sus labios, maldecía su suerte tendría que casarse obligado con un extraño, que según escucho a sus padres le doblaba la edad, lo peor era que el estaba enamorado de su mejor amigo. 

 

—Gaara...— murmuró aquel nombre con tristeza, no conocía a su esposo y ya lo odiaba a muerte —¡¡¡Maldito viejo verde!!!— grito golpeando con fuerza la cama, se recostó sobre ella mirando el techo. 

 

—Naruto tu prometido acaba de llegar baja...— escucho la voz de su madre, sus puños se apretaron con fuerza, la rabia lo invadía por completo aun así se levanto, forzando una sonrisa salió del cuarto. 

 

Camino con calma por el pasillo, se sentía como una presa que iba directo al matadero, antes de llegar a las escaleras que daban a la sala donde sabía se llevaría a cabo esa reunión respiro profundo, comenzó a descender por aquellas escaleras sus ojos azules estaban fijos en sus padres. 

—Buenas noches— saludo con cortesía sin dejar de mirar a su padre, un rubio de muy parecido a el solo que versión adulta y no tenía sus marcas. 

 

—Naruto te quiero presentar a Uchiha Sasuke tu futuro esposo...— hablo Minato con una sonrisa. 

 

Los ojos del menor se desviaron al hombre que se había parado frente a él, cabellos negros con destellos azulados, piel blanca, unos ojos color negro carbón un poco rasgado, vestía un elegante traje gris con camisa blanca. Aquel hombre sonrió de medio lado agarrando con sutileza su mano, depositando un suave beso sobre ella. 

 

—Es un placer conocerte tu padre me hablado mucho de ti Naruto...— su voz era atrayente, soltó la mano sin dejar de mirar los ojos azules del rubio. 

 

—Disculpa esta un poco nervioso...— se disculpo la mujer al ver que su hijo parecía no querer reaccionar.

 

—No se preocupe— le resto importancia —Es normal que este así después de todo no nos conocemos...— sonrió de medio lado. 

 

—La boda será pasado mañana ya todo esta arreglado— la voz de Minato hizo reaccionar a su hijo. 

 

—El sábado...— miro a su padre sin creerlo, apenas si lo conocía y ya se tenía que casar. 

 

—Bueno la cena ya está lista— hablo la pelirroja con una sonrisa guiando a su invitado hasta el comedor. 

 

La cena transcurrió en total tranquilidad, los mayores hablaban entre ellos de negocio, Naruto de vez en cuando sentía la mirada de Sasuke, era penetrante como si pudiera calar su mente. 

 

—Estuvo deliciosa la cena...— hablo Sasuke levantándose —Ya me tengo que ir— 

 

—Naruto acompaña a tu prometido hasta la puerta— pidió el rubio mayor. 

 

—Si padre— con su sonrisa fingida camino junto aquel hombre, abrió la puerta. 

 

–Eres muy hermoso Naruto— lo miro fijamente agarro la barbilla del rubio, esos ojos azules eran tan hermosos que sintió perderse en ellos. 

Gra-gracias...— podía sentir la respiración de Sasuke sobre sus labios, quería apartarlo pero su cuerpo estaba paralizado. 

 

—Hasta el sábado...— le dio un suave beso en la mejilla y sin más palabras se marchó. 

 

Solo después de aquellas palabras regresó a su realidad, limpio con asco su mejilla y sin más corrió a encerrarse en su cuarto. Se recostó en su cama sintiendo que el mundo se le venía encima, no quería casarse con ese hombre, un par de lágrimas se deslizaron por sus mejillas. 

 

~

 

—¿Crees que hacemos lo correcto?— preguntó la pelirroja mirando a su esposo. 

 

—Por supuesto que si— hablo Minato muy seguro de sus palabras —Tu sabes que es lo mejor...— se acercó a su esposa abrazándola con fuerza —¿Por qué tienes dudas ahora?— acaricio los largos cabellos rojos. 

 

—Naruto no quiere...—

 

—Ya entenderá que todo esto es por su bien...— la tranquilizó con un suave beso —Ahora a descansar estos dos días serán bastante movidos...— sonrió el rubio llevando de la mano a la pelirroja. 

 

Y así fue entre los preparativos del banquete el traje de su hijo, los arreglos de la casa el gran día llegó. Aquella mañana del sábado su madre estaba finalizando los últimos detalles la ceremonia era a las dos de la tarde así que le dejaron solo para que se prepara. 

 

—Ni siquiera pude verte para decirte lo que siento...— murmuró aun sin salir de su cama, por más que les suplico a sus padres que cambiaran de opinión no había conseguido más que regaños e incluso amenazas. 

 

Las luz del sol junto con un suave viento se colaba por la ventana.

 

—Gaara...— murmuró el nombre con dolor. 

 

—¿Es cierto que te vas a casar?— hablo un joven de la misma edad de Naruto, ojos color verde esmeralda enmarcados en negro. No era la primera vez que entraba a la habitación del rubio a través del balcón. 

 

Como un resorte el rubio se levantó de la cama y con fuerza abrazo al pelirrojo. Aún permanecía en ropa de dormir, un pantalón color naranja de tela suave con estampados de zorritos y una franela blanca sin mangas. 

 

—Estas loco ¿qué haces aquí?— lo miro fijamente. 

 

—¿Te vas a casar?— volvía a preguntar sin soltar aquel fuerte abrazo. 

 

—Me están obligando mis padres...— se sentó en la cama jalando sus rubios cabellos con frustración. 

 

—Vámonos lejos...— se agacho a la altura del ojiazul. 

 

—¿A dónde Garra? ambos somos menores de edad no tenemos ni un centavo...— lo miro fijamente, le agradaba la idea de fugarse con el pelirrojo, más el tenía los pies sobre la tierra y algo así no se lo perdonarían sus padres. 

 

—No dejaré que te cases— hablo el pelirrojo con fuerza. 

—Gracias Gaara...— le dedico una sincera sonrisa —Pero no hay marcha atrás...— cerró sus ojos. 

 

Verlo así tan vulnerable le hizo agarrarlo de la nuca para después besar sus labios, sorpresa fue lo que sintió el rubio, más el calor sofocante de sentir los labios del chico que se había robado su corazón le hizo sucumbir, sus manos rodearon el cuello del pelirrojo, abriendo su boca dándole a la lengua de Gaara permiso de explorar la suya. 

 

Su primer beso era con el chico que tanto le gustaba, se olvidó de todo y solo se dedico a sentir todas aquellas nuevas sensaciones que en esos momentos experimentaban. 

—Gaara...— corto el beso al sentir como el aire escaseaba. 

 

—Me gustas Naruto desde el primer momento en que te conocí...— confesó el pelirrojo besando de nueva cuenta aquella boca tan adictiva. 

 

Logró recostar por completo el cuerpo del rubio sobre la cama, su mano derecha se deslizó por debajo de la franela, acariciando la piel color canela. 

 

Un gemido escapo de los labios del rubio al sentir aquella mano apretar su tetilla, para luego acariciarla, su mente quedó en blanco, olvidando por completo lo que a su alrededor pasaba. 

 

Sin dificultad Gaara quito la camisa del rubio, con su lengua comenzó a lamer cada rincón de piel expuesta, deteniéndose en el moreno cuello succionando la piel dejando una notoria marca de propiedad. 

 

Gemidos poco audibles escapaban de los labios de Naruto, sentía demasiado placer en ese momento. 

 

Con suavidad comenzó a descender por aquella acanelada piel, jugando con el ombligo del rubio, en un rápido movimiento quitó el pantalón junto con el bóxer mirando ese perfecto cuerpo, deleitando su vista con tanta belleza los ojos del rubio se mantenían cerrados un ligero tono rosa cubría sus mejillas, estaba experimentado nuevas sensaciones que le estaban enloqueciendo. 

 

Un gemido un poco más fuerte escapo de sus labios al sentir la cálida boca de Gaara rodear su pene, sentía vergüenza pero quería más, más de aquel placer. Abrió sus piernas inconscientemente, dándole una clara invitación a su pelirrojo amante, el cual ya no aguantaba más bajo solo un poco su pantalón, se posicionó entre las piernas del rubio y sin previo aviso lo penetro, el ojiazul no pudo evitar gritar y retorcerse de dolor. 

 

—Lo siento...— se disculpo el pelirrojo besando los labios del rubio, se sentía en el paraíso su pene era fuertemente apretado. 

 

—Sacalo me duele...— pidió el ojiazul sintiendo como lágrimas descendían por sus mejillas. 

 

—Trata de relajarte— con su mano comenzó a estimular el miembro del rubio mientras el lo besaba, poco a poco el dolor fue sediento dando paso al placer. 

 

Lentas pero profundas envestidas dieron comienzo, Naruto mordía su labio intentado callar los bochornosos ruidos de placer. 

 

Los ojos azules estaban fijos en los verdes del pelirrojo de verdad estaba enamorado de él, la penetraciones fueron aumentando de ritmo, una tras otra. 

 

—Gaara...—llamo el rubio sentía un cosquilleo en su parte baja. 

 

—Naruto...— le dio un corto beso —Te amo...— le confesó al tiempo que sentía como el inminente orgasmo daba por finalizado aquel encuentro. Se recostó de sobre el pecho del rubio. Manchando su camisa con el semen de Naruto. 

 

—También te amo...— cerró sus ojos se sentía feliz. 

 

—Conseguiré dinero y te llevare con migo...— lo miro fijamente. 

 

—Estaré esperando...— juntaron sus labios en un beso suave sellando aquel pacto. 

 

Unos toques en la puerta los alertaron, con rapidez el pelirrojo se acomodo lo mejor que pudo, y salió por el balcón no sin antes mirar a su rubio. Los toques en la puerta se intensificaron, como pudo el rubio se tapó con las cobijas, sentía mucho dolor en su parte baja. 

 

—Naruto...— escucho la voz de su madre llamarlo, cerró sus ojos haciéndose el dormido —¡Naruto!— ya cansada de tocar entro sin permiso, en sus manos traía un hermoso kimono color blanco con bordados en dorados, se quedó mirando a su hijo dormir más algo raro pasaba, era la primera vez que veía a su hijo tan arropado aún cuando hacía frío el dormía sin cobija —Naruto despierta ya es hora de arreglarse...— apunto de quitar la cobija cuando los ojos azules de su hijo la detuvieron. 

 

—Yo me arreglo solo— desvío su mirada no se atrevía a verla a los ojos. 

 

—Todo esto lo hacemos por tu bien— le dio un beso en la frente —Con el tiempo lo entenderás... Cuando escuches la música bajarás tu padre te estará esperando para entregarte a tu futuro esposo...— dejo sobre una silla el traje y salió del cuarto. 

 

Al intentar ponerse de pie un agudo dolor le hizo caer, aun así volvió a levantarse y despacio camino hasta el baño, se recargo en la pared abrió la llave y dejó que el agua mojara toda su piel, su cabeza era un caos no se arrepentía de lo sucedido, y solo esperaba que no le trajera problemas.

 

Con el jabón recorrió cada centímetro de su piel, quitando los restos de semen y sangre de su entrada, le dolía tan siquiera pasar sus dedos. 

 

Al finalizar cerró la llave agarro una toalla comenzando a secar cada parte de su cuerpo, finalizando con su cabello al salir vio el kimono que usaría en su boda, de pronto le entraron ganas de llorar. 

 

~

 

—Todo te quedo hermoso amor, y tu te vez preciosa— elogio el rubio el cual usaba un traje color azul oscuro. 

 

—Gracias...— sonrió la hermosa pelirroja la cual llevaba un bello vestido rojo fuego y unas sandalias negras tacón de aguja. 

 

Ambos caminaron hasta el jardín de la casa el cual estaba lleno con los invitados, por donde entraría Naruto había un hermoso arco echo con rosas rojas. 

 

~

 

La música comenzó a sonar claro aviso que tenía que bajar, se miro una última vez en el espejo antes de salir a lo que sería el inicio de su nueva vida. Al llegar a la puerta su padre lo esperaba. 

 

—Te vez hermoso hijo...— le dio un abrazo —Vamos el juez ya llego...—

 

—Padre no me quiero casar con alguien que ni siquiera conozco...— lo miro fijamente tratando de hacerlo entrar en razón. 

 

—Serás muy feliz lo sé...— agarro del brazo a su hijo —Sonríe...— pidió al tiempo que caminaban con dirección al jardín. 

 

Al pasar por el arco de rosas diviso al que seria su esposo, sus azules ojos se abrieron al ver aquel hombre luciendo un traje completamente negro no cabía duda que era demasiado atractivo. Las miradas de los invitados estaban puestas en el rubio menor. 

 

—Cuidalo...— fueron las únicas palabras de Minato. 

 

Sin palabras Sasuke agarro la mano de su casi esposo, entrelazando sus dedos, dieron unos cuantos pasos más y ambos llegaron a la mesa donde el juez esperaba. 

 

La ceremonia transcurrió con normalidad, el rubio se mantenía lejano a lo que a su alrededor ocurría. 

 

—Naruto Namikase ¿acepta por esposo a Sasuke Uchiha para amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe?— 

 

—Yo... yo...— 

 

 

Notas finales:

¿Cómo reaccionará Sasuke al ver que su esposo no es virgen? Nos vemos en la próxima actualización. 


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