Destinos entrelazados.
I
Se suponía que era sólo un revolcón. Pero, ¿cómo demonios perdió su empleo y su dignidad en tan solo 15 minutos? Fácil, si te acuestas con la ‘’niña’’ del jefe es posible; al menos así lo creía Kris, quién ahora está en medio de la calle con un maletín a su costado y las incontables miradas que lo observan extrañadas.
Llevando ambas manos a su cabeza se reprochó haber sido tan estúpido. Suspiró y volvió a fijar su mirada a su costado dónde yacía su maletín negro rozando la alcantarilla. Dirigió ahora su mirada al cielo – Mátame – susurró con el ceño fruncido. Con el poco orgullo que le quedaba, recogió el ahora sucio y roto maletín, se sacudió el traje, y comenzó a caminar a su hogar compartido. Sí, porque el gran Wu Yi Fan compartía departamento con su mejor amigo, ChanYeol.
Caminó y caminó hasta llegar a las puertas del edificio, ingresó ignorando la charla de la señorita en recepción, subió al primer ascensor que vió y pulso el botón del piso 7.
Antes del completo cierre de las puertas, una mano detuvo al aparato e ingresó. En un primer momento Kris no le prestó ni la mínima atención, ya que pensaba en cómo rayos conseguiría otro empleo, no se dio cuenta hasta que una voz lo interrumpió.
– Disculpe… – Habló la persona. El más viejo levanto su cabeza y allí estaba el portador de aquella voz. No pasaba de los 17 años. Además si no fuera por qué Kris estaba frustrado le hubiese coqueteado. Sí, señoras y señores, Wu Yi Fan era todo un Don Juan. – Este es el piso 7. – El rubio estaba tan sumergido que no entendió a qué se refería aquel extraño. – Usted, presiono el botón del piso 7. – Volvió a comentar, ante esto Kris reaccionó y salió del lugar no sin antes decir un pequeño – Gracias –
El sujeto del ascensor ladeo la cabeza ligeramente. – Qué tipo tan extraño. – Murmuró para luego observar el cierre total de las puertas.
* / *
Tras una breve caminata, llegó a su destino. Sin ninguna delicadeza abrió la puerta para luego cerrarla, no sin antes haber visto algo que no quería.
Delante suyo, estaba ChanYeol besando a su novio, quién se encontraba sin camisa y recostado en el sillón.
– Lamento interrumpir tan erótica escena. – Dijo burlón tras ver el gran sonrojo del más bajo.
ChanYeol se incorporó sonriendo avergonzado. – Lo siento Kris, no creí que volverías tan pronto. –
– Descuida; adelante sigan, yo iré a ducharme. – Tras esto, abandono la habitación dejando a la pareja algo avergonzada e incómoda.
– Kris aún tiene la manía de interrumpir. – Dijo el castaño sonriente. ChanYeol asintió.
– Hay cosas que nunca cambiarán. – Tras esto BaekHyun volvió a entrelazar sus finos brazos en el cuello de su pareja. – ¿En que nos quedamos? – El alto unió sus frentes chocando sutilmente sus narices. – En esto. – Musitó para luego volver a besar aquellos labios que lo traían loco hacía ya un buen tiempo.
* / *
La mente de Kris era un caos. ¿Cómo le diría a ChanYeol que perdió su empleo? ¿Dónde conseguiría otro? ¿Cómo le explicaría que se dejó llevar por el caliente momento?
Resopló y se tiró a la cama. Ese no había sido el mejor día de todos, si no hubiera sido por qué la hija de su excéntrico jefe se le insinuaba, nada de eso hubiera pasado.
Oyó que alguien tocaba la puerta, al saber de quién se trataba le permitió pasar.
– Baek ya se fue. – Dijo el alto mientras una sonrisa se colaba en su rostro a medida que tomaba asiento en la ventana.
– ¿Te quedaste con las ganas? – Rio Kris.
– Claro que no… – Desvío la mirada hacia afuera. A veces no entendía cómo alguien como él consiguió a alguien cómo BaekHyun. No es que fuera malo, pero cuándo el alto quería, podía ser tan tonto como sólo él sabía hacerlo. Sin embargo, al castaño no parecía importarle, es más, juraría que así lo amaba más.
– Oye, yoda. – Comenzó el rubio, sintiéndose nervioso. Tú puedes YiFan.
– ¿Si, dragón? – Respondió naturalmente.
– Este… Me despidieron de la empresa. – Soltó al fin sintiéndose libre.
– Te dije que no era buena idea acostarte con Suzy. – El rubio pegó un salto hasta quedar de pie.
– ¿¡Lo sabías!? – ChanYeol asintió. – Kai me dijo que te vio en la oficina de Suzy. Luego Suho dijo que se oían gemidos y por último Chen dijo que vio cómo el jefe te echaba a la calle. –
Kris aún no caía. Luego se encargaría de los demás, pero ahora no sabía cómo enfrentar al alto.
– Pero tranquilo, no estoy enfadado. – Dijo con una sonrisa para luego incorporarse.
Espera, ¿por qué tengo que rendirle explicaciones a Yoda? – Pensó Kris para luego suspirar.
– El karma es una perra. – Dijo para luego volver a tirarse a la cama. El azabache rio.
– Pero descuida, mientras venía hacia aquí con Baek, vimos que en la entrada hay un letrero. –
– ¿Letrero? – Repitió el rubio.
– Exacto. Decía que necesitaban una niñera para un niño. La paga es buena. – Kris se detuvo. ¿Niñera?
– Espera ahí Yoda. ¿Niñera? ¿No ves que soy un hombre? – El contrario soltó una carcajada.
– Ya lo sé, dragón. Pero si le explicas con detalle, exceptuando el revolcón con Suzy, te aceptarán –
Kris pareció pensarlo. ¿Niñera? ¿Yo? ¿Cuidar de un mocoso? ¿Ya me volví loco?
Tras un largo silencio, ChanYeol dejó un pequeño papel sobre su mesa.
– Esta es la dirección de la persona. Sea lo que sea que decidas, te apoyo. – Luego salió del cuarto sigilosamente.
Observó de reojo el papel escrito con tinta negra. Suspiró. Podría intentarlo. Sólo tenía que inventar una historia creíble y obviar algunas partes. No podía ser tan difícil para el gran Kris. ¿Verdad?
* / *
– ¡No lo puedo creer ZiTao! – La persona que decía eso no parecía estar contenta, es más estaba roja de enojo. Un hombre de no más de 35 años perseguía a su hijo por toda la casa intentando detenerlo.
– ¿Qué hice ahora? – El azabache rodó los ojos. Odiaba cuándo su padre se ponía así.
– ¿Cómo que ‘’qué hice ahora’’? Me llamaron de la secundaria. Dijeron que no te has presentado a ninguna clase en 1 semana. ¿Cómo es eso posible? – Tao se detuvo. Se giró para enfrentar al sujeto.
– Simplemente no fui, y ya. – Susurró para luego volver a encaminarse a su habitación. El hombre sintió su sangre hervir otra vez. Cuándo quiso volver a reclamarle, se encontró con una puerta cerrada.
– ¡Huang ZiTao! ¡Tienes 5 segundos para abrir la puerta o sino…! – No volvió a escuchar nada, ya que se colocó sus audífonos ignorando el escándalo que hacía su progenitor.
Revisó su celular, tenía unos cuántos mensajes de su amigo.
SeHun:
¿Has llegado a casa?
¿Qué te ha dicho tu padre?
Rodó los ojos para contestar rápidamente.
Ya he llegado. Tendrías que haber visto su cara, creí que en cualquier momento se arrancaría el cabello.
Dejó el celular a un costado y dirigió su mirada a la ventana. Pequeñas gotas de agua se deslizaban por el cristal hasta perderse en el marco. Cerró sus ojos ignorando su soledad. Luego de unos momentos su respiración fue disminuyendo, hasta que se hizo más lenta y pausada; se había dormido.
* / *
Ante sus ojos se hallaba una de las residencias más costosas y famosas de la ciudad. La residencia Huang. Suspiró y toco el timbre junto a la puerta. Mientras esperaba recordó lo que debía decir.
Bien. Tú puedes Yi Fan; recuerda: Háblale sobre ti, dile que está todo mal, no hables sobre Suzy, no hables sobre tu exjefe. No des muchos detalles. Demonios, ¿me estoy postulando para presidente?
– Disculpe… – Kris levantó la mirada. A este paso me tacharan de loco.
– Lo siento. Eh, vengo por el aviso de… – Trago en seco. – Niñera… – La mujer parecía no comprender hasta que sonrío. Se hizo a un lado, anunciándole que pase a lo que el rubio correspondió agradecido.
Escuchó la puerta cerrarse a sus espaldas, observó el interior, estaba bien decorado, era un lugar refinado, cómodo, pero no entendía cómo una persona podía tener tantos lujos. Hay personas que trabajan, Fan. Le hizo recordar su amada conciencia. Caminó hasta la sala, como le indicó la mucama, luego tomó asiento en un sillón individual; cómodo.
Esperó un par de minutos hasta que vio bajar a un sujeto mayor. Bueno, no tan mayor, pero pasaba de los 30 años. Se levantó e hizo un pequeño saludo. Acto que el contrario copió, en forma de respeto.
– Buenas tardes, ¿usted es Wu Yi Fan? – El alto arqueó sus cejas, ¿cómo aquel extraño sabía su nombre?
– Este, sí. Soy yo. – Imitó una sonrisa, luego el sujeto rio levemente.
– Su amigo, Park, me hablo de usted. – ChanYeol, voy a matarte. Pensó antes de volver a sonreír.
– ChanYeol es un gran amigo. – Mientras tanto, Kris pensaba en las mil formas de torturar al alto.
– Bueno señor Wu, cuénteme sobre usted. – Y ahí está. Kris sudó frío. Tomó asiento junto al sujeto y sonrío. Es ahora o nunca.
– Bueno, yo soy una persona muy optimista. – Primera mentira. – Me encantan los niños, – Segunda mentira. – Y sobre todo, adoro trabajar. – A este paso me convertiré en pinocho.
Luego de una charla muy interesante, y unos intercambios de palabras, el señor Huang sonrío.
– Bueno, usted es una excelente persona. – Kris casi se echa a reír, pero se contuvo.
– Es tiempo de la última fase. Le presentaré a mi niño. – Bien, si lograba la aceptación del mocoso, seguramente tendría el trabajo. Sólo le tocaba rogarles a todos los dioses que el niño lo aceptara.
Esto será pan comido. Pensó luego de ver cómo una mucama salía a buscar al dichoso niño.
– Sólo debo advertirle una cosa señor Wu. – Kris se giró en su dirección. – ¿Sí? –
– Mi hijo es un niño muy problemático. – Qué arroje la primera piedra quién no se metió en problemas alguna vez. Kris era el claro ejemplo de la palabra ‘Problemático’
– No se preocupe, todos cometimos alguna locura alguna vez. – El hombre asintió, recalcando que su hijo podía ser muy caprichoso cuándo quería.
– ¿Me llamabas papá? – Kris levantó su mirada. Ante él, estaba el niño que debía cuidar.
Espera. ¿Qué tiene ese de ‘niño’? ¿Tengo que cuidar de un adolescente? ¿Por qué es tan atractivo?
Kris sacudió su cabeza levemente, aquel ‘’niño’’ lo estaba observando intrigado. Mientras que el señor Huang asentía.
– Así es. – Se levantó de su lugar. – Tao, él es Yi Fan. Tu niñero. –
Tao abrió sus ojos de par en par, acto que Kris copió.
– Tienes que estar bromeando… – Dijo para luego observar bien al ‘niñero’. Esta vez, su padre superó cualquier límite impuesto.