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Flowers for a Ghost: Epilogue por NinjaCaballero

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Notas del capitulo:

Este One-Shot se lo dedico a Gea de Acuario, a tati, a Luthien de libra y a Letheb por apoyarme en los ultimos capítulos de la historia. Muchas gracias.

Epilogo:

-¡¿CÓMO QUE NOS EQUIVOCAMOS?! –El grito de Azrael se dejo escuchar por todo el inframundo.

-Bueno… jefe, es que… –El ángel no pudo terminar ya que se encogió de miedo cuando el Arcángel, furioso le paso por un lado mesándose los cabellos.

-¿Qué tienes para que estés tan alterado? –Gabriel apareció de repente en el balcón atrayendo la atención de los ocupantes de la oficina, el albino le paso un pergamino de manera brusca al heraldo divino quien empezó a leerlo y abrió los ojos en sobremanera. –Valla, si que metieron la pata. –al terminar de decirlo su compañero le dirigió una mirada más fría que el Cocytos; ambos Arcángeles fueron hasta el último circulo del cielo en donde se encontraba Dios ahí se encontraron con Miguel que al ver el semblante abatido del peliblanco se acerco:

-¿Qué tienes?

-Nada. –el militar levanto una ceja molesto por la respuesta evasiva y miro a Gabriel esperando que el resolviera sus duda.

-Ya te enteraras. –el militar asintió no muy convencido.

Se dirigieron hacia el trono y con las alas se cubrieron los ojos del inmenso brillo que Él despedía.

-¿Qué es lo que los trae hasta aquí? –la pregunta a pesar de ser dicha con un tono amable les provoco un escalofrío.

-Padre, le tenemos una mala noticia. –presento el Heraldo.

-¿Qué es lo que pasa?

-Cometí una equivocación. –casi susurro y el silencio que obtuvo lo insto a continuar. –Me… Me lleve a la persona equivocada.

El estruendo que se escucho asusto a todos, casi destituyen a Azrael y algunos Arcángeles se propusieron ayudarlo. Afuera del 6° cielo Azrael y Sandalfón planeaban como hacer lo que se proponían:

-Solo hay que entrar y decírselo.

-¿Estás loco? Se va a poner histérico, hay que planear bien como se lo diremos.

-¿Entonces qué es lo que planeas Azrael?

-Estoy pensando. –mientras cavilaba Miguel se les acerco.

-¿Por qué todavía no entran?

-Sigue pensando en cómo decirlo sin que el muchacho quiera golpearlo. –el militar solo suspiro asintiendo.

-Se me ocurrió esto: podrías decírselo y a la vez no decírselo. –sus compañeros lo miraron dudosos. –Me refiero a que no le digas que nos… Digo, que me equivoque, hay que hacerle creer que esto no ha pasado.

-Está bien… ¿y como se supone que voy a lograr eso?

-No lo sé. –el más alto suspiro con los ojos cerrados se dio media vuelta y entro, los otros 2 lo siguieron de lejos, Milo estaba sentado mirando el infinito Sandalfón al verlo se acerco a él sentándose a su lado.

-¿Por qué tan pensativo Milo?

-Por nada ¿Qué te trae por aquí?

-…Yo… Solo quería venir a platicar. –El menor solo asintió. – ¿Y qué cuentas?

-Ninguna novedad, todo sigue igual. Todo está bien aquí.

-Pues yo he tenido bastante trabajo, trámites administrativos, burocracia; tú sabes…

-Recuerdo que hace tiempo una amiga me comento que todos los trámites engorrosos que los humanos tenemos que hacer por burocracia no son ni la mitad de difíciles que los que tienen que hacer aquí.

-Pues sí, son muy intrincados y se pone mucho peor cuando se equivocan.

-¿Es posible que en el cielo se equivoquen? –Al oír esa pregunta fue que entendió el dicho de “me cayó del cielo” susurro un “gracias jefe” y siguió con el plan.

-Sí, por mas descabellado que parezca, nadie está exento de cometer un error, incluso nosotros los Arcángeles.

-Pero supongo que serán errores fáciles ¿no? Algo que nadie se dé cuenta.

-Pues no, a veces metemos la pata, vulgarmente dicho, en grande. –el menor arqueo las cejas sorprendido.

-¿De qué formas se han equivocado?

-Pues… De muchas, pero no quiero evidenciar a mis compañeros.

-Ah… –Los otros que habían estado siguiendo la conversación desde lejos, se acercaron al menor y de un movimiento le dejaron inconsciente.

-No tenían que ser tan bruscos. –Les regaño el más alto.

-Deja de quejarte y ayúdanos a llevarlo. –Reclamó el peliblanco.

El sonido del despertador lo saco de su letargo, al abrir los ojos observo su habitación tal como la recordara, se levanto como impulsado por un resorte y se dirigió a su espejo, al reflejarse se vio sano, el sonido de la puerta abriéndose lo saco del inventariado, 2 pares de ojos azules se encontraron dejando a un lado la estupefacción Kardia se lanzo a abrazar a su hermano con fuerzas, el no entendía porque quería abrazarlo con tanta premura como si no se hubieran visto en años, solo había pasado una noche ¿no? Al separarse:

-¿Cómo dormiste? –Pregunto el mayor.

-Bien ¿y tú?

-Igual… Iré a preparar el desayuno, tú vístete. –Milo volteo al calendario y la fecha le sorprendió: 26 de septiembre de 2014, al llegar a la escuela todos sus amigos se mostraron muy felices de verlo, más de lo habitual pero aun no podía quitarse la extraña sensación de que algo había pasado, durante el almuerzo le llego un mensaje de texto de su hermano recordándole que tenía cita médica con Krest temprano al día siguiente, sus amigos le desearon suerte. Al día siguiente mientras hacían el chequeo general a galeno le dio la extraña manía de hacerle más estudios a su paciente, al obtener los resultados cito a ambos hermanos en su consultorio:

-¿Qué es lo que pasa ‘doc’? –Pregunto Kardia con su típica insolencia.

-Los mande llamar por algo que salió en los estudios de tu hermano. –Esas palabras lograron que ambos hermanos se tensaran.

-¿Hay algo malo? –pregunto Milo temeroso.

-Encontré ciertas anormalidades con respecto a tu insuficiencia renal. Por eso fue que pedí que trajeran el expediente que sus padres se llevaron. –Cuando termino de hablar Kardia le paso la carpeta a su colega quien empezó a revisarla y a cotejarla con los análisis que tenía. Después de un rato de un tenso silencio hablo: –Estos exámenes están mal, Milo tu padecimiento es… más grave, tú tienes miocardiopatia dilatada idopatica… pero parece ser que al “controlar” tu insuficiencia renal controlaron también tu insuficiencia cardiaca. –dijo visiblemente contrariado.

-¿Y eso que significa Doctor? –Preguntó Milo bastante asustado.

-Que estas a tiempo de que te hagan un trasplante Milo. –Ambos Samara estaban en shock, en sí la noticia era mala pero ese mísero rayo de esperanza era una tabla salvavidas que aunque endeble les daba un respiro, comenzaron a preparar todo para la inscripción de Milo en la lista de trasplantes, Kardia por concejo de Krest no dejo ningún cabo suelto y hablo con su cardiólogo pidiéndole ayuda para que su hermano fuera atendido rápido. Sage tuvo que hablar hasta Estados Unidos para que atendieran a Milo en la clínica de Cleveland la mejor en Cardiología, no se explicaba porque tenía tanta premura en usar hasta su último recurso para ayudar al muchacho, tampoco es que le importara mucho, lo relevante era hacerlo. 3 semanas después Sage hablo con Kardia:

-Deseaba hablar contigo respecto a lo de tu hermano.

-¿Qué es lo que pasa?

-Logre que Milo tuviera un lugar en la lista de espera de la clínica de Cleveland, pero es un requisito que Milo viva en Estados Unidos. –Al decirlo le paso una carpeta donde venían los costos de todo el tratamiento que necesitaría su hermano.

-¡¿Todo esto es en euros?! –Exclamó alarmado el griego. (N/A: el euro es un poco más caro que el dólar… o lo era hace un año)

-No, son dólares.

- ¿Mi seguro no cubre esto?

-No lo sé. Si quieres hablar con el abogado del hospital, te daré su número.

-Muchas gracias doctor, por todo.

-No hay de que Kardia. –Esa misma tarde, el bicho mayor se decidió por hablar con el abogado, concertando ambos una cita para el día siguiente.

Radamanthys Williams le recibió en su oficina:

-Buenas tardes señor Samara, ¿en qué puedo ayudarle?

-Necesitaba que resolviera algunas dudas que tengo respecto a mi seguro.

-Lo escucho.

-¿Puede cubrir gastos en el extranjero?

-Si el hospital tiene nexos con el nosocomio que este en el extranjero, si.

-¿Con que hospitales contamos? –El rubio levanto levemente una parte de su única ceja pero aun así se volteo y saco una carpeta de su archivero.

-La lista es bastante extensa ¿puedo preguntarle para que quiere saber?

-Lograron que mi hermano pudiera ser atendido en el Hospital de Cleveland  y quiero saber si mi seguro puede cubrirlo.

-¿Qué es lo que tiene su hermano?

-Necesita un trasplante. –el rubio abrió la carpeta y empezó a leer.

-El proceso al cual someterán a su hermano es bastante costoso, solo podemos costear una parte. –Kardia se mordió los labios maldiciendo internamente. Se despidió del abogado y se dirigió a su casa, afuera había un Chevelle 79 de colección, de inmediato reconoció a los propietarios que seguramente debían de estar asaltando su refrigerador, suspiro con pesadez. Adentro Christian estaba ayudando a Milo a armar una maqueta:

-Hola.

-Hola Kardia. –le saludaron al unisonó apenas despegando la vista de la maqueta. Justo cuando el peli azul se iba a sentar tocaron a la puerta, al abrir se encontró con Kendra:

-Hola Kardia, ¿Qué tal el trabajo?

-Bien ¿y que los trae por acá?

-Estaba aburrida en casa y quise venir a molestar. –se hizo a un lado dejándola pasar y se dirigieron juntos al comedor. Cuando la maqueta estuvo terminada los mellizos comenzaron a pintarla mientras Milo y Kardia hacían la cena. Cuando el menor fue a dormir obligado por su hermano la chica hablo:

-¿Qué es lo que pasa Kardia? Te he notado bastante cabizbajo.

-No es nada. –y le dio un sorbo a su cerveza, ambos hermanos se miraron.

-Kardia, sabemos que algo pasa, si podemos ayudarte dínoslo. –dijo el rubio.

-Es mi hermano. –dijo después de un rato. –le diagnosticaron insuficiencia cardiaca.

-¿Ya lo pusieron en tratamiento? –pregunto ella.

-Arreglaron que fuera atendido en el hospital de Cleveland, pero mi seguro no cubre todos los gastos.

-¿Cuánto es lo que te cobran? –el griego fue por la carpeta que le había dado su cardiólogo y les señalo el precio que venía en dracmas.

-¿Eso a cuanto equivale? –Pregunto el rubio a su melliza con una ceja alzada.

-Veinticinco mil euros. –Al obtener su respuesta escupió la poca cerveza que bebía. –Pues lo que te están cobrando es justo, considerando que es el hospital de Cleveland. –Ambos hombres la miraron fijo. –Yo me ofrezco a pagar lo que tu seguro no cubre.

-¡Hermana!

-Chris, tenemos el dinero, usarlo para ayudar a nuestros amigos no es un desperdicio.

-Kendra, no es…

-Claro que es necesario Kardia, ustedes son mis amigos y si está en mis manos ayudarlos, lo hare.

-Gracias.

Un mes después Milo tuvo que perder el año en la Universidad para poder internarse, el 10 de noviembre estaban todos en el aeropuerto despidiéndole, cuando le toco el turno a Camus, ninguno dijo nada, solo se abrazaron, los demás se alejaron dándoles un poco de privacidad:

-Cuídate ¿me lo prometes Camus?

-Si. –la petición le pareció extraña pero paso a segundo lugar cuando noto el abrazo aun mas ceñido.

-¿Creen que ya se declaren? –Pregunto Kendra a los demás.

-Te apuesto $10 a que no lo hacen. –contesto Kanon.

-Ya destruyeron el momento. –Los regaño Mü.

-Lo siento, pero me sentiría muy frustrada si no se besan.

-Ni que fuera película romántica. –Dijo Saga.

-Ya cállense. –Les regaño Dégel.

-Por cierto Dégelcito… ¿Para cuándo la boda entre tú y Kardia? –el Samara mayor escupió el refresco que bebía y el peli verde se puso rojo como un tomate, Christian le soltó un suave codazo. – ¿Qué dije? –El rubio rodo los ojos, Milo y Camus seguían viéndose directo a los ojos, un suspiro cansado se dejo oír entre el grupo de amigos seguido de una exclamación.

-¡Ya bésense, prometemos no ver! –Milo giro sobresaltado.

-¡Saga! –el aludido le reto con la mirada, al girar a ver a su hermano este solo bajo los hombros dándole a entender que estaba solo, volteo de nuevo hacia Camus quien estaba igual de avergonzado que el. Un leve titubeo y decidió juntar sus labios con la frente del pelirrojo, al separarse:

-Ese beso tendrá que esperar.

-No me hagas esperar mucho. –Ambos se sonrieron cómplices y se despidieron por última vez a través de las ventanas del edificio.

La comunicación entre Milo y sus seres queridos era constante, les contaba de los avances en su tratamiento, de los viajes que hacía, las fotos que tomaba y reforzaba los sentimientos que tenía por Camus. El menor vivía solo en el departamento de soltero de Christian, los mellizos le visitaban constantemente para mostrarle la ciudad y ponerlo al corriente con sus clases que se resumía en tener a un rumano enfundado en un traje y con lentes de pasta gruesa tratando de explicar algo que ni el mismo entendió en sus años de estudiante y un griego sentado en el comedor con una enorme gota en la cabeza. La castaña le acompañaba a la mayoría de las citas médicas y análisis tratando de hacerle más llevadero el proceso. El 10 de abril del 2015 Milo fue intervenido con éxito pasando 7 meses más entre recuperación y monitoreos, regreso a su casa el día 5 de Noviembre y el día de su cumpleaños le prepararon una sorpresa en un restaurante, en la cena Kardia y Dégel se evidenciaron y terminaron admitiendo que eran pareja, la cena transcurrió bastante amena entre todos pero Camus se mantenía al margen, estaba nervioso con la cercanía del griego, en un momento una canción empezó a sonar como fondo.  https://www.youtube.com/watch?v=PMcNmLeibR8

-Que canción tan deprimente ¿no crees? –Le susurro Milo al oído.

-Si, no combina con la celebración. –Contesto sin voltear el pelirrojo.

-Ahora que recuerdo, aun no me has dado mi regalo.

-Y tú no has cumplido tu promesa. –El griego abrió los ojos sorprendido al acordarse de cuando le despidieron en el aeropuerto, junto sus labios y no tardo en ser correspondido, cuando se separaron las miradas divertidas y las aprobaciones escandalosas no se hicieron esperar.

-Oficialmente ya somos pareja. –Dijo Milo al pasar un brazo encima de los hombros del francés.

-Yo aun no he dicho que acepto. –Dijo con una expresión divertida en el rostro, logrando que el griego le besara de nuevo.


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