Extraño su cuerpo sobre el mío, sus besos que me dejaban sin aliento y lar marcas de pasión que dejaba sobre mí piel. Aún escucho su pesada respiración cuando descansaba sobre el hueco de mi cuello después de hacer el amor. Cuando me cubría con su calidez y ahora solo el frío consume mi ser. Muero porque me vuelva a mirar con lujuria y que con la intensidad de su mirada me consuma. Aún me toco pensando en ella y más cuando me voy de este planeta por estar pensando en ella.
*Retroceso*
-Ahg- se me escapó de la boca cuando me mordió fuertemente en el cuello. -¿Dolió?- fue lo único que me preguntó mientras su boca seguía explorando mi cuello. Mis manos pasaron por su lisa espalda y llegaron a su larga y suave cabellera. Hale su cabello para alzar su cabeza y besarla intensamente. Nuestros labios chocaron duro y rápido; ella mordía mis belfos e introdujo su mojada lengua en mi cavidad. Ella sabe lo sensible que es mi boca, que me hormiguea cada vez que me basa o cada vez que introduce su lengua en él interior de esta. Nos separamos por falta de oxígeno y ella me miro intensamente sentí que su mirada me quemaba haciendo que excitara más si eso era posible. Su manos pasaron por mis hombros y terminaron en mi espalda removiendo mi sujetador me fue recostando mientras besaba mi cuello y continuaba un camino hasta llegar a mi pecho. Comenzó a lamer mi pezón derecho mientras con su mano tocaba él izquierdo moviendo a su vez una de las barras de metal que atravesaba uno de mis pezones. Halo ambos pezones con sus dedos provocando que yo me arqueara de placer. Continúo con sus besos por mi abdomen y se entretuvo un rato con mí ombligo y luego me removió mi ropa interior de encaje. Me abrió las piernas y me dio una sonrisa traviesa. - Esta muy mojada- me dijo esto mientras me daba una lamida. -Te comeré completa- introdujo dos dedos en mi interior mientras me comía. Mi pelvis se movía inconscientemente hacia su boca. Yo solo era un manojo de gemidos, el sonido de sus dedos en mi interior me estaba llevando al límite. Sus dedos encontraron mi punto dulce haciendo estragos en mí ser. Ya estaba al límite. Ella aumento la velocidad de sus dedos y en ese momento su mirada se conectó con la mía llevándome a un punto sin retorno, termine explotando en el orgasmo más intenso que había sentido en mi vida. Todo mi cuerpo convulsa por las oleadas de placer que me recorrían. Sus dedos continuaban moviéndose en mi interior hasta que deje de temblar. Ella solo me miro sonrió y me dio un casto beso. - ¿Se sintió bien verdad?- fue lo último que escuche antes de caer en los brazos de Morfeo. Cuando desperté ella no estaba en la habitación la busque por toda la casa y solo encontré una nota que decía. “Me iré y no volveré, gracias por todo en mi corazón siempre serás la única, Te amo." Nunca más la volví a ver...