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Tormento por Dante_Lapin

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Notas del fanfic:

Hola! Esto se suponía que seria un pequeño drabble de no mas de 500 palabras y me quedo mucho mas extenso de lo que esperaba y aun con ello siento que la historia va muy rápido y que hubiese quedado mejor si fuese ms lenta, pero era un drabble!!

Bueno espero que les guste, sobre todo a las conejas rechonchas.

Notas del capitulo:

Todos los personajes pertenecen a Oda.

Era la segunda taza de café que el atezado bebía mientras esperaba a su amigo, que como a últimas fechas le era costumbre, iba con retraso a su cita; pero que importaba si se trataba de ese rubio, lo hubiese esperado ahí hasta que lo echaran del lugar si se trataba de él, pero llegar a tales extremos no había sido necesario justo la campanilla de la puerta sonó y al alzar la mirada pudo ver sus pajizos cabello desordenados y empapados de sudor entrar por la puerta.

 

— ¡Sabo! —Alzo la voz entusiasmado a la vez que hacia un gesto con su mano para llamar la atención del rubio que al verle de inmediato se acerco para tomar asiento en la silla frente a él pecoso.

 

—Lo lamento mucho Ace de nuevo perdí la noción del tiempo y para cuando vi el reloj ya era bastante tarde —Se disculpo apenado con la voz agitada y las mejillas rosadas del esfuerzo que había hecho al ir corriendo desde su casa hasta aquel café.

 

—Está bien no te disculpes, esta vez no he tenido que esperar tanto—Le contesto con esa cálida sonrisa reconfortante que solo el pecoso tenia y estiro su mano para colocarla sobre la mano enguantada del contrario a manera cariñosa —De nuevo es que estas muy metido entre los libros por algún examen? O es que el explotador de tu jefe te tiene trabajando horas extras?

 

Al sentir la mano del chico sobre la suya de inmediato había retirado esta por mero reflejo, no era que le desagradara el toque y mucho menos el chico simplemente era que no quería darle una mala impresión, aquello era un vago encuentro entre amigos y nada más.

 

—Perdona! Me has tomado por sorpresa— Nervioso por la mirada sorprendida del otro no tuvo más que disculparse por su acto reflejo y de inmediato desvió el tema para matar aquel silencio incomodo que se había formado entre los dos —Pero que dices! El señor Dragón jamás sería capaz de explotarme, como eres exagerado solo porque tiene un gesto serio ya dices que te ve mal y te tiene manía, pero no es así y de hecho… si… si he llegado tarde por su culpa pero no precisamente por el trabajo —Dijo el rubio bajando con pena su rostro que de nuevo tomaba un ligero tono rosado mientras mordía sus labios para evitar contarle más de lo que era apropiado, pero era su amigo de confianza y el estaba tan feliz que las palabras salían solas de su boca —Recuerdas que te conté hace tiempo que me había prometido que dejaría a su mujer y vendría a vivir conmigo? Pues lo hizo! Por fin la dejo y se ha mudado conmigo al apartamento, no sabes que tan feliz estoy! —Ahora había sido él quien emocionado con ambas manos había tomado la del pecoso.

 

Rebozaba de felicidad de eso no cavia duda, tener a ese hombre había sido su obsesión por mucho tiempo. Lo había conocido hace algunos años durante sus vacaciones de verano en la preparatoria cuando sus padres le forzaran a conseguir un empleo para no perder el tiempo estando de vago con ese amigo suyo que no les agradaba para nada, decían que era una mala influencia, cuando en realidad la mayor parte de las travesuras que hacían eran porque Sabo las sugería, pero ellos no sabían nada de ello y lo único que querían eran tener a su pequeño ocupado y alejado de el, así que un empleo era lo mejor, su padre había movido sus influencias un poco para que a pesar de sus 16 años le aceptaran aunque fuese de recadero y vaya que le había ido bien pues justamente Dragón, uno de los socios de su padre se había interesado en tener a ese chiquillo bajo su cargo, siempre había dicho que los jóvenes eran un eslabón importante en el desarrollo de las empresas, por lo que encantado acepto tenerlo de ayudante de su secretaria y aunque en un principio no hacia más que preparar el café y sacar copias de apoco se había ganado la confianza de aquel hombre de semblante serio por lo que fue tomando mayor numero de responsabilidades hasta que ese chiquillo logro desplazar por completo a su antigua secretaria personal, desde entonces trabajaba, estudiaba y en las vacaciones se centraba de lleno en el trabajo.

 

—Oh…. Ya… ya veo… —Tartamudeo el pecoso sintiendo que el alma se le salía cuando escucho la noticia —De verdad estas seguro que ha dejado a su mujer? Por favor… no será esto una mentira con la que espera tenerte a su lado sin que sigas fastidiándolo con lo mismo? Por favor Sabo no seas ingenuo ese hombre no va a dejar a su familia por ti —Bien sabia que la crudeza de sus palabras lastimaban a su amigo, su expresión lo decía todo, las lagrimas agolpadas en sus ojos cristalinos le gritaban que parara pero si antes él le había lastimado con su felicidad, felicidad que no le había dado el, tenía entonces derecho a lastimarlo sin tocarse el corazón —Si es que se ha ido contigo ha sido nada más para gozar de tu culo a sus anchas por un tiempo hasta que se canse y vuelva con su mujer, entiende no la va a dejar, piénsalo, es un hombre de negocios, se le conoce en todos lados, crees que se arriesgaría a manchar su imagen por una calentura? Te imaginas los encabezados “Se descubre a respetuoso empresario saliendo con un chico menor de edad”, es de risa si quiera pensar que te quiere, el solo busca un desahogo.

 

Atónito sin poder creer que estuviera escuchando todo eso de su mejor amigo llevo las manos  a sus oídos desesperado por cubrirlos para no seguirle escuchando; como era capaz él, su mejor amigo, su hermano, de decirle tales atrocidades sin tocarse el corazón, el amaba a Dragón y el azabache lo sabía, desde siempre lo había sabido pues era el primero a quien le tuviese confianza para contárselo al igual que cada suceso que había vivido a lado de ese hombre del cual se enamoraba cada día mas, su primer acercamiento, su primer beso, su primera cita, todo se lo había contado y aun así lo estaba rompiendo todo frente a él.

 

—Ace para… —Suplico con la voz estrangulada por el dolor pero el moreno parecía no escucharle

 

—Por qué? El no te ama!! —afirmo golpeando la mesa con tal fuerza que el café se había derramado y el rubio se había sobresaltado echándose en su asiento hacia atrás — Sabo… yo te amo! Déjalo! No seas tonto, que quieres del? Lo que sea puedo dártelo yo— Con un giro drástico ahora era él quien suplicaba al rubio tomándolo fuertemente de la mano para evitar que se huyera de el —Nadie más te puede amar como yo, solo yo! —Perdido entre la impotencia y los celos apretó la mandíbula esperando a que le diera una respuesta, nunca antes se lo había dicho y aunque esta no era la mejor manera de declararse, era algo muy del ser inoportuno e impulsivo.

 

Bonito lugar público había elegido el azabache para hacerle tal escenita de celos afortunadamente aun era bastante temprano y solo el cajero y la mesera habían estado ahí para presenciar cómo se destruían mutuamente.

 

—Ja….ja… —Una risita entrecortada se escucho por lo bajo salir de los labios del rubio —Así que de esto se trata todo tu interés por mi? Toda tu preocupación, todo tu puto teatro es por esto? Porque estas enamorado de mi? Madura Ace! No eres un niño! No me vengas a decir lo que es bueno o malo para mí cuando tu solo estás viendo por tus putos intereses, toda esta farsa de “el es malo para ti” no fue más que un teatrito para que me aleje de él y me quede contigo? Pues no Ace! No te lastimes así cuando yo nunca di pie para que te hicieras ideas tontas, ya lo veía venir desde hace tiempo pero me hacia el tonto para no lastimarte, para no dañar nuestra amistad pero tú lo llevas todo siempre a un extremo, jodete! —Y sin más en arranque se soltó del agarre del moreno tomo su abrigo y se marcho.

 

Todo había sido tan rápido que no le había dado tiempo para profesar protesta alguna. Todo lo que se tenían que decir y mas estaba dicho, el daño estaba hecho, ambos estaban lastimados y el rubio se había marchado con tal prisa que de nada serbia lamentarse y arrepentirse de lo dicho si ahora seguro no querría ni verlo nunca más; aunque aun y ni con ello se olvidaría de él.

 

Por otro lado cuando el rubio llego a casa y cerró la puerta tras él se desplomo en silencio dejando que las lagrimas rodaran por sus mejillas, mientras se compadecía de sí mismo y se preguntaba por qué se sentía tan mal, sabía bien que no era por la pelea o porque su amistad de años con el pecoso se terminara en un abrir y cerrar de ojos, todo era por él, por su pequeña obsesión, le había dolido demasiado escucharlo decir que Dragón no lo amaba, el lo amaba, Dragón lo amaba! No había duda, todo lo que el otro decía eran palabras sin fundamentos.

 

—Dra…Dragón… —susurro bajito arrastrándose a gatas por el piso del pasillo hasta llegar a la puerta sema abierta de su habitación —Dragón… Amor… —Su voz era demasiado baja o el sueño del hombre recostado en la cama era tan profundo que no escuchaba sus murmullos —Dime que nunca te irás amor…

 

Una vez recostado en la cama junto a él busco el refugio de sus brazos que flacidecidos por el sueño le abrazaban sin fuerza alguna pero no hacía falta, le basto con tenerlo cerca para que sus lágrimas dejaran de brotar.

 

—Te amo Dragón… y yo sé que no te irás, sé que me amas, a mí, solo a mí, solo a mí…. Solo a mi…. Solo a mi…. Solo a mi… —Repetía desquiciado una y otra vez hundiendo su dedo en las cálidas hendiduras de su pecho —Estas tibio… el proceso de descomposición ya ha comenzado… pronto tendré que conseguir una nevera o tu cuerpo comenzara a descomponerse amor y no estoy dispuesto a que la muerte te aparte de mi lado

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Notas finales:

Feliz cumpleaños Sabolin~


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