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Comprando condones por mikuichisan

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No sabia como había llegado hasta ese instante, tal vez la calentura le había ayudado en cierta parte... Con su mirada seria e impenetrable veía un estante con cajas de condones, miles de marcas, de muchos sabores, algunos muy costosos y otros mas al alcance del bolsillo. Tenia sus dudas, ya lleva mas de diez minutos buscando cuál seria el apropiado. No era la primera vez que compraba, pero su memoria le fallaba y no recordaba la marca ni el envase en el cual venían los preservativos que había utilizado la ultima vez. 
Algunos que pasaban por aquel pasillo podían ver al pelinegro con una aura asesina viendo los preservativos, y pasaban de largo o simplemente evitaban aquel pasillo.

De un momento a otro apareció un peliblanco de aproxímadamente 17 años de azulejos cielo y una sonrisa traviesa, llevaba uniforme escolar negro con botones dorados. Se acerco al pelinegro y sin mas le tomo del brazo con confianza.

- G-u-r-e-n~s-e-n-s-e-i~ si no deja de ver los condones así la gente pensará que es raro. -pronuncio manteniendo la sonrisa en sus labios-

El pelinegro salio de sus pensamientos al escuchar aquella conocida y traviesa voz a su lado, al voltear a verle confirmo su sospecha... Con pesadez le alejo un poco, ¿acaso ese mocoso no sabia de discreción?

-¿ shinya que estas haciendo aquí?...

- hmm... Pues sensei no estaba en casa así que salí a buscarlo y termine aquí... Aun que goshi sensei me dijo realmente su ubicación. -explico sin quitar su sonrisa- sensei ya vamos a casa.

maldito goshi... -susurro para si-

Mañana lo colgaría desde la azotea, y lo dejaría allí exhibiendo como un trofeo. 


Vio al peliblanco de reojo por unos momentos, aquellas mirada en sus ojos azules, esa expresión... ¿Estaba seduciéndolo?, si era así lo estaba logrando... Una de sus manos  acaricio la mejilla del menor deslizando uno de sus dedos a los labios rosáceos y delicados, delineando con la yema de su dedo, pudiendo observar como las mejillas del contrario se teñían de carmín. De un momento a otro introdujo su dedo a la boca contraria, moviéndolo lentamente, pudiendo escuchar uno que otro jadeo del peliblanco quien parecía disfrutar demasiado de su pequeño juego. 
Un segundo dedo fue introducido a la boca del menor, jugando con la lengua y explorando aquella cavidad húmeda, simulando pequeñas embestidas, estaba excitando de solo ver el rostro cubierto de carmín y los azulejos cristalinos de su pequeño amante... Olvido por un momento que seguían en el conbini y al regresar a la realidad pudo sentirse un pedófilo de lo peor al abusar de su estudiante así.

g-guren sensei... Por favor... Vamos a casa... -susurro con timidez- q-quiero seguir sensei... Por favor.

Finalizo rogando al mayor con pequeñas lagrimitas acumuladas en sus azulejos y sus labios húmedos entreabiertos, mientras su rostro era cubierto por un intenso carmín incluso la punta de sus orejas estaba roja. " A la mierda la moral " ese fue el pensamiento del pelinegro ante tan exquisita vista, tomo la primera caja de preservativos que alcanzo y se dirigió a la caja con el peliblanco a su lado. 
La fila era larga y su espera parecía que seria eterna, mas aun al ver como el peliblanco escondía la ereccion que tenia con su bolso.

h-hmm... -jadeo por lo bajo- g-guren sensei... -llamo avergonzado-

e-espera un poco shinya. -pronuncio con todo el auto control posible-

La fila avanzaba lenta, parecía que la cajera demoraba mas de cinco minutos por cada cliente. Finalmente llego y entrego el producto, la mujer le quedo viendo por unos instantes hasta que sintió un escalofrío ante las mirada seria del pelinegro que le decía que si no lo atendía rápido, iba a morir. Se demoro menos de 10 segundos en atenderlo, finalmente al ver que el pelinegro se había ido pudo respirar tranquila, nunca había visto la muerte tan cerca.

El camino a casa fue mas que rápido, no podía dejar a su estudiante de esa manera. Al llegar arrojo al adolescente en el piso de las entrada, no logro llegar a la cama... Ataco con desesperación, devorando los labios contrarios mientras con sus manos desvestía al peliblanco quien cooperador se dejaba hacer, al sentir sus labios libres pudo gemir ante las estimulantes caricias en sus pezones, se sentía tan sensible en aquella zona... Aun que no era de extrañar pues su sensei siempre jugaba allí y le estimulaba mas de lo debido. Se estremeció arqueando un poco la espalda al sentir la mano contraria en su ereccion sobre la ropa, si seguía frotando de esa manera iba a ensuciar su ropa interior.

- g-guren... S-sensei... También q-quiero hacerte sentir bien! Ah!

Pronuncio entre gemidos, sintiendo como el mayor le soltaba dejándole actuar por el momento.

bien, espero lo hagas correctamente esta vez shinya... -finalizo con deseo en cada palabra-

El peliblanco asintió y se acerco a la entrepierna del contrario, acaricio la notoria ereccion con su mejilla, llevo su boca al cierre del pantalón y con sus dientes bajo la cremallera dando una lamida al interior, logrando ver la cara de asombro del pelinegro. Continuo y con ayuda de sus manos bajo un poco el pantalón negro para proseguir con su boca, tomó con sus labios el elástico del bóxer bajándolo lentamente logrando que la ereccion de su sensei rebotara un poco al sacarla por completo de aquella prisión de tela. 
Siempre se sorprendía al ver el tamaño de semejante extensión, incluso llegaba a pensar, en como "eso" entraba totalmente en su interior. 
Finalmente y sin perder más segundos llevo su boca hasta la punta del pene contrario, introduciéndolo a su boca, envolviéndola en su húmedo interior chupándole y succionando ligeramente, mientras sus azulejos se cruzaban con los violáceos del pelinegro en una intensa y lujuriosa mirada. Poco a poco fue llenando su boca con la extensión ajena, hasta que de un movimiento la devoro toda... La expresión de sorpresa y los roncos jadeos del azabache le encantaban, continuo su labor subiendo y bajando por el pene duro de su sensei, quería llevarlo al mayor placer. Pero de un momento a otro fue sacado de su labor, terminando en el piso con sus caderas y trasero alzados... Con un gran carmín cubriendo su rostro sintió los dedos del mayor por sobre su ropa acariciar sus glúteos y su entrada e incluso parecía que trataba de introducirlos allí, gimió ante cada caricia, estremeciéndose por completo ya deseado que estuviera dentro de él.

- shinya, ya estas mojado aquí... -susurro con una voz ronca- te vez tan deseable...

Finalizó el pelinegro deleitándose con los gemidos de su estudiante y amante, retiró los pantalones y ropa interior del menor sin cambiar de posición. Busco una pequeña botellita de lubricante que portaba en su bolso, y la esparció entre los glúteos del menor, metió el primer dígito ya lubricado sintiendo aquella acogedora estrechez y calidez del peliblanco rodear su dedo, estaba controlándose lo mas que podía necesitaba prepararlo antes de entrar, pero los gemidos provocadores de su amante no parecían ayudar.

g-guren! H-hazlo.. Ya... A-ah.. G-guren..¡ A-ahm~!

Pidió entre gemidos al sentir aquel dedo moverse en su interior, se sentía listo para recibir a su sensei... Además en la mañana había estado preparándose un poco, así que algo debía de ayudar aquello. 
Guren ante la petición quito su dedo, y lúbrico su pene para que no le doliera tanto a su joven amante. Finalmente entro en el de una sola estocada, siendo envuelto por la calidez y estrechez que rápidamente se acostumbro a el.
El peliblanco había arqueado con violencia su espalda al sentirle dentro de una sola vez, poco a poco fue relajándose con ayuda de las caricias que le brindaba el azabache en su espalda baja y muslos, hasta que lentamente comenzó a mover sus caderas indicándole al mayor que podía moverse. 
Las embestidas fueron firmes, violentas y profundas, logrando que el peliblanco inundará la entrada de gemidos e incoherencias lascivas. Cambio de posición, quería ver el rostro lloroso de su amante, se posiciono entre sus piernas volviendo a penetrarle con la misma fuerza. Shinya con el cuerpo perlado y su rostro cubierto de carmín vio al mayor atrayéndole envolvió sus brazos alrededor del cuello de este.

- g-gure...a-ah...hmm... Ugh ah!!!! Guren!!!! -llamo nuevamente lloroso-

Eres tan sexy shinya...

Nuevamente devoro aquellos rosáceos labios ahora hinchados y rojizos por los besos anteriores, introdujo su lengua explorando aquella cavidad que sabia de memoria, jugando con la traviesa lengua de su amante. Ambos disfrutaban de tan sucio y pecaminoso beso, mientras las embestidas seguían entrelazaron sus manos ya estando cerca del final... El peliblanco no pudo soporta más ante las caricias en sus pezones que termino primero manchando ambos vientres, exhausto continuo jadeando y gimiendo al sentir las estocadas mucho mas agresivas, parecía que iba a partirlo en dos.

¡Guren!

Gimió el nombre su amado, volviendo a venirse chorreando un poco, mientras el pelinegro en un gemido ronco dio la ultima estocada corriéndose en el interior del peliblanco.

ah... Te amo shinya...

...t-también te amo guren...

Finalizaron en un beso de amantes, uno apasionado demostrando sus sentimientos el uno al otro. Amándose infinitamente, no queriendo separarse nunca.

Minutos mas tarde el peliblanco descansaba en la mullida cama de su amado guren sensei, llevando solamente la camisa de uno de los pijamas del pelinegro dejando al descubierto sus piernas nívea. 
Por otro lado guren se encontraba limpiando la entrada, debía eliminar la evidencia de lo que había sucedido; levanto su saco del suelo junto a la ropa de su amante y llevo todo hasta la sala, al dejar las cosas allí y volver a la entrada pudo notar una bolsa la cual levanto, sacando el contenido, " la caja de condones..." Para que lo había comprado si no los había ocupado, dejo escapar un suspiro y guardo la bendita caja en sus bolsillos.
Le servirían en la mañana, pues si el peliblanco se quedaba siempre significaba sexo matutino, con esa idea en mente termino de ordenar para poder irse a la cama. Pero le detuvo el sonido de un celular, con pesar volvió acercándose a los bolsos, reviso el suyo y luego el de shinya, saco el móvil del peliblanco contestando pues sabia quien era.

- shinya se quedara a dormir por hoy. -respondió cortante-

- ¿Guren sensei?... Ah... Bien, podría decirle a mi hermano cuando despierte que avise cuando se quede a dormir con usted, por ultimo mañana tiene un competencia no lo deje invalido. -finalizo colgando-

- ... Maldito mocoso de cejas extravagantes. -respondió con un aura asesina- te colgare de la azotea kureto hīragi, también a ti goshi.

Guardó el teléfono del peliblanco y se retiro a su cama, aun que con semejante vista no podría dormir. Despacio se metió al lecho acomodando a su amante en su pecho, admiro por unos minutos la expresión relajada del peliblanco acaricio sus mejillas sonrojadas para finalmente por dormir.

 

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Notas finales:

holis!!! Le traigo un two shot que se me ocurrió en el supermercado viendo las cajas de condones ( ๑'ㅂ'๑ ) 
Espero les haya agradado, me gusta mucho hacer historias sobre el gurenshi aun que muchas de ellas no las publique aquí. (ㅅ' h8; ')b25; 
Espero poder terminar el segundo cap así que esperenlo con ansias pues se viene algo interesante xD adiussssss (*'・ωa381; )a417;

 


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