Geojismal (Mentiras) Kaisoo por Ranamai

Capítulo 1

Mientras camina, tiene que mover sus hombros en círculos para aliviar la tensión. Ha estado practicando tanto, que incluso moverse le duele en este momento, pero ahora valía la pena.

Siempre se había esforzado mucho, rara vez conseguía los resultados que se proponía. Su entrenador lo había elogiado hoy, diciéndole que si seguía así, es posible que lo tomara en cuenta para competencias más importantes, por eso es que se había quedado hasta tan tarde practicando.

Kim Jongin camina por los pasillos de las áreas de entrenamiento, cuando algo llama su atención. Se acerca cautelosamente hasta la puerta de uno de los gimnasios, que está abierta y permite ver la luz. Seguramente, hay alguien más entrenando, pero la curiosidad le puede, así que continúa con paso suave hasta ser capaz de curiosear quién está ahí.

Sus ojos crecen ante la presencia de una persona entrenando con mucho entusiasmo. La sola imagen es un golpe directo a sus sentidos. Cada expresión, cada movimiento fluido, cada gota de sudor cayendo disimuladamente por su rostro, cada respiración agitada. Un mal movimiento y está en el suelo.

Temeroso de ser atrapado y después de asegurarse que todo estuviera bien, a lo lejos por supuesto, Jongin decide marcharse para no interrumpir. Su caminar resulta un poco más apresurado que antes, pero no es por eso que su corazón está latiendo tan fuerte en su pecho, es porque se siente afectado y dichoso de haber sido testigo de aquella increíble fuerza de voluntad.

     *      *    

–¿Estuviste practicando por tu cuenta?– la pregunta llega de manera muy repentina para Jongin, quien se limita a simplemente asentir con la cabeza.
–Estás haciendo un excelente trabajo, estoy orgulloso de ti. Sigue de esa forma y es probable que esta vez si podamos aspirar a los olímpicos.– Era el segundo día que el entrenador lo elogiaba y Jongin no tenía idea de cómo reaccionar.
–Si, entrenador.

El chico decidió quedarse hasta el último este día también e incluso siguió al pie de la letra todas las recomendaciones que se le habían hecho, para ver si veía una mejora incluso mayor.

Kim Jongin era un joven de dieciocho años, su especialidad era tiro al blanco. Alegre, tímido, trabajador, era un deportista que a pesar de haber logrado muchas cosas, nunca llegaba al punto de poder participar en las eliminatorias de los olímpicos, no importa cuán duro trabajaba, nunca lo conseguía. Pero este año iba a ser diferente, no se quedaría atrás. Tanto Kyungsoo como Baekhyun estaban en la mira para sus deportes, Sehun tendría que esperar un año más para dar oportunidad a varios sunbaes, pero todos estaban dando lo mejor de sí mismos. Tenía que demostrarles a sus amigos lo que valía y hacer que sus padres se sientan orgullosos de él.


–Hoy estás especialmente feliz– comenta Baekhyun con la boca llena, mientras almuerzan en la cafetería de la universidad.
–Es el segundo día que me han elogiado–responde con una sonrisa satisfecha y sus amigos lo celebran.
–Has estado haciéndolo muy bien últimamente– lo anima Kyungsoo– Tus resultados han mejorado notoriamente, te lo mereces.
–Tengo que esforzarme, si quiero ser como ustedes– Baekhyun suelta una carcajada, dejando ver su comida otra vez y Kyungsoo hace un gesto de desagrado. Sehun está demasiado ocupado con su propio plato como para dignarse a mirarlos.
–¡No es para tanto!– continúa el pelinegro– Baekhyun y yo somos mayores, pero eso no quiere decir que no hayamos hecho nuestros esfuerzos. Los deportes son cuestión de constancia, de sacrificios y de motivación.

El rostro de Kim Jongin va cambiando hasta mostrar una de esas sonrisas en las que sus ojos desaparecen, sus cachetes están hinchados por la comida dentro de su boca. Su expresión es como la de un niño y parece como si no se diera cuenta que tenía otras personas mirándolo.

–¿Qué te pasa?– quiere saber Baekhyun –¿Te dio indigestión?
–¿No ves que está feliz?– le reta Kyungsoo– ¿Qué te pasa, Jongin-ah?
–Creo que he encontrado una motivación.

Sus tres amigos paran en un segundo para mirarlo con curiosidad, es extraño que Jongin diga cosas como esas, así tan repentinamente.

–¿A qué te refieres?– pregunta Kyungsoo, alzando una ceja.
–¿Te gusta una chica?– la directa e indiscreta forma de hablar de Baekhyun provoca que el pobre muchacho casi se atore con su comida.
–¿Jongin?– pregunta preocupado Kyungsoo.
–Entonces es cierto ¡Al Nini le gusta una chica!– exclama burlón Baekhyun y empieza a canturrear infantilmente.
–Sólo tú te motivas para ganar, pensando en una chica– le recrimina Sehun, interviniendo por primera vez.
–¡No me llames Nini!– se queja el aludido, ya que es lo único que se atreve a decir.
–¡Oh, vamos! ¡Cuéntanos!– insiste Baek y Kyungsoo rueda los ojos, obligándolo a sentarse y dejar de hacer el ridículo en público.
–Si es así, y eso te pone de buen ánimo, estoy muy contento por ti. Si ahora tienes una motivación y quieres que esa chica que te gusta te vea ganar, estoy seguro de que lo vas a conseguir.– las palabras de Kyungsoo hacen que las mejillas de Jongin se pongan rojas y mueve su cabeza nervioso.
–¿Cómo se llama? ¿De dónde la conoces? ¿Estudia aquí? ¿Yo la conozco? ¿Es bonita? ¿Tiene buen cuerpo?– el bombardeo de preguntas de Baekhyun aturde un poco a Jongin que no sabe qué contestar.
–Yo... es decir, ¿cómo le explico? Yo... no sé su nombre.
–¿No la conoces?– Sehun bufa al escuchar aquella información.
–Sólo... sólo le vi practicando y me sentí increíblemente atraído.
–¿Qué practica?– quiere saber Baekhyun y Jongin duda por un momento antes de responder, inseguro de dar tanta información.
–G-gimnasia.
–¡Entonces si tiene buen cuerpo! ¡No me digas que la viste y te fuiste! Gallina
–¡Ya! ¡Déjalo en paz! Conoces a Jongin y lo tímido que es. Él irá a su paso y la conquistará con sus encantos.
–¿Cuáles encantos? ¿Golpear a la gente cuando ser ríe como retrasado?
–¡YA!–gritan en coro Jongin y Kyungsoo.
–Dejando de lado lo idiota que puede llegar a ser Baekhyun, no te sientas agobiado, Jongin-ah. Estoy seguro que si haces las cosas correctamente, esa persona va a corresponder tus sentimientos.– Kyungsoo sonríe ampliamente y Jongin agradece con una mirada tímida.
–¿Deberíamos hacer una lista de las posibles chicas? Es decir, estamos hablando de Jongin, no debe ser muy difícil adivinar de quién se trata– propone Sehun y Baek está de acuerdo e incluso sacan un papel y lápiz. Kyungsoo suspira y luego rueda los ojos con impaciencia mientras Jongin se queja, diciendo que no lo hagan porque es vergonzoso.

–Tengo que irme– anuncia Kyungsoo para Jongin, porque los otros dos están haciendo un escándalo por su cuenta. – Iré a practicar y nos veremos mañana ¿si?– acaricia el cabello del menor y este asiente con la cabeza.
–Adiós, hyung.


    *      *   

–¿Puede ser Kim Na Na? Ella es una de las más delgadas y más bonitas ¡La pondré en el puesto dos!– Baekhyun anota el nombre y Sehun niega con la cabeza.
–¡Jongin dijo que no sabía su nombre! Él sí conoce a Kim Na Na, así que nos lo hubiera dicho.– argumenta el chico y Baek asiente pensativo.
–Es verdad, pero no la sacaré de la lista, porque es probable que también nos mienta diciendo que no sabe su nombre para evitar que lo descubramos.
–Buen punto– admite el menor y el sonido de un libro golpeando la mesa hace que los muchachos del un brinco por el susto.
–¡YA! Estoy aquí, inútiles. Estoy intentando estudiar y se han pasado así todo el maldito día. ¡No es ninguna de las chicas que están en su tonta lista! ¡No la conocen porque yo tampoco lo hago! ¡Idiotas! ¡Fuera de mi habitación!– exclama Jongin furioso y los otros dos sólo lo miran sorprendidos.
–También es mi cuarto– susurra Sehun, pero no se atreven a hacer ni decir nada más, porque un Jongin enojado es extremadamente peligroso, no tanto como Kyungsoo, pero lo es.
–¿Deberíamos investigar sobre las nuevas estudiantes en gimnasia?– pregunta Baekhyun suavemente, casi al oído de su amigo y éste acepta haciendo solamente un gesto. Jongin les lanza un zapato.

Mientras el par de infantiles bobos siguen trabajando arduamente en la “lista de candidatas” Jongin intenta centrarse en sus ejercicios de inglés. Es muy difícil hacerlo sin Kyungsoo ayudándolo y corrigiéndolo a cada momento. Así sus especialidades sean deportivas, tienen algunas materias teóricas a las que están obligados a cursar.

El teléfono de Jongin empieza a sonar en el tercer ejercicio y este suspira, agradecido por el descanso y mira la pantalla, el nombre de Kyungsoo aparece en ella y considera que es el momento perfecto para rogarle por ayuda a su hyung.

–¡Hyung! ¡No entiendo nada de los tiempos perfectos! ¡Ven a mi habitación! O al menos puedes hacer video llamada. –Jongin está esperando una respuesta, pero esta nunca llega, espera un poco más e incluso revisa si la conexión no se terminó, pero el reloj sigue marcando el tiempo de la llamada. –¿Kyungsoo hyung?

–Jongin-ah... ayúdame