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Lo Que Las Flores Quieren Decir. [AsaNoya] por Asamijaki

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Notas del fanfic:

Este es elprimer fic Hanahaki que he escrito, lo hice principalmente por el cumpleaños de una chica... No se sí esté aqui en Amor Yaoi, pero igual lo publicaré por aqui, ya que está finalizada :3

Camelia blanca: Amor inocente

Amor, odio, admiración, anhelo, deseo, amistad, inocencia, mortalidad, tristeza...

Las flores pueden expresar sentimientos profundos, desde un simple y sincero agradecimiento, hasta un amor incondicional.
El lenguaje de las flores es variado, a veces confuso y controversial, y aún así, pueden expresarte mejor que mil palabras al aire.

A veces, pueden expresar sentimientos que ni tú mismo conocías. Pero en algunas ocasiones, esos mismos sentimientos puedes tener resultados fatales.

Incluso la muerte tiene su propio jardín.

-Kiyoko-san, hoy se ve más hermosa que ayer... -El joven de cabellos al ras del cráneo se estremecía a la vez que la bella manager se daba vuelta. -Como me prendé que me ignore... -se rodeó con sus propios brazos con una de sus acostumbradas sonrisas enamoradizas. Pero había algo raro, no escuchó ningún comentario por parte de su compañero. -Bro, ¿estás bien? -algo más atento a éste.

- ¿Eh? -alzó su mirada en dirección al otro.

- ¿Te sientes bien? Hoy has estado algo apagado... -comentó el intento de vándalo. - ¿Irás a la práctica hoy?

- ¡Por supuesto que sí! -exclama repentinamente mientras aprieta los puños y flexiona las rodillas.

Nishinoya Yuu podía no mostrarlo, pero últimamente sus noches de dulces sueños habían sido pesadas.
Atrapado en un repetitivo sueño que no faltaba ni un solo día.

Pero no había acabado, siempre despertaba al momento de que sentía que podría pasaría lo más importante.

-Nos vemos ahí. -con una simple sonrisa, ocultando un poco mejor su cansancio.

Tanaka alzó una ceja extrañado, mirando como el más bajo se dirigía hacia los pasillos pertenecientes a los de tercer año.

(...)

-Asahi-kun, uno de segundo ha venido a verte. -anunció una chica de cabellos oscuros.

El castaño de gran estatura alzó la mirada, sabiendo perfectamente a quien se encontraría parado frente a la puerta de su clase.

-Nishinoya... -musitó mientras caminaba hacia donde el chico de baja estatura con semblante serio. -Aún tengo que ir a sacar unos libros a la biblioteca antes de que cierre, puedes adelantarte hoy. -de la mejor forma, Azumane sonrió algo nervioso por la presencia continua de su líbero los días que iban al club.

-Puedo esperarte, Asahi-san -respondió sin mucho alardeo, llamando la atención del As.

Habría esperado un gran revuelo por el cual debiera disculparse con sus compañeros, conociendo la perspicaz actitud híper-activa del de segundo.

Y es que, desde aquella vez con su pelea y el incidente del subdirector, Yuu se había comprometido a pasar por el mayor para que este no faltara a las prácticas.

-Huh, Bien. -con una gota de sudor bajando por su mejilla. Asahi no sabía sí comentar o no algo al respecto, al final, no lo hizo.

Cuánto se arrepentiría de esa decisión.

(...)

-Estos, por favor. -el amable gigante asentó los libros en el escritorio de la biblioteca, instintivamente pudieron notar como la muchacha que atendía retrocedía un paso ante la presencia del mismo.

-C-Claro... -con su rostro pálido, extendió su mano temblorosa con el sello hasta la ficha.

Nishinoya no podía evitarlo, había vuelto a flexionar sus rodillas, quedando por abajo del escritorio para contener su risa. Asahi intentaba mantener su sonrisa, pero esas situaciones no se podían evitar, sin embargo, todavía no podía acostumbrarse del todo.

- ¿Disculpe? -un poco impaciente de que la otra tardara tanto en solo colocar un sello. Pero la voz pacifica del mayor sólo logró que el tiempo de reacción se disparara, colocando aquel sello de tinta mal.

Asahi suspiró, y Noya no aguantó más la risa.

-Nishinoya, no te rías de mí, por favor... -desviando la mirada levemente, mientras fruncía ligeramente el ceño.

-Lo siento, Asahi-san, pero es inevitable. -con una amplia sonrisa, el líbero de una sola mecha rubia se incorporó debidamente y miró a la chica que hacía de bibliotecaria.

- ¿Eh? ¿De dónde...? -observó confuso al chico de pequeña estatura y parpadeó un par de veces. - ¿Siempre estuviste aquí?

Y ahora, el que soltó una suave risa, fue la estrella de Karasuno. 
El castaño de peinado hacia arriba no pudo evitar que un suave calor se apoderara de sus mejillas al instante.

El ambiente se había relajado, y Yuu, pudo notar de reojo los títulos que llevaban las portadas de aquellos libros de tapa dura que él de tercero estaba sacando, pero uno en especial le llamaba la atención: "El lenguaje de las flores" ¿para qué quería tal información?

Al salir del lugar para dirigirse al gimnasio, el menor pudo notar la variación en la selección del otro, sabía que pronto los de tercero se graduarían, pero nunca le había comentado a que Universidad iría o que estudiaría, o si quiera sí seguiría en la escuela.

Ese pensamiento fue suficiente para detener el andar de la deidad guardiana de Karasuno.

- ¿Nishinoya? -El joven de cabellos sostenidos por una pequeña coleta pudo notar la falta de su compañero al lado. - ¿Pasa algo?

-Me duele un poco el estomago... -Se inventa rápido, mientras se toma un poco de la camisa del uniforme negro que llevaba puesto, por dicho lugar.

- ¿Quieres que pasemos a la enfermería? -Pregunta con el rostro algo pálido ante la idea de que el otro enfermase.

-No, si no llegaremos tarde. -Negó y apresuró su andar para lograr estar a la par con su contrario.

(...)

- ¡Con permiso! -abrió estruendosamente la puerta corrediza, ganándose las mirada de algunos integrantes del Grupo.

-Nishinoya, Asahi, pensé no vendrían... -Comentó el capitán, con un balón en mano.

-No me perdería una práctica. -Rió Yuu, señalándose orgulloso a sí mismo.

- ¡Nishinoya-senpai es genial! -exclamó Hinata con una mirada brillante.

-Lo sé, Shouyo... -cruzándose de brazos con la cabeza en alto, mientras no podía evitar embozar una sonrisa socarrona, y sin embargo, con cierta vergüenza al alago.

La estrella había quedado en el marco de la puerta, presenciando aquello, a pesar de que Noya estuviera tan extraño hace un rato, tal pareciera como si todo hubiera vuelto a la normalidad al solo pisar el suelo de la cancha.

Suponía, no era nada de qué preocuparse.

- ¡Bien chicos! -El No. 1 exclamó. -Hoy haremos prácticas de 3 vs 3, ¿les parece? -propuso el azabache tronándose los nudillos, recibiendo como respuesta un fuerte asentimiento de su equipo, exceptuando a Tsukishima, claro está.

(...)

-Daichi-san, de alguna forma siento que está alguna manera esto está desproporcionado... -mencionó el armador de primer año, en el cual estaban además de dos figuras bastante bajas: La deidad guardiana y la carnada definitiva.

- ¿De qué hablas Kageyama? Yo los veo bastante bien. - afirmó el capitán desde el otro lado de la red, compartiendo su lado con la estrella y el anterior armador de cabellos platinos.

- ¡Para nada! -Exclama Tanaka desde las bancas. -Tienen al mejor libero, chicos. -Afirma cruzándose de brazos con confianza, mientras ríe por la garganta.

-Contamos contigo, Nishinoya-senpai. -Alagó Hinata, haciendo que el espíritu del más bajo se elevara por los aires.

- ¡Ou! -Asentó fuertemente, mientras hacía flexionar sus rodillas, apoyando sus palmas en las mismas, aquella mirada altamente concentrada y semblante serio, no importaba si solo era una práctica, cuando aquel cuervo se encontraba en la cancha, cambiaba completamente.

-Chicos... -Cerca de la red, la voz del antiguo setter oficial se escuchó en un susurro. - ¿Qué les parece algo para hacerlo más emocionante? -Propuso repentinamente.

- ¿Suga? -El capitán alzó una ceja extrañado.

-Dígalo, Suga-san. -Un emocionado pelirrojo le incitó a que continuara.

-Quienes pierdan, invitan los nikuman al terminar la práctica, ¿Qué dicen? -Terminó por explicar, juntando sus dos palmas en un leve aplaudir, sonriendo ampliamente.

- ¡Así se habla, Suga! -Acepta con euforia el líbero, seguido por los de primero.

Y así, con el primer saque de su capitán, el balón se elevó.

-Fuera... -musitó Kageyama mientras veía pasar la pelota por atrás de sí, no obstante, la figura de Hinata se había movido como acto reflejo, levantando el balón antes de que llegara a la línea.

"Hinata, idiota" Se pudo escuchar como un murmullo, recibiendo el pase. Tenía muy en cuenta que el otro estaba ansioso por rematar desde unos días atrás, pues solo habían estado practicando el servicio. Pero no dejaría que se le subiera a la cabeza.

Una finta.

El rey de la cancha no le cedió el balón, y sin embargo, Shouyo quedó en el aire, rematando con los ojos cerrados, golpeando al aire. No obstante, las cosas no salieron como esperaba, el capitán, de alguna forma, lo había anticipado.

La esfera saltó directamente a las manos del chico de mirada parda y piel blanca, Koushi dio una mirada rápida hacia su estrella.

- ¡Asahi! -Musitó mientras pasaba la pelota hacía el más alto, viéndole tomar vuelo, en un remate que se comparaba con el de sus anteriores partidos.

Tomando un impulso monstruoso, golpeó el balón con fuerza, directamente por atrás de los de primer año, los cuales, no pudieron si quiera verlo pasar. El As de Karasuno sonrió aún en los aires, aquella determinación en la cancha era diferente al él de siempre, no dejaría que su título de "Estrella" fuera algo que pudiera perder con facilidad. Lo único que en ese entonces no anticipó, fue a la presencia de la deidad al otro lado. Noya apareció cual relámpago en aquel lugar que parecía estar desolado.

Las manos del pequeño líbero apenas median 2 cm, eran más delgadas que las manos de un chico de su edad, y sin embargo, esos pocos centímetros son los que determinan la distancia del balón y la cancha, esos pocos centímetros, son los que le daban una oportunidad a su equipo.

Y sin embargo, no podía dejar de exigirse de más.

-Tsk... -chasqueo la lengua al ver el balón desviarse hacia el lado contrario a sus compañeros. Pero un reflejo anaranjado hizo que las cosas cambiaran. Hinata había corrido con todo lo que sus piernas le habían dado, tropezándose al golpear la pelota, y sin embargo esta pasó al otro lado.

- ¡Nice, Shouyo! -Se escuchó al líbero, mientras se incorporaba nuevamente.

Todavía, le faltaba un poco más para ser capaz de ayudar por completo a su equipo.

Su mirar instintivamente se dirigió al As, sin duda había mejorado, antes podía recibir aquellos remates sin mucho problema, tal vez fuese por la falta de sueño... No, no podía excusarse, no podía quedarse atrás, no se permitiría quedarse quieto mientras los demás avanzaban; en el pasado, había fallado, había dejado ir a su estrella, no quería que pasara nuevamente, definitivamente no.

Asahi podía ser una persona pacifica y tímida, pero eso cambiaba al estar en la cancha, él era valiente, se convertía en la esperanza del equipo, él podía rematar, obtener puntos para avanzar, dando siempre lo mejor de sí. Era algo que sin duda, Yuu admiraba.

- ¡Nishinoya-senpai! -Se escuchó la voz del bloqueador central, exclamar la de su compañero mientras el balón rebotaba a su lado.

-Nishinoya-san, ¿Se encuentra bien? -Acercándose de igual forma el setter de grado por debajo del suyo.

Sin darse cuenta, el líbero se encontraba inclinado hacia adelante, tomando su estomago entre sus brazos, de una manera repentina, una sensación fuerte y desagradable se estaba apoderando de su estomago. Como sí miles de insectos revolotearan en sus adentros, y que tuvieran la intensión de perforarle para salir, una sensación de cosquilleo que iba más allá.

- ¡Noya! -Y las voces se escuchaban en el gimnasio mientras los integrantes del equipo se acercaban preocupados. Pudo escuchar a segundo plano como Tanaka llamaba al profesor Takeda, incluso pudo distinguir los desesperados alaridos de la estrella aclamando su nombre.

Solo quería que todo eso acabara pronto, y sin embargo, era solo el comienzo.

(...)

La luz del lugar era violácea y tenue, Nishinoya sentía como sí el lugar le trajera una sensación nostálgica y cálida. Miró hacia arriba, el techo estaba hecho de cristal al igual que las paredes, y sin embargo, lo único que se podía apreciar era la constante nada, la oscuridad se presentaba cual densa penumbra. Pero dentro de aquel lugar, miles de bellas flores se podían admirar, de todo tipo, tamaño y color; tan hermosas y frágiles...

Cuando Yuu intentó tocar un girasol que sobresalía de algunas otras, un pequeño reflejo lateral le hizo parar. Una figura femenina hizo acto de presencia, cubierta por un manto oscuro. El jugador de Karasuno dio un salto, poniéndose a la defensiva.

"¿Quién eres?" Intentó decir el joven, y sin embargo, ni un solo sonido pudo ser emitido por él. Se congeló. ¿Por qué su voz no salía? Por más que intentara gritar, no se escuchaba absolutamente nada.

Buscando respuestas en aquella dama, alzó la mirada. Otra vez nada, ya no estaba, en cambio un camino apedreado había aparecido. Un agua cristalina corría a través de aquel, incluso se colaba entre los dedos de sus pies, ¿En qué momento? ¿Acaso siempre estuvo ahí?

Aún dudoso, decidió seguir aquel camino señalado.

Lo había guiado hasta un gran árbol al centro del lugar, pudo notar otros caminos que conectaban al lugar. A los pies de este, se podían apreciar miles de flores amarillas y esponjosas, comparables con suaves pompones, sin embargo, de entre ellas, una camelia blanca sobresalía.

Por alguna razón, la mirada caramelizada del joven se fijó solo en ella, pero al solo acercar un poco su mano, algunos pétalos empezaron a caer, tornándose de un color rosado a la vez que nuevamente florecían.

Nishinoya se alejó nuevamente, dando un mal paso hacia atrás, estrellando su retaguardia entre las piedras, esperando un dolor que jamás llegó.

Aquella dama se hizo notar nuevamente junto aquel sauce, arrancando de entre los cempaxóchitl, aquella camelia rosada. Acercándosela hacia sí misma, depositando un suave beso en sus pétalos, caminando hacia Yuu, el cual se sentía incapaz de moverse. Colocando aquella flor con cuidado sobre la oreja del otro, acariciando suavemente con sus huesudos dedos el rostro del joven, deslizándolo de sus mejillas, hasta sus labios, en una seña de silencio.


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