Di un gran suspiro y me fui tras él, esta cita sí que se va a tornar bastante larga.
Toda la tarde me tuvo de paseo en los lugares turísticos de Roma; plazas, barrios, basílicas, museos y galerías de arte. Toda una tarde siendo llevado por la mano de Stark a conocer toda Roma, jamás pensé tener una cita tan extravagante como esta. A casi nada del atardecer nos encontrábamos cerca del campo de Fiori entre algunas calles.
-Espera- dijo Tony acercándose a una anciana con una cesta grande de rosas- ¿Quanto una rosa?
-Due euro-respondido la anciana
-Bene-dijo Tony sacando dinero de sus bolsillos y la anciana le dio una rosa.
- È un bel fiore che si spalma all'alba è uno spirito di luce-dijo la anciana dando una sonrisa mientras Tony regresaba conmigo.
-¿Qué dijo?-dije confundido.
-Nos dio una bendición gitana, es de buena suerte-
-¿Es una gitana?-
-Sí, ¿no se le nota?-
Honestamente no sé cómo luce una gitana, así que no tengo idea de si es una gitana o no.
-Sí, le nota bastante y…-mire la rosa que le dio-. Veo que te gustan mucho las rosas.
-No es para mí-me ofreció la rosa-. Es para ti.
-¿Para mí?-tome la rosa-. Pero ¿Por qué?
-¿Crees que las mujeres son las únicas que merecen un detalle cómo ese? Debes en cuando un hombre también merece un detalle así-
-Haces que me avergüence-di un gran suspiro tapándome un poco la cara con la mano.
-A sí, lo olvide los hombres de tu época son tan anticuados y viejos-
-Bueno estas teniendo una cita con un viejo de más de 90 años-
-Que puedo decir, me gustan mayores-
Seguíamos caminando entre callejones hasta llegar a un pequeño puente y viendo como la luz del sol se ponía tenue, me hacía recordar algo, algo que me dijo Steve hace años o más décadas.
Abandonar debo el chozo
donde vive mi adorada,
Y con paso sigiloso
Vago por la selva árida;
Brilla la luna en la fronda,
Alienta una brisa blanda,
Y el abedul, columpiándose,
A ella eleva su fragancia.
¡Cómo me place el frescor
de la bella noche estiva!
¡Qué bien se siente aquí
lo que nos llena de dicha!
¡Trabajo cuesta decirlo!…
Y sin embargo, daría
yo mil noches como esta
por una junto a mi amiga.
-¿Qué?-
Sin darme cuenta dije todo eso en voz alta y Tony me escucho mirándome bastante confundido, tarde un rato en darme cuenta de mi error.
-Demonios…-me golpe la cara con la mano derecha y con todos los colores se me subieron a la cabeza.
-No puedo creer que conozcas poesía de Goethe, sé que eras anticuado pero no creí que tanto-se empezó a reír y se adelantó un poco poniéndose delante de mí.
-¡Cállate! ¡No puede ser, es lo más estúpido que he dicho en mi vida!-
-¿Nunca le has dicho algo así a alguien?-
-¡No sé! Ni siquiera recuerdo como tenia citas-
-Bueno es halagador a ver sido el primero-no dejaba de reírse-. Aunque ciertamente no es la primera vez que escucho ese poema.
-Amm…-me quita la mano de la cara y me puse un poco nervioso- ¿Fue Steve?
-No, creo que si hubiera sido Steve me habría enojado mucho con él-
-Entonces ¿quién te dijo esa poesía?-
-Bueno, fue una mujer, una mujer especial para mí y para Steve-
-¿Una mujer? ¿Pepper?-
-No comas ansias, te explicare eso después, ahora quiero ir a un lugar distinto aprovechando que ya es de noche-
-No iras a llevarme a un callejón para violarme ¿o sí?-
-Acaso tengo cara de violador de hombres inconscientes-
-¿Era necesario ese comentario?-
-No, pero necesitaba decirlo-
Seguimos nuestra cita caminando entre calles de rompa, hasta llegar a una plaza y cerca de una iglesia, conforme caminábamos el lugar estaba más solitario solo iluminado con la luz de la Luna.
-¿A dónde me llevas?-
-Conoces “La Bocca Della verita”-
“La Bocca Della Verita” Ahh, ya sé a dónde quiere llegar.
-No, ¿Qué es?-
- La Boca de la Verdad (Bocca dela Verità) una enorme máscara de mármol muy conocida aquí en Roma que cuenta que mordía la mano de aquél que mentía. Hubo una leyenda donde un marido que desconfiaba de su esposa la llevó ante la Boca de la Verdad para comprobar su fidelidad. La mujer reaccionó fingiendo un desmayo y su amante la recogió en sus brazos. Después de esto, la mujer juró ante la Boca de la Verdad que sólo había estado entre los brazos de su marido y del hombre que acababa de recogerla-
-Una leyenda romántica y un poco tétrica-
Llegamos a la escultura poniéndonos en frente, era bastante grande y con el rostro de un hombre con barba; con los ojos, la nariz y la boca perforada.
-¿Tú crees que sea verdad?-pregunto Tony.
-Tal vez, ¿Quieres intentar?-
-mmm, si ¿Por qué no?-
Levantamos un poco las manos sin dejar de vernos a los ojos metimos al mismo tiempo nuestras manos a la boca de esa escultura, metiéndola poco a poco y sin dejar de vernos a los ojos, nuestras respiraciones se empezaron a tensar, metimos nuestras manos hasta tocar pared, entonces…
-¡Ahhhh!-
Ambos gritamos sacando solo las mangas de nuestros sacos disimulando que nos cortaron las manos, ambos sonreímos empezando a reírnos como locos.
-No puedo creer que en verdad lo hicieras-dije sin poder parar de reír.
-Yo no puedo creer que tu hayas echo eso-Tony tampoco paraba de reír.
-Oye no sabré alemán pero al menos conozco un poco de historia y además creo que ya te conozco un poco más para saber de tus artimañas- finalmente pude parar de reír.
-Si…-también empezó a calmar su risa- y creo que ya estoy conociendo un poco más de ti, no creí que tú pudieras hacer bromas así también.
-Sí, yo tampoco- me rasque un poco la cabeza sonriendo y él me correspondió esa sonrisa.
-Es bueno saber que si sabes sonreír-
-Solo sonrió cuando estás conmigo-
-estas siendo cursi de nuevo-me sonrió con burla
-Si…-me acerque más a él quedando pocos centímetros de él- pero así te gusto
-Así es…-rompió el acercamiento dándome un pequeño beso y luego separándose-. Así es como me gustas.
Luego de algunas horas decidimos regresar a la posada tomando taxi, de regreso no dijimos ni una palabra solo nos tomamos de la mano, él se recargo en mi hombro y yo me recargue en su cabeza. Podía oler la esencia de mi Antoshka, sentir su mano apretando la mía y ver como él ser acercaba un poco más conforme seguíamos en el camino. No quiero alegarme de esta sensación nunca.
Llegamos a la posada y de inmediato nos dirigimos a nuestra habitación, en el balcón de la habitación nos daba el mejor paisaje nocturno de Roma deleitándonos solo con la luz de la luna, nos recargamos en la grada contemplando la noche y el silencio.
-En verdad quisiera una vida así-dijo Tony en un tono melancólico-. Más tranquilo, pasar el tiempo con alguien que en verdad quieres y una vivir en paz hasta el final.
-Aun podrías tenerla-dije un poco serio.
-No, no hasta que Hydra desaparezca. Y aun así, siento que aunque Hydra desapareciera, jamás tendré la paz que quisiera, porque siempre tendré una batalla que lidiar-
Acerque mi mano a la de él recargándola y nos miramos un poco serio ambos.
-No tienes que lidiar esto solo, igual aunque Hydra no acabe y aunque tengamos mil batallas por lidiar, mientras estemos todos juntos, lo venceremos todo-Tony solo me sonrió y desvió la mirada al cielo.
-Finalmente, eres un Capitán América hecho y derecho. Ya hablas igual que uno, aunque claro a tu propio estilo y con un lenguaje espantoso-
-Bueno algún defecto tenía que tener-
-Oye, hay algo que he querido preguntarte luego de que tú y Steve se fueron de Siberia-
Al mencionar a Siberia me dio un cierto escalofrió en el cuerpo y desvié un poco la mirada teniendo un poco de miedo a lo que me fuera a preguntar.
-He querido preguntarte, si tú…-hizo una pequeña pausa poniéndome más nervioso-. Su tú fuiste cogido por Steve.
Que forma tan mas absurda de romper el ambiente, debí verlo venir, por dios es Tony Stark él no sabe ser serio. Me golpee el rostro con la mano y lamentándome por haber pensado algo tan serio.
-¿Es enserio? De todos los momentos posibles, tenías que elegir este para arruinarlo-
-¿Entonces eso es un sí?-
-¡Claro que no!- alce un poco la mano por la pregunta que hizo- ¿Por qué demonios me preguntas eso?
-Es que enserio tenía una curiosidad enorme por saber si había algo más entre ustedes dos-me dio una sonrisa burlona-. Pero enserio ¿Nada?
-Estas enfermo Stark. Steve solo era mi amigo-
-Entonces ¿nadie te ha dado por detrás?-
-No voy a contestarte eso-
-Lo tomare como un si entonces-
-¡Que no! ¿No tienes otra forma de romper el hielo con las personas?-
-No es nada personal, solo me gusta fastidiarte-
-Solo quieres vengarte porque no caí en tu broma de la boca-
-De hecho solo buscaba conocerte un poco más, no soy bueno haciendo preguntas decentes-
-Ya tenía una idea desde hace bastante tiempo-luego de esa pregunta tonta me puse un poco melancólico-. Steve era un buen amigo, no importa lo que pasara, siempre se quedó conmigo.
-Lo sé, te apreciaba mucho-nos regresamos un poco la mirada-. Tanto que prefirió ocultarte de mí, antes de que supiera todo.
Fue ahí donde la broma que había roto el ambiente, había tensado la situación aún más, apreté un poco los puños y di un pequeño suspiro.
-Oye…-
-No tienes que esforzarte-me interrumpió mirando el cielo-. Aún hay tiempo para aclarar todo, al igual que mi broma no fue adecuada para la situación, estas aclaraciones no van de acuerdo al momento; así que, disfrutemos este momento juntos y cuando regresemos a New York digamos todo lo que tengamos que decir ¿De acuerdo?
Me acerque un poco más a él quedando frente a él, tome su mano con mi mano de vibranium y la acerque a mis labios dándole un pequeño beso.
-De acuerdo, todo lo que tengamos lo diremos haya, así que por ahora ¿Me permites bailar contigo?
Me dio una pequeña sonrisa y accedió yéndonos a la habitación que estaba bastante espaciosa, él tomo un pequeño control apretando un botón dejando oír una música lenta, puso su mano en mi hombro acariciándome hasta llegar a mi mano, gire un poco mi mano sujetando bien la mano de Tony y lo acerque más a mí. Alce un poco nuestras manos juntas y con la otra mano tome su cadera empezando a subir mi mano sobre su espalda hasta llegar al cuello, nos separamos un poco haciendo un pequeño movimiento de baile con las manos juntas, dimos una vuelta, lo solté de una mano y le di una vuelta volviéndolo a tomar de la cintura empezando un baile lento.
-No te atrevas a tratarme como una mujer-replico Tony con una sonrisa en el rostro.
-Es tu culpa por ser tan pequeño-le correspondí la sonrisa.
-Maldito mapache de dos metros, si sabes que soy hombre ¿Verdad?-
-Entonces hazme girar señor hombre-
-No te alcanzo, no voy hacer eso-
-Entonces cárgame-
-Pesas una maldita tonelada, apenas si puedo tirarte de un ring-
-Por dios santo, eres peor que una niña ¿seguro que si eres hombre?-
Me arqueo un poco la ceja y me miro con algo de ironía, al parecía había retado a este hombre porque me soltó la mano y con ambas manos me desabrochaba el saco, luego las subió empezándome a quitar el saco, me dio un beso para luego ponerse a mi lado izquierdo siguiendo con hasta la espalda. Puso su barbilla en mi hombro acercando su nariz a mi cuello, podía sentir su respiración dando un pequeño escalofrió que me provocaba un gran fervor ¡carajo! Me hizo querer besarlo más profundo que hace un momento. De la nada me quito el saco arrojándolo al otro extremo de la habitación. Volvió a ponerse frente a mí y puso ambas manos en mis hombros sonriéndome bastante coqueto.
-Así es como suelo ser un hombre, las cosas como cargar y girar te las dejare a ti, yo tengo mi propia manera de ser un hombre-
-Pues me encanta-
Puse mis manos nuevamente en su cadera bajándolas poco a poco hasta su trasero y acercándome a su rostro sintiendo nuestra respiración en nuestros rostros.
-Definitivamente me encanta como eres-
Bailando acorde a la música, quite mi mano derecha del trasero de Tony y esta vez tomando su mano derecha con la mía siguiendo con el ritmo de la música. Separándolo un poco, alce su mano y empezó a darle vueltas en toda la habitación, él puso su otro brazo atrás dejándose llevar por mi junto con la música.
Lo detuve de golpe, volviéndolo a acercar a mi tomando su cintura dejándonos los dos cara a cara haciéndonos reír a ambos, sosteniendo bien empezó a bajar medio cuerpo de Tony hacia delante, rio un poco y solo levanto un poco su pierna derecha. Volví a incorporarlo hacia mí y el me rodeo con su brazo mi cuello acercándome a su rostro.
-Te dije que no me trataras como mujer-sonrió con malicia.
-No te trato como mujer; solo te cargo, porque me gusta tu cuerpo y tu pequeña estatura-
Lo levante de la cadera, el estiro un poco sus piernas y empezó a dar un par de giros con él, cuando empezó a parar, lo baje dándole un gran beso haciéndonos detener. Tony me tomo de la nuca profundizando más ese beso, nos comíamos en ese beso cortándonos la respiración y sintiendo el tiempo detenerse. Solo éramos él y yo.
Luego de unos segundos nos separamos un par de centímetros para recuperar el aliento, Tony sonrió pero no me miro.
-Se acabaron las formalidades ¿verdad?-dijo Tony levantando la mirada para verme.
-Se acabaron hace mucho tiempo-
Solté su cintura tomando su rostro con ambas manos empezando a devorarle los labios mientras que él me acercaba más poniendo su mano en mi nuca profundizando más nuestro beso, en una leve pausa a pocos centímetros de nuestros rostro, Tony susurro algo cerca de mis labios:
-Di mi nombre, como tú solo sabes hacerlo-sus dedos apenas me acariciaron la mejilla pero que lograron hacer que susurrara cerca de su oído.
- Antoshka…-
-Di lo que sientes por mí…-
-¿Cómo quieres que lo diga?-
-Como tú quieras decirlo…-
-Te amo…-
Llegue a pensar que diría algún chiste tonto para el momento, pero no dijo nada, volvió a poner su mano en mi nuca y me abrazo ahora susurrando cerca de mi oído.
-Gracias…-
Quisiera pedir tanto de él, que me amara como yo tanto lo amo, pero por ahora, me conformare con esto y lo amare por los dos, para que el temor de amar, desaparezca por siempre de su mente.
Ya estando cerca de la cama, Tony apago las luces con el control mientras yo entre besos y caricias desesperadas nos dirigimos a la cama. Senté a Tony en la cama, soltando sus labios, baje mis besos hasta su cuello y al mismo tratando de desabrocharle su camisa.
-No la rompas…-susurro cerca de mi oído.
-¡Carajo!-escucharlo susurrar con esa voz tan sensual me vuelve loco, me importo un carajo su camisa y la termine rompiendo-. Enserio tienes que dejar de hablarme así o te vas quedar sin ropa que vestir.
-Eso lo podemos solucionar-
Me tomo de las mejillas volviéndome a devorándome los labios quitándome la camisa y lanzándola a un lado de la habitación. Luego de los labios, me empezó a besar sin fervor el cuello llegando hasta mis pezones empezándolos a lamer de uno a uno; sin poner resistencia, solo me dejaba llevar por esas deliciosas sensaciones que tenía al sentir su lengua sobre mi cuerpo.
Seguía recorriendo mi cuerpo con su lengua llegando a mi ombligo, introdujo su lengua hasta el tope haciendo que arqueara hacia atrás sosteniéndolo del cabello.
-Ahhhh… Antoshka…-jadeada de manera ronca tratando de alzar la voz.
¿¡Cómo podía ponerme tan duro si solo puso su lengua en mi ombligo!? ¡Ni siquiera es mi pene y juro que ya me quiero venir con esto carajo! ¡Están bueno! Por breve momento paro, mirándome desde abajo con una sonrisa bastante descarada.
-Estas muy sensible hoy-se burlaba mientras tocaba mi gran bulto de mis pantalones.
-¿De quién carajos crees que es la culpa?-tenía la respiración un tanto cortada.
-Tienes una boca muy sucia-me desabrocho la bragueta, susurro-. Pero es lo que más me encanta de ti
Me bajo los pantalones junto con mi ropa interior hasta el suelo, empezando a besar y lamer mis caderas, ponía sus manos atrás de mi acercándome más a su boca y aunque aún no me tocaba el miembro, yo ya estaba duro. Duro, como una jodida piedra. Puse mis manos en el cabello de Tony acariciándolo y el de inmediato puso la punta de mi pene en su boca lamiéndolo provocando que arqueara la cabeza hacia atrás.
- Antoshka…-
Me volvía loco sentir su boca en la punta de mi miembro mientras que su mano derecha me masturbaba y la otra masajeaba los testículos. Era un maldito mar de sensaciones que no sabía en qué momento acabaría. Se detuvo volviendo a recorrer mi cuerpo abajo hacia arriba llegando a mi boca, volviéndome a besar con toda su intensidad, lo sostuve de las mejillas para hacer perdurar ese beso.
Ya no pude resistirme más a la tentación y aun con el beso empuje a Tony hacia la cama casi recostándolo, perdidos en la éxtasis de nuestros besos, no perdía el tiempo, quitándole los pantalones y con la demás ropa encima arrojándola a lado de la cama. Completamente desnudos, el paro los besos volviendo a lamer mi cuello llegando a mis pezones, me mordió haciendo me gemir y molestándome un poco con él, el me miro con todo el maldito descaro del mundo.
-¿Te dolió?-
Lo tome de los hombros acostándolo con brusquedad hacia la cama, el quedo un poco sorprendido pero no parecía incomodo hasta me sonrió, solté sus hombros y ahora sostenía sus muñecas con firmeza mirándolo bastante serio.
-Créeme que a ti te va doler más-
-Lo he esperado desde hace tiempo, como te dije estaba esperando a que me partieras en dos-
-¡Deja de tentarme carajo!-
Volvieron esos deliciosos besos, regresando a su boca y descendiendo por su cuello, ¡en serio lo iba hacer pagar por haberme dejado así de duro carajo! Lamia su cuello y al mismo tiempo escuchaba esa deliciosa voz pedirme más.
-Ahhh…James…Ahh…-
Lamia devorando ese cuello, seguí bajando hasta su pecho empezando a lamer y morder sus pezones deleitándome con su sabor, solté sus muñecas para esta vez tomarlo de la cintura para poder acercarlo aún más a mí.
-James…-
En verdad amaba la forma en como decía mi nombre, sacaba ese maldito animal salvaje de mi interior. Sentí las manos de Tony sobre mi cabello aferrándose, pero me sentía tan dominante al oírlo tan suplicante que le quite las manos de mi cabello sosteniendo sus brazos con firmeza a la cama mientras mi lengua seguía descendiendo hasta su cadera lamiéndolo con lujuria.
-James… ¡Mas! ¡Mas!-
Quería sentirlo en todos los aspectos, puse mis manos sobre su pecho tocándolo de arriba abajo, me detuve en sosteniendo sus hombros con firmeza y metí su miembro completo a mi boca.
-¡Ahhh!-
Oía su respiración cortada y sentía su cadera envistiendo mi boca, su miembro se ponía duro conforme lo masturbaba con mi boca, solté mí sus hombros y ahora sostenía su cadera.
-¡James! Ya…no…-
Podía sentir el líquido pre seminal saliendo de su miembro, lo solté de mi boca y ahora los masturbaba con mi mano mientras mi lengua lamia.
-¡James por favor espera!-
Aunque me decía espera, su cuerpo y sus manos siempre dicen lo contrario. Su cuerpo se entregaba al placer de mis manos y sus manos me suplicaban que no me detuviera.
-¡James!...Ahhh…-
Levanto la cadera y se vino en mi mano, lamí el resto de su esencia volviéndolo a meter en mi boca, solo podía oír la respiración de Tony un poco cortada.
-Tú también este muy sensible hoy-
-La noche anterior créeme que contuve mucho y era porque no quería que Quill me escuchara-
Oír el solo nombre de ese imbécil de la boca de Tony me cabreara como loco, volví a ponerme sobre Tony mirándolo molesto.
-No vuelvas a decir el nombre de otro hombre estando conmigo Stark-
-Ahora mismo no pienso en otro hombre que no seas tú-
Comiéndonos a besos, con el poco semen que tenia de Tony en las manos, metí dos de mis dedos dentro de él haciendo que casi se ahogara con el beso. Moviéndome a su ritmo, dilataba su entrada lo más profundo que podía, ya estaba en un límite bastante corto, quería penetrarlo con todas mis putas fuerzas.
-¡Al carajo!-
Me canse de esperar, saque mis dedos de su interior, levante sus piernas recargándolas en mis hombros y con toda mi lujuria a flor de piel me enterré en el interior de Tony provocándole un gran gemido que se escuchó en toda la habitación.
-¡Idiota! Duele…-podía oír su respiración cortada y sentir mi miembro apretado en sus paredes. Lo tome de las mejillas acercándolo a mi cara.
-¡No pienses en eso!-tenía la respiración agitada-. Solo mírame, mírame y no dejes hacerlo, te prometo que ese dolor se ira-
-Deja de tratarme como virgen, como si fuera la primera vez que hacemos esto pero ¡Carajo! No pudiste ser más lento-
-Ya te lo dije, no pienses en nada mas, solo mírame y no dejes de hacerlo-ambos seguíamos con la respiración agitada, pero el suspiro un poco cortado y asintió la cabeza.
-Está bien…-
-Bien, relájate…-
Lentamente metía mi miembro hasta el fondo, podía oír sus roncos gemidos, ver sus manos aferradas a las sabanas y sentir su cuerpo apretarme. Con mi propio cuerpo, empujaba las piernas de Tony contra el sin dejarlo de mirar ni un solo segundo.
-James…-
Sus gemidos se volvieron más agudos, su rostro de dolor estaba desapareciendo volviéndose más suplicante y sintiendo más relajado su cuerpo. Seguía moviendo así como el cuerpo me lo permitía, empezándolo a envestir con más fuerza y aumento la velocidad así como Tony me lo suplicaba con la mirada. En una de esas embestidas volví a su rostro volviéndolo a besar, volviéndonos a devorar en esa lujuria que habíamos creado los dos en este instante.
- Antoshka…-me separe un poco de él para poder susurrarle eso cerca de sus labios y al poco momento volverlo a besar.
Separándome un poco de el por la falta de aire, quería separarme un poco más para envestirlo con más fuerza, pero él me tomo del rostro volviéndome acercar a él.
-Dilo de nuevo…-
- Antoshka…-
-Definitivamente me encanta como lo dices…
Puso sus manos sobre mis hombros hasta llegar a mi espalda haciéndome perder el control de mi cordura envistiéndolo con todas mis fuerzas, sus gemidos y gruñidos los oía a todo pulmón de su boca, de igual manera él me acercaba a su rostro para besarme, enredando sus dedos en mi cabello.
Lo sentía venir ese delicioso orgasmo, seguía aumentando la velocidad y la fuerza para poder terminar, no era el único con ese deseo, él estaba igual de duro que yo. Iba a sacar mi miembro para poder masturbarme con el suyo, pero con su mano derecho no me dejo apretándome de la cadera.
-No te salgas…-
-Pero…-
-No importa, de todos modos- sonrío con descaro-. No vamos a salir limpios de esto… -me tomo de la cadera con ambas manos-. Así que, terminemos juntos…
Completamente entregados a la pasión y a la lujuria; lo abrace, lo bese y lo envestí con toda el deseo del mundo.
-¡James! ¡Más fuerte! ¡Mas!-
-¡Antoshka! ya tebya lyublyu…-
-En español…-
-Te amo…-
Me atrapo el cabello con ambas manos envolviéndome en sus deliciosos besos, de la misma forma envolví mis manos en sus cabellos volviéndome loco en labios comiéndolo con todo el fervor del mundo.
Con nuestros rostros uno encima del otro, sintiendo nuestras respiraciones y esa fuerte lujuria apoderado de mis embestidas
-¡James! Ya no… ¡Ahhh!
-¡Ahh!-
Mi cuerpo ya no resistió viniendo en él y Tony hizo lo mismo dejando su esencia en mi abdomen, volviendo a regular nuestra respiración dejando caer sus piernas y recostándome en su pecho dejándome oler ese agradable aroma de él.
-Oye, creo que prefiero que te contengas un poco-
-No puedes quejarte cuando tú mismo lo pediste-
-Al menos pudiste prepararme más, siento que la cadera se me cae-
-Entonces…-mire a Tony con una sonrisa descarada-. ¿Eso fue todo?- me correspondió con la misma sonrisa descarada.
-Claro que no, pero dime ¿Para ti fue todo?-
-Por supuesto que no-me levante un poco quedando cara a cara frente a él-. Definitivamente disfrutare cada minuto contigo, Antoshka…-
-Yo también, James…-
CONTINUARA...