Ahora la puerta se había derrumbado de golpe, varios hombres entraron a la habitación apuntándome con sus armas a nada de atacar.
-Ponte esto-el soldado le dio sus googlees oscuros a Tony.
- ¿Por qué? –
-No quiero que veas-le puso los googlees a Tony- no quiero que veas sangre.
- ¿Mapache? -pregunto nervioso.
-Descuida-se levantó cargando a Tony con el brazo de metal- yo protegerte, tú cúbrete en mí y por más balaceras que oigas, no mires al frente.
-Está bien-
El pequeño Tony se abrazó del cuello del soldado, se cubrió el rostro en el pecho del mismo y dijo:
-Cuídate, mapache-
El soldado ya no respondió, miro todos los soldados de los 10 anillos y sin previo aviso, empezaron a disparar, el soldado del invierno lanzo una mesa de metal que estaba lado suyo derribando unos cuantos hombres, ahora arrojo una granada aturdidora detonándola enseguida, aquellos hombres quedaron aturdidos, ahora el soldado del invierno tomo una de las armas empezando a disparar a todos los hombres. Todos murieron al instante y mientras el soldado salió de la habitación.
- ¿Estas bien? – pregunto el pequeño Tony.
-Si-respondió
-¿Habrá más?-
-Si-
- ¡Jarvis! -dijo angustiando- Hay que buscarlo.
-Ir por él-
Mas soldados aparecieron por ambos extremos de los pasillos, él con su mano empujo la cabeza de Tony a su pecho.
-No veas y no voltees-
-Tú puedes-
Con pistola en mano, el soldado del invierno empezó a disparar al extremo derecho y al otro lado, otros hombres iban con la intención de matar.
-Sostente-dijo el soldado.
El pequeño Tony se aferró al cuello del soldado con todas sus fuerzas y enlazo sus piernas a la cintura del mismo. Con la otra mano libre, el soldado saco su navaja militar y dio un ataque al primer hombre que se le acerco. Cortes, disparos y sangre eran esparcido por todo el lugar, todo el pasillo se llenaba de cuerpos sin vida, el soldado seguía avanzando para buscar al hombre llamado Jarvis.
-Jarvis…-susurro el soldado.
- ¡Soldado! –
Se oyó una voz femenina en la cabeza del soldado, era el de su intercomunicador, al percatarse respondió:
-Recibo ordenes-
Era la voz de la agente Carter quien hablaba, seria volvió a responder:
- ¡Soldado! Sal de lugar, Jarvis ya está a salvo, tu eres el que ya está acorralado, varios hombres de los 10 anillos te están atrapando en la mansión, si no sales de la mansión ahora vas a…
Antes que Carter terminara de hablar, una bomba estallo, haciéndolo volar, antes de caer protegió al pequeño Tony con su cuerpo cayendo contra el suelo.
- ¡Mapache! -grito Tony.
Se oyó un pequeño quejido del soldado por el golpe y aun así, se levantó como si nada volviendo a cargar a Tony.
- ¡Soldado! -grito Carter.
- ¡Si! –
- ¡Sal de ahí! Esos tipos pretenden hacer volar la mansión y ya empezaron quemándola-
El fuego ya podía verse a las afueras de la mansión, más hombres de los diez anillos empezaron a salir de todas partes para matarlo.
- ¡James! -grito nuevamente Carter- ¡Te lo ruego! ¡Sal de ahí! Y por favor…-se oía suplicante- salva a Tony…
Incluso aunque no fuera orden, el soldado del invierno tenía toda la intensión de proteger a Tony, aunque eso signifique morir en el intento.
- ¿Mapache? -pregunto nervioso Tony.
-An…-susurraba el soldado- Anthony…
Los hombres dieron una señal clara de ataque, empezando los disparos y corriendo directo a ellos, en menos de un segundo el soldado abrazo a Tony y salto por la ventana saliendo de la casa algunos metros. El soldado no le dio tiempo de nada, empezó a correr alejándose lo suficiente con Tony y ya algo lejos dejo al pequeño en el suelo.
- ¿Mapache? -volvió a preguntar.
-Tú quedar-respondió sorprendiendo a Tony- yo pelear.
-No-dijo angustiado- te van a matar
-No, yo protegerte, yo cuidar, yo…-acaricia la mejilla de Tony- te quiero.
- ¡No! -tomo la mano del soldado- Quédate.
-Yo cuidar y proteger…-
-Pero…-
-No te quites los googlees-
El soldado volvió a dirigir la mirada a la mansión, viendo como todo el lugar estaba en llamas, varios hombres de Abdías seguían adentro buscándolos y los que vieron que salto, brincaron por la ventana corriendo directo a él. El soldado ni siquiera se inmutaba, tomo su arma y su navaja esperando el ataque de esos tipos, empezaron a dispararle, él se cubrió con su brazo de metal y con el otro brazo seguía disparando a todos los demás hombres.
Atacaba sin piedad, mataba con frialdad y peleaba por cuidar a su pequeño Tony, bañado en sangre de aquellos enemigos que quieran matar a su querido Tony. El pequeño Tony se quitó los googlees oscuros mirando el panorama desalentador, su casa incendiarse y su mapache peleando como un completo desquiciado.
-Mapache…-dijo un poco angustiado.
Aunque el soldado podía pelear contra todos esos hombres sin problema, siempre había un límite y estaba más cerca de lo que creía, fue un breve descuido uno de esos hombres lo apuñalo en la espalda cerca del hombro derecho, aun así, el soldado logro matarlo volándole la cabeza de un disparo. Él se quitó la navaja de la espalda, pero la herida era profunda apenas podía mover el brazo.
- ¡Mapache! -grito Tony.
En cuanto Tony grito, un golpe lo noqueo, uno de esos hombres había llegado hasta él, golpeándolo en la cabeza.
-Maldito mocoso-dijo ese hombre.
El soldado al voltear quedo horrorizado al ver a su pequeño inconsciente y con varias hileras de sangre en la cara. No podía creer el descaro de ese hombre hablando por su comunicador como si nada, fue en ese instante que el soldado del invierno había perdido el control por primera vez.
-Moy malen'kiy kotenok ...” Mi amado gatito”- dijo el soldado respirando de forma agitada- ¡Tony!
Grito con desesperación abalanzándose contra el hombre, teniéndolo sometido, el soldado le rompió el cuello, más hombres salieron de todos lados contra él, a pesar de que tenía una herida severa en la espalda la adrenalina en su cuerpo lograba que se moviera y la furia de ese instante le decía incesantemente en todo momento “Mátalos y no dijes a nadie vivo”.
Ahora los recuerdos seguían haciéndose más claros, esa noche fue larga y cuando acabo, yo caí rendido de rodillas en el suelo, rodeado por cientos de cadáveres, las llamas de la mansión se habían disipado quedando solo una gran nube de humo negro en el cielo, el pequeño Tony aun seguía inconsciente y el soldado respiraba de forma agitada a cada segundo.
- ¿Soldado? –
Escucho la voz familia de aquella mujer, era Carter que estaba frente al soldado con Tony entre los brazos.
-Tony…-susurro.
-Buen trabajo soldado-dijo seria.
-Tony…-empezó acercarse a Carter.
- ¡Alto ahí! -alzo la voz sorprendiendo al soldado- no puedo permitirte que lo toques con esas manos.
Él se miró las manos manchadas de sangre, las volvió a bajar al igual que su mirada, ni el mismo se permitirá tocar alguien tan inocente y puro como Tony.
-Llevare a Tony al hospital, debes regresar al cuartel y luego te daré tu última misión ¿Entendido? -
-Si…-
Carter se alejó con el pequeño Tony en brazos dejando al soldado solo en aquel lugar, luego de ese instante seguí las instrucciones de Carter, me resguarde en los cuartes ocultos de S.H.I.E.L.D., pasaron horas y recuerdo que el soldado solo tenía en la mente, ¿si Tony estaba bien? En el momento menos esperado, Carter apareció acercándose al soldado.
- ¿Soldado? -pregunto Carter.
- ¿Tony? ¿Está bien? –pregunto el soldado.
-Por suerte-dijo un poco aliviada- no fue algo grabe, fue un golpe fuerte, pero nada de peligro, para él claro -sonríe- gracias por salvarlo
La sonrisa de Carter desapareció al ver la mirada fría del soldado, ella sabía que su misión había acabado, había acabado con todos los sujetos de Abdías y que luego del incidente con este soldado, serían muy estúpidos para volverlo atacar. Así que, una vez terminada su misión, él regresaría a la habitación de congelación, ese era el trato que Zola le dio para utilizar al soldado del invierno.
-James…-dijo un poco agobiada- ¿Quieres verlo?
El soldado ya no hablo, solo asintió la cabeza y ella lo tomo como señal para visitar a Tony. Arreglo al soldado lo mejor posible para que lo dejaran pasar y en menos de una hora, Carter junto el soldado habían llegado al hospital, entre pasillos llegaron a la habitación de Tony, el soldado miro por la ventana a su pequeño dormido en cama con una venda en la cabeza, podía sentir el alivio del soldado de verlo. Carter miro al soldado aliviado y miro al cuarto de Tony poniendo su mano en el vidrio.
-En general…-dijo- está bien, aunque el doctor dice que debido al golpe Tony perdió una parte de su memoria, perdió la memoria de 2 años al parecer, lo que quiere decir que él no te recuerda.
Aunque el soldado no dijo nada, podía sentir como su alma le era destrozada, la única persona que lo vio como una persona, ahora ya no lo recordaba.
-Yo creo que es lo mejor. Esos tipos de Abdías hicieron muchos estragos a su alrededor y que además vio demasiadas muertes, es algo que prefiero que él olvide-desvía un poco la mirada- lo lamento.
Aunque el soldado quería que Tony siempre lo recordara, él sabía que lo mejor sería olvidar porque así, no tendría que ser un mal recuerdo en la memoria de su pequeño.
-Está bien-dijo el soldado sorprendiendo a Carter- así, no tendrá que sufrir por mí. Quiero que viva feliz.
-James…-susurro angustiada y sonríe- lo intentare -pone su mano en el hombro- hay que irnos.
Esa fue la última vez que vi al pequeño Tony, ahora recordaba esta misión con toda claridad, Carter a pesar que estaba traicionando a Steve de algún modo por saber de mi existencia, prefirió salvar a su hijo de ella y de Howard rompiendo su propia ética. Lo protegía de los 10 anillos y lo logro, a pesar de los métodos que tuvo que utilizar. El soldado se había enamorado de ese pequeño y lo protegió como nunca lo había echo por alguna otra persona, desapareciendo de la memoria de Tony, solo para mantenerlo a salvo.
Todos esos recuerdos vuelven a mí y puedo decir, que incluso sin ser el soldado del invierno, yo hubiera protegido a Tony justo como lo estoy haciendo ahora.
-Bucky…-
Al parecer el sueño había terminado, podía escuchar la voz de Tony, abrí los ojos y ahí estaba el recargado en mi pecho mirando con una sonrisa bastante lasciva.
- ¿Dormiste bien mapache? -dijo en burla y le correspondí la sonrisa.
-Mejor que nunca-
Puse mi mano en su cintura y solo nos acurrucamos entre nosotros, simplemente el tiempo era solo de nosotros. Aunque ahora, sé que este sentimiento nació mucho antes de saberlo, me pregunto si…
-Tony…-dije- ¿Puedo preguntarte algo?
-Si-dijo bromeando- no me puedo levantar por tu culpa -solo me reí.
-Bueno también quería preguntarte, sobre otra cosa-
-Dime-
-Tu…-
Como debería preguntarle que, si vagamente puede recordarme como el soldado del invierno en su infancia, quizás…
- Tú ¿Tuviste un mapache de mascota? –
- ¿Qué? -pregunto confundido- ¿Por qué preguntas algo así?
-Se que es tonto, solo quiero saberlo-
- ¿Por qué? –
-Nat me dijo algunas cosas sobre ti y me dijo ese pequeño detalle-
-Es raro, usualmente esa información ni S.H.I.E.L.D. la sabría, aunque actualmente ya no sé qué es secreto y que no-
- Entonces ¿no? –
- Lo tuve, hace muchos años. Lo raro es que casi no recuerdo a ese mapache, siento que era una mascota apreciada, aun así, no tengo muchos recuerdos de eso-
- ¿Tenia nombre? –
-No, no que yo recuerde. Solo sé que no hacía mucho ruido y que siempre jugaba conmigo, creo que es todo ¿Por qué de tantas cosas te dio curiosidad de un mapache? –
Tal vez no tiene un recuerdo claro de él soldado del invierno, pero sabe que era alguien muy especial para él, creo que con eso me conformo.
-No es nada en especial-sonreí- solo que hubiera sido algo lindo verte juguetear con un mapache.
-Tú me recuerdas a uno, aunque realmente ahora te veo como un lobo hambriento que como un mapache-
-Creo que soy más de ambos, tengo la astucia de un mapache y la lealtad de un lobo-
-Serias un hibrido muy raro-
-Ya lo creo-
Creo que ya no es necesario que le diga este momento del pasado, porque al final todo nos lleva al mismo escenario, donde yo soy el mapache de Tony y Tony es la misión que siempre prevalecerá.
Los momentos que pasábamos juntos realmente eran únicos, luego de tanto caos y agonía en nuestra vida, estos momentos de paz eran realmente preciosos para nosotros.
Queríamos pasar todo el tiempo juntos, aunque no solo en una cama, así que ambos nos levantamos y nos metimos al baño. Ciertamente era una de mis fantasías tener sexo en la bañera, aunque la realidad fue otra, solo me senté en la tina con poca agua y atrás de mi estaba Tony sentado en la orilla de la tina con los pies en el agua y con las manos en mi cabello empezándome a bañar. Bueno realmente no me puedo quejar, tuvimos sexo mañanero y no estuvo nada mal, supongo que podía darle ese gusto ahora.
-Sabes…-dije tranquilo- cuando dijiste vamos a bañarnos, pensé en otra cosa.
-Deberías llamarte mejor “Capitán calenturiento”, te queda mejor que Capitán América-dijo mientras ponía champo en mi cabello- ¿Qué solo piensas en eso?
-No-cerré los ojos disfrutando del baño- a veces pienso en juegos previos, no lo sé, crema liquida.
- Y que parezca un rollo de canela ¿no? -rio- Shuri te dio demasiadas ideas Barnes.
-Tengo mis momentos-
-Siempre los tienes- tomo la regadera móvil y empezó a enjuagarme el cabello- tienes el cabello muy largo.
-Había pensado cortarlo hace tiempo y con todo este desastre no he tenido tiempo para cortarlo-
- ¿Quieres que yo lo haga? –
- ¿Sabes hacerlo? – abrí un poco los ojos.
-Claro-empezó acariciar mi cabello- solo hay que cortar un poco aquí -sentía la yema de sus dedos acariciar mi cuello- arreglar un poco por aquí -ahora tocaba atrás de mis orejas acariciando de forma lenta y suave- y quizás… -ahora ponía sus manos en mis mejillas- un poco aquí… -susurro-
Abrí un poco más los ojos, me volteé frente a él mirándolo y él tenía una sonrisa bastante lasciva, al igual que yo.
- ¿Me esas tentando? -pregunte.
- ¿Crees que eres el único que tenía estas fantasías? –
Definitivamente amo cada segundo que paso con él, podemos ser los más cursis y melosos del mundo, siendo al mismo tiempo los más descarados y lujuriosos del mundo. Lo jale de la cintura metiéndolo a la tina.
-Por tu culpa-dijo Tony- tengo la ropa interior mojada.
-Se iba a mojar de todas maneras-
Con mis manos sumergidas en el agua, le quito la ropa interior dejándola aun lado, tomándolo de la cintura, lo bese que con el mismo fervor que le tuve esta mañana, jadeando en todo momento.
Tony sumergió su mano derecha tomando mi miembro empezándolo a masturbar, mientras seguía besándome y yo acariciaba con descaro sus nalgas.
Me recargue al otro extremo de la bañera, aprisionando a Tony entre mis brazos alrededor de sus caderas, nuestros miembros no dejaban de rosarse gracias a las manos de Tony que los mantenían juntos. Volvía ese incesante calor en nuestro entorno, aunque fue agua helada, el calor nunca bajaría para nosotros. Ahora lo abrazaba poniendo mis manos en su espalda y susurrando:
-Te amo, Antony…-
-Te amo…-ahora me abrazaba recargándose en mi cuello.
Tony se sobresaltó un poco, al sentir mis manos nuevamente en sus nalgas y esta vez mis dedos ya estaban en su entrada, me abrazo con más fuerza moviendo las caderas con más rapidez frotando nuestros miembros entre si una y otra vez, respirando de forma agitada en mi oído.
-Ah…aah…James…-gemía con tanta suplica- James, ya no…
-Espera…-
Lo cargue de las nalgas un poco y acomodándolo bien, lo empotre, él se aferró a mi espalda, podía escuchar su respiración cortarse.
-Veo que ya estabas impaciente-rio con dificultad.
-No tienes idea- gemí un poco- ahora…
- ¡Aun no! -me recargo a la pared de la bañera- quiero hacerlo yo ahora.
Quede un poco sorprendido, puso sus manos en mis hombros y comenzó moverse marcando un ritmo, comenzando lento y luego tomando velocidad. Me sentía bendecido, admirando como Tony se movía con fervor y lividez, jadeaba de una forma tan excitante que ya no podía resistirme más, puse de nuevo mis manos en sus caderas moviéndolo con más rudeza, gruñía y jadeaba con descaro, la sensación bajo el agua era gloriosa. Tras un par de duros movimientos me vine dentro de él, ambos suspiramos agotado, aun unidos y abrazados.
-Sabes…-rio agotado- de nada nos sirvió el baño.
-Si creo que no-
Lo agarré con firmeza levantándolo de la bañera, lo sostuve de las piernas y lo senté al borde de la tina saliendo ya de la misma.
-Tendremos que bañarnos de nuevo-
-De acuerdo-sonrió y tomo la regadera móvil- pero tú me bañaras ahora.
-No era lo que esperaba, aun así estoy satisfecho-
Estando juntos, el tiempo y los demás a ambos nos importa un carajo, gracias al cielo que Nat no está para interrumpirnos. Luego de algunos minutos terminamos de bañarnos, el primero en salir del baño fue Tony saliendo del cuarto de baño, yo me tome mi tiempo para bañarme más tiempo, además sería mejor que primero se cambiara él, porque si vuelvo a verlo desnudo volvería a saltarle encima.
Ya luego de un rato por fin salí del baño, Tony ya no estaba en la habitación, no le di importancia y me cambié como si nada. Ya cambiado, me percate de una nota en el escritorio, era de Tony y decía: “Ve al laboratorio, es importante” era una nota bastante cortante ¿le habrán dicho algo nuevo de Hydra?
Hice caso omiso a la nota de Tony, baje al laboratorio, estaba oscuro, no podía ni notar que hora era afuera, llegue al laboratorio y apenas había luz.
- ¿Tony? -pregunte confundido.
-James-escuche la voz de Tony con seriedad y de la nada una silla extraña se ilumino- siéntate.
Esto ya me estaba poniendo nervioso, hasta me hacía dudar si hacerle caso o no, me acerqué a la silla y me senté con duda.
-Tony ¿Dónde estás? ¿Qué es todo esto? –
Tony apareció entre la oscuridad del lugar, calmándome con su presencia, aunque inquietándome con su seriedad.
-Tony-dije nervioso- ¿Qué pasa? -
-James…-dijo serio y se veía agobiado- ¿Tu confías en mí?
Esa pregunta salió de la nada ¿Por qué me pregunta eso? Suena como “Ha Stark se le da mucho por guardar secretos a sus compañeros” “Mientras tu confías ciegamente en esa mente artificial, ella está dando información a Stark que podría utilizar en tu contra” igual que esa maldita de Sharon o como esa zorra de Everhart “No pudo evitar ¿Qué murieran más vengadores?” y digan lo que digan, no cambiara absolutamente nada, porque yo…
-Si-conteste serio- incluso podría confiarte mi propia vida.
- ¿Aunque tuviera que lastimarte? –
-Si eso te pone en a salvo-tome su mano- no me importaría morir por ti.
Él seguía serio, retiro su mano ahora poniendo ambas manos en mi rostro y recargaba su frente con la mía.
-James…-susurro- le jure a Steve que te salvaría y para hacerlo, tengo que hacerte daño.
-No te entiendo-
-Solo te diré, que esto va mas haya de mi promesa con Steve, esto lo estoy haciendo por ti y por todo el amor que te tengo-se retiró.
Todo el laboratorio se ilumino de golpe, estaba Shuri en una de las computadoras de Tony, ella estaba muy seria al verme.
- ¿Shuri? -pregunte en shock.
-James…-volvió hablar Tony ahora apretando unos botones de las computadoras, que hicieron que varios grilletes salieran de la silla inmovilizándome-juro que voy a salvarte.
-Tony…-dije ansioso- ¿De que estas hablando?
Shuri se acercó a Tony con un libro rojo con una estrella negra, que solo de verlo me puso en pánico.
-Tony-suplique- te lo ruego, suéltame…
-Te amo…-tomo el libro de las manos de Shuri- no lo olvides.
- ¡Tony! ¡No! –
CONTINUARA...