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Las reglas son para romperse por Kuro081298

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Notas del fanfic:

Esta historia es creada por mi. Se puede encontrar en otro lugar como en Wattpad con el mismo nombre de usuario. Asi que si se encuentra publicada en otro lugar es sin mi permiso. 

Gracias 

Isabel

Desde hace tanto tiempo las criaturas nunca han sabido convivir con los humanos, no importa cuantos acuerdos querían hacer, alianzas, contratos, siempre nos veían cómo demonios, pero ese no era el gran problema. El problema eran los vampiros y los licántropos. Tal ves las brujas y brujos mantenían discreción y trataban de mezclarse con los demás, después de todo eran quemados si eran descubiertos. Sin embargo los vampiros y licántropos eran menos discretos con su existencia por su rivalidad entre ellos, nunca se llevaron bien unos con otros.

Hace 300 años hubo una gran batalla entre licántropos y vampiros. Dejando múltiples muertes, no solo vampiros y licántropos, sino brujos y hasta humanos. Se le llamó, la gran masacre. Desde entonces los vampiros, licántropos, brujos y humanos acordaron formar una alianza para evitar de nuevo esta gran masacre, se decidió poner 3 acuerdos:
• Mantener el secreto de la existencia de lobos, vampiros y hechiceros a los humanos (pocos humanos conocerían de su existencia, pero estos solo deberían ser los grandes líderes).
• El asesinato seguido de varias especies, ya sean humanos, vampiros, etc.
• Romper la alianza establecida

Se mantendría el secreto ya que había humanos que no estarían preparados para tal revelación, habría caos, así que se guardó el secreto. Solo a los líderes humanos se les diría el secreto.

Los vampiros consumían sangre humana para sobrevivir y para ello se les controlaría el consumo de sangre. No podían morder humanos, se les controlaría dándoles una cierta ración de sangre de un hospital en específico. Era peligroso morder a un humano, ya que un vampiro cuando ingiere sangre fresca de humano puede desprender un veneno por la adrenalina, convirtiéndolo en vampiro.

Cualquiera que rompiera estás tres reglas sería condenado a un juicio, para ello se creo una organización que se encargaría de estos asuntos, se llama la gran orden (LGO).
Y así fue como la tranquilidad y paz perduró, lo problemas que alarmarían al mundo los limpiaba la LGO, para que no perturbara la tranquilidad.

Mi nombre es Isabel Cavaliere, soy un vampiro que ha sabido mantener un estatus muy alto, y no por mi clan sino por mi trabajo y acciones. Trabajo en la LGO, pero como en cada organización hay varias áreas que cubrir, estaba en la más alta, los asuntos importantes que atender y todo gracias a mi hermano Sebastián. Él es mayor que yo y me enseñó todo lo que se para alcanzar un puesto debido en la organización. Estoy en mis 125 años, soy muy joven, mi hermano ya tiene 200 años, ha vivido más tiempo que yo.
Mi pasado es algo a lo que no le tomo mucha importancia. Antes era humana y mis padres murieron en un incendio, fue cuando conocí a mi hermano, él me rescato y me convirtió en un vampiro a determinada edad. Siempre lo he visto como un padre para mí pero el siempre me ha dicho que lo trate como un hermano, en fin, mi vida es genial, no puedo pedir más, me tomo mi trabajo muy enserio.
- Hermana, que bueno que estés trabajando duro – decía mi hermano entrando a mi oficina.
- Hermano, que bueno es verte, ¿terminó la reunión? – decía mientras dejaba los archivos que me encargaron revisar.
- Si, me dieron nuevas instrucciones, tus tareas cambiaran – me dio un archivo. Cuando lo leí me sorprendí.
- ¿Es en serio?, no me pueden asignar algo tan tonto, soy un rango mayor, necesito las tareas difíciles – decía enojada y alterada.
- Lo sé, se que te lo mereces, pero creen que fue riesgoso lo que hiciste la ves pasada, debes cumplir con la tarea o te bajaran el área en el que estás – decía serio.

Si, dije que tenía un estatus honorable pero no lo pude mantener por el error que cometí la misión pasada.

Era el caso de un vampiro que violaba y luego se comía a sus víctimas, ya habían sido varios asesinatos. Su cómplice era un humano muy listo, ya que nunca dejaba rastro después de que se iban. Hasta que un día falló en un cálculo y pudimos dar con él. Yo lo había encontrado, pedí refuerzos ya que un vampiro que toma sangre humana constantemente era muy fuerte para alguien como yo, sin embargo no pude soportarlo cuando escuché gritar a una chica. No podía dejar que muriera. Así que entre deprisa y salve a la chica, pero el vampiro aprovechó la oportunidad para escapar. Ese día salvamos a 10 chicas pero el vampiro escapó junto con su cómplice que probablemente nunca dejaría de nuevo el mismo error. Gracias a ese acto de irresponsabilidad me suspendieron 1 semana entera y otras 2 semanas archivando casos, pero eso no era todo, me dieron una misión tan simple que me sentí ofendida.
- Deberás aceptarlo hermanita, es una orden directamente de los líderes, así que cumple la misión y regresaras a las tareas emocionantes – me dedico una mirada de felicidad que siempre me motivaba.
- Está bien – dije resignada y revisando los archivos una vez más.

Me encontraba afuera de una cabaña muy simple, estaba alejada de la civilización en lo profundo del bosque, vieja, con mucha vegetación y fauna al rededor, era el lugar perfecto para un licántropo y de eso trataba mi misión. Una mujer lobo adolescente que se había quedado sin tutor, mi deber era cuidar de ella como su nueva tutora ya que aún no se sabía controlar y alguien debía enseñarle.

Se estarán preguntando, ¿Por qué carajos no enviaron a un lobo?, bueno se supone que la mayoría o está ocupado en misiones o con sus manadas, son muy familiares.
Alguien me estaría supervisando y era mi gran amiga Sofía, era una loba y sabía mucho de estas cosas, pero debía estar al pendiente de su manada así que yo también la supervisaría cuando ella no pudiera.

Camine hasta la puerta de la pequeña caballa, di tres golpes, después de esperar un rato me abrió Sofía y me dio un fuerte abrazo.
- Mujer de hielo, me alegra verte – dijo con una sonrisa enorme.
- Ugghh me abrazas de más, además apestas demasiado, deberías darte un baño – decía alejándola.

Los lobos al ser como perros son muy sucios, así que en ocasiones su olor no era tan agradable para lo vampiros.

- Oh vamos sé amable, hace tiempo que no te veo – decía mientras se adentraba en la cabaña – vamos entra – ella entró con normalidad, pero yo me quedé afuera.
- Olvidas que solo me puede invitar el propietario – decía mirándola molesta.
- O cierto, que ustedes necesitan invitación – decía riéndose – ¡hey Nicole!, ¿dejas entrar a tu tutora? – decía gritando al segundo piso donde seguramente se encontraba la chica.
- ¡No!, ¡ya te lo dije, no necesito que me cuide un chupa sangre! – decía una voz molesta.
- Vaya modales – decía mirando a Sofía.
- Discúlpala, está en la edad sin control, será un trabajo difícil para ambas – decía Sofía suspirando y adentrándose a la cabaña.

Espere y escuche unos golpes y gritos de “¡baja!”, empujones y escuche como se rompía algo de vidrio, después de eso Sofía regresaba toda despeinada, rasguños en la cara y brazos y saco a una chica no más grande que yo, tal ves 1.60 de altura, castaña y de ojos cafés, de piel un poco morena. Venía igual que Sofía de lastimada.

- Bien jovencita, di las palabras mágicas – decía Sofía toda alterada y amenazando con un puño en alto.
- Puedes entrar – decía la joven toda resignada.

Sofia la soltó y la chica me dedico una mirada de frialdad y desigualdad.

- Me caes mal chupa sangre – dijo con una mirada de odio.

Quede paralizada por sus palabras y después de eso ella se retiró de nuevo a la cabaña.
Sabía que tendría que batallar mucho con esta chica.

Entre a la cabaña con Sofía y me explicaba todo lo que debía hacer. Me explico que la joven pronto experimentaría la transformación, entonces alguien debía enseñarle a controlar las emociones e impulsos, darle entrenamientos para que pueda ser un licántropo sano y prepararla para la luna llena que se aproximaba. Era como domesticar a un perro salvaje.

- ¿Eso es todo?, deberías ayudarme, mi paciencia no es tan grande – decía algo frustrada.
- Lo siento Isabel, es tu trabajo, yo solo lo hago por qué soy tu amiga, sabes que mi responsabilidad está con la manada. Debo irme, búscame si tienes algún problema, mi manda está cerca y si no me encuentras seguramente estaré por el bosque corriendo – decía mientras se alejaba de la cabaña caminando para luego correr.
- Demonios – me dije a mí misma cerrando la puerta.

Me senté en un sillón medio viejo y sucio, estaba cansada y molesta, hasta que terminara la misión no podría recibir otra. Si que se inventaron una tortura y castigo bueno para mí los de la LGO.

Observe por un momento el interior de la casa. Cuando estabas a la casa a tu lado izquierdo podías apreciar una pequeña cocina, estaba toda desordenada, nada limpia, platos sucios e incluso sobras de comida tiradas por ahí. Justo a lado de la cocina había una mesa simple, supongo que era el comedor. A la derecha se encontraba la sala de estar, donde se encontraba un sillón viejo e incómodo (donde me encontraba yo) y una mesa larga pero de baja estatura. Finalmente enfrente se veían unas escaleras que seguramente daban al segundo piso. La casa era un desastre.

Suspiré. En mi mano tenía el caso de la joven, lo había leído cientos de veces.
La chica se llama Nicole Montagne, vivía sola con su tío Ezra ya que era la única familia que le quedaba. En cuanto a sus padres, ellos murieron cuando ella era muy joven, la razón es desconocida. La muerte del tío fue provocada por un humano buscando venganza, al parecer el tío en sus momentos de descontrol mato a una joven casada, parece que años después el esposo lo encontró y acabó con él. Sin duda la joven Nicole había sufrido mucho.

Un ruido fuerte me despertó, me había quedado dormida pensando en el sillón. Mire de donde provenía el ruido y era Nicole. Estaba en la cocina preparándose algo de comer, vi la hora y me di cuenta que me quedé como 2 horas dormida, me levante, deje el archivo en una mesa que estaba enfrente de mi y me acerque a ella.
- Puedo llevarte a comer a cualquier lado que quieras, después de todo soy tu tutora – decía amablemente, después de todo quería llevarme bien con ella. Pero ignoró lo que dije, hizo como si no hubiera escuchado nada.
- Hey te estoy hablando – dije un poco más sería.Pero seguía sin recibir una respuesta.
- ¡Hey! – dije subiendo el tono de voz, está ves ella se espanto ante el tono.
- Ya te dije que no necesito tu amabilidad chupa sangre – decía sin dejar de mirar lo que preparara. Observe que se preparaba un sándwich con carne cruda, me repugnó tanto.
- Tratas de cuidarte sola y ni siquiera puedes hacer bien tu comida – decía mirándola.
- Pues eso no te importa, yo me lo comeré no tu – está ves mi miro a los ojos dedicándome una mirada furiosa.

Tomo un plato y subió las escaleras, lo ultimo que escuché fue la puerta de su cuarto cerrándose con fuerza. Sabía que esto sería complicado, debía vivir con ella como su tutora ya que aún no tenía control sobre la bestia que lleva adentro. La idea de vivir con ella era agotador y me preguntaba cuánto aguantaría con esta locura.

Notas finales:

Gracias por leer. 

Estare subiendo capítulos muy seguido ya que ya tengo terminada la historia, así que no tardará el siguiente capítulo. 

 


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