POV VEGETA
Han pasado ya 5 años desde que te fuiste, aun no has regresado como me lo prometiste.
Ahora recuerdo que tus ultimas palabras habían sido "Volveré por ti".
Estoy en este lugar donde alguna vez trabaje y donde tu alguna vez estuviste viviendo. He estado planeando durante mas de seis meses la manera de escapar. Han cambiado muchas cosas, por lo que me es un poco difícil escapar, los guardias han cambiado por otros, el psiquiatra Trunks ha cambiado... desde esa vez que me vio entrando al psiquiátrico con aquella camisa de fuerza su rostro ya no es tan alegre.
Incluso he de decir que la ropa misma a cambiado, nos quitaron esa ropa blanca por spandex azul marino... supongo que fue para que las manchas de sangre no se vieran a simple vista cuando hay visitas.
Es hora de tomarme mis medicamentos, en unos minutos vendrá una persona con traje blanco, me dará varias píldoras de todos los colores como el arcoiris.
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Una persona alta diferente a la que Vegeta siempre veía. Al parecer era un nuevo empleado, es una lastima que le haya tocado a el visitarlo.
El joven llego hasta el hombre que yacía con las piernas cruzadas en la cama, y temblorosa mente acerco hasta el un pequeño bote cito de papel con las píldoras que el paciente debía tomar.
El más bajo rápidamente tomo el brazo del joven y lo acerco hasta el lo suficiente para poder sentir el agitado respirar del más alto, tomo firmemente el cuchillo que se había llevado del almuerzo y lo enterró en la garganta del otro no sin antes cubrir su boca.
-Lo siento chico... incluso lo siento si es tu primer día en este lugar, aunque debe de serlo por que nunca te había visto por aquí-Dijo cerca del rostro de su victima mientras veía como sus ojos perdían su brillo. -Aun no te vayas... No sin antes aclarar que no es nada personal, no lo hubiera hecho de no ser por que ya no quiero estar aquí... Losiento.
El más bajo dejo suavemente al joven en el piso, volteo hacia su cama y vio las píldoras esparcidas, las junto y se las paso en seco. Si realmente quería salir de ahí tenia que estar en sus cinco sentidos, sin aquellos delirios de paranoia y personas que se asoman por su puerta.
Empezó a quitarle aquella pulcra ropa al ahora cadáver, sabia que debajo de esas telas blancas había algo de ropa "común". Se cambio la parte de arriba de aquel odioso spandex por la una camisa blanca con cuello de tortuga, se iba a cambiar el pantalón cuando escucho un alboroto no muy lejos de su ubicación.
Se alarmo bastante, se asomo por la puerta de su habitación y vio como un doctor y varios guardias se acercaban a el a paso rápido.
Salio corriendo rapido en direccion opuesta cuando escucho como el doctor grita que lo atraparan.
Corrio varios pasillos, y vio un ventanal enorme sabia que donde estaba no era un lugar de gran altura por lo que simplemente salto hacia la ventana provocando que esta se rompiera y en el proceso el se coloco en posición fetal, de esa manera los vidrios no le harían mucho daño.
Cayo dolorosamente entre los arbustos, pero reacciono de forma rápida y empezó a correr. Sabia que lo iban a perseguir pero el era rápido, lo había descubierto desde aquella vez que corrió de los policías en aquel puente.
Fue en dirección hasta el bosque, sabia que a partir de cierto punto el muro de piedra caliza se terminaba.
Justo estaba llegando al bosque cuando escucho ladridos detrás de el. Volteo y venían aquellos guardias con pastores alemán tras el.
-Vamos no tienen que exagerar-Dijo cansado.
Empezó a correr entre los grandes pinos topándose aveces con ramas grandes y una que otra raíz haciéndole tropezar. Hubo cierto punto donde ya no escucho los ladridos ni las voces gritándole que se detuviera. Finalmente los había perdido.
Empezó a caminar a paso lento intentando normalizar su respiración. Noto cierta molestia en sus pies, bajo la mirada y su talón izquierdo tenia una cortada no tan profunda pero de ella salia aquella sustancia liquida de color rojizo. El dolor era medianamente intenso por lo que no se detuvo.
Camino un poco más hasta llegar a una reja vieja, escalo por ella y paso al otro lado. Seguía siendo bosque por lo que siguió caminando mientras veía como poco a poco iba oscureciendo mientras el se sumía cada vez más en sus pensamientos.
El no se dio cuenta cuando empezó a caminar por el pavimento, ni siquiera cuando una luz ilumino su cuerpo, no fue hasta que escucho los frenos de un auto muy cerca de el.
Su iris se encogió al dirigir la vista al auto, escucho como abrían la puerta del piloto, sin embargo no pudo ver el rostro del conductor hasta que lo tomo del brazo.
Era una mujer grande, cabello blanco como la nieve, de baja estatura incluso más que el, y cuando le hablo, tenia una dulce voz conmovedora y tal vez hasta pacifica.
-hijo estas bien?-Pregunto la anciana preocupada. Pensando en que tal vez lo lastimo.
-No, estoy bien no se preocupe-Dijo Vegeta dirigiéndole una mirada y sonrisa de comprensión. Hace mucho que no dedicaba una así, a menos no una sincera.
-No no hijo ven vamos a mi casa mira en que fachas estas!-Exclamo la mujer realmente preocupada como si lo estuviera de una persona muy cercana.
-Claro que no! Estoy bien asi!-Dijo negando rápidamente, el tenia que seguir por otro rumbo.
-No! Insisto!-Dijo la anciana empujando al más joven por la espalda hasta el asiento del copiloto.
Vegeta sin más remedio se sentó en su lugar viendo el bien cuidado interior del auto. La mujer se coloco en su lugar y arranco.
Al mas joven le empezó a ganar el sueño estaba cansado y la camisa blanca se había tornado en un color marrón oscuro. Estaba seguro de poder encontrar pronto a su Kakaroto.