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CARNÍVORO por ADemonBlue

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Notas del capitulo:

Ni yo sé que escribí, pero la verdad ando con una ligera obsesión con esta pareja.
¡Qué se yo! ¡Estoy re-loco!



Los personajes de Yu-Gi-Oh! no me pertenecen, solo escribo para pasar el rato.
Categoría: Yu-Gi-Oh!
Género:  Romántico, Drama, AU, Tragedia
Advertencias: Lemon, M-preg, Muerte de un personaje

Haou Yuki lo sabía, era algo con lo que venía lidiando desde hace tiempo, e incluso le hicieron saber que tan lejos no debería ir, más nunca hizo caso de aquellas palabras y, con el pasar de los años se volvió alguien frío y despiadado, a diferencia de su hermano, Judai Yuki quien era todo su opuesto.

Tan opuesto a él, que incluso era como un imán para atraer gente, Judai era el alma de la fiesta, un hombre bromista, alegre, encantador, relajado y tranquilo en su mayor tiempo, sin embargo, también en ciertos momentos parecía otra persona, y él simplemente era su lado oscuro.

A diferencia de él, Haou venía alimentando un demonio en su interior, esperando el momento para salir, aguantando. Aun no sabía cómo había llegado hasta ese punto en donde se convirtió en un humano taciturno y conciso, incluso hablando solo cuando era requerido. ¿Cómo era posible? ¿Qué él? Siendo el hermano mayor, ¿terminase siendo la sombra de su hermano menor? Tampoco era como si aquella situación importara, pues si lo dejaba vivir sin entrometerse entonces estaba bien.

Su mundo estaba bien, incluso aquellos que quería atravesar aquellas murallas que encerraban al demonio en su interior con algo llamado amor, eran desechados como basura. Aun así ¿Quién era él para cambiar SU mundo? La respuesta era sencilla; sin duda un chico tonto.

¿Cuántos no había conocido en su momento?, los dedos de la mano no le alcanzarían para contar cuantos fueron los desechados.

¿Por qué él sería diferente? Haou tan solo endureció su mirada, ya no lo quería en su mundo. — Aquel amor que te di, solo era un juego ¿Acaso no lo entiendes o debo explicarlo para que tu pequeña cabeza hueca entienda mejor Konami? — Su monótono tono de voz, acompañado de aquella mirada llena de furia, hizo que el castaño más bajo se tensará, al parecer los rumores eran ciertos, Haou no sentía sentimientos por nada ni nadie, pero aun así dentro de él, tenía esperanza de que todo el mundo se equivocaba.


— Es inútil que te vuelva amar, me he cansado de ti. — Ahí estaba de nuevo aquella indiferencia, esas palabras las sintió como si mil ajugas hubiesen apuñalado a su corazón, ¿porque estaba pasando aquello? ¿Qué había de mal en su relación? Konami simplemente no lo entendía, el hizo todo lo que Haou le pedía incluso mantener su relación en secreto, entonces ¿Por qué no podían estar juntos?


— Haou yo. . ¡Te amo! ¡Te amo demasiado! — El menor se acercó al Yuki, pero este no hizo más que tomarle por los hombros separándole con sutileza.

—Ríndete. — Casi era una orden, pero al parecer el pequeño cabeza hueca no entendía.


—¡No! ¡Te amo a pesar de que me digas tonto! o ya no me quieras.  —


Sin duda aquella situación estaba comenzando a irritarle, Konami no entendía ¿Por qué no podía ser como sus anteriores ex novios, que berreaban de lo que se iba a morir y simplemente desaparecían?  — Haz lo que quieras, pero no te quiero cerca de mi vista, yo no toco la basura de otros.

Aquella confesión le hizo entender, Haou lo estaba mal interpretando pero aun cuando trató de aclararlo todo, Haou seguía igual, la humillación era demasiado en esos momentos.

—E-eres un idiota Haou. . ¡N-no te vuelvas acerca a mí! ¡También te quiero lejos de mi!

Haou se encogió de hombros. ¿Que importaba? Aquellas palabras ni siquiera le habían afectado, pero aquella reacción solo hirió más al castaño y sin dudarlo, lo abofeteo, haciéndole ladear el rostro, aun así, no despegó su mirada sobre el castaño más bajo, inclusos en esos momentos Konami se veía tan lindo con los ojos llenos de lágrimas y sus mejillas rojas como tomate por el llanto que no podía reprimir.

—¡Estúpido Haou! — Exclamó el menor a todo pulmón importándole poco si con aquello llamaba la atención y salió corriendo.

Haou solo suspiro, al fin el martirio había acabado y su mirada se perdía en la espalda del menor mientras se alejaba corriendo, últimamente tener esos ojos dorados iguales a los suyos, observando cada uno de sus movimientos, ya no era nada estimulante para él.

Ahí es cuando volvía a preguntarse ¿Cómo es que había llegado hasta ese punto? ¿Celos? No, él era Haou Yuki y simplemente no sentía aquello, ¿Amor? Tal vez, ¿Cariño? Podría ser, se había fijado en el castaño más bajo por Judai, Konami era amigo de Judai cuando se conocieron por primera vez y al igual que su hermano, Konami era un chico divertido, alegre, a pesar de ser tímido e inseguro. Pero todo eso simplemente había captado su atención.

SU atención, que incluso el demonio dentro de él vibró.

Propuso un juego e iniciaron una relación. Una relación que se había extendido sorprendiéndole a sí mismo, Konami era lo que llamaría una buena mascota de compañía, obedecía todo sin rechistar e incluso satisfacía sus fetiches en la cama.  Lo más relevante de lo que podría considerarse de su relación era que poco a poco, Konami estaba entrando a su mundo, y el demonio dentro de él quería monopolizarlo.

 Y todo hubiese seguido normal, si Konami no hubiese comenzando a frecuentar al imbécil de Zane.

Dos semanas habían pasado desde que había roto con el chico, los tres primeros días fueron un martirio para él, pues aun así Konami seguía mandando mensajes a su teléfono y llamaba, pero el simplemente se limitó a apagarlo. Aun no entendía porque le era imposible despegarse emocionalmente de él, después de como lo había tratado sin duda no lo entendía, hasta que sin más llegó el día en que simplemente los mensajes y llamadas dejaron de molestar.


Konami había desaparecido de su vista tal como se lo había ordenado y al parecer hacia todo lo posible para no encontrarse con él, debía admitir que se encontraba un poco decepcionado de aquello, pues ¿Acaso no era el quien le juraba amor eterno y que nunca lo iba a dejar? Al final no resulto más que pura habladuría del menor.

Pura Ficción.


Amor Ficticio.

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—¡Viejo! ¡Lo escuche hace tiempo! ¿Es en serio? ¿fueron novios? ¡Es extraño!, digo, nunca imagine que ustedes hubiesen tenido algo juntos, aunque me sorprende el hecho de que hayas durado con el más de seis meses cuando la mayoría sabemos que ni un mes duraron tus ex novios. Sin contar cuando exactamente empezaron a relacionarse, ya que Konami no era tan obvio cuando estaba contigo.

Haou también se preguntaba aquello, más por el momento no tenía intenciones de responderse a sí mismo. Ya que era tema del paso y tan solo dejó escapar un cansino suspiro.

—Si vienes a hablar de algo que ya no es relevante porque paso hace dos años, pierdes el tiempo, además ya tengo a Yuya.

Conoció a Yuya hacía tan solo un mes atrás, la atracción fue inmediata y su relación se dio de manera espontánea, Yuya era bueno, pero aun así no hacía vibrar al demonio dentro de él, y ni siquiera había podido entrar a su mundo. ¿Porqué? Yuya y el eran similares ¿Es que algo andaba mal con él?

De todas formas, ya aquello era pasado, pero el que Judai le hubiese recordado aquel nombre hizo que recordase.


—¡Oye!  ¡eso sin duda fue frío! —Se abrazó a sí mismo, aun no entendía como Haou era un tempano de hielo en cuanto a relaciones se trataba.


—Estoy ocupado si tienes algo importante que decir hazlo.

—¡Eh! ¿Ni siquiera puedo venir en un tiempo de calidad con mi hermano?

—Con gusto te haría otro golpe en la cabeza. — Menciono dándole su tan característica e inexpresiva mirada, aquél enorme golpe en la frente, era demasiado llamativo, y Judai noto de inmediato a que se había referido con aquel golpe, que no hizo más que carcajearse avergonzado.

—Esto. —Dijo a la vez llevando una mano a la zona afectada, tosiendo algo avergonzado. — Yusei…— Menciono en susurro. — Está un poco sensible con lo del embarazo y se me salió decirle que estaba como una foca….

—Ya… —Fue la única respuesta que recibió de Haou

Yusei fue también en algún momento su novio, fue algo lindo en su momento, pero al final terminó dejándolo encontrando rápidamente consuelo en Judai aunque claro, ahora Judai protege demasiado a Yusei y al parecer se habían comido el pastel antes.

—Realmente eres un hielo Haou, —Judai suspiro ¿Qué podría hacer? Haou siempre fue Haou, y al parecer las emociones no estaban permitidas en él, pero, al fin y al cabo, era su único hermano. Ya que, gracias a él, conoció la felicidad junto a Yusei y pronto serían padres. —  Eres mi hermano y a pesar todo quiero que estés presente…—Dicho eso saco de su chaqueta una invitación dándosela con una sonrisa de oreja a oreja.

Haou tomo dicha invitación no era necesario abrirla para saber de qué se trataba con observar los anillos grabados en aquella fina hoja de papel, seguido de las iniciales de la pareja, entendió.

 — ¿Estarás ahí verdad?

 Haou no tuvo de otra más que asentir, Judai puso ambos pulgares arriba. — Gracias Haou   — Le sonrió de manera sincera. — bueno ahora si te dejaré en paz, no faltes, lleva a Yuya sería bueno que conozca a los demás.

Judai partió dejándole solo en su oficina, meditando a diferencia de él, Judai ya estaba haciendo su vida, y él seguía siendo el mismo, pero siendo honestos ni le importaba mucho la situación.

El día de la boda llegó y todo fue normal, la decoración del recinto, incluso la vestimenta de la pareja Judai, los anillos, se sentía tan fuera de ese mundo, pero por Judai estaba ahí, él se  veía tan feliz al igual que Yusei, lástima que no podía decir lo mismo de un Johan que estaba en una mesa apartada con varias copas, siendo consolado por par de gemelos, era graciosa la escena, pero su mirada se clavó en los invitados como si buscara algo en especial o alguien, hasta que entre los invitados pudo reconocerle.

Ahí estaba Konami

Haou aparentó tranquilidad, pero no pudo evitar mirarlo por un momento más de la cuenta. Konami no estaba solo, estaba con el arrogante de Zane y este le estaba mirando con aire divertido... ¡Como si supiera lo que estaba pensando! Eso no le gustaba en lo más mínimo.


Konami estaba más radiante, incluso más que la sonrisa que Yuya le dedicaba, algo dentro de él le hizo sentir inquieto y eso no era nada agradable. Fue en un corto tiempo que Konami se había acercado a él, al parecer bajo la atenta mirada de Zane.

—Cuánto tiempo Haou. —

—Hola, Konami —dijo en tono frío, enmascarando la frustración que sentía, pues a pesar de todo ese tiempo ¿Aún seguía a lado de Zane? Aquello era demasiado molesto. — No me di cuenta de que estabas aquí.

Ante el tono de su voz Konami no hizo más que tensarse, Haou seguía siendo el mismo, se hizo un silencio entre los dos, teniendo muy presente que había hecho mal el venir personalmente a saludarlo, removiendo aquella herida que pensó estaba cerrada.

— Judai insistió tanto que no pude negarme. —Dijo, a modo de poder alargar un poco la conversación al ver que Haou no decía nada, volvió a sonreír a pesar de que aquella sonrisa no era lo mejor de él en esos momentos.  —Es bueno saber que estás bien, y has encontrado a alguien Haou. . .

—Ya…

Al ver que se acercaba aquel chico con el que había visto llegar a Haou, se limitó a decir algo más. — Nos vemos Haou.. — Dicho eso tan solo se retiró en silencio, volviendo al lado de Zane.

Aquel demonio estaba mordiendo las ataduras, esperando salir y Konami era el culpable de que en esos momentos se sintiera de esa forma; Irritado.

— ¿Haou pasa algo? — La voz de su joven novio interrumpió sus pensamientos.

Pasó unos segundos antes de reponerse del todo y cuando lo hizo solo añadió lo siguiente:

—No. —Sacudió levemente su cabeza y finalmente se giró a mirarlo. La presencia de Yuya lo calmo de una manera, para luego acercarse a él, observó a Konami al cual le dio una última mirada antes de salir del recinto, trató de leer su expresión, pero era una pizarra en blanco. Si se hubiese quedado unos segundos más, hubiese reaccionado y no de buena manera.

Chico tonto ¿Quién eres tú para cambia el mundo? ¡MI mundo! Acaso crees que ¿Podrías llegar y cambiarme?

En la mesa que compartía Konami con Zane, este no parecía de buen humor, supuso que todo eso era porque le había pedido permiso para ir a saludar a Haou y demostrarle que ya lo había superado, pero cual fue la realidad que eso no había pasado para nada. Haou siempre fue y será su primer amor. Y a pesar de la distancia podía sentir aquellos penetrantes ojos ver a través de él.

—Espero que este encuentro no arruine nada —por Konami no debería haber dejado que el tono sarcástico fuera tan claro, pero no parecía poder controlar las emociones que modulaban su voz. Pero Zane estaba demasiado irritado.

— No Zane, se hará como tú digas.

La fiesta era algo animada pero él no se estaba divirtiendo, tal vez por el hecho de que Zane no dejaba de apretar su mano bajo la mesa,seguido de miradas desaprobatorias, o por el simple hecho de que sentía que iba a llorar al ver al tal Yuya bien pegado a Haou, el sí tenía suerte, hacerles saber que Haou era suyo en esos momentos, como lo envidiaba.


Ni siquiera aprestaba atención a todo el mundo hasta que comenzó a recibir felicitaciones, confundiéndole un poco, pues ¿Qué era lo que había pasado? Pero gracias a Fubuki y su lengua larga, todos se enteraron que pronto se casaría con Zane.

—¡Felicidades Konami! —Escuchaba de parte de sus amigos cercanos e invitados.

—Zane… —Fue lo único que dijo, pero del mayor solo recibió un apretón bajo la mesa, mientras sonreía y asentía a uno que otro comentario sobre respecto al compromiso anunciado.

Johan ya un poco pasado de copas, frunció el ceño. — ¿Quew? Hasta Kouñami se casha? Aww . .  Dios estas siento muy cruewl conmigo. —Dijo mientras se empinaba la botella.

—Johan ya cálmate…— Decía Bruno tratando de calmarlo, gracias a Luca llegó a su lado, ya que comenzaba a incomodar a los menores.

Todo estaba realmente animado, era como si todos fuesen un conjunto de estrellas y el ahí sobraba, tanto que aquel anuncio, terminó por liberar al demonio que yacía en su interior y el vaso que tenía en la mano se hizo añicos, eso asustó a Yuya.
 quien miraba preocupado como la mano de su novio sangraba. — Haou ¿De verdad estás bien? —Se preguntó el oji rojo en un susurro, mirando en dirección en donde estaba aquel hombre llamado Zane.

 
























Hazme caer

Hazme sangrar

¡Vamos cámbiame!

Llévate lejos todo lo que soy

 



Notas finales:

¡Gracias por leer!


fb.me/ADemonBlue


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