Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Enamorados sin amarse por Kuryumn

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

*Haikyuu y sus personajes no me pertenecen, le pertenecen a Furudate Haruichi. 

*Resubiendo.

*Esta historia se encuentra en Wattpad también, bajo el mismo nombre. 

*Principalmente SemiShira (Semi Eita x Shirabu Kenjiro) pero menciona y/o insinua otras parejas. 

No era fanático de las cuestiones del amor,  sinceramente, no lo entendía. Es decir, podía entender todo eso de sentir apego hacia una persona por haber pasado gran parte de tu vida con ella, como lo es, por ejemplo, el lazo con una madre o un hermano, pero de eso a sentir "amor" ya no le hallaba sentido. Puede que sea el hecho de que, desde niño había sido una persona egoísta, no se imaginaba poniendo los sentimientos de los demás antes de los suyos, ni mucho menos dando su vida por la de otra persona, que es como muchos lo describían a ese disparatado sentimiento. "El poner los sentimientos de la personas que amas primero" "Cuando amas eres capaz de dar tu vida por esa persona" y una que otra basura así. Llegó a pensar que él nunca había amado a nadie, que toda su vida se resumía a él, y a nada más, pensamientos difíciles e innecesarios para un chico de simplemente doce años, diría su madre. Y si, no era como si estuviera equivocada después de todo, era solo eso, un simple niño que naturalmente no sabía nada del "amor".


 Fue un año después, a la edad de trece que creyó comenzar a entender todo eso del amor, pero, no por una persona, sino por las maravillas que esa persona era capaz de crear. Ushijima Wakatoshi, de catorce años, estudiante de la reconocida academia Shiratorizawa de tercer año en la sección de secundaria, capitán del equipo de voleibol, de aproximadamente 180 centímetros, de un estilo de juego único, y, cayendo en una ilusoria exageración, perfecto. Shirabu sintió que se enamoró. Quiero ser como él, pensó. Todo lo que le importaba a aquel súper As era anotar, no importan técnicas, no importa el trabajo en equipo, no importa nada que no sea conseguir puntos a lo loco, con total fuerza bruta. Un admirable estilo a los ojos del pequeño armador, quien decidió, definitivamente seria como él, como Ushijima Wakatoshi.


—Yo... iré a Shiratorizawa —comentó con total seguridad ante sus compañeros de equipo.


Si, ese era el camino que había elegido y debía esforzarse por alcanzarlo, para poder contemplar así, aquel genial estilo un poco más de cerca. Fue en el invierno de sus quince años, cuando logró su meta, finalmente había llegado a donde quería, aunque aún quedaba un largo camino que recorrer. Apesar de ser el único jugador en entrar sin una beca deportiva, para sus dieciséis años había conseguido ser jugador titular del equipo de voleibol. Lentamente, y él era consciente de ello, dejó su egoísmo de lado. Ya no luchaba por él, ni por su orgullo o fuerza, lo hacía para relucir al reconocido As de su equipo, tampoco necesitaba que el mayor confiara en él, con que tan solo rematara sus pases y brillara con ello, el menor estaría satisfecho.


 Desde que ingresó en aquella academia y hasta entonces, su admiración creció, y aquel sentimiento que lo acompañaba, que el más bajo no entendía,  también. Shirabu se planteó que ese sentimiento llamado "amor" no era el querer dar la vida por el otro,  ni anteponer sus sentimientos antes que los propios, que era más que eso, era admirar con cada parte de ti a esa persona tanto que solo quieres que brille ante los ojos de los demás, como una manera de presumir, suponía. Como decir "esta es la persona que amo", y si esto no era amor, entonces jamás sabría que era el amor realmente. Él estaba enamorado, pero no orgulloso de ello, Shirabu Kenjiro enamorado era como un mal chiste, contado en un mal momento. Para empezar, no era una maquina desbordadora de sentimientos, es decir, no era carameloso ni apasionado en otra cosa que no fuera voleibol, cabe destacar también que solo dedicaba lo justo y lo necesario a la mayoría de las cosas. Además, no era ningún idiota, sabía muy bien que su definición del amor era muy diferente al de la persona que amaba. ¿Cómo lo sabía? Es simple, Ushijima no admiraba a nadie más que a el mismo o a su talento. Sin embargo, se le notaba que él amaba, pero era tan despistado que los más seguro es que no fuera consciente de ello. No iba a negar que pensarlo le hacía sentir una incomodidad en su pecho, pero no es como si pudiera hacer algo para cambiarlo o para que el zurdo comenzara a verlo con esos ojos con los que miraba a aquella persona. Ese joven chico de graciosa expresión, cabello rojo y característico peinado, que en su uniforme portaba el número "5", Tendou Satori.    

Notas finales:

¡Gracias por leer!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).