26 de Junio
Levi volvió a soltar una maldición en voz baja mientras acababa de preparar su maleta. Odiaba a su madre. ¿Pero en qué demonios estaba pensando? Vale, era cierto que desde que ella se había divorciado, se sentía más sola, pero eso no le daba ningún derecho a invitar durante todo el verano a Carla y Eren Jaeger.
Si al menos solo fuera Carla, las cosas serían más sencillas. Ellas irían por su cuenta y él incluso tendría más libertad para salir con sus amigos. Pero, para su desgracia, el hijo de Carla venía incluido en el paquete.
Eren Jaeger era un mocoso imbécil, así de simple.
No lo conocía realmente, vale, solo de vista por el instituto. Y puede que lo único que supiera de él eran rumores esparcidos por el centro. Pero es que Eren era un chico un año menor que él, hiperactivo y estúpido. Se saltaba las clases, se pasaba las horas con sus dos mejores amigos haciendo cosas de críos y se metía en peleas. Siempre. Cada maldito día.
Cuando más lejos estuviera de ese psicópata, mejor. Pero la vida era injusta y ahora tendría que pasarse el verano cuidando de ese mocoso. Oh, claro que eso iba a pasar. Conocía muy bien a su madre. Sabía que se lo encasquetaría para que ella y Carla pudieran pasar tiempo solas, no era idiota.
Cerró la maleta con furia y fue a la cocina, donde Kuchel estaba preparando comida para el largo viaje.
La familia Ackerman siempre pasaba las vacaciones en un pequeño pueblo costero que estaba a cinco horas en coche. No era un sitio maravilloso, pero se había convertido en su segundo hogar. Tenían la playa al lado, un modesto apartamento con piscina y por las noches había discotecas al aire libre para los jóvenes. Era su pequeño paraíso privado.
Y ahora su madre lo había corrompido.
Vale, estaba siendo un tanto dramático, pero se suponía que este verano sería diferente. Era su última oportunidad para ser sincero con Petra, su mejor amiga, y confesarle sus sentimientos. Desde que la conoció supo que era la chica ideal. Su chica ideal. Era buena, preciosa, risueña y honesta. Cada verano se proponía confesarse pero siempre acababa echándose atrás. 'El próximo verano lo haré' se decía a si mismo, pero pasaban los años y nunca era capaz de hacerlo.
En Septiembre ingresaría a la Universidad y probablemente no pasaría tanto tiempo en aquel pueblo. Tal vez no podría volver durante los meses del verano. Tenía que hacerlo sí o sí. Si ella le correspondía él lucharía con todo lo que tenía para que la relación funcione y si le daba una respuesta negativa al menos se habría liberado y podría seguir adelante con su vida.
Pero la llegada de Eren suponía problemas. ¿Y si Petra se enamora de él? ¿Y si él no les deja estar a solas? ¿Y si le cae mal a sus amigos y entonces estos no le dicen de salir?
- Levi, deja de gruñir de una vez. No es para tanto.
Su madre le sacó de la ensoñación. La miró con molestia y se acercó a donde estaba para ayudarle con la comida. Estuvieron así, en silencio, hasta que terminaron de guardarla en la nevera portátil.
- Levi, no va a ser tan malo. Mira, Eren es un buen chico. -se quedó callada durante unos instantes, intentando pesar en las palabras que iba a usar- es un encanto pero... no lo está pasando bien. Su padre murió hace dos meses. Estaban muy unidos y este tiempo se ha encerrado en si mismo. Carla dice que prácticamente no sale de casa, si no fuera por sus dos mejores amigos directamente no hablaría con nadie. - Levi miró al suelo, arrepintiéndose un poco de haber sido tan mezquino- pasar las vacaciones con nosotros le hará bien, se despejará, saldrá de casa y seguro que os lleváis bien. Él tiene muchas ganas de conocerte.
- No creo que eso último sea cierto.
Kuchel le abrazó, depositando un beso en la frente de Levi.
- No digas eso, claro que tiene ganas. Además, a ti también te vendrá bien separarte un poco de ese grupo tan ruidoso. - sonrió con burla- Incluso puede ayudarte con lo de Pet-
- Basta mamá, lo pillo, deja el tema.
Ella se rió y sacó el móvil para avisar a Carla de que ya estaban listos. Mientras, Levi acabó de poner las maletas y bolsas en la entrada. Sacó sus las llaves del pantalón y comenzó a abrir la puerta para comenzar a llevar cosas al coche.
Casi la vuelve a cerrar del susto cuando vio a Carla y a su hijo a escasos centímetros.
- Oh, vaya, ahora te estaba llamando para decirte que estábamos listos.
Kuchel abrazó a Carla con una sonrisa enorme y por un momento, Levi pensó que si había sido una buena idea. Su madre la necesitaba. Y Carla a ella. Tenía que dejar de ser tan dramático y egoísta, seguro que serían unas buenas vacaciones.
Pero ese pensamiento desapareció de golpe cuando se giró y vio el rostro enfadado y presuntuoso de Eren.
- ¿Vas a empezar a llevar tu equipaje al coche o lo tengo que llevar yo, princesa?
"Paciencia, solo serán dos meses. Hazlo por tu madre y por Petra."