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Amigos por siempre por ami4alice

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Notas del capitulo:

Bueno aquí la parte de Yuuri, espero le guste <3

¿Cómo podría iniciar la historia? Claro, desde el comienzo.

Wolfram y yo de inmediato nos convertimos en amigos de la infancia ya que nuestras madres se hicieron amigas cuando estuvieron en el proceso de embarazo, así que desde antes de nacer se podría decir que ambos nos conocíamos. Esa fue la principal razón por la cual casi toda nuestra infancia la pasamos juntos, tampoco me quejo de ese hecho, me gustaba pasarme el tiempo junto a Wolfram, era mi preciado amigo sobre todos los demás que podía tener, era como parte de mi familia. Aún recuerdo aquellos momentos en nuestra niñez, ¿Se pueden imaginar que íbamos al mismo preescolar? Pues sí, aunque la mayoría de gasto (pues era un lugar caro) eran cubiertos por la madre de Wolfram.

Nuestra costumbre desde muy pequeños era tomarnos de la mano cada vez que íbamos caminando o nos encontráramos en cualquier lugar, siempre iríamos de la mano sin importar la ocasión, era una costumbre, una que años más tarde me di cuenta que entre amigos no era para nada normal ese gesto, aunque aún a pesar de saberlo no quise dejar de hacerlo, porque me gustaba hacerlo, creo que ese fue lo que me hizo darme cuenta de lo que sentía hacía Wolfram, pero eso es historia para más adelante. Cada que íbamos de la mano caminando acostumbrábamos también cantar, estrellita dónde estás era la canción que más nos gustaba recitar. Una vez en el preescolar la maestra nos hizo dibujar algo que soñáramos para el futuro.

Recuerdo dibujar la casa de mis sueños, una casa donde obviamente viviríamos Wolfram y yo. Eran sueños de un niño que no era consciente de la realidad, si pudiese tener un deseo pediría quedarme en aquel momento, donde podía estar al lado de Wolfram sin que nadie dijera nada, pero los sueños no se cumplen tan fácil. De ese momento también recuerdo que Wolfram menciono que tendría un zoológico en nuestra casa ¡Que problema me causo! La casa que había soñado ahora tendría que ser más grande para complacerlo. Que sueños, podría decir que eso eran los mejores momentos que tuve en la niñez, tristemente las cosas no continuaron igual cuando pasamos a la primaria.

¿Quieres saber cuál fue mi peor época? Les contestaría de inmediato que la primaria. En aquella época recuerdo que nos unimos al equipo de béisbol, todo iba bien hasta ese momento, me alegraba que Wolfram siguieran mis gustos, por eso a mí no me molestaba hacer las cosas que a Wolfram le gustaran. Pero a nuestro grupo de tres (pues Murata estaba con nosotros desde preescolar) se unió una chica llamada Liz, la chica no era mala, por lo menos delante de Wolfram. Delante de él era toda una dulce mujer, pero cuando este no estaba parecía ser alguien completamente diferente, nos despreciaba a mí y a Murata por ser amigos de Wolfram, sobre todo a mí me odiaba y no dudaba en mostrarlo.

Eso no fue el único evento de la primaría que recuerdo con claridad, aun en esa época continuaba con la misma costumbre de ir de la mano con Wolfram, me gustaba hacerlo, pero en ese período fue que me di cuenta que no era normal. Unos compañeros de grados mayores me hacían ver la realidad a través de sus puños e insultos, por supuesto que ese fue un hecho que jamás hice que Wolfram lo notara, no quería que se odiara por todo ese asunto. Recuerdo perfectamente como con sus puños soltaban varios insultos hirientes sobre como Wolfram y yo éramos unos raros por siempre andar de la mano. Una vez me dejaron bastante malherido por sus golpes.

-Deberías decirle a alguien Shibuya –Murata era el único que se había dado cuenta del asunto, pero luego de mis suplicas no le contó a nadie del asunto.

-Está bien, no es nada –dije mientras me levantaba del suelo con algo de dificultad, esta vez iba a ser un poco difícil ocultar los moretones.

-No entiendo porque sigues soportando todo eso –dijo en un suspiro Murata ayudándome a levantarme.

Quizás Murata jamás iba a entender mis razones, pero yo estaba claro en lo que hacía. Si con golpearme a mí no lastimaban a Wolfram estaba bien para mí, además que veía aquellas palizas como la compensación por mis pecados, que mira que si me dijeron que lo hacíamos era un gran pecado que debía de pagar, si era así, aceptaba aquellos golpes como expiación para poder continuar estando al lado de Wolfram. A esas alturas de mi vida tenía perfectamente claro que quería continuar al lado de Wolfram, ya sabía también que lo que sentía era eso que las personas llamaban amor, por eso no importaba todo eso que pasaba mientras pudiera continuar tomando aquella cálida mano.

Esas situaciones continuaron por un largo tiempo, pero podía soportarlas, toda preocupación si aliviaba si podía ver sonreír a Wolfram, era suficiente para mí si podía ver su sonrisa todos los días. Pero no iba a poder soportar mucho, era un niño, los niños también tienen sus límites y el mío llego aquel día en el que Liz se le declaro a Wolfram. Aquel día a Wolfram le tocaba la limpieza del salón así que había decidido esperarlo para irnos juntos como siempre. Lo esperaba en la entrada cuando lo vi a la distancia con el bote de basura, así que fui a donde iba, para mi suerte antes de llegar al lugar llego Liz.

Sin poder evitarlo me oculte luego de seguirlo al lugar donde Liz le había pedido a Wolfram que le acompañara, entonces pude escuchar aquella declaración. El hecho de imaginarme a Wolfram con alguien más hizo que mi corazón se agitara, no quería que nadie tuviera a Wolfram, él solo era mío, por eso sentí un gran alivio y felicidad cuando Wolfram la rechazo. Aún recuerdo perfectamente las palabras que le dijo a Liz en ese momento. Después de todo se clavaron en mi pecho como una estaca.

-Sé que esto puede sonar extraño, pero… -e hizo una pausa donde jugo con sus dedos -. ¡Tú me gustas! ¡Por favor sal conmigo! –le escuche decir a Liz, parecía decidida.

-Yo… -Wolfram parecía dudar sobre el asunto, me imagine que se debía a que consideraba a Liz una buena amiga -. Lo siento –se disculpó luego de un silencio.

-¿Por qué te disculpas? –pregunto con un toque de dolor Liz.

-Yo lo siento mucho Liz, pero no te veo de esa manera. Además que tenerte como novia haría que tuviera que pasar más tiempo contigo, no quiero reducir mi tiempo con Yuuri. Lo siento –palabras que hicieron agitar mi corazón, ¿Cómo no hacerlo cuando la persona que amas dice algo como eso?

Liz se vio agitaba por aquella respuesta y sin decir más nada se giró para salir corriendo, antes de que eso sucediera me di cuenta que era momento de que me marchara del lugar. Lo que si no me esperaría sería que el camino que recorrí sería el mismo que recorrería Liz en su huida luego de aquella declaración por parte de Wolfram. Evidentemente chocamos ya que ninguno veía el camino que iba recorriendo, por suerte no fue un golpe fuerte, simplemente dimos pasos en direcciones contrarias. La primera en darse cuenta de que era yo fue Liz.

-Tu… -pude sentir en su tono el gran desprecio.

-Liz… -murmure, pero antes de decir algo más ella me interrumpió.

-¡Ustedes son asquerosos! –Fue lo primero que grito -. Son unos malditos asquerosos, fingen ser algo más pero no son más que personas asquerosas. Seguro que hacen más cosas asquerosas como ustedes. ¡Son unos malditos asquerosos! Morirán en el infierno por todas las atrocidades que están haciendo. Son unas mierdas

Para un niño que había estado sufriendo de acoso, aquellas palabras se clavaban con más fuerza de las que se podía imaginar aquella molesta niña. Recuerdo sentir un gran dolor y un gran asco por ser como era, por primera vez en mi vida me odie a gran escala. Sus palabras me dolieron y me hicieron tomar decisiones erróneas a partir de ese momento, era inevitable, estaba susceptible, era un simple niño, no sabía cómo abarcar la situación. Después de soltar aquellas palabras Liz se marchó dejándome solo en el lugar, en ese momento de soledad fue que empezó el auto odio hacía mí.

¿Aquello que sentía no era correcto? ¿Estaba mal que estuviera enamorado de Wolfram? ¿Era un ser despreciable por tener este tipo de sentimientos? No sabía las respuesta y las que en ese momento pensaba no era exactamente las mejores. Me odie, me odie grandemente al punto de dejarme ganar por las personas a mí alrededor. No se cómo llegué de nuevo a la entrada, pero antes de que pudiera saberlo escuchaba la voz de Wolfram. Al verlo mi corazón se comprimió, no quería que Wolfram sufriera lo que yo estaba sufriendo, no quería que se perdiera aquella sonrisa, así que tome la decisión de que solo seríamos amigos normales.

En aquel momento decidí que Wolfram y yo solo seríamos amigos. Esa fue la primera vez que nos fuimos a casa sin tomarnos de las manos, la primera y no la única. Después de eso comencé a distanciarme de Wolfram, debía de alejarme de él, después de todo los amigos no eran tan cercanos como lo éramos nosotros, debía trazar una línea, para que de esa forma no fuera asquerosos, para que de esa forma no fuésemos al infierno. Seríamos solo amigos normales, esa era la oración que me repetía todas las noches como si fuese un rezo. Solo debíamos ser amigos. Una de las decisiones que tome para poder continuar siendo amigos fue irme a otra secundaria, sabía cuál iba a escoger Wolfram, por esa razón decidí una lejos de aquella secundaría a la que Wolfram iría. Recuerdo que Wolfram me confronto por ese asunto.

-¡Yuuri! –escuche su voz pero no quise mirarlo directamente -. ¿Es cierto que irás a otra secundaría? –me sorprendí que supiera de eso pues no le había dicho aun, así que finalmente le vi.

-Sí, es así –conteste mirándolo un corto momento. No quería tener aquella conversación, no les mentiré. 

-¿Por qué? –fue lo que escuche de parte de Wolfram darme como respuesta.

Un silencio cubrió la habitación, no quería tener esa conversación. ¿Qué le iba a decir como excusa a Wolfram? Tenía que pensar rápidamente en una que se pudiera creer, que no le hiciera hondar más en el tema, aunque me doliera, tenía que decirle una mentira a Wolfram.

-En esa secundaria hay un buen equipo de béisbol, por eso es que me decidí por ella –por primera vez en mi vida le mentí a Wolfram. Sentía mi pecho ser comprimido con fuerza al hacer aquello.

-Entonces es por eso… -le escuche decir junto a un suspiro.

-Por supuesto, ¿Por qué otra cosa creerías que iría a una secundaría tan lejana? –tome todas mis fuerza para sonreír en ese momento, tratando de ocultar el dolor y desesperación por el que estaba pasando. No quería mentirle a Wolfram, quería decirle la verdad, pero no podía, porque eso no era normal.

-No, por nada –le escuche responder en un tono más convencido. Había logrado mi objetivo -. Entonces seguiremos siendo amigo como siempre, ¿Cierto? No importa que no podamos vernos tanto continuaremos igual ¿No?

Esas palabras se clavaron en mi pecho como una flecha atravesando mi corazón. Sinceramente quería contestarle negativamente, que no quería ser solo amigos, que realmente me gustaba mucho, pero no podía, si lo hacía ¿Para que todo el esfuerzo realizado antes? No podía hacerlo, había decidido ser solo amigo de Wolfram. Así que con todas mis fuerzas sonreír para darle una respuesta.

-Por supuesto, nosotros seguiremos siendo amigos.

Sentí como aquellas palabras se clavaban en mi garganta matando lentamente mi pobre corazón. ¿Ya no había sido suficiente con el hecho de que lo hubiese matado yo mismo? Parecía que nunca era suficiente. Recuerdo que luego que Wolfram se fuera sentí unas inmensas ganas de llorar, gracias a dios nadie estaba en la casa en ese momento porque no pude evitar sentir como las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas. Ese era el final, hasta ahí había llegado el camino. Ya no podría avanzar más, yo mismo había decidido quedarme con el estatus de amigo por el resto de mi vida.

Después de eso la distancia comenzó a crecer entre ambos, era inevitable, aunque no quisiera que sucediera era imposible, después de todo íbamos a secundarias diferentes, teníamos amigos diferentes, actividades diferentes, aunque quisiéramos compensarlo con otros momento no iban a ser suficiente. La distancia parecía hacerse cada vez más grande entre ambos, por una parte me sentía aliviado, pero aun así el estrés de todo lo que vivía mentalmente hacía que mi cuerpo llegara al límite. Recuerdo que una vez en plena práctica me desmaye, ¿Adivinen a quién le dio fiebre?

Murata, que había ido a estudiar a la misma secundaria que yo le habían obligado a llevarme de regreso a casa por la alta fiebre que tenía. Recuerdo que me llevaba mientras se quejaba por varias cosas las cuales no le prestaba mucha atención por la fiebre. Llegamos a mi casa donde se encontraba mi madre preparando la cena para que no estuviera ajetreada al momento que se acercara la hora. Cuando se percató de mi estado de inmediato nos mandó a mi habitación mientras ella se ponía hacer algo para que comiera, además de buscar los medicamentos. Murata me subió a la habitación y me dejo en la cama o mejor dicho me lance en la cama pues estaba bastante agotado.

Murata al final pareció compadecerse de mi así que se acercó para ayudarme a cambiarme de ropa, se sentó en la cama antes de jalarme para poder realizar la tarea, pero previamente de poder iniciarla termine con la cabeza en su hombre quejándome un poco de lo patético que era. Murata era mi mejor amigo y el que conocía todo el asunto que había sucedido con Wolfram, por lo menos la mayoría de cosas. Él pareció sentir compasión por mí así que sin más llevo su mano a mi cabeza y comenzó a acariciarla para aliviarme un poco de mi dolor. Lo que si no me espere fue que en ese momento Wolfram entrara a la habitación. Ni siquiera me moví para verlo, me podía dar una idea de su cara, y más cuando escuche su disculpa e huida.

-¿No deberías ir detrás de él? –escuche a Murata preguntar.

-No, es mejor así –fue la única cosa que dije.

No era solo por mi fiebre que había decidido no ir detrás de Wolfram, era mejor de esa manera, así podría terminar de desaparecer mis sentimientos y volvernos solo amigos. Era lo mejor para ambos, aunque sabía que con aquella decisión no estaría haciendo más nada que matar a mi propio corazón, pero estaba bien, él ya estaba acostumbrado a mi constante apuñalamiento. Las cosas empezarían a ir mejor a partir de ese momento o así al menos quería hacerme creer a mí mismo. La distancia entre ambos comenzó a aumentar, y era evidente que notaría que Wolfram estaba evitándome, pero aun a pesar de todo quise convencerme de que era lo mejor para ambos. Por lo menos hasta que un día tuve una conversación con mi madre.

-Yu-chan, últimamente no he visto mucho a Wolfram, ¿Acaso pelearon? –pregunto mi madre un día que me encontraba en casa. Simplemente no supe que contestarle.

-Simplemente hemos estado ocupado con cosas de las clases –comente como excusa sin mirarla directamente. Mi madre suspiro antes de sentarse enfrente de mí con una sonrisa triste.

-Yu-chan, ¿Qué es lo que realmente pasa? –pregunto con cierto dolor, me imagino que se había dado cuenta de algo.

-¿De qué hablas? –aun a pesar de eso trate de ocultar la verdad.

-Yu-chan, soy tu madre, no tienes que ocultarme nada a mí –dijo con una sonrisa mi madre tomando con dulzura mi mano.

-De verdad… no hay… -odiaba el hecho de que mi madre fuera tan intuitiva, sin poder evitarlo al verla directamente no pude evitar comenzar a dejar caer las lágrimas, estaba en mi límite o mejor dicho ya lo había pasado hace mucho.

-Está bien Yu-chan, yo soy tu madre, sin importar que jamás te veré de mala manera –comento con un tono de voz dulce. En ese momento agradecí grandemente aquel tono que usaba mi madre.

-Yo lo siento, lo siento mucho, pero a mí... a mí me gusta Wolfram –sin poder evitarlo deje salir aquello que había obligado a vivir en mi interior el resto de mi vida, pero no pude evitar decirlo delante de mi madre.

-Lo sé –esa respuesta que me dio fue suficiente para sentir un poco menos el peso que llevaba -. Lo se Yu-chan, siempre lo he sabido, ¿Quién crees que soy? Desde hace mucho tiempo he sabido de los sentimientos de Yu-chan, por eso razón no debes temer -¿Han oído las palabras de que no hay nada que calme más que la voz de su madre? Pues es realmente cierto.

-Yo… lo siento mucho, yo soy una persona horrible –solté sin dejar de llorar.

-¿Por qué te disculpas Yu-chan? Tú no eres una persona horrible. Tu solo eres alguien que decidió amar a Wolfram, solo eso y nada más. Para el amor no hay ninguna traba, mientras tus sentimientos sean sincero nada más importa –las dulces palabras de mi madre calmaba mi herido corazón.

-¿Esto no está mal? –pregunte con inseguridad. Mi madre sonrió con dulzura para negar con la cabeza.

-Esto no está mal en ningún sentido Yu-chan, solo recuerda que sin importar que pase nosotros te apoyaremos en la decisión que tomes –comento ella haciendo una leve pausa -. ¿Qué harás ahora? –pregunto, aunque estoy segura que ella sabía la respuesta sin que le dijera.

-Iré a ver a Wolfram –dije para pasar mi mano por mi rostro para limpiar mis lágrimas. Sin decir más nada me levante para salir de la casa en busca de Wolfram, a esa hora todavía estaría en su secundaria.

Tenía que apurarme para decirle a Wolfram todo lo que había pasado, sería sincero con él por primera vez en mucho tiempo, le diría toda la verdad. Le diría todos estos sentimientos que había tenido guardado en mi interior tantos años. Fui al metro para de esa forma llegar más rápido a la secundaria de Wolfram, había sido bueno que ese día no había tenido clases. Estaba ansioso por decirle la verdad a Wolfram. Me pare detrás de la raya que marcaba el límite para poder estar esperando ansioso el tres que vendría dentro de pocos minutos.

Le diría todo sobre esos sentimientos que hasta hace poco había decidido enterrarlos en mi interior. Le sería completamente sincero para de esa forma dejar de ser amigos, porque no quería ser solo amigos, quería estar más junto a Wolfram. Tanta emoción no me dejo ver lo que pasaría minutos después. Sin que me diera cuenta, justo cuando se escuchaba el sonido del tren pude sentir unas manos en mi espalda que me empujaban con fuerza. Si me hubiese dado cuenta antes de su presencia quizás las cosas fuesen cambiado. La última cosa que recuerdo es el rostro de la persona que me había empujado antes de ver la luz del tren, la reconocí de inmediato, ¿Cómo no hacerlo? Si la persona que lo había hecho era la misma de hace años atrás.

Una luz cubrió el lugar y deje de escuchar el sonido, con eso pude saber que mi final había llegado. Lo más seguro era que aquello me mato por completo sin siquiera poderme salvar, me sentí un poco mal por el hecho de que no podría decirle nada a Wolfram sobre los sentimientos que tantos años había llevado conmigo. Esa era la única cosa que podía decir que me arrepentía en toda mi vida. Cuando creí que todo había acabado de repente sentí un lugar cálido a lo que abrí mis ojos de golpe para ver el lugar donde me encontraba. Era completamente blanco, no había ningún color en el lugar.

-Ah… De nuevo el mismo final –la voz de una mujer llego a mis oídos a lo que me gire a observarla. Una pequeña niña de cabellos blancos como sus ropajes, de tez clara, y ojos grises. De inmediato me pregunte quién era esa chica.

-¿Eh? –solté ante sus palabras.

-De nuevo se ha dado el mismo final –fueron sus palabras antes de hacer sonar sus dedos. Sin que lo supiera de pronto todo fue cubierto por imagines, deducía que eran recuerdos, todos acaban con un mal final. Sino era yo quién moría era Wolfram quien lo hacía.

-Esto… -no supe que decir en ese momento.

-Esto es vuestro final –dijo ella con una sonrisa -. Este será siempre el final, ya que todo esto es una maldición –continuó hablando dando una vuelta con sus brazos elevados -. Es su castigo, es el castigo de esa mujer por no cumplir con su deber.

-¿Deber? –pregunte confundido.

-Sí –dijo mirándome fijamente deteniendo su acción anterior -. Si quieres culpas a alguien por tu desgracia solo debes culpar a la mujer con la que compartes alma. Cúlpala a ella de tu desgracia, porque ella es la culpable de todo.

-¿De qué estás hablando? –aún seguía sin entender.

-De una maldición, aquel que se dé cuenta primero de sus sentimientos será el primero que morirá. Esa es la maldición –la chica fue clara, no me costó entender de lo que hablaba.

-No importa quien sea.

-No, aquel que sea el primero será el que morirá –continuó con una sonrisa -. ¿Ahora que harás Shibuya Yuuri? –me pregunto sin quitar aquella expresión de su rostro.

-Matar mis sentimientos… -balbucee sin darme cuenta mirando a la nada.

-Esa es la respuesta correcta –escuche decir antes de ver como todo comenzar a brillar a mi alrededor hasta desaparecer. No supe que fue lo próximo que sucedió.

 

 

 

 

 

 

 

De pronto cuando abrí los ojos pude ver un techo extraño, gire un poco a un lado para ver una habitación conocida y a la vez no. ¿Por qué tenía un toque tan clásico la habitación? Gire por todo el lugar comenzando a recordar que me encontraba en una habitación de pacto de sangre, ¿Por qué no podía recordarlo de una vez? No lo sabía. Me senté en la cama antes de sentir que algo a mi lado se movía.

-Hm… ¿Qué sucede Yuuri? –era Wolfram quien preguntaba.

-Nada… todo está bien –dije para hacer que volviera a dormir, no me costó mucho el asunto.

Observe mis manos un momento viendo cómo estás temblaban levemente, recordaba vagamente la conversación con aquella chica, ¿Una maldición? ¿De qué estaba hablando? No lo sabía y algo en mi me decía que era mejor no saberlo. Lo único seguro era que no quería de nuevo un final donde alguno de los dos pudiera morir, así que tome una decisión…

No importaba cuanto fuera necesario, había decidido que mataría mis sentimientos.

A partir de ese momento Wolfram y yo seríamos siempre solo amigos. Porque desde el inicio fue lo mejor.

.

.

.

Por lo menos hasta que llegó el momento en que me toco luchar por aquel amor que me había jurado matar.

Notas finales:

Jaja, me gusta matar a uno de los dos personajes. En este fic no quise poner a un Yuuri malo, él no es que no ame a Wolfram, simplemente que prefirió no admitir su amor para salvarlo, si, me gustan ese tipo de tramas en donde sacrifican algo. 

Para este fic me inspire en un manga que vi hace un tiempo que me dejo una herida en el corazón, ya que termino casi igual al fic </3 no recuerdo su nombre, pero si lo encuentran en algún momento quizás queden con un sabor agrío. ;-;

Espero le halla gustado el fic <3 nos veremos en otro momento, seguro traere más historias ya que no tengo intener en mi casa jaja. </3 ... 

nos veremos en otra historia <3

 


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