Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Te amo, mi dulce tigre por rynu

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Es una historia cortita y cursi, pero me gusta escribir cosas lindas en cuenta de deprimentes y mas si son estos dos, ya que ambos pueden provocar diabetes con sus personalidades. Espero os guste :)

 

 

 

Era un día caluroso de Agosto y todos nuestros chicos preferidos se encontraban de vacaciones de verano.

 

Algunos se habían ido de vacaciones de verano con sus padres a otra ciudad, otros al extranjero, varios se fueron con amigos a la playa o la montaña durante una semanas.

 

Pero el no se fue a ninguna parte. Decidió pasar sus vacaciones en su ciudad.

 

Así es, de quien estamos hablando es de nuestro chico pelirrojo, Kagami Taiga.

 

Y no es porque no hubiera tenido planes, si no que como siempre su padre lo había cancelado a último momento.

 

Pero no se sintió triste, ya que estaba acostumbrado a que su padre hiciera eso, lo único que le entristece es que pasaría su cumpleaños solo.

 

Su hermano pasaría las vacaciones con su pareja Izuki en EE.UU, que por cierto, cuando se enteró de que ambos se habían hecho pareja, quedó en shock, ya que no podia creer que su sempai y su hermano estuvieran juntos. Y es que siempre se preguntaba ¿Cómo rayos se volvieron pareja si apenas se habían encontrado un par de veces?

 

Decidió olvidar el asunto, aunque aun así no evitó enfadarse un poco.

 

No porque estuviera enamorado de su hermano, simplemente era complejo de hermano que no quería ver sufrir a Tatsuya, a pesar de que sabía que su sempai era una buena persona.

 

Pero en fin, esa es otra historia. Alex igualmente estaba en EE.UU, ya que le había salido un trabajo, para entrenar a un pequeño equipo de baloncesto para niños.

 

Taiga suspiro en la cocina al recordar que también cierta sombra suya, su equipo y los milagros no se encontraban en la ciudad.

 

-Al parecer todos se han puesto de acuerdo para irse de vacaciones...- Se dijo a sí mismo un poco deprimido.

 

Sintió envidia, todos a su alrededor tienen ya pareja mientras que el debido a su aspecto nadie lo podría mirar de aquella manera.

 

-Ojala el me quisiera…- Susurro con tristeza al pensar en aquella persona de la cual se había enamorado, cayendo una lagrima traicionera por su mejilla.

 

El quería experimentar esas sensaciones de que te mimaran, te desearan y te amarán por encima de todo. El quería ser feliz también.

 

¿Acaso no tenía derecho a pedir aquello?

 

Y a parte de eso, mañana era su cumpleaños, el cual lo pasaria solo…

 

Cuan deprimente era su situacion… Lo unico que tenia ganas ahora mismo es de coger un montón de comida y meterse en la cama para no salir en una semana de alli…

 

Estaba por hacer aquello cuando oye el timbre de su apartamento sonar.

 

“¿Quién será?” Se preguntó sorprendido y confundido, ya que no esperaba la visita de nadie.

 

Aun así se puso una camiseta de tirantes y unos shorts, para luego abrir la puerta, dejando en shock al pelirrojo, ya que no se esperaba que justamente “él” fuera la persona detrás de la puerta.

 

-Hola Kaga-chin- Saluda Murasakibara, posando su mano en la cabellera pelirroja, donde le revolvió el pelo en un gesto cariñoso.

 

Aquella acción sonrojo al tigre, ya que le gusto tener aquella mano grande y cálida acariciar su pelo.

 

Aún así, actuó con su típico carácter a la defensiva y desconfiado, ya que no sabía que intenciones traía ese chico con el.

 

-¿Que quieres Murasakibara?- Pregunta con el ceño fruncido, sin dejarle ver al otro, como su presencia le ponía nervioso.

 

El otro chico estuvo callado durante unos segundos, examinandolo, como decidiendo si deberia decirselo, logrando que Taiga se pusiera aún más ansioso debido a esos largos segundos de silencio.

 

Finalmente el gigantón comedor de dulces habló con su típica voz monótona y llena de aburrimiento.

 

-Muro-chin me dijo que Kaga-chin pasaría solo las vacaciones, por lo cual decidí venir contigo para que no estes solito- Comenta de golpe, dejando visible a su espalda una gran maleta de equipaje.

 

-¿¡Haaa!?- Exclama totalmente atónito, pero a pesar de que aquello le alteró, en su interior se sintió feliz.

 

Feliz de que ese titán del cual se había enamorado quisiera pasar su tiempo con el.

 

-Déjame pasar Kaga-chin- Le indica el más alto ya que el pelirrojo seguía en medio de la puerta, aun en shock, impidiendo su paso.

 

Finalmente sale de su shock con las mejillas sonrojadas, pero decide fingir resignación y desagrado por tener que convivir con el.

 

-Ya que… Pasa antes de que me arrepienta- Comenta, desviando la vista del peli morado, al ver cómo lo miraba tan fijamente.

 

-Kaga-chin no actúes como Mido-chin- Le dice con su voz monótona, pero que tenía un toque divertido al ver como su pelirrojo actuaba con la personalidad tsundere de la estrella de Shotoku.

 

-¿¡Ha!? ¡Yo no soy como ese imbécil, así que no me compares con el Mura….!- Pero no pudo acabar la frase ya que unos labios se posaron en su mejilla, dejándolo totalmente congelado.

 

-Kaga-chin eres mas lindo cuando estas sonrojado y no estas enojado- Le comenta con sinceridad para luego llevar su maleta al dormitorio de invitados.

 

Mientras el peli morado se acomodaba, cierto tigre se tocaba la mejilla donde había recibido aquel tierno beso.

 

Aun podía sentir ese cálido tacto en su piel, provocando que una gran explosión de emociones se esparcieran por todo su cuerpo.

 

Su corazón iba como el de un colibrí. Por suerte el otro chico no se encontraba en la sala, porque el rostro de Kagami estaba totalmente encendido hasta las orejas como el de un semáforo en rojo.

 



Ese dia fue muy especial, cálido y tierno.

 

Todo lo contrario a lo que esperaba el tigre, de que le molestaria  o se metiera con él, lo trato como si fuera lo más preciado del mundo.

 

Ambos cocinaron juntos a la hora de comer, el titan mas bien se dedicó a hacer el postre, más este mismo alabó la comida de Kagami, diciendo que le gustaría comer todos los días su deliciosa comida.

 

Aquello hizo ruborizar al más bajo y tartamudear al decirle que se dejase de comentarios vergonzosos.

 

Luego de ello ambos se fueron al sofá, donde Atsushi lo colocó encima de sus piernas, causando un gran calor en todo el interior de Kagami, como si fuera un volcán dormido empezando a despertar para que en cualquier momento estallar.

 

Se taparon con una manta y con un bote de palomitas a su lado, vieron la pelicula de Toy Story 2.

 

Esa tarde la recordarian ambos por muchos años, ya que no solo vieron la pelicula adi como asi, si no que inconscientemente ambos se proporcionaban caricias, toques, se daban de comer palomitas el uno al otro, se acurrucaba entre sí para estar más cómodos.

 

Si Kuroko estuviera presente, estaría haciendoles fotos como loco con el móvil para luego hacer un álbum de la pareja .

 

La noche fue una cena algo ruidosa, ya que ambos acabaron en una pelea de harina entre risas a la hora de cocinar. Luego tuvieron que limpiar el desastre, pero valió la pena ya que ambos se divirtieron con ello.

 

Una vez se acostaron en la misma cama, se taparon con las mantas y Atsushi lo abrazo como si fuera su almohada o peluche favorito sin en el cual no podría dormir.

 

-Oye…- Murmura todo rojo Kagami, al sentir como lo abrazaba tipo Koala- ¿Porque estas en mi cama?- Pregunta todo avergonzado.

 

-Porque no me gusta dormir solito, además Kaga-chin es cálido y me gusta su aroma- Comenta con sinceridad a la vez que inhala su aroma.

 

-No hagas eso b-baka- Le regaña totalmente nervioso, pero no puede evitar que su cuerpo se estremeciera ante tal acto.

 

“Mi pobre corazon saldra en cualquier momento de su pecho”- Pensó Kagami, al sentir como su corazón latía con desenfreno.

 

Ambos se quedaron en silencio por unos minutos, el pelirrojo pensó que ya se había quedado dormido su compañero cuando en ese momento lo volvio a oir hablar.

 

-Kaga-chin ¿Mañana me acompañaras a un lugar?- Le pregunta con somnolencia Atsushi.

 

Olvidándose de que mañana seria su cumpleaños, accedió, ya que le daba igual a donde ir con tal de estar con la persona que amaba.

 

Y así ambos se quedaron dormidos, sin saber que la tarde del día siguiente acabaría de una forma muy especial.

 

Al día siguiente ambos empezaron el dia mas o menos como estuvieron ayer.

 

Desayunaron entre risas. El pelimorada amaba ver a su tigre reír de aquella forma, le daban ganas de envolverlo y llevárselo para siempre con él, para que nadie más se lo pudiera quitar.

 

Es más, hoy le dejaría en claro a todos, que su dulce tigre pelirrojo, solo era suyo.

 

Con esa idea en mente, siguió disfrutando de ver las expresiones que ponía su futura pareja al opinar sobre lo que le comentaba el as de Seirin.

 

Finalmente ambos salieron del departamento de Kagami, con las manos unidas, ya que el peli morado le vendo los ojos.

 

-Oye… ¿A dónde vamos?- Le pregunta confundido y sonrojado, por ir entrelazados de la mano por la calle, aunque sin ver nada.

 

-Ahora lo verás Kaga-chin, estamos a punto de llegar~~- Comenta misteriosamente, mientras con su otra mano se tomaba uno de los dulces que más le gustaban.

 

10 minutos después llegaron a su destino. Cuando el as de Yosen le desató la venda de los ojos, la mirada del tigre se mostraba llena de emoción, ya que estaban dentro de un acuario.

 

Y es que el tigre era muy fan de los peces y animales, quitando a los perros…

 

No sabia porque el más alto le había llevado a ese lugar, pero no le importaba al estar disfrutando como niño el ver a los pececitos nadar a través de las cristaleras, entre a otras criaturas acuáticas.

 

Murasakibara aprovechó de que el tigre estaba tocando a un pequeño pingüino totalmente emocionado, para ir a la tienda de regalos y comprar un peluche de pingüino y una pulsera con un delfín de plata.

 

Al volver, ambos se hicieron una foto con los pingüinos, sin que el pelirrojo pudiera ver el contenido de la bolsa donde llevaba los regalos.

 

Ya estaban por acabar el recorrido cuando ambos se fueron a sentar a unos bancos para descansar.

 

-Gracias Murasakibara, me lo he pasado genial ¿Y tu?- Le sonríe con total sinceridad y agradecido con el chico come dulces.

 

Sin poder evitarlo el titán se sonroja levemente ante esa brillante y tierna sonrisa.

 

-Moo~ Si Tai-chin hace esas expresiones no puedo controlarme más- Le amenaza, para inmediatamente, con sus brazos, atraerle contra su cuerpo.

 

-¿Mura…?- No pudo acabar la pregunta, ya que los labios del más alto se apoderaron de los suyos.

 

Taiga abrió los ojos como platos y en un principio pensó en separarse, pero al sentir una mordida en su labio lo hizo cambiar de idea y dejarse llevar…

 

Cerro los ojos y abrió un poco su boca, para inmediatamente sentir como una legua intrusa exploraba toda su cavidad bucal, entrelazándose con la suya, dominando totalmente aquel beso lento pero intenso.

 

Ambos se separaron jadeantes y con un hilo de saliva aun uniendo sus labios.

 

-¿P-Por qué…?- Preguntó totalmente aturdido y rojo por aquel acto.

 

Pero nuevamente fue acallado por un beso en los labios, aunque esta vez solo fue superficial.

 

-Te amo Tai-chin, eres mi mas preciado dulce, te amo desde el momento en que te vi por primera vez- Comenta con seriedad, cosa rara en el, a la vez que le acariciaba el rostro.

 

El pobre Taiga sentía que sus lágrimas saldrían de sus ojos, pero se contuvo y solamente se lanzo encima del otro para abrazarle.

 

-Yo tambien te amo Atsushi, como tú, desde el primer dia en el que te vi- Le corresponde a su confesión, escondiendo su cara sonrojada en el cuello del más alto.

 

-Tai-chin- Lo separa con cuidado y le entrega la bolsa con una sonrisa al ver la confusión en su cara- Feliz cumpleaños Tai-chin

 

Abre los ojos como platos al recordar que efectivamente hoy era su cumpleaños, luego abrió la bolsa, para encontrarse con una preciosa pulsera y el adorable peluche de pingüino, el cual lo abrazo encantado.

 

No pudiendo evitar conmoverse por que se acordara de su cumpleaños y le diera un dia tan especial, se acercó hasta él y le dio un tierno beso en los labios.

 

-Estoy tan feliz, gracias Atsushi por hacer este día el mejor de toda mi vida- Le acaricio la mejilla con una dulce sonrisa tras haberle dicho aquellas palabras llenas de sinceridad.

 

A partir de aquella tarde ambos se hicieron pareja, en donde pasaron las vacaciones juntos, viviendo como una especie de luna de miel.

 

Kuroko en cuanto se enteró de que ambos se hicieron pareja,no dudó en hacerles millones de fotos para un álbum.

 

Y obviamente, ambos a solas con Kuroko, cada uno le pidió que les hiciera una copia del álbum, aunque claro, para ello tendrían que pagar un precio, el cual les comento con una sonrisa, digna del propio Akashi cuando algo tramaba…

 

Fin?

Notas finales:

Espero os haya gustado este pequeño escrito para el cumpleaños de nuestro querido tigre. Dudaba de en que subir y al final me apetecio hacerlo sobre esta parejita, ya que no hay mucho sobre ellos, ojala la gente se animara a escribir mas sobre estos dos. En fin muchas gracias por leer, nos veremos proximamente... En la convocatoria Aokaga ;)

Besos y abrazitos, os amo :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).