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Los obstaculos de una realidad por ScarlletParaise

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Notas del capitulo:

Todos los personajes de Sekaiichi Hatsukoi no son de mi autoría, sino de Nakamura Shungiku. Sin embargo, los personajes OC’s que aparecerán son de mi autoría.


 


N/A: Simplemente espero que les guste esta historia, un tanto retorcida. Las dejo disfrutar.

Era un día más en la Editorial Marukawa, donde el amor flotaba en los aires, en los diferentes pisos y en cada rincón de esta. La paz reinaba y eso era lo más grandioso, más cuando se trataba de las constantes discusiones entre dos mejores amigos de la universidad, en el piso y en el sector, donde los empleados a disposición de un superior bastante mal humorado. En esos momentos, los editores de la revista Emerald, parecían estar abrumados con las constantes visitas del Oso gruñón de Marukawa, y que este discuta por los siempre retrasos de las publicaciones, con su adorado editor jefe.


- Ya te lo advertí días antes, Takano, si no se apuran con los manuscritos las ventas de los siguientes mangas decaerán y para la próxima no se publicaran – Recalco Yokozawa mientras se cruzaba de brazos y miraba de mala gana a su mejor amigo, quien prácticamente parecía estar alborde de lanzarle algo por la cabeza.


- Eso nunca pasara Yokozawa, ya lo he dicho en la reunión, se lo explique al presidente, pero lo único que puedo decir, que nos des un tiempo más y tendrás lo que pides sin más excusas de por medio – Refuto, pero el de cabellos azules dejo salir un bufido acompañado de una queja al respecto, medita las palabras expresadas por Takano, para después asentir ante ellas.


- Tendrán hasta el viernes para entregar lo que falta y traten en lo posible que los de la imprenta estén al tanto del grandísimo problema, para así dejar todo saldado – Comento dejando a todos contentos y en especial a Takano, quien le dedico una sonrisa a modo de agradecimiento y de paso una victoria por su parte – Por lo tanto, me retiro – Cumple lo dicho, para así comenzar avanzar hacia la salida e ir hasta su oficina, con la brillante idea de concluir los últimos informes de ventas y chequeos rutinarios en las tiendas, para posteriormente finalizar su día laboral.


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En cambio, en el otro sector del piso del departamento de edición de manga, las cosas para Kirishima eran totalmente agotadoras. La mayor parte de sus editores bajo su tutela parecían estar a un nivel acorde a su modalidad y exigencias, pero jamás llego a demostrar su lado retorcido y malévolo, pero en ese caso era muy distinto.


Sus ojos color avellana estaban posados en aquella figura masculina que con el simple perfume de los enamorados lo asqueaba muchísimo, conocía la relación de su nuevo empleado y la de su osito gruñón que mantuvieron en el pasado, no quería pensar en aquella conversación en la sala de descanso, donde él era un simple adorno.


 - Hace dos semanas atrás -


Allí estaba, siendo el espectador donde dos viejos amigos de la infancia se reencuentran. Jamás creyó que un día conocería a otro de los amigos de su amado y menos escuchar los constantes relatos de aquel hombre de la misma edad que su pareja, de un aspecto bastante masculino, de cabello corto y lacio en un color rubio.


- Recuerdo aquella vez que mi hermano se cayó del árbol, porque a Takafumi-kun se le había quedado atrapado la cometa. No lo cumplo de nada, pero siempre mi hermano menor fue así de amable y un tanto impaciente con el tema de las cometas – Relataba aquel hombre con una sonrisa ladina, ya que Yokozawa desviaba su mirada dándose a entender que aquel recuerdo le pareció lo más embarazoso.


- No siempre fue así… Por donde yo recuerde, además… - Se aclara la garganta, le da un sorbo a su bebida, posa su mirada en su amigo de la infancia quien parecía estar observándolo de una manera un tanto extraña – Cambiando de tema, ¿Qué tal esta tu hermano? – El rubio dejo salir un suspiro mientras le daba una calada al cigarrillo que consumía Yokozawa, no parecía estar al tanto, de la mirada cargada de celos que le estaba dedicando Kirishima, simplemente, rememoraba lo que paso días antes del accidente de su cuñado en donde tuvo que consolar a su hermano y ser niñero de aquel bebé que ahora era su sobrino.


- No está bien, Takafumi-kun, hace unos días atrás, el marido de mi gemelo sufrió un accidente de tránsito y supuestamente hoy despertaría – Las facciones de Yokozawa parecían estar destellando preocupación y un asombro bastante notable al escuchar aquellas noticias, por otro lado, Kirishima le daba una calada a su cigarrillo y observaba de reojo aquel hombre, prácticamente no podía soportar las miraditas que le lanzaba a su Osito cuando estaban en silencio, y si deseaba intervenir en la conversación no podía, porque ese patán pretendía acaparar toda la atención de su pareja.


- No sabía nada de lo que ocurrió, pero no hace bastante que los conocí y prácticamente tu hermano debe de estar bastante desconsolado en estos momentos – El rubio asintió ante las palabras dichas por su amigo de la infancia, agradecía escuchar que su hermano menor se haya reencontrado con Yokozawa y de que él haya podido conocer a la familia política que ahora tenía – Estoy seguro que tendrás noticias acerca de tu cuñado, por lo tanto disponte a trabajar y tómatelo con calma, evita recordar esos tragos amargos, Akira-san – El rubio esboza una sonrisa radiante, al escuchar aquellas palabras alentadoras, para después ponerse de pie.


- Te lo agradezco muchísimo Takafumi-kun, saber que mi hermano menor pudo reencontrarse contigo y que hayan hablado, pero lo único que te digo – Yokozawa se había puesto de pie quedando así frente a su amigo de la infancia, parecía estar algo tranquilo y alegre de que hayan tenido unos minutos para conversar. Akira se acerca a su amigo, pasa su mano por el cuello de Yokozawa quien parecía estar algo confundido con ese repentino acercamiento, por lo tanto, desvía su mirada hacia su ahora jefe, quien se estaba conteniendo las ganas de golpearlo pero opta por mantenerse serio y observando aquella "escenita" con indiferencia – Cuídate muchísimo y no quiero saber que algo malo le suceda a la persona que más aprecio con toda mi alma – Se aleja al decir en un murmuro apenas que sea escuchado por Kirishima y Yokozawa, Akira cierra sus ojos y esboza una sonrisa de oreja a oreja, ya estaba satisfecho al ver el leve sonrojo que tenía Yokozawa – Será mejor que me prepare para así ir a dar una rutina a mis mangakas – Al terminar su frase, le deposita un beso en la mejilla a Yokozawa, dejando a sí hirviendo de los celos a su jefe.


- En la actualidad -


Todos se habían marchado, pero los únicos que quedaron en esa oficina, era él y ese Harada Akira, su máximo estorbo, la peor escoria que conoció y la persona más repugnante de todas.


- Bueno será mejor que me vaya a casa – Decía estar palabras mientras se estiraba en su lugar, al finalizar su rutina, se pone de pie, toma algunos manuscritos, los guarda en su portafolio correspondiente.


- Espero que cuando conduzcas mueras en el intento – Susurro bajito mientras regresaba su mirada a su computador y tecleaba unas cuantas cosas.


Las facciones de Harada destellaban irritación, jamás pensó que ese hombre esa su jefe, una persona que siempre trata de manera jovial a otros pero con él era todo lo opuesto, prácticamente sentía que sus regaños constates, exigencias y hasta incluso los comentarios sarcásticos hacia su persona, sean como una humillación – Me retiro, Kirishima-sama – Al escuchar aquello, el castaño levanta su mirada para ver como su compañero de trabajo se retiraba con una sonrisa ladina.


Se queda unos minutos viendo por donde salió ese novato, tenía su mente sumergida en las miles de razones de que ese tipo buscaba comerle la cabeza a su Osito, más cuando llegaba a su departamento para reclamar los mangas y que ese sujeto sea quien le baje los humos, y no él. – Ah, debo dejarme de comer la cabeza de esta manera o terminare por volverme loco – Vuelve a suspirar, mientras se reclinaba en el espaldar y enfoca su mirada en el techo. Prácticamente extrañaba las visitas de su Osito cuando terminaba su hora de trabajo para hablar un rato o lo que fuera, sacude su cabeza y saca su celular para así escribirle un mensaje de texto, pero no se le ocurría nada brillante para decirle. Deja salir otro suspiro, apaga su computador, agarra sus cosas, deja todo acomodado para mañana y se dispone a retirarse.


------ X~X ------


Cuando al llegar al ascensor siente risas que lo sacan de lugar, se voltea hasta encontrarse a su Osito en compañía de aquel tipo, los dos riendo, su pareja sonriendo y el otro parecía estar mirándolo con esos ojos que solamente él debería ponerle a su amado Oso Gruñón, pero no era así.


Akira desvía su mirada al frente, para así cruzar miradas rivales con su jefe, parecía que entre medio de ambos salían dos rayos y chocaban entre ellos, mientras auras negras los rodeaban. Sin embargo, al ver aquello, Yokozawa carraspea para así posteriormente avanzar hasta Kirishima, dejando a su mejor amigo con su rostro desencajado al ver aquello.


- Kirishima-san ¿Ya termino con sus pendientes? – Pregunto de manera despectiva, provocando que el castaño esbozara una sonrisa de satisfacción, mientras de reojo miraba a su rival transmitiéndole su victoria.


- Por supuesto, además – Acorta la distancia entre ellos y pasa su brazo derecho por los hombros de su pareja, quien lo mira con un enojo poco disimulado – Ya me preguntaba si ibas a mi casa después del trabajo, sabiendo que mi hija está sola y no quiero que lo est… - No pudo terminar de hablar cuando las puertas del ascensor se abrieron para así Yokozawa tomarlo de la muñeca y tirarlo dentro.


- Lo siento Akira-san, tenemos que adelantarnos, nos vemos mañana – Se despidió en el momento que las puertas del ascensor se cerraron, dejando a un rubio bastante enojado, hasta el punto dejarse invadir por miles de celos al ver como su futuro novio se escapaba, una vez más.


"No lo dejare pasar esta vez, no lo dejare ir con ese tipo otra vez, no señor, eso no lo permitiré. ¡Yokozawa es mio! ¡Solo mio!" – Se dijo mentalmente, su mirada verde parecía destellar determinación, sus facciones delicadas y masculinas, carentes de una seriedad cubierta de un frio, sus puños apretados con muchísima fuerza, en resumida, su aspecto daba muchísimo terror –Será mejor empezar a barajar mis cartas y así dar comienzo a este juego – Al decir aquellas palabras, se dispone a ir a su lugar de trabajo con una idea en mente, una que estaba seguro que dará un resultado factible.

Notas finales:

N/A: Espero que les haya gustado este comienzo, es la primera vez que escribo un fanfic de este anime yaoi, es uno de mis favoritos; Tratare de traerlo seguido, si es que lo apoyan en el intento, tendre o cometere errores en el intento, pero siempre me esforzare. Sin más que comentar, me despido.


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