Esta es la historia de dos personas, de dos personas que se conocieron y que decidieron jugar una broma a una tercera sobre una relación ficticia entre ambas. Es raro como pueden terminar las situaciones, justo con alguien con quien no imaginabas que terminarían de cierta forma, en este caso me refiero particularmente a que nunca imagine que terminaría enamorada de Mae, no porque fuera tal o cual persona que hiciera que no me llamara la atención para nada, pero si porque su personalidad era bastante más fuerte que la mía eso y claro, la parte en la que ella se encontraba aclarando su heterosexualidad cada vez que alguien tenía la duda y la confianza de preguntárselo. Sin embargo, desde que entre a la universidad parte de mi carácter o forma de ser cambio y quiero creer que eso ayudo también a poder llevarme bien con alguien con quien antes yo hubiera creído poco posible.
Así que, como todo, la forma más adecuada y común para comenzar una historia es por el principio, o podría empezar con el final. Y el final de anoche comenzaría conmigo yendo a mi casa tarde porque había estado con ella, sus amigos, Telmo y su amiga, en un sitio llamado “Yonks”, al menos si hablamos del ultimo sitio en donde estuvimos… Aunque el verdaderamente ultimo sitio donde estuvimos al menos ella y yo fue en su cuarto e inclusive siendo aún más exactos, fue en su cama del tamaño de un bebe y yo encima de ella besándola. Por tanto, no creo conveniente empezar con el final porque, ¿Cómo es que yo termine besando a una proclamada heterosexual la cual no estaba ni por asomo ebria como para llamar a la situación un desliz?
Bien, empecemos por el principio.
Para poder hacer eso debería comenzar con otra historia antes, dado que quiera o no, gracias a su participación fue que la historia principal se convirtió en lo que es ahora.
Ya tenía cerca de tres semanas que el semestre de la universidad había comenzado y bueno parte de una de las evaluaciones de la materia de deportes era la de ayudar al maestro en la inscripción de los de primer semestre a los talleres deportivos y equipos representativos de la facultad.
Se habían acomodado mesitas a los costados del salón de clases y todos los que se iban a encargar de las inscripciones estaban divididos por los diferentes talleres deportivos que se ofertaban en la facultad.
La mañana había pasado tranquila, con muchos alumnos afuera del salón esperando poder inscribirse, lo cual era poco creíble para tratarse de la Facultad de Informática. Yo había sido asignada a ayudar en la inscripción de nuevos miembros para los equipos representativos y estaba medianamente emocionada porque podría conocer a las nuevas adquisiciones para el equipo de futbol femenil pero ya habían pasado varias chicas de las cuales solo una de ellas hasta el momento se había inscrito al equipo, se llamaba Emily, la había visto jugar antes, no me parecía muy buena pero después de todo no era como si el equipo si lo fuera y nuevas jugadoras era mejor a quedarnos siempre las mismas.
Había estado esperando poder ver a Mariana entre la multitud para acercarse a la mesita en la que yo estaba y entonces poder inscribirse en el equipo, puesto que en ese entonces yo solo trataba de encontrar los medios para poder tener un tiempo que compartir con ella, así que en el transcurso de las vacaciones de verano estuve insistiendo en que se uniera al equipo de futbol, no sabía si había logrado mi objetivo pero logre darme cuenta de que había sido así cuando después de un rato en la mesita, ella paso rápidamente medio sonrió me dio sus datos y después de ello se despidió. Y si, la siguiente persona a quien conocí fue con quien comienza esta historia, es decir la que nos lleva a la historia principal, de corta estatura, de cabello ondulado, ojos verdosos y una cara un poco más grande con respecto a su tamaño, podría continuar diciendo que de haber sabido todo lo que implico haberla conocido quizá hubiera evitado sonreírle en ese momento, pero lo cierto es que no cambiaría esas decisiones malas o buenas o del tipo que sean que me condujeron a jugar esa broma. No las cambiaria y lo cierto es que tampoco sabría cual o cuales hubieran sido las mejores decisiones sin lastimar a varios implicados.