Signal
Si algo entendía ahora era que ese chico, las “señales”, no las captaba en absoluto. Cruel vida y realidad. No importaba que tantas indirectas discretas diera, el pelinegro no las captaba. Si iba a sufrir iba a hacerlo con dignidad como el hombre que era.
-Te envió una señal, te doy una señal
Pero no funciona en lo absoluto
Te doy una mirada y sigo dando indirectas
Pero no entiendes
Me estás volviendo loca en verdad
Realmente no sé por qué no lo entiendes
Una vez más, reúno fuerzas y
Te envió una señal, te doy una señal
Una mirada, un gesto, cualquier expresión
Es inútil, ninguno de ellos funciona
Simplemente no lo entiendes, ¿verdad?
¿Qué más puedo hacer para expresar cómo me siento?
Tarareaba mientras miraba el cielo azul por la ventana. Hacia frio ese día y pequeños copos podían verse caer. Ese día nevaría y le tocaba quedarse limpiando el gimnasio después de clases. Que más daba, no era como que tuviera mucho que hacer en realidad en su casa. Por la ventana pudo ver como cierto pelinegro, causante de su desilusiones, caminaba tranquilamente junto a su amigo Phichit. Ellos ya se iban y él aun esperaría una hora entera ahí.
-¿Por qué no te das cuenta?-. Dijo decaído recargándose en la ventana con una cara triste diciéndole adiós a su amado. Después de eso recibió un fuerte golpe en la cabeza con algo que parecía ser un libro. -¡Ay!
-¡Tu imbécil flojo! ¡Muévete a ir a tirar la basura!-. Dijo totalmente molesto Yuri Plisetsky.
-¡Yuri! ¡Eso duele mucho!-. Dijo con un tonito que al rubio le daba asco.
-Entonces muévete y has tu tarea o por tu culpa nos quedaremos limpiando baños de nuevo.
-Ya voy, ya voy. No es necesario recurrir a la violencia. Hay que ser pacifistas.
-¡Pacifista te voy a dejar la cara si sigues así! ¡Anda!
Vicktor no tuvo más remedio que hacerle caso al otro. Era increíble como cabía tanta fuerza en un pequeño cuerpo como el de su amigo. Dejó la basura en su lugar, el frio aumentaba conforme la nieve caía más.
-Olvidé mi chaqueta, deja ir a buscarla al aula.
Oh no, Vicktor conocía perfectamente esa voz. Buscó un refugio para esconderse pero no había nada. Tomó el bote de basura y subió de nuevo hacia el aula, a tropezones pero subió. Yuuri Katsuki llegó a su aula encontrando a los responsables de limpieza aun.
-Yuri ¿Qué haces aquí?-. Preguntó Kenjirou sonriente como siempre.
-Ah, hola. Es solo que quería saber si no dejé aquí mi chaqueta.
-¿Te refieres a esta?-. Dijo Yuri alzándole una chaqueta azul.
Por la expresión del otro supo que estaba en lo correcto.
-Gracias por cuidarla por mí-. Agradeció Yuuri.
-No andes dejando todo por ahí o a la próxima lo tiro a la basura-. Dijo el rubio con su actitud de siempre.
Yuuri agradeció a todos y se retiró de ahí. Mientras tanto, Yuri guardaba todos los utensilios pudo ver a alguien oculto en el armario de las cosas. Se llevó la sorpresa de que era Vicktor en una extraña posición que le permitía caber bien en el pequeño cubículo, su cara se veía asustada o algo parecido.
-¿Qué demo…? ¿Qué haces ahí anciano?-. Le decía de esa manera por su cabello extrañamente plateado. –Sal de ahí antes de que te saque a patadas.
-¿Ya se fue?-. Preguntó asomando su cabeza.
-¿Quién? ¿Yuuri?
Después de cerciorarse de que no estaba salió de su escondite. Para su mala suerte Yuuri había vuelto para preguntar algo de la tarea. Vicktor se sorprendió, se escondió detrás de Yuri con tal de estar fuera de la vista del otro.
-¡¿Qué demonios te sucede?!-. Ya se ponía enojado por la actitud rara del peli plateado.
Yuuri se rio con esa escena de ambos chicos, uno peleando y otro que no le daba importancia si le estaban golpeando. Después de que Yuuri pidiera lo que necesitaba se retiró. Vicktor soltó el aire contenido desplomándose al suelo.
-Bien, ¿ahora me dirás que fue lo que te sucedió como para que andes haciendo tus estupideces más idiotas de lo normal?
-Y-Yo… ah-. Estaba muy nervioso.
Una risita proveniente de Kenjirou los hizo verlo. -¿No es obvio? Vicktor está enamorado de Yuuri, por eso se comporta así.
Yuri miró a Vicktor y al ver que no lo negaba supo que era cierto. -¡No! ¡¿Te gusta el cerdo?!
Vicktor le tapó rápidamente la boca con la esperanza de que se callara y nadie los haya escuchado. Lo arrastró lejos del aula seguido de Kenjirou quien quería saber a detalle todo.
Ya afuera Vicktor soltó a Yuri que desde el aula había estado luchando contra la fuerza del más alto para librarse, no le gustaba que lo trataran de esa manera.
-En serio ¿te gusta él?-. Volvió a preguntar pero ahora dando bocanadas de aire para recuperar su respiración normal.
Vicktor se revolvió el cabello. –No sé qué hacer, he intentado todo pero no logro hacer que se dé cuenta de mis sentimientos. Es frustrante.
-Así que era eso. Todo este tiempo pensé que te estabas volviendo loco, con tus gritos de la nada y tus acciones raras.
-¿Por qué no se lo dices en vez de mandarle indirectas? Supongo que es más fácil eso-. Comentó Kenjirou.
Vicktor golpeo su frente con la pared. –Suena tan fácil pero para mí expresar sentimientos es un problema. La última vez que intente expresarme recibí una bofetada sin razón alguna.
“¿Quién no te daría una cuando hablas de cosas sin sentido cuando te pones nervioso?” pensaron ambos chicos sobre su compañero.
-¿Cuáles han sido las indirectas que según tú le enviaste?-. Preguntó Yuri.
-Bueno…
¡Recordando las señales de amor enviadas a Yuuri según de Vicktor!
Señal 1
Vicktor intentó portarse lo más genial que su nerviosismo le permitió.
-Hoy te encuentras adorable Yuuri-. Dijo mirando al pelinegro desde su lugar apoyado a la pared como un chico “cool”.
Lamentablemente Yuuri no pudo escuchar porque estaba escuchando música, con audífonos.
….
-No funcionó-. Decaído terminó de contar Vicktor.
-¿Cómo demonios esperas que una persona te escuche cuando tiene audífonos?-. Le replicó Yuri.
Señal 2
Vicktor intentó mandarle mensajes con palabras claves para crear una conexión entre ellas. Podemos observar a un chico desesperado enviando bolitas de papel a su destinatario el cual con solo leerlas se generaba una confusión. La señal falló.
Señal 3
Vicktor cocina pastelillos con un corazón de dulce encima. La señal falló. El problema fue que los mandó anónimamente por lo que Yuuri no tuvo la menor idea de quien los envió, los repartió con sus compañeros.
Señal 4
Mandó cartas como admirador secreto. Las ponía en su casillero antes de que llegara y se iba corriendo para no ser atrapado. Resultado, Yuuri se asustó.
…..
-Obviamente nadie querría recibir cartas que contengan el mismo mensaje y haga parecer que en vez de ser un acosador romántico sea un acosador sexual-. Se rio Kenjirou de la situación mal planeada.
Señal 5
Entablar una conversación donde hablaran de lo que les gustaba. Falló debido a que su incompetencia de conversación es nula más cuando esta con quien le gusta así que la conversación no pasó del hola.
Señal 6
Enviar miradas románticas de vez en cuando. Resultado, Yuuri no es de fácil distracción.
Señal 7
El día de los enamorados intentó regalarle un chocolate hecho por él con una nota donde expresara seriamente sus sentimientos. Resultado, dejó el chocolate en su pupitre solo, cuando volvió su amigo Chris ya se lo estaba comiendo.
-¡Suéltalo! ¡No era para ti!-. Casi lo ahorcaba pensando que así le regresaría el chocolate.
-Pensé que lo habías traído para mí por ser buen amigo-. Decía entrecortadamente Chris tratando de pedir ayuda.
-¡No ni mad…!
….
-Esa fue la última señal que hice. Por eso he decidido rendirme-. Dijo dramáticamente dolido.
-No sé si reírme o sentir pena por ti-. Comentó Yuri.
-Como sea, Yuuri nunca me hará caso aun si me voy y confieso a los cuatro vientos. Es cien por ciento probable que falle.
Kenjirou negó. –Tu problema es serio pero eso no significa que sea irreparable. Aún hay oportunidad, sé de buena fuente que Yuuri está soltero.
Eso animó un poco más a Vicktor pero su inseguridad lo hacía bajar de las nubes de un golpe. Yuri se cansó de ver a Vicktor en ese estado, él no era el Vicktor temerario que conoció desde niños, era más que eso.
-Serás-. Le dio una fuerte patada en la espalda que lo hizo caer al frio suelo.
-¡Yuri!-. Asustado le gritó al rubio por la condición del peli plata.
-¡Deja las jodidas niñerías y sé un verdadero hombre! A este paso terminaras viviendo tu vida solterón. ¿Esperaras a que otro u otra te lo arrebaten? Si por mi fuera yo se lo hubiera dicho desde el primer momento sin importarme lo que pensara. De eso se trata el amor, que ames sin que te importe el que dirán los demás. Si eres aceptado que bueno, si no al menos te llevas la satisfacción de que lo intentaste.
Yuri tenía toda la boca llena de razón, no podía vivir toda su vida con esos sentimientos guardados, se arrepentiría en un futuro. Las señales a veces sirven como apoyo, el resto lo debes hacer tú aun si eso significa que podrías salir herido. Se levantó del suelo, giró a ver seriamente a Yuri. El rubio pensó que lo iba a golpear también o algo pero lo único que recibió fue una palmada en la espalda y después una sonrisa de esas que le provocaban desagrado por lo empalagosas que eran.
-Thank you Yuri! Ahora me siento más confiado que antes. Gracias también a ti Kenjirou. ¡Bien! Es hora de acabar con esto y empezar otro nuevo capítulo.
El peli plata salió corriendo de la escuela en busca de su amor. Kenjirou le decía adiós y le deseaba suerte mientras que Yuri, bueno…
-Pensé que me iba a golpear-. Decía con un tono casi desolado.
Bien, nuestro querido Vicktor iba al asecho.