Tao salía de su trabajo para dirigirse a su casa. Tenía veintiséis años y trabajaba en una zapatería, no le pagaban mucho pero suficiente para cubrir sus necesidades. Rápidamente cruzo la calle para pararse en la parada de autobuses y esperar por el mismo. Eran las 5:012 de la tarde, era tarde, iba a llegar tarde. Tao suspiro sintiéndose ansioso por que llegara el autobús, era hora donde la calle estaba atestada de autos con un tapón que creías que nunca acabaría.
Era virgen, sí, Tao era virgen, siempre quiso tener un novio, pero parase que el destino no lo quería así. No era feo, bueno él no se consideraba tan feo. Era de tez morena, no como la de su amigo Kai pero un poco más clara. No tenía abdominales como su vecino de al frente, pero Tao se consideraba a sí mismo, normal. Ahora con su vecino, bueno Tao sabía que era coreano, y tenía un cuerpo de infarto, de eso estaba seguro.
Pelo negro, corto, de tez blanca y sus abdominales, le acompañaban. A Tao no le tomo mucho tiempo para saber que su vecino de al frente era centímetros más bajo que él. Tao no le importo eso, no sabía su nombre, pero tampoco importaba, no cuando le dejaba ver…
Quizás te preguntas cuales eran las ansias de Tao de llegar a su departamento, a tiempo. Bueno pues te diré, a eso de las 5:00 de la tarde, siempre sin fallar, su vecino salía del baño con su toalla alrededor de su cintura para tomar otra toalla más pequeña y secarse el cabello. Todo esto pasaba frente a la ventana del cuarto de Tao y pues el panda solo observaba.
Tao siempre le miraba, Tao era puntual y su vecino también. Era como un momento de intimidad entre ellos. Tao estaba seguro de que su vecino nunca lo había visto, o cachado, observándole por las rendijas de la cortina de su ventana.
Eran las 5:30 de la tarde para cuando Tao se montó en el autobús, mientras este se tomaba su tiempo entre medio del tapón. Tao suspiro otra vez ¿Cuántas veces a suspirado? Ya su vecino tuvo que haberse vestido y quizás hasta dormido. ¿Por qué el autobús no avanzaba? Tao miro por la ventana para ver las tonalidades del cielo y sonrió. Era verdad, nunca se había tocada mientras miraba a su vecino, solo le observaba, como esas gotas de agua bajaban por sus abdominales y se perdían al llegar a la toalla que cubría quizás lo que Tao deseo alguna vez ver. Tao se sonrojo como un tomate y negó con la cabeza mientras el autobús por fin paro en su parada.
Tao se bajó casi corriendo, como alma que lleva al diablo. Llegó en menos de cinco minutos a su departamento y gimió de dolor al sentir el golpe en su rodilla para cuando quiso mirar vio la mesita de noche y refunfuño. Tao jadeo y rápidamente encendió la luz de su habitación para correr las cortinas hacia un lado y así mirar por la ventana.
5:57 pm
Tao se sorprendió al ver a su vecino con el ceño fruncido, se encontraba con su brazo recargado en el umbral de la ventana. Para cuando su vecino le miro, Tao se sonrojo fuertemente. Su vecino escribió algo en un papel para luego mostrárselo.
“You are late”
Tao lo pudo leer claramente y se sonrojo a más no poder, pero le mostro una tímida sonrisa a su vecino.
Su vecino le sonrió y comenzó con el pequeño strip, mientras un tímido Tao le observaba.