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Un Nuevo Comienzo por Na Na

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Notas del fanfic:

Último capítulo.

Lamento la demora.

Espero lo disfruten.

Notas del capitulo:

Todas las excusas, aclaraciones, y demás cosas estarán al final.

Capítulo final de la serie.

Disfrútenlo.

HeeChul abrió la puerta principal del departamento, la luz del recibidor encendiéndose enseguida. Sacó la tarjeta de la puerta, la abrió más y empujó una de sus tres maletas con el pie, para tomar las otras y entrar con ellas.

Un suspiro salió de sus labios, como si con él esperara que todo su cansancio se fuera. Le dolía cada músculo del cuerpo, incluso aquellos que no sabía que existían. Cerró la puerta con fuerza pero no podía importarle menos. Estaba solo, con unas ganas de dormir y no despertar dentro de tres días, pero no sin antes ducharse.

Con ello en mente se sacó los zapatos y se puso las pantuflas que había en el zapatero. Se adentró más al departamento y encendió la luz de la sala. 

— ¡Sorpresa! —Dio un pequeño respingo llevándose una mano al pecho. Y miró hacia el lugar.

Había un cartel que recitaba «Bienvenido», y bajo él sus amigos, algunos de ellos con globos en sus manos.

— ¡Hyung! —SungMin se acercó y lo estrechó en sus brazos. El mayor arrugó la cara cuando el dolor le recorrió el cuerpo—. Bienvenido de vuelta. —La sonrisa en el rostro del menor hizo que HeeChul no tuviera deseos de matarlo; o, al menos, hacerlo pensar que sus deseos podrían ser aplazados.

— ¿Tú hiciste esto? —quiso saber, aunque la pregunta estaba de más. SungMin era el único que conocía el departamento.

HeeChul había recibido un ascenso en el trabajo, y con él una nueva sede: Beijing. HeeChul lo pensó un poco antes de aceptar el puesto. Se convenció a sí mismo de que ese ascenso era una nueva oportunidad de empezar su vida.

Cuando la empresa ya le tuvo departamento en la ciudad extranjera, el mayor se mudó. Les dijo a los demás que se mudaba unas horas antes de tomar el avión, para no tener que despedirse de ellos ni muchos menos tener una fiesta de despedida. A SungMin no tuvo más remedio que decírselo apenas supo que se mudaría.

Y ahora regresaba a Seúl, a un nuevo apartamento. No quiso seguir molestando a SungMin usando su departamento que, apenas se fue, le dijo a Min que alquilara el lugar o algo; que él se compraría uno al regresar.

Cuando el tiempo de su estadía en Beijing estuvo por terminar, buscó un lugar, algo pequeño, algo que pudiera llamar suyo. Todos los que había revisado en internet salían de su presupuesto, así que no tuvo más remedio que alquilar uno, algo lejos del centro de la ciudad. Se regresó a Seúl a firmar el contrato de alquiler por un año, y le dio a SungMin una copia de la llave.

—Hay cosas que quiero comprar y quiero que las recibas y las instales —le dijo cuándo le entregó la llave. El menor asintió.

Fue así como la sala, la cocina y su dormitorio se amoblaron. Y como sólo SungMin podía ser el responsable por ello.

—Fue idea de Sora, en realidad —contestó el menor, apartándose, dejando que los demás lo saludaran. SungMin tomó las maletas del mayor y las llevó a su habitación mientras los otros lo recibían.

Los primeros en saludarlo fueron LeeTeuk y Sora. La mujer sonreía de oreja a oreja y tenía los ojos un poco acuosos. HeeChul rio divertido y saludó a LeeTeuk con un abrazo rápido. Luego lo saludaron Victoria y ZhouMi. La mujer sonrió alegre y bromeó con él un poco antes de dejar que su esposo lo saludara. ZhouMi le dio la bienvenida en mandarín y HeeChul, orgullosamente, le respondió en el mismo idioma. Los tres amigos rieron antes de que la pareja se apartara y permitiese que los demás lo saludaran.

Se llevó una sorpresa cuando se vio rodeado de unos fuertes brazos que lo apretaban. Sus músculos dolieron de nuevo, pero no se quejaba. No podía molestarse con el pequeño DongHae, que, al soltarlo, tenía una sonrisa brillante e inocente.

—Bienvenido a Corea, hyung. —HeeChul sonrió, antes de apartarlo y decirle que le había quebrado todos los huesos. DongHae no se inmutó ante el comentario. HyukJae, un poco receloso, se acercó a él. Tenía una sonrisa tímida, y cuando estuvo a unos cuantos centímetros, hizo una venia saludándolo.

—Espero hayas tenido un buen viaje, HeeChul hyung —dijo apenas se incorporó.

El mayor sonrió.

—Lo tuve. —Asintió—. Y gracias por estar aquí. —El mayor puso su mano en el hombro de HyukJae, quien dio un respingo, para luego sonreír.

Ambos hombres se apartaron permitiendo que KangIn y ShinDong lo saludaran. KangIn, con su siempre presente sarcasmo, y ShinDong, diciendo que era bueno tenerlo de vuelta.

—Estoy feliz de volver. —Y era verdad. Sonrió y estuvo por sentarse en uno de los sofás cuando vio a alguien más en la sala. Y era la persona a quién menos esperaba ver.

Susurró su nombre involuntariamente, quedándose quieto en su lugar. El menor había cambiado, al igual que todos.

Ambos parpadearon, ignorando como los demás se iban hacia la cocina para darles un poco de espacio.

—Hyung. —El primero en tomar la iniciativa fue el menor, quien se acercó y le dio un abrazo. HeeChul no supo qué hacer. Se quedó estático, haciendo más palpable la tensión de SiWon. Y antes de atinar a devolverle el gesto, el alto ya se había alejado de él—. Bienvenido a Corea. —La sonrisa en sus labios hizo a HeeChul sonreír. Era una sonrisa sincera que lo alegró.

—Gracias —tartamudeó un poco.

No esperaba verlo ahí. No esperaba ver a nadie, en realidad, pero mucho menos al menor. Tenía pocas esperanzas de que el alto lo buscara o quisiera saber algo de él; pero aun así esperaba una llamada de Sora, comentándole que SiWon había preguntado por él. Ella había sido la transportadora del mensaje de felicitaciones por parte de SiWon hacia HeeChul por su ascenso.

— ¿Qué tal el viaje? —preguntó Sora, acercándose a ellos con dos copas de champaña.

El mayor estuvo por contestar, pero fue interrumpido por ShinDong, diciéndole que era mejor que lo contara en la sala, para todos. Nadie objetó por ello y se sentaron en los sofás.

HeeChul les contó de Beijing, lo que había hecho, el cambio cultural, idioma, las calles, el smog, y su trabajo.

— ¿Hiciste amigos? —quiso saber ShinDong.

—Más chicas que chicos. Soy popular con ellas —comentó generando risas.

El dueño de casa sonrió. Tenerlos a todos ahí lo hacía feliz.

Hablaron un poco más, comieron, rieron, antes de que DongHae y HyukJae se fueran, excusándose con que era tarde. JungSoo y Sora los siguieron, y unos minutos después ZhouMi y Victoria anunciaron que se irían, no sin antes quedar de acuerdo con el mayor para que los visitara y pudiera conocer a su pequeño hijo. Quedaron solo ShinDong, KangIn, SungMin y SiWon. Los tres primeros entablaron una conversación en la cocina, dejando a SiWon y a HeeChul con la posibilidad de hablar.

—Debes estar cansado —comentó el menor, mirándolo.

HeeChul cruzó su mirada con la de SiWon. Asintió.

—Me duele todo el cuerpo.

El alto rio entre dientes.

—El viaje no es tan largo.

—Mi cuerpo ya no es tan joven.

— ¡El gran Kim HeeChul aceptando que no es tan joven! —El aludido sonrió y luego rio entre dientes—. Pues, el color de tu cabello te hace lucir más joven.

El mayor se tocó un mechón. Cuando llegó a China lo tinturó, un rojo vino que le vio a alguien más y se dijo que lo tendría. Le agradeció a SiWon y luego se sumaron en un silencio un poco incómodo. No se habían hablado desde la última vez que cenaron. De eso hacía ya tres años.

—Te dije que te darían el ascenso.

SiWon tomó una galleta de la mesa del centro.

—Me lo dieron una semana después de que lo dijeras —explicó. SiWon sonrió con melancolía—. ¿Y KyuHyun?

Cuando HeeChul vio a SiWon buscó con la mirada al castaño. Esperaba verlo al lado de SiWon. No estaba, y algo dentro de él se alegró de que fuese así. Otra parte, en cambio, le indicó que estuviera tranquilo, que no creara esperanzas.

—No quiso venir —contestó sin mirarlo.

HeeChul agachó la mirada.

—Así que siguen juntos —murmuró. SiWon hizo un sonido de aprobación—. Me alegro mucho por ti —lo decía de corazón, y el hecho de que mirara a SiWon a los ojos lo comprobaba.

Cuando se alejó del menor, escogió ser feliz si SiWon lo era, no importaba si con él o no. Recordaba ver a KyuHyun realmente interesado en SiWon, así que estaba feliz de que continuaran juntos.

—Gracias —musitó el menor.

—Nosotros nos vamos —anunció SungMin, apareciendo de la mano con KangIn.

—Me incluyo —habló ShinDong.

— ¿O sea que yo debo limpiar? —HeeChul se puso de pie y miró a SungMin. El menor rio culpable.

—Es tu departamento, hyung. —HeeChul estuvo por ir tras el rubio, pero éste se escudó tras KangIn. El mayor de todos se detuvo a medio camino. Aún quería vivir.

—SungMin tiene un punto —comentó SiWon poniéndose de pie, una sonrisa iluminando su rostro—. Entonces, yo también me retiro.

HeeChul regresó a ver a SiWon, y se sintió un poco defraudado de no poder alargar más su conversación, pero ya era bastante tarde y no tenía las agallas para pedirle que se quedara. Asintió y acompañó a todos hacia la puerta, saliendo con ellos al pasillo.

—Un gusto verte, hyung. —ShinDong le estrechó los brazos—. Hay que salir un día de estos.

—Claro —contestó el mayor con una sonrisa.

—Fue bueno verte, hyung. —SungMin hablaba con una sonrisa en los labios. HeeChul asintió.

—Diviértete limpiando, hyung —fue la despedida de KangIn, antes de echarse a reír.

— ¡Mocoso! —gritó el dueño de casa, haciendo a la pareja correr hacia el ascensor.

ShinDong se despidió con la mano y fue hacia sus nuevos amigos. SiWon se quedó un poco más.

—Un gusto verte, hyung. —El mayor fue capaz de ver el hoyuelo que el alto poseía.

—Digo lo mismo, SiWon. —Se sonrieron—. Entonces, ¿sin resentimientos? —HeeChul estiró la mano. El alto la vio.

—Sin resentimientos —dijo después de un momento en silencio, tomando la mano frente a él y sacudiéndola.

Ya no había esa calidez de antes al tocarse.

El pecho de HeeChul se llenó de alegría. A pesar de todos sus errores, no había perdido a SiWon.

—Dale mis saludos a KyuHyun —pidió cuando se soltaron las manos.

—Se los daré. —SiWon sonrió y HeeChul pudo ver la sonrisa llegar a sus ojos.

SiWon hizo una corta venia y fue hacia el ascensor. HeeChul lo vio caminar, y cuando el menor presionó el botón ingresó al departamento.

No limpiaría el desorden de su sala y en la cocina. Fue a darse una ducha y se metió a la cama. Antes de cerrar los ojos, envió un mensaje de texto.

«Ya llegué, HanGeng».

SiWon, en cambio, condujo sin prisa por la ciudad. Ver de nuevo a HeeChul lo había alegrado. No como antes, sino como su fuese un amigo que no había visto en años. Ese era el trato que habían hecho, ¿no? Hablarle cuando ya no doliera. Y eso había hecho.

Giró a la derecha en una intersección y se estacionó frente a un edificio departamental. Sacó su teléfono y marcó un número.

—Estoy abajo. —Sonrió ante la respuesta y colgó.

Tamborileó el volante mientras pensaba en la reunión. Cuando tuvo la oportunidad de ver a HeeChul a los ojos, SiWon no vio nada de lo que veía hacía tres años atrás. Sólo había unos ojos felices.

—Todo terminó bien.

La puerta del auto se abrió y KyuHyun se subió. Lo saludó con un ligero «hola» mientras se arreglaba una manga de la camisa. Al no sentir el auto en movimiento, miró a su novio.

— ¿Qué?

SiWon le sonrió antes de tomarlo de la mejilla y darle un beso profundo. KyuHyun le siguió el ritmo, aferrándose a su chaqueta.

— ¿A qué debo eso? —preguntó jadeante el menor cuando se separaron.

—A que te amo. —SiWon sonrió enternecido al ver al castaño desviar la mirada y morderse el labio inferior evitando sonreír.

Acarició las mejillas del menor y le dio un beso en la frente.

Puso en marcha el auto. Sabía, y sentía, que las cosas iban bien. Y que mejorarían. 

Notas finales:

¿Qué tal ese final?

Es un final feliz. No es fluff, pero es feliz xD

Demoré mucho en subir este cap por dos razones.

a)La universidad me ha consumido de a poco

b) me faltaba revisarlo, corregir faltas de ortografía, faltas gra,aticales, letras comidas, coherencia, etc. 

c)No quería revisarlo xD Este cap cierra la serie, y me había encariñado con ellos :c Ahora escribir de ellos no será con esta hisotria, pues ya todo terminó. 

Aunque, mi lado amante de esta serie tuvo la idea de escribir una corta y muy breve explicación por parte de JaeJoong. Todo lo que él pasó y demás, pero tal vez no lo haga. JaeJoong no es muy importante en la historia como Chul o Won. O tal vez lo haga, no lo sé.

 

¿Por qué ese final? Bueno, me puse en los zapatos de Won, y había que ser muy masoquista para aceptr de nuevo a Chul. SiWon le dio muchas oportunidades a HeeChul y él no supo aprovecharlas. Que quisiera regresar a SiWon después de que él decidiera sacarlo de su vida no me pareció correcto (y aun así escribí esto xD). Así que me dije "no lo aceptará. Por salud mental y amor propio, no lo hará".

Aunque este no fue el final que pensé cuando recién empecé la serie, me gusta este final :3 Siento que es más real.

Espero que a ustedes les haya gustado, al igual que a mí.

Si no fue así, estaré encantada de leer por qué no les gustó :)

 

Antes de terminar, quiero agradecer a Samadhy por estar pendiente de esta serie y comentar en cada historia. Eras un apoyo :3

A kpopy, a Mafer, y a todos los que dejaron comentarios :3 

Y a todos los que me regalaron su tiempo leyendo estas historias (o solo esta, si es así)., tambien gracias <3

 

 

Espero verlos en mis próximas historias.

Unicornios para todos (?) 

 


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