Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

~Porque él me mandó flores~ por Syo Kurusu Love Love kokoro

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno, aquí está la última parte. Espero les guste y no me maten. :'c 


Gracias por leer.

Recibí flores hoy y no es día de san Valentín o ningún otro día especial; anoche me golpeó y amenazó con matarme; ni el maquillaje o las mangas largas podían esconder las cortadas y golpes que me ocasionó esta vez. No pude ir al trabajo hoy, porque no quería que se dieran cuenta, pero yo sé que está arrepentido; porque él me mandó flores.

-¿Mami? ¿Qué tienes? ¿Por qué tienes moretones?

-N-no es nada, cariño. Ve con tu hermanita.

-Pero-

-No es nada, Hikaru. En verdad.

Pasó una hora y mi celular sonó. Era Midorimacchi.

-¿Q-qué ocurre?

"-¿Quieres salir? Estamos cerca de tu casa, ¿o tienes trabajo?"

-N-no puedo salir... M-me siento mal. D-de hecho hoy no iré a trabajar.

"-¿De qué te sientes mal, nanodayo?"

-N-no te preocupes. Ustedes salgan sin mí... Prometo que cuando me sienta mejor iré con ustedes.

Antes de que Midorimacchi pudiera responder, corté la llamada. No quería que él descubriera el por qué no quería salir.

-Mami, tengo hambre.

-Y-ya voy, Roromiya... Hermosa, dile a tu hermanito que se lave las manos.

-¿Qué tienes, mami?

-¿Eh? ¿Por qué lo dices, cariño?

-Anoche tú y papi estaban gritando demasiado y tienes muchos moretones.

-No estábamos gritando, princesa. Tal vez fue tu imaginación.

-¿Entonces por qué tienes moretones, mami?

-A-anoche me pegué por accidente con el mueble y me cayeron varias cosas encima, por eso tu papi me regañó.

-Ten más cuidado, mami.

-S-sí, hermosa. Anda, háblale a tu hermano.

-*Tengo que tener más cuidado o los niños se darán cuenta de nuevo.*

Después de que Roromiya se fuera, comencé a servir la comida que ya estaba preparada desde la noche anterior. Les di de comer a mis pequeños, pero poco después tocaron el timbre.

-¡Hikaru! ¡Ve quien es! ¡Seguramente es tu padre!

-¡Sí, mami!

A los pocos segundos, se escuchó que la puerta se abrió, pero para sorpresa mía entraron Kagamicchi y Midorimacchi, así que me encerré en mi habitación. Después de que entraron y saludaron a mis pequeños, les pidieron que se fueran con Tetsucchi y los demás, mientras ellos hablaban conmigo.

-Sal del cuarto, nanodayo.

-Ryouta, sabes que si no abres, romperé la puerta.

Al escuchar la amenaza de Kagamicchi, decidí abrir la puerta antes de que él la derribara realmente, pues ya una vez lo había hecho y Aominecchi había pelado conmigo por ello.

-Y-ya voy, sólo no hagas una tontería, Kagamicchi.

Al abrir la puerta, pude notar las caras de terror que tenían Midorimacchi y Kagamicchi. En verdad se habían sorprendido al ver mi rostro.

-Mu-muéstrame las manos, Ryouta.

Kagamicchi me quitó el suéter a la fuerza y me quitó los guantes que tenía puestos.

-Du-duele, Kagamicchi.

-¿Qué significa esto, nanodayo?

-N-no es nada...

-¡¿Cómo qué no es nada?! ¡¿Por qué Aomine te hizo esto?!

-Fue culpa mía, Midorimacchi. Anoche lo hice enojar y por mi culpa me golpeó... Y él venía ebrio. Fue culpa mía, créeme.

-Eso no es pretexto, Ryouta. Mira tan sólo como tienes la piel. ¿Con qué demonios te golpeó?

-... N-no es para tanto, Kagamicchi.

-Tienes cortadas todo el cuerpo y tienes demasiados moretones, ¿cómo puedes decir que no es nada, idiota?

-Ya basta, Midorimacchi. N-no es tan grave, sólo el maquillaje no logró cubrirlo completamente.

-Ryouta, tienes la piel irritada por el suéter y es un suéter sumamente delgado, ¿cómo puedes decir que no es tan grave?

-... Estoy bien, Kagamicchi. S-sólo necesito que la hinchazón baje un poco y será más fácil cubrirlo con el maquillaje.

-¿Desde hace cuánto que has estado cubriendo esto con el maquillaje, nanodayo?

-N-no lo sé... Tal vez más de medio año, pero está bien. Las marcas no habían sido tan visibles hasta hoy, así que no pasa nada.

-Ryouta, tienes que dejarlo. Piensa en los niños.

-E-ellos estarán bien. Aominecchi nunca les ha puesto una mano encima y nunca lo hará.

-¡Escucha, nanodayo! Desde hace mucho que hemos notado que los niños miran con temor a Aomine, ¿cómo puedes decir que están bien?

-D-debe de ser tu imaginación. Ellos nunca han visto cuando Aominecchi me pega. Además... yo sé que él está arrepentido por lo de ayer en la noche.

-¿Nuevamente estás diciendo eso, Ryouta?

-Deja de ser tan tonto, Ryouta. Debes de poner una denuncia en su contra.

-N-no lo haré. Yo sé que él en verdad está arrepentido, porque él me mandó flores.

Tal vez ese fue mi mayor error... Nunca debí haber justificado sus acciones.

.

.

.

Recibí flores hoy y no era el día de las madres o ningún otro día especial. Anoche él volvió a golpearme, pero esta vez fue mucho peor, pero sé que en verdad está arrepentido; porque él me mandó flores hoy.

-Ryouta, si no hablas tú... Lo haremos nosotros. Es por tu bien y el de los niños.

-N-no pasa nada, Seijiroucchi. Estoy bien y ellos no saben nada.

-Ryouta-kun, reacciona. Ni siquiera puedes ponerte de pie. Tienes los pies, manos y torso con cortadas y tienes el rostro y el cuerpo con moretones. Los niños están aterrados cada vez que ven a Aomine-kun y Roromiya me dijo que hace unas noches ella y Hikaru, se han dado cuenta de que Aomine te golpea.

-D-debes estar mintiendo, Tetsucchi.

-Eso quisiera pero es la verdad, Ryouta-kun. Tú sabes que nosotros no hemos metido la demanda porque la demanda no procederá si tú te escondes y te niegas a declarar.

-E-es que yo sé que él está arrepentido. Él sólo está estresado, es sólo eso.

-¿Cómo puedes decir eso? Ni siquiera puedes caminar y anoche te violó de nuevo. Los niños están aterrados y preocupados por ti. Ya ni siquiera puedes cubrir los golpes como solías hacerlo.

-E-estaré bien, Tetsucchi. Sólo actúa así por estrés... Además, yo sé que él está arrepentido, porque... porque él me mandó flores.

Tal vez ese fue mi mayor error... Nunca debí haber justificado sus acciones.

.

.

.

-¿Qué ocurre, Kagamicchi?

-Tienes que denunciarlo. No puedes seguir así, Ryouta. Al menos permite que nosotros metamos la demanda o las cosas pueden empeorar. Tan sólo ve cómo te dejó de nuevo.

-N-no lo voy a denunciar. Aominecchi sólo está estresado. Pronto se le va a pasar.

Pero si logro dejarlo, ¿qué voy a hacer? ¿Cómo podría yo solo sacar adelante a los niños? ¿Qué pasará si nos falta el dinero? Ahora ni siquiera tengo trabajo como modelo... Lo perdí después de la vez que no pude ni cubrir los golpes. ¡Le tengo tanto miedo! Dependo tanto de él que temo dejarlo... pero yo sé que está arrepentido y sé que aún me ama, porque él me mandó flores hoy.

Tal vez ese fue mi mayor error... Nunca debí haber justificado sus acciones.

.

.

.
Hoy era mi cumpleaños número 28, finalmente el maquillaje había cubierto todas las marcas que tenía en mi cuerpo, a pesar de que erran peores a las de la última vez. Después de tanto tiempo, finalmente estábamos todos reunidos como solíamos hacerlo, aunque desafortunadamente no estaban alegres y miraban con odio a Aominecchi. Incluso mis hermanas, mis padres, mis suegros y todos mis conocidos estaban ahí. Hubiera deseado que ese día fuera un hermoso día memorable, pero no era así.

-Eres un bastardo, Daicchan.

-¿Cómo pudiste, nanodayo?

-No pienses que esto se va a quedar así, Aomine-kun.

-Cuando todo termine, finalmente vas a pagar lo que hiciste, Daiki. La policía te está esperando.

-Minechin, ni siquiera sé cómo fuiste capaz de herirlo tanto.

-Él siempre te demostró amor, ¿cómo pudiste hacerle eso a Ryouta?

-Me sorprende que no te denunciara Ryouta-kun... Shin-chan, ¿dónde están Hikaru y Roromiya?

-Aquí están. Finalmente se quedaron dormidos.

Aominecchi se acercó para poder abrazar a nuestros pequeños, pero Midorimacchi y Kazunari-kun se interpusieron entre ellos.

-Alejate de los niños, bastardo.

-¿Tú también, Satsuki?

-¡Cállate! ¡Deja a los niños!

-Satsuki, cálmate. No pelees con Aomine-kun, por favor.

Riko-tan intentó calmar a Momocchi, pero fue imposible.

-¡No, Aida! ¡No permitiré que este bastardo se acerque a mis sobrinos!

-¡Ya basta! ¡Dejen de pelear! ¡Aominecchi es-!

Mi voz se quebró y no pude terminara la frase, pues vi como mi familia comenzaba a llorar y eso me hizo sentir mal. Ellos no tenían por qué ver esta escena.

-¿Tía Satsuki? ¿Qué pasa?

-No es nada, amor. Vuelvan a dormir, ¿sí, Roromiya?

-Pero tía Satsuki no suele gritar.

-No es nada, Hikaru. Vuelvan a dormir, deben estar cansados.

Aominecchi intentó acercarse a nuestros hijos, pero de inmediato recibió rechazo por parte de ambos. Ninguno quería que los tocara.

-¿Q-qué les pasa? Los quiero abrazar, vengan.

-¡No! ¡No quiero que nos toques!

-¿Qué cosas dices, Roromiya? Vengan.

-¡Ya dijimos que no!

-Ven, Hikaru. ¿Por qué rechazan a papi?

-¡Déjanos! ¡Por tu culpa ya no veremos a mami!

-¿C-cómo saben eso?

-¡Tío Kazunari nos lo dijo a mi hermana y a mí!

-Vamos, vengan. Los quiero abrazar. Desde hoy se irán a vivir con Kazunari y Midorima y ya no los veré. Dejen que al menos les dé un abrazo.

Ver a Aominecchi al borde del llanto me hizo comenzar a llorar aún más. Me dolía verlo siendo rechazado por nuestros hijos, pero él mismo se lo había buscado. Nuestros pequeños habían visto la última vez que me golpeó, aunque afortunadamente no habían visto todo.

Aominecchi se acercó a donde yo estaba y comenzó a llorar, mientras susurraba algunas palabras.

-Perdóname, Ryouta. Te amo, perdón. Perdón, amor. No te he valorado como lo merecías, perdón.

-No digas eso, Aominecchi...

-¡Perdón, Ryouta! A-al menos sé que los niños quedan en buenas manos. Midorima los va a cuidar... Espero algún día me perdones.

-Ya basta, Aominecchi. No tengo que perdonarte nada.

-¡Perdón, Ryouta! Aún recuerdo tu cara de anoche. Estaba llena de lágrimas, completamente lastimada por culpa mía. No sé cómo pude lastimarte tanto. ¡Perdón, amor! ¡Perdón! ¡No quiero que me odies!

-¡Ya basta! ¡No hables más, Aominecchi! ¡Yo nunca podría odiarte! ¡No hay nada que perdonar!

Poco después llegaron unas personas que intentaron retirarme del lugar.

-Esperen, ¿podrían los niños despedirse de él antes de que lo lleven a...?

-Claro, no hay problema.

Mis hijos me fueron a abrazar, me dijeron que me amaban, me felicitaron por mi cumpleaños y después Momocchi los separó de mí. Ellos se aferraron a mis hermanas y comenzaron a llorar, haciendo que mi corazón se estremeciera.

-¡No! ¡Esperen! ¡Quiero ver su cara por última vez, antes de que nos separen!

Aominecchi comenzó a llorar y me abrazó, mientras susurraba nuevamente.

-Al menos puedo quedarme con este recuerdo tuyo, Ryouta. Te ves tan bello con ese traje de color blanco. Es igual que el día que nos casamos. Te amo, idiota. Te amo, perdón. Perdón... ¡Fui un completo imbécil! ¡Perdón!

-¡Ya basta, Aominecchi!

-... ¿Podría poner esto a su lado?

-S-sí, pero dese prisa. Tenemos que llevarnos al señor Aomine Ryouta pronto.

Aominecchi colocó junto a mí un inmenso ramo de rosas rojas, que tenían un moño azul con amarillo. Era obvio que esa era más de una docena. Era el ramo más grande que Aominecchi me había dado. Él en verdad me amaba. Me amaba tanto como yo lo amaba a él.

Finalmente él me soltó y me retiraron de la habitación en donde estaba y los demás los siguieron hasta donde me habían llevado.

-Bien, creo que es hora de despedirnos, Aominecchi.

Me abracé a Aominecchi, le di un beso en los labios y después fui a despedirme de mi familia, amigos y conocidos, para finalmente besar a mis hijos e irme.

-¡No, por favor! ¡Quiero verlo de nuevo!

-¡Mami! ¡Mami!

-... Al menos por fin va a descansar, Ryouta-kun...

- Hoy es su fiesta más importante... La mayor ceremonia de la vida de cualquier persona, ¿no crees, Neesan? Nuestro hermano por fin pudo vernos a todos.

-... Aun no entiendo por qué nuestro hermano lo perdonó hasta hoy.

-Hermanas... Lo perdoné porque sé que él está arrepentido y porque sé que él me ama... Y lo sé con toda certeza, porque él... porque él mandó flores hoy.

Comenzaron a cerrar el lugar donde me habían puesto ahora y fue entonces que comencé a sentirme culpable. Todos mis amigos, familia y conocidos no paraban de llorar y yo me sentía realmente mal. En especial porque cuando cerraron completamente el lugar donde estaba ahora, mi hermana más grande, mi madre, Tetsucchi, Momocchi, mis hijos e incluso Aominecchi se desmayaron.

Todos trataron de hacerlos reaccionar y cuando ya se encontraban bien, los dejaron reposar, pero poco después Aominecchi fue llevado, sin poder despedirse de nuestros hijos, quienes se negaban completamente a verlo. Pasó un rato y todos se fueron, dejándome a solas.

-Creo que es hora de partir... Ya todos se han ido. Al menos sé que mis hijos están en buenas manos.

Cerré mis ojos y finalmente sentí como mi cuerpo iba perdiendo fuerzas, hasta desvanecerse por completo...

-Perdón, Aominecchi. Me fui antes que tú.

.

.

.

Recibí flores hoy. Hoy es un día muy especial: "es el día de mi funeral". 
Anoche por fin logró matarme...Anoche, un día antes de mi cumpleaños... Él me violó y golpeó hasta morir... Si por lo menos hubiera tenido el valor y la fortaleza de dejarlo... Si hubiera leído el miedo en los ojos de mis hijos... Si hubiera aceptado ayuda profesional, ¡hoy no hubiera recibido flores!

Tal vez ese fue mi mayor error... Nunca debí haber justificado sus acciones.

Notas finales:

Espero les haya gustado y pues eso es todo. :3 Gracias por haber leído. Espero me dejen saber que les pareció. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).