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Dirty Dance por ForeverHunan

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Una hora, quizás dos, la verdad Eunhyuk no sabía muy bien cuanto tiempo llevaba ya en ese bar. Todo a su alrededor apestaba a sudor, cigarro, alcohol y sexo. ¿Por qué seguía escuchando a Kyuhyun? 

"Vamos, será divertido", "conocerás a alguna chica linda", la voz de su amigo se repetía en la cabeza. Já, sí claro. Desde que llegaron su mejor amigo desapareció entre la gente con dos shots de tequila en las manos, y él estaba sentado en el mismo sitio, con un vaso de cerveza en la mano izquierda y su mirada perdida entre la gente que bailaba. No podía haber nada bueno aquí para él. 

O quizá si que lo había, un par de ojos castaños, un cuerpo bien formado, una sonrisa ladina y un baile que parecía dedicado solamente a él. 

No, él no era homosexual. No podía estar perdiéndose en unos ojos oscuros que lo miraban intensamente. 

Su mente repetía ese mantra, mientras que su cuerpo no colaboraba con él. Una erección se estaba haciendo presente en sus pantalones, con sólo mirar a un chico bailar, ¿cómo era esto posible? ¿tan necesitado estaba? Dirigió su mirada a su cerveza y se la tomó al seco, quería distraer su mente de aquél castaño bailarín. Pero un toque en su hombro volvió a arruinar todo.

— ¿Bailas? — Preguntó muy cerca de su oreja aquél castaño, olía a una mezcla de sudor y vainilla y Hyukjae solo pudo tragar saliva pesadamente.

No supo si fue la cerveza, el calor, su mente confundida o simplemente sus pies se movieron solos, pero en ese momento se encontraba con la espalda del chico en su pecho y el trasero del moreno moviéndose descaradamente sobre su erección. Las manos del rubio que se encontraban caídas a sus costados, se deslizaron inconscientemente a la cadera del chico.

¿Por qué estaba disfrutando tanto que aquél chico se restregara contra él? ¿por qué lo estaba empujando más contra su erección? ¿por qué sus pantalones lo estaban matando? 

El castaño se dio vuelta y quedó frente a Hyukjae, subió las manos hasta el cabello rubio y entrelazó sus dedos en las finas hebras y tiró ligeramente de ellas. Acercó sus labios a los del contrario, sacó su lengua y los lamió. Hyuk se retiró, le dijo que era un asqueroso y huyó del lugar, o por lo menos eso hizo en su mente, la realidad era que se encontraba disfrutando de el intercambio, soltó un leve jadeo y tomó la fina cintura, pegando sus cuerpos completamente. 

Si ya había caído en este juego, no se iba a queda atrás.

Los finos labios se acercaron a su oreja y tiraron de su lóbulo para luego susurrar. — ¿Y si nos dejamos de juegos? — La voz salió apenas audible, pero el agarre de su muñeca y el tirón que le dio el chico para caminar por la pista de baile le dijo todo. 

Llegaron hasta el estacionamiento y el castaño se volvió a acercar a él, con una caminata felina y sonrisa ladina, el chico era totalmente precioso ante los ojos de Hyukjae, y eso que él no era gay. Sintió una presión en sus labios y notó que el chico había juntados sus bocas, tenía los ojos cerrados y tenía las manos en sus hombros. El rubio cerró los ojos y movió sus labios, dominando el beso, mordió el labio inferior del chico y luego pasó su lengua por el mismo. El moreno abrió la boca y Hyuk profundizó el beso, su lengua acariciaba la del contrario de manera lenta, como si no hubiera prisa, pero las manos del contrario sí que la tenían, bajaron de los marcados hombros del rubio, por su pecho hasta llegar a su pantalón, acarició el miembro del más alto por sobre el pantalón.

Un sonido perturbo a Hyukjae, era un auto abriéndose, su auto. ¿Cuándo el chico le había quitado las llaves de los bolsillos. Vio al castaño alejarse y lo siguió, el otro abrió la puerta trasera y entró en él, con un rubio a sus espaldas. 

Sus labios se unieron nuevamente con los del castaño y sus besos comenzaron a caer por su cuello, dando mordiscos mientras que unas manos se aferraban fuertemente a su cabello. Lamió el cuello del moreno hasta llegar a su mandíbula, plantó un beso ahí y volvió a besarle. Sintió que las manos se retiraban de su cabello y comenzaban a desabotonar la camisa blanca del castaño, pudo notar la piel blanca bajo la poca luz que emitían las farolas en ese desolado lugar y volvió a llenar su pecho de besos y mordiscos hasta llegar a los pequeños botones cafes para atraparlos en su boca. Sintió como el castaño gemía y arqueaba su espalda, sonrió.

— P-pensé que eras hetero, pero me equivoqué. — Era la primera vez que escuchaba sin ninguna interrupción la voz del chico y esta se deshizo en gemidos con cada palabra.

— Lo soy. — Comentó sin titubeos, mientras seguía su camino de besos y mordiscos hasta llegar al pantalón del muchacho.

— ¿Y esto qué vendría siendo? — Se burló el chico.

— Sexo. — Finalizó para luego bajar los pantalones del chico en un tirón, dejándolo nada más que en ropa interior.

— Suena bien para mí. — A pesar del estrecho e incómodo espacio, Donghae logró girarse para quedar sobre el rubio. Atacó su cuello, mordió sus clavículas y comenzó a desabotonar su camisa mientras repartía besos en los espacios que eran descubiertos, pasó sus manos por el pecho pálido, ahora lleno de pequeñas manchas rojizas y llegó al pantalón, el cual no tardó en desabrochar para comenzar a jugar con el miembro del chico por sobre el boxer, acercó sus labios a los del rubio mientras su mano se adentraba en su ropa interior. Hae apretó el glande de Hyuk, logrando que el mayor soltara un gran gemido. Donghae bajó el bóxer de Hyuk y comenzó a jugar con su erección, la lamía, besaba la punta, para luego introducirla por completo en su boca, no tenía un ritmo constante solamente iba rápido y luego lento. Hyuk se dedicaba a mirarlo y a gemir, movía un poco sus caderas definiendo un ritmo, hasta que sintió ese cosquilleo que da antes de llegar al orgasmo recorriera su interior.

— Detente. — Hae lo miró perplejo hasta que el rubio le hizo un gesto para cambiar de posición, en ese momento lo entendió todo, el rubio acercó dos dedos a la boca del moreno. — Lámelos — El chico sin chistar obedeció, la erección de HyukJae palpitaba mientras sentía las lamidas en sus dedos. Poco a poco introdujo un dedo en Donghae, el chico se tensó en un principio, pero luego su cuerpo se relajó por completo, aceptando al invasor.  El moreno movió su cadera hasta atrás haciendo que el dedo de Hyuk se introdujera por completo. Hyuk comenzó a mover el dedo, para luego introducir otro, haciendo a Donghae gemir alto, al retirarlos el castaño protestó. Cuando sintió la erección palpitante del rubio en su entrada se relamió los labios.

— No hagas eso — Hyukjae quiso que sonara como una orden, más salió casi como una súplica.

— ¿Qué cosa? — Pregunto divertido el castaño. — ¿Esto? — Se volvió a lamer los labios. En ese momento volvieron a besarse. Mientras lo hacían, el rubio see introdujo en el otro haciendo que este gimiera en su boca, siguieron besándose, se movía lentamente tocando la erección del castaño  lentamente también. Donghae movió sus caderas rápidamente para acelerar el ritmo de las embestidas y el rubio obedeció, las embestidas de Hyuk eran rápidas y su mano igual, el castaño se deshacia en gemidos, mientras que el rubio jadeaba, hasta que ambos llegaron al orgasmo, Donghae se corrió sobre el asiento del auto y Hyukjae en el interior del castaño, el rubio cayó rendido sobre Hae, apoyando su frente en el hombro del chico. 

— Un placer, mi nombre es Donghae. — Susurró con tono burlón el castaño, haciendo reír al rubio.

— El placer es todo mío, Donghae. Yo soy Hyukjae. — Ambos rieron al unísono, para luego retomar aire y comenzar a vestirse. Cuando vio la mancha en el asiento, soltó una carcajada. — Kyu si que tendrá que hacer un esfuerzo por limpiar eso. —

—¿N-no es tu auto? — El rubio negó con la cabeza y las mejillas del moreno ardieron.

— No te avergüences, es su culpa al fin y al cabo. Si no fuera por él, no hubiera venido. — Donghae sonrió y miró al rubio atentamente.

Una fina capa de sudor recorría su rostro y pecho, tenía el cabello desordenado, los labios color carmesí y muy hinchados, húmedos. Se veía incluso más atractivo que sentado con cara de pocos amigos en la barra. Cuando miró a los ojos oscuros se percató de que también le miraban. Su mirada se dirigió a los labios hinchados y viceversa. 

Sus labios estaban unidos de nuevo.

— ¿Otra? — Preguntó divertido el rubio cuando se separaron y empujó al castaño sobre su espalda nuevamente. El castaño sólo pudo asentir.

Iba a ser una noche divertida.

 

Notas finales:

Les traigo un regalito, jé. 


Este también viene del baúl de los recuerdos, espero que les haya gustado el One Shot. Lo reescribí prácticamente completo, pero me gustó el resultado.


Volveré con otras cositas del baúl si es que les siguen gustando tanto como las otras.


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