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Yuri on Rock por Uyoko

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Notas del fanfic:

Osomatsu-san

Genderbender

Notas del capitulo:

Disfrutenlo

La habitación rojo, paredes y piso de terciopelo, un escritorio grande de caoba y lleno de papeles, contratos, documentos, fichas de pagos y de más pápelos. Una mujer delgada y cabello negro oscuro, lacio y algunos extraños mechones en color rojo, piel blanca, traía puesto una blusa color rojo con botones color negro con detállenles en plata, los primeros tres botones estaban desabrochados así que dejaba ver su pecho y el inicio de sus senos así como el sujeto color negro con encaje. Una falda de tubo corta y medio color natural era lo que adornaba sus piernas. Hasta hace dos horas tenía unos tacones negros con encaje rojo pero el tacón le aburría así que los dejo en el suelo cerca de la puerta.

-Esto es una oficina de trabajo no un burel, Oso-neesan- dijo una chica entrando a la habitación, cabello negro y despeinado, ojos lilas, piel muy pálida, delgada casi demacrada pero con unos pechos formidables. No sonreía pero al hablar sus dientes parecían colmillo.

-Hola Ichi- dijo feliz la chica de ojos color rojo, tiene una fascinación por el color rojo.

-Choromi quiere hablar contigo- dijo la chica y salió de la habitación sin dejar que la chica le contestara, donde afuera le esperaba una chica de traje amarillo y con una sonrisa muy grande y de coletas, tenía en su mano un bate lleno de sangre.

Fueron a pelear estas bastardas” pensó la chica.

La chica sonrió y siguió jugando con una marioneta en mano, era una marioneta café sin cara, sin ropa, sin nada. Empezó a tararear una canción, Mister of Puppet una canción que ella y Kara les fascinaba cantar cuando salían juntas a pasear por trabajo.

-Te dije que tenías que trabajar no jugar- dijo una voz, delicada, tímida.

Una chica delgada, blanca, ojos verdes, cabello oculto tras una peluca color verde, un vestido ajustado de tirantes color gris que le llegaba hasta la mitad del muslo y tacones color negro.

La chica de ojos rojos la miro, una chica que hasta hace cinco años pudo haber estudiado para ser una doctora, pudo haberse casado con un hombre apuesto, pudo haberse mudado a un hermoso lugar, pudo haber escapado de la hermosa, seductora, peligrosa y peligrosa Oso Matsuno. Pero Choromi tuvo la gran equivocación de haberse enamorado con locura de ella, so al principio la y trato como la peor basura que pudo haber sido, la encerró por meses en una habitación alejada de la ciudad, la hato y la torturo, incluso le hato a unos hilos y jugo con ella como si fuera una marioneta.

Cuando creyó la peliverde que las torturas habían acabado la violo, la hizo sufrir por dos años hasta que Oso no dijo nada más que “Me aburriste” y la dejo en su casa, como si esos tres años jamás habían pasado. Al principio Choromi quiso olvidar todo pero no paso más de tres meses cuando Choromi la busco, le pedía verla, la quería ver, le rogo por su presencia sin embargo Oso jamás le hizo caso hasta que Oso y la pequeña Totty salieron a cumplir su trabajo.

Totty era la de menor edad de las seis mujeres, un delicado cuerpo, blanca y al mismo tiempo rosada, ojos rosas y una personalidad dulce y al mismo tiempo peligrosa. Ella y Oso fueron emboscadas en la vieja fábrica del muelle, Toteko, un hombre avaricioso y ex amante de Oso planeaba matarlas por simple diversión.

-Yo no haría eso si fuera tu- dijo Choromi cuando entro a la fábrica, Totty estaba en el suelo atada a un montón de explosivos y Oso era brutalmente golpeada con un pedazo de metal.

-Lárgate de aquí…idiota- decía entrecortada Oso.

-Al parecer una amiga tuya vino a verte morir aquí.

Choromi no dijo nada, solo se acercó con una botella rota de vidrio al tipo, sin dejar que el otro pronunciara otra palabra le enterro la botella cerca de la cara. El tipo no se dejó intimidar y se defendió, tomadola del brazo y tirándola al suelo para después empezar a patearla con la misma fuerza que a Oso.

-Al parecer primero debo matarte a ti- dijo el hombre riendo.

-No te confíes imbécil- dijo riendo Choromi y de su falda saco un arma para después apuntarle en la cara.

Rozando la bala en su mejilla, dejando una marca en ella.

-Eres una hija de puta- rio el hombre, golpeo a Choromi antes de que alguien más le disparara.

Tres chicas entraron a la fábrica, Ichi, Una chica fría y sádica, Jyshimi, una chica dulce y letal y al final Kara, una chica hermosa y narcisista, amable pero cuando le hacen daños a algo que ama se vuelve peligrosa.

-Mejor vete de aquí Toteko- dijo la chica narcisista, ojos azules, piel blanca y bronceada y cabello suelto, lacio y negro, igual al de su hermana Oso.

-Choromi…- se acercó Oso a ella y con dificultad se levantó para estar cerca de ella. –Eres una gran idiota, una maldita zorra que hace las cosas sin pensar y……

-Soy alguien que hace todo por amor- confeso al fin la chica con una sonrisa revuelta con una mueca de dolor.

-Una chica tonta…-dijo Toteko después de tirar su última bala antes de que Jyushi le golpeara con el bate de beisball.

La bala iba directo a Oso pero por amor Choromi se interpuso, la marioneta cayo, no dijo nada, como si los hilos que manejaba Oso se hubieran roto en algún momento.

-Nunca me dejas divertir- dijo Oso con una sonrisa chistosa.

-Te dije que trabajaras, has estado distrayéndote mucho y abróchate esa blusa- regaño la chica.

Oso la volvió parte de la familia de la mafia, en el costado del cuerpo de Chromi aun esta esa cicatriz de la bala. Oso aun la tenía como su títere favorito pero trataba de que esa cuerda no se rompiera porque cuando estas se gastaran su juguete favorito ya no estaría divertida. Choromi era masoquista por el amor.

Notas finales:

Gracias


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