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Centinela por Mascayeta

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Revés 1...


Kuro lanzo el vaso contra la pared, era la única manera de desahogar la rabia producida por el ultimátum dado por sus jefes. Si hubiese tenido la fuerza de voluntad para matar a Kisa años atrás, no estaría metido en esa situación.


Sentándose frente al escritorio leyó el documento que había recibido en la tonta reunión de descargos. Para él la lucha entre el bien y el mal iba más allá de destruir a la criatura encomendada; aún recordaba el cuerpo del hombre detrás de su madre, así como el reporte de muertos: "Solo uno, de una mujer". Al darse cuenta, la dimensión de las probabilidades para el legado que habían recibido aumentó en su cabeza hacía otro rumbo. Las preguntas eran a sus quince años enfocadas a la ciencia, a los veinte estaba convencido con las diferentes muestras que pudo recolectar, que estos individuos les podían dar la respuesta a vacíos en la medicina principalmente.


Sin embargo, todo su interés fue volcado hacia una criatura en particular cuando llegó el reporte a sus manos. En ese instante no le dio mucha importancia, pero al leerlo con más detalle comprobó que sus hipótesis no eran imposibles, él era un ejemplo de real de lo que quería hacer. El traslado a América favoreció sus planes, uniéndose a un grupo de disidentes pudo modificar algunas de las órdenes para tratar de capturar vivo a Yokozawa, necesitaban estudiarlo y conseguir lo que tanto querían, identificar el acople entre la sangre de las tres razas: Hijos de la luz, Hijos de la Oscuridad y Humanos. A pesar de fue apoyado por el Consejo de Centinelas, ahora era expuesto por ellos mismos como un "orate".


La puerta se abrió dando paso a Kayama con la cena, la chica al notar la furia de su tío, opto por dejar la bandeja sobre la mesa y tratar de salir lo antes posible. Poco pudo hacer para alcanzar su objetivo, Hiromi comenzó a darle indicaciones de lo que debía encargarse esa tarde. Inclinando su cabeza, salió tan pronto le fue ordenado para dirigirse a la oficina. Era claro que tanto para Kirishima como para Hiyori las cosas no mejorarían.


Al leer la versión de la historia que debía transmitir sintió asco por el hombre que la había criado. ¿Cómo alguien podía decir tantas mentiras y seguir como si nada? Respiro profundo e inicio el envío; una vez obtuvo las confirmaciones, se las llevó a Kuro.


Revés 2


Yasuda y Kyou a partir del incidente decidieron regresar a sus apartamentos. El peligro al que estuvieron expuestos tenía ahora un nuevo propósito, así que desde la clandestinidad podían retornar a sus anteriores vidas. Se dirigieron a la residencia de Kisa para poder terminar con el trasteo. Eran conscientes que la muerte del chofer estaba vinculada al deseo personal y no profesional de su exlíder. Lo paradójico de la perdida radicaba en no conocer que nueva estrategia forjaría Hiromi-sama para obtener lo que quería de Yokozawa.


Yasuda subió por las pocas cosas que aún quedaban en el que fue su refugio, dejando a Kyou entretenido en la revisión de la propuesta recibida desde Marukawa de publicar un manga original del ojimorado. Al ingresar al genkan escucho los gemidos que le predijeron la escena que le hizo entender que las palabras del publicista en el cementerio no solo eran una advertencia, eran la manera más sencilla de recordarle su papel en ese juego: "alejate de él, más por ti que por nosotros". Sin ser capaz de moverse pormenorizo cada una de las expresiones del rostro del peliazul. Girando sobre sí, salió dando un portazo.


Descendió al parqueadero lo más rápido que pudo para encerrarse en el auto evitando que el dibujante le reprochara haber llegado sin lo que buscaban. Ijuuin se sentó en el puesto del copiloto observando la expresión en el rostro del representante legal de Mascarade S.A., coloco su mano en el hombro de su amigo. Aferrándose al timón comenzó a llorar. Nunca había sido más consciente de sus emociones, ¿por qué se había enamorado sabiendo que nunca lo tendría? ...


El sonido de su celular lo saco de sus pensamientos, tomando el aparato leyó el nombre de uno de sus antiguos camaradas; aparentemente el mensaje estaba siendo rotado por todos aquellos que pertenecían al grupo de Kuro Hiromi. Además, había que recordar que muy pocos sabían de su "muerte". Pasándoselo al dibujante, ambos se sorprendieron de lo leído. ¡Maldita sea! ¿Es que ese hombre no tenía límites?


Revés 3


El ruido de la puerta los separo, Yokozawa odiaba como el ojicafe le hacía perder cualquier habilidad de razonar exponiendo al máximo sus instintos. Ese apartamento ni siquiera era el suyo y poco le importo tenerlo medio desnudo en la mitad de la sala, próximos a tener sexo. Kirishima se levantó del suelo sobándose el golpe que se dio con la mesa de centro al ser arrojado por su pareja. Al ver a Takafumi no pudo más que sonreír, rojo de la ira sostenía lo que fue una hermosa camisa de seda negra. Tirándosela se encerró en el cuarto que compartía con Yasuda.


Zen suspiro desplomándose en el sofá, se sintió mal porque sabía que su amigo los había visto, pero era mejor que entendiera que no tenía ninguna posibilidad.


Pasaron unos veinte minutos cuando escucho la puerta de la habitación, el ojiazul llevaba una pequeña maleta. Con su característica sonrisa se aproximó tomando su cara y besándolo suavemente, a pesar del aparente enojo, él le estaba aceptando su proposición.


Rodando los ojos el heredero de Drakull se sintió derrotado, una vez más Kirishima se había salido con la suya.


Revés 4


El trabajo la había consumido por completo, observo en el reloj de su habitación la hora, comprendiendo porque el cansancio. Aun así, trato de comunicarse de nuevo. El teléfono conecto la llamada mandándolo a correo de voz. Colgó y dejo el aparato cargando. Al salir del baño repitió la acción.


Llevaba diez días tratando de contactar con el castaño y siempre el resultado era negativo. Debía buscar una nueva forma de poner sobre aviso a los implicados. Revisando nuevamente la información en el celular de Shouta suspendió la acción al ver una fotografía. Examinando la fecha, sonrió. Así que a Kuro Hiromi si se le podía engañar. Cerrando la aplicación, lo dejo en la mesa de noche. Tomo el portarretrato depositando un beso sobre el vidrio.


Apago la lamparita acomodándose entre las cobijas, la suave luz que entraba por la ventana iluminaba la imagen donde se podían distinguir tres personas sonrientes y disfrutando de una tarde propia de una verdadera familia. Una pequeña castaña abrazaba por la cintura a una joven quien a su vez recibía un beso en la mejilla de un pelinegro que rodeaba su cuello. Era el recuerdo del mejor cumpleaños de su vida.


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