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Zhānwàng (谵妄) Delirio [SeXing] por themuzaa

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Notas del capitulo:

Última parte.

Los días pasaron con extremada normalidad, la tediosa rutina engañosa en la casa continuaba como si nada. Sehun llegaba, fingía prestarle un poco de atención al editor con sus ojos de mafioso y pasaba a encerrarse por horas hasta la madrugada en la oficina.

Por su parte Yixing actuaba como si no supiera la cochina verdad de Sehun. Para él, Sehun sólo avanzaba en casa el montón de trabajo que no terminada en su edificio y fingía estar bien con eso.

Si claro, cómo no.

Así se la vivió por días enteros, viviendo con fingida tranquilidad, esperando en silencio el día del atraco.

El día viernes, al hacer aparición el sol por la ventana de la pareja y acariciar alegremente sus rostros con sus cálidos rayos, Yixing despertó con la mejor noticia de su vida.

Hoy es el día

Se escuchó una voz dentro de su cabeza. Yixing recuerda con cariño las veces que su madre solía susurrar en su oído que esa voz en su mentecita era algo llamado "instinto" y cuando este se aparecía en la mente, se le debía escuchar con atención.

Con ansías esperó pacientemente durante su mañana y tarde.

Yixing estaba dentro de una compañía editora, su trabajo consistía en monitorear desde su cómodo hogar los avances que tenían los autores a su cargo. Solía tomar una taza de café y su manta preferida para pasar horas y horas frente a su equipo de computación. Odiaba con todas sus fuerzas a los autores que no cumplían con su plazo, por otro lado, tenía en su lista rosa a los autores que siempre entregaban sus borradores en tiempo y forma.

Las personas de su empresa lo adoraban, era alguien amable y sumamente atento, aún con frustraciones y odios momentáneos, solía enviar un pequeño ramo de flores o cajas de dulces con notas de ánimos a los autores a su cargo cada vez que terminaban un escrito.

No podía quejarse de tu trabajo, tenía un buen salario aparte de tener la ventaja de ser de las primeras personas en leer alguna novela o secuela que fuera de su gusto sin tener que esperar a que los libros fueran publicados. Todo era legal y aparte él recibía un pago.

El día se pasó con normalidad, cuando llegó la hora de comer, alistó las cosas como acostumbraba. Colocó sólo un plato en la barra de la cocina y esperó a que la puerta hiciera ese conocido sonido, anunciando la llegada de Sehun.

Primero paseó sus dedos por la barra, luego de un rato empezó a tocar canciones como si la superficie fuese un piano. Al final estaba tan aburrido que empezó a morder sus propios dedos, hasta que el sonido de su celular interrumpió su importantísima actividad.

Abrumado, abandonó la cocina y se desplazó con rapidez; llegó hasta el aparato y lo tomó con rudeza. Lo desbloqueó en un rápido movimiento y le causó sorpresa ver el nombre de Sehun en la pantalla.

- ¿Sehun? -Contestó un poco preocupado-. ¿Pasa algo malo? ¿Le pasó algo malo a Luhan? ¿Por qué no has llegado? ¿Necesitas ayuda con algo? ¿Quieres que te recoja? -una loca idea llegó a su traumada mentecita provocando que hiperventilara-. ¿Te asaltaron? ¿Qué clase de mierda de ladrón te asaltó y te dejó con el celular?

Un poco exasperado siguió bombardeando con preguntas.

-Sehun por dios ¡Contéstame!

-Si dejaras de lanzar preguntas sin respirar me darías la oportunidad de contestarte Yixing -con su particular cantico sereno, Sehun le respondió desde el otro lado de la línea-. No, no, nada de eso, lo que pasa es que hubo un problema en la traducción en la cual Luhan y yo trabajábamos.

Escuchó como Sehun parecía suspirar frustrado. Eso era raro ya que él no solía estresarse por nada.

-Luhan confundió algunas palabras y en lugar de terminar una declaración de amor, y ahora parece como si fuera una declaración de guerra. El cliente está molesto así que nos quedaremos hasta que podamos corregir todo -explicó Sehun.

-Ah, con que es eso -Yixing llevó dudoso sus dedos a su regordete labio inferior-. Bueno lo que sea ¿Te espero para cenar?

-Realmente no es necesario, por favor cena sin mí, es probable que tarde en llegar, no me esperes despierto, ¿Si? -demandó Sehun.

Antes de que Yixing pudiera responder, Sehun le colgó.

-Así que no va a llegar en un buen rato, Yixing ¿Estás pensando lo mismo que yo? -se preguntó.

Sin esperar su propia respuesta, Yixing dejó olvidada la comida o cualquier cosa que lo interrumpiera y salió disparado a su habitación.

Cuando llegó al interior de ella metió su mano justo en el espacio de la base de su cama y colchón; sacó una pequeña libreta, la abrió por la mitad y con una dosis de adrenalina leyó lo que días atrás había escrito en ella.

Operación: Abrir al enemigo.

Plan A

1) Actuar como si no supiera el terrible secreto del mafioso Oh Sehun.

2) Esperar el día en que el perímetro esté seguro y el gordo Sehun no se encuentre en casa.

3) Asegurar el perímetro.

4) Abrir a como dé lugar esa estúpida puerta.

5) Rastrear información y evidencias.

6) Salir campante como si nada hubiese pasado.

Paso clave: Si Sehun llega, finge demencia y huye lo más rápido posible.

Sonrió al ver su obra maestra. Era un plan perfecto, sin probabilidades de fallas.

Yixing estuvo mucho tiempo ideando su coartada, se estresó tanto que cuando al final había quedado contento con su grandioso resultado, no pudo evitar encerrarse en su mundo por su logro.

Estaba tan alegre dando saltos en el piso que no notó los pasos de Sehun al dirigirse a la habitación. Sintiéndose casi atrapado, pegó un salto llegando rápidamente a la cama y escondió la libreta en el lugar más cercano que encontró. Su almohada.

-Buena campeón, bien pensado -se alagó mientras trataba de aparentar estar dormido a un lado de Sehun. 

Suspiró aliviado cuando Sehun simplemente le vio con aquellos ojos de príncipe y le sonrió con naturalidad. Yixing fingió una sonrisa y aparentó no hacer nada. Hasta le revolvía el estómago el recordar aquella escena llena de personalidades actuadas.

Quitando de su mente los recuerdos, tomó su libreta y la metió al bolsillo trasero de su pantalón.

Salió rápido de la habitación, se adentró al pasillo pero por despistado tuvo un tropezón con un tapete de mal gusto, el cual no había visto al cruzar por allí. Se levantó rápidamente y se apegó a la pared a modo de espía, bajó las escaleras volteando de vez en cuando a sus espaldas por si algún secuaz de Sehun le perseguía, su presión era tanta que sentía ojos mirarlo fijamente.

Llegó a la primera planta sin ninguna lesión; quizás cuando eso acabase, dejaría que alguna empresa de inteligencia lo contratara para trabajar con ellos.

Caminó con sigilo por la entrada, pero antes de atravesar por completo la sala, paró en seco.

-Tonto, pensaste en todo menos en eso -había actuado casi a la perfección, solo que omitió una pequeñísima cosa: no pensó con que abriría la cerradura.

Golpeando un poco su cabeza con el puño cerrado intentó prender su máquina de ideas y ser creativo. Pensó en pólvora, luego rechazó la idea, era una opción un tanto drástica. En primera: no cargaba con dinero y tiempo suficiente para comprarla; en segundo: no sabía si podría limpiar el desastre o en su caso restaurar la puerta.

-Debe haber algo más, vamos, eres una máquina de pensar, debes de tener una opción oculta dentro de todo ese intelecto -se recriminó, se sintió frustrado por lo seco que estaba su cerebro.

Perdió mucho tiempo tratando de encontrar la solución al muro que se le presentaba.

Literalmente pensó en todo. Pensó en golpear la puerta hasta que la chapa se cansara y se abriera por si sola; pensó en hablar a la guardia nacional alegando que un narcotraficante estaba encerrado ahí -cosa que no era del todo mentira- pero no sabía si realmente necesitaría de su ayuda; la opción más fiable era llamar a un cerrajero "un trabajo limpio y honrado" pero esa tampoco era opción, Yixing se consideraba muy hombre, una simple, aunque maldita cerradura, se la pasaba por el arco del triunfo una y dos veces más. Él en definitiva, no necesita que otro venga a hacer el trabajo que él mismo con sus propias manos puede lograr.

Se deprimió, pensó que estaría perdido, quizás era mejor idea el dejar a su pareja en paz y seguir haciendo su cartera gorda, aunque de una forma ilegal. Le entristeció el hecho de parar todo plan por su incompetencia. Yixing era una persona muy correcta y vivir con la culpa en sus hombros, era una carga con la cual no planeaba cargar.

Rascó su nuca con desesperación, ese tipo de cosas siempre lo ponía de malas. Flojamente, paseó su mirada por toda la estancia y entonces la vio. En la parte de la barra, justo en la cocina, un cuchillo brilló con gracia para él. Uno muy delgado y firme, uno perfecto para cumplir su cometido.

Con más prisa que cabeza, corrió a la cocina y tomó el cuchillo en sus manos. Tenía muchas dudas y temores en su mente, pero prefería morir en el intento de descubrir que había detrás de esa puerta a vivir engañado toda su vida.

Caminó por el pasillo adornado con lagunas fotografías de él y Sehun, casi sintió pena por lo que estaba a punto de hacer, su código era respetar la privacidad de otros, pero cuando estos otros mentían a tus espaldas, entonces te daban un pase entero a hacer algo incorrecto también.

Cuando estuvo frente a esa puerta hecha de caoba de color negro, se sintió nervioso y ansioso. Contuvo la respiración cuando se colocó de rodillas frente a la cerradura plateada, con cuidado colocó el cuchillo en la parte que está en el marco de la puerta, justo donde se conecta la cerradura con el metal que impide que se abra a menos que se utilice la llave que únicamente está en posesión de Sehun.

Metió la punta del cuchillo justo detrás del seguro y ejerció presión en ella para poder lograr que el cuchillo atravesara esa parte y logró hacer un tipo puente que movió el seguro con éxito.

Atento, sonrió cuando logro ver el seguro ceder ante la maniobra. Con la punta de sus dedos, empujó la madera y escuchó el chirrido de la madera. Abriéndose a sus expectativas, la puerta entregó a él, la vista más común del mundo.

Entendiéndose con aburrimiento, como la última vez que la vio. Su interior era de un color verde pino, adornada con un sofá largo de cuero negro, alguno que otro cuadro extravagante de algún artista que Sehun admiraba desde joven, una pared con estanterías repletas de libros, el sencillo escritorio de madera negra y la silla giratoria que hacia juego con el sofá de cuero.

Dejó el cuchillo olvidado en el suelo y se levantó con calma. Atravesó el marco de la puerta y admiró cada detalle de aquella oficina, indagando sobre algún indicio o evidencia.

Cerró la puerta detrás de él.

¿Eso era todo? ¿No había nada más ahí? ¿Alguna arma, un plano donde estuvieran los puntos de encuentro? Mínimo una bolsa con estupefacientes ¿Nada?

Sospechoso. Era muy bueno para ser verdad, sabía que no estaba juzgando a Sehun como mafioso por nada. Su instinto se lo decía, su hombre le ocultaba algo y era algo gordo, pero ¿Por qué no se veía nada?

Para la desgracia de Yixing, nada de ahí se veía fuera de lo normal.

Si no fuera que conocía casi a la perfección a Sehun, pensaría que todo estaba normal y su paranoia era la única que le hacía bromas. Pero no para él, todo era tan normal que era terriblemente sospechoso.

Estuvo a nada de volver a desistir cuando el canto de cientos de ángeles resonó en sus tímpanos, presentándola ante él con gloria, pidiendo a gritos que la desbloqueara y revisara sus secretos; como si fuera él fuera una madre y ella un diario de su hija.

La computadora de Sehun le sonrió con coquetería desde su lugar. Sí, estaba mal hacer aquello pero ya había roto demasiadas reglas ¿Qué tan malo sería romper una más?

Caminando hacia ella, con cuidado la tomó entre sus manos y la colocó en el escritorio. Su pulso se aceleró y sus dedos temblaron al apretar el botón de encender. Golpeteó sus dedos en el escritorio de madera, tanteando la textura.

-Quizás después de esto debería averiguar porque tenemos este fetiche por los muebles de madera -pensó en voz alta mientras esperaba que la maldita computadora abriera sesión. Justo cuando la computadora prendió totalmente, empezó a dudar.

Ansiaba saber que ocultaba Sehun, pero una parte de él sabía que violar a tal grado su privacidad era otro nivel, uno el cual jamás se imaginó atravesar. Si Sehun le hiciera lo mismo, estaría enojado por muchos días, incluso semanas. Todas las personas tienen el derecho a la privacidad ¿Y qué hacía él en ese momento? Iba en contra de esa regla y visitaba el espacio íntimo de su pareja, hace nada de minutos pensó que no le importaría violar esa regla, pero ahora, con la oportunidad frente a sus ojos, quería llorar por la encrucijada.

¿Qué hacer? ¿Abrir los documentos y encontrar algo de lo cual quizás se arrepentiría o agarrar la otra vía; tomar al toro por los cuernos y preguntar directamente a Sehun qué carajos era lo que hacía encerrado tantas horas, como debió haber hecho desde un principio?

Difícil. Eso realmente era difícil.

Divagando sobre lo que debía hacer o no, un ruido grueso proveniente de fuera de su casa lo hizo encogerse en su propio lugar ¿Quién carajos era y porqué hacía tanto ruido? Como si nada, revisó la hora siendo ésta las 10:40 PM.

Pero qué carajos ¿Dónde mierda había perdido tanto tiempo? Bien, sabía se tardaba pensando, pero jamás imaginó que bajo presión, se tardara casi 5 horas, siendo que la mayoría de las personas actuaban rápidamente. Los nervios recorrieron su espalda entera cuando el sonido volvió a resonar por toda la casa.

Al parecer no tenía tiempo. Tendría que apagar todo y dejar las cosas como estaban y fingir demencia o en un acto totalmente estúpido, abrir cosas a como dios le diera a entender y rogar por encontrar algo útil. Demonios ¿Qué debía hacer?

-A la mierda todo -alegó con nerviosismo. Con la vista atenta, tuvo el descaro de detenerse a leer con calma en nombre de cada carpeta, casi rogando por que alguna dijera "Cosas súper importantes que Yixing no debe ver"-. Nada, no encuentro nada aquí. Por la madre coreana, una parte de mi sabía que no iba a encontrar nada ¿Por qué insistí?

La paciencia se le agotó cuando más golpes en la puerta de la entrada se escucharon.

-No por favor, no ahora -dijo Yixing muy quedo. Estaba muy presionado, no sabía qué hacer. Había muchas carpetas y ninguna parecía darle señales de algo fuera de lo común-. Santo buda que estás con Jesús, si hay algo de lo que me debo enterar, te imploro que me pongas una señal- alzó los brazos en señal de derrota, rogar era la última cosa coherente que se le podía ocurrir.

La puerta seguía siendo golpeada, la persona que estuviera fuera realmente era o muy obstinada, o tenía algo sumamente importante que hacer con Yixing o la casa. Por santo papi Jesús que estaba en el cielo, Yixing esperaba que no fuera algún cartel enemigo del de Sehun y lo quisieran secuestrar para saldar cuentas. Estúpido Sehun, ni siquiera pudo protegerlo bien.

Cansado de todo, decidió apagar esa maldita computadora, quizás si había actuado de manera infantil, quizás Sehun no ocultaba nada, quizás sólo era su imaginación, quizás sólo le era infiel. Lo que sea que fuera lo aceptaba, estaba agotado, indefenso y temeroso. Cerró todo con rapidez, acercó la flecha a la opción de "apagar" cuando en la esquina de la pantalla, justo al lado de la papelería de reciclaje, encontró un acceso directo.

-Clasificado -leyó el nombre de aquel acceso. Sintiendo un nudo en su garganta, aprovechó que se dejaron de escuchar los golpes y con un poco de esperanza, abrió el acceso.

Su sorpresa fue grande cuando entró a un mundo diferente. Había carpetas, cientos de ellas con diferentes nombres y contendidos, todos y cada uno de ellos perfectamente ordenados. Facturas de distintas naturalezas, una agenda con iniciales y números que no lograba reconoce. En la parte de documentos sueltos se encontró con documentos en Excel, ahí guardaba más nombres y números incluidos los giros a los que pertenecían las personas anotadas.

Todo era muy extraño, desde aeropuertos, hoteles, reservaciones de restaurantes, puntos de encuentro, alguno que otro mapa de alguna cuidad costosa. Su garganta se secó, su cuerpo se estremeció y sus ojos se pusieron borrosos al empezar a conectar todo aquello.

Él no había estado loco, sus sospechas eran realidad, Sehun tenía algo escondido y algo grotescamente grande. Más decepcionado no podía estar. Prefería mil veces más pensar que estaba loco, quizás asistir a una cita psiquiátrica, medicamentos, incluso un confinamiento en algún centro, lo que fuera, menos que sus sospechas fueran verdaderas.

Sentía un vacío en su pecho ¿De qué había servido el tiempo que estuvieron juntos si algo tan importante como eso se lo ocultaban? Estaba decepcionado, más que por la actividad ilícita, porque se le mintiera de forma tan obvia, todo estuvo frente a él y nunca lo vio venir. Era cierto que pudo contárselo a alguien más, pero incluso si Sehun le contaba sus motivos, quizás pudo entenderle e incluso ayudarle a salir de esa juntos, como pareja. Pero no así.

Simplemente no. Él no podía aguantar algo así.

Leyendo los nombres de aquellos documentos sueltos que encontraba, otro aún peor que los anteriores lo destrozó. Acompañado de un silencio terrorífico, abrió un documento al azar y comenzó a leerlo. Sus ojos se abrieron al igual que su boca.

-No -rogó un poco quedo-. No por favor, que alguien en el mundo me diga que esto es una total mentira -las lágrimas que tanto intentó controlar, salieron de sus ojos, sentía el alma en otro mundo, su cabeza casi explotar y su corazón dejando de bombear sangre.

-Yixing ¿Qué demonios haces en el cuarto de oficina y con mi computadora encendida? -y no lo vio venir. Estaba tan ensimismado en su propio mundo que no se había dado cuenta de la presencia de Sehun ahí.

Y sin importarle como se podía mostrar su imagen ante Sehun, con los labios temblorosos, el rostro hinchado y el corazón destrozado, tomó las fuerzas que jampas utilizó y le miró con odio.

Ahí estaba él, el impresionante Oh Sehun estaba parado frente a él con su cabello oscuro salvaje y mojado, su fino cuerpo acomodado en ese maldito traje negro apegado a su cuerpo por el agua que seguramente era de la lluvia del exterior, su rostro sorprendido y totalmente pálido, se veía tan jodidamente bien. Su corazón no resistió más ¿cómo es que el hombre frente a él, el que le dio incontables recuerdos hermosos, con el cual compartió su primera experiencia sexual, el hombre que le susurró los plantes que tenía a futuro junto a él mientras lo abrazaba por las noches, fue capaz de mentirle de forma tan cruel?

Fue demasiada información para él.

-Sehun -con la voz quebrada Yixing pronunció su nombre-. ¿Me harías el favor de responder a que pertenecen todos estos malditos documentos que tan guardados tienes? -sin dejar de verlo, volteó la computadora y enseñó los documentos a los cuales se refería-. Te pido que no me digas que son de tu trabajo, porque tu claramente no. Trabajas. En. Esto.

-Oh no, Yixing -la voz de Sehun sonó claramente apagada y triste-. No me digas que viste lo que tengo ahí.

- ¿Me vas a explicar o quieres que tome mis cosas de una maldita vez y me largue de tu vida por siempre sin explicación alguna?

Estaba harto, si Sehun no le daba las respuestas que él claramente ya sabía, se iría de su lado, tomaría su pequeño corazón marchito y se iría sin voltear su vista a Sehun, lo abandonaría y si era posible, huiría del país.

- ¿Qué? ¡No, espera! -soltó las cosas que llevaba en su mano y caminó rápidamente hasta donde estaba Yixing. -No sé realmente que es lo que estés pensando, pero puedo jurar por mi vida entera que no es nada que te dañaría.

Con las manos temblorosas, Sehun tomó la mano de Yixing y la acercó a su pecho.

-Yixing, estoy estresado porque tuve que resolver un problema que no era mío, en cuanto salí, la lluvia se soltó y me mojé, estuve como tonto tocando la puerta porque olvidé mis llaves y tuve que brincar por la puerta de atrás para poder entrar y no morirme de una bronquitis. -Sehun suspiró cansadamente-. Sólo quería llegar a casa para poder abrazarte luego de tantos malditos días sin ti.

Tomó el mentón de Yixing y le obligó a mirarlo, con la cara llena de arrepentimiento, Sehun pidió silenciosamente más tiempo para explicarse.

-Yixing, toda esta jodida situación tiene una explicación lógica -jadeó ante la mirada recriminadora que le daba Yixing. -Todas esas facturas, números y documentos incluso los nombres agendados que te has encontrado, son la razón por la cual me he encerrado hasta la madrugada por tantos días.

Yixing sintió su cuerpo flojo y sus piernas temblorosas, pensó que sería fuerte y no flaquearía al escuchar la verdad y aceptaría su destino con honor, pero tener a Sehun frente a él, mirándolo de esa manera le quitaba todas las fuerzas que pensó tener.

-Yo sólo estaba planeando una sorpresa para ti, pero como acostumbras, lo has arruinado todo, tonto -soltó de manera inesperada.

Yixing lo miró entre confundido y enojado por la palabra con la cual se refirió a él ¿Arruinar qué? ¿Su fortuna, su carrera como mafioso?

-Yixing, y-yo lo único que quería h-hacer era poder darte una vida entera -Sehun siguió viéndolo cansado y triste-. Lo que he estado haciendo todas estas semanas, es planear el mejor escenario para por fin tener una vida entera los dos. ­

No es que Yixing fuese tonto o algo parecido, simplemente a él debían de decirle las cosas de forma literal, por lo que las palabras de Sehun no hicieron más que confundirlo aún más. Sehun, al ver el claro gesto de confusión de Yixing, sonrió como tonto y acercó aún más su cuerpo al del chino.

-Estaba planeando la mejor manera de pedir tu mano.

Esa simple frase fue suficiente para que Yixing se desmallara en los brazos de Sehun debido a tanta información acumulada en su cerebro.

La leyenda cuenta que después de despertar, Yixing le dio la peor golpiza a Sehun por haberlo asustado de esa manera. Otras personas dicen que Yixing inundó su casa por las lágrimas de felicidad que había soltado por la noticia y también por haber sido un obstinado y haber arruinado la sorpresa.

Algunos otros dicen que Sehun realmente era un mafioso y luego del casi descubrimiento de su segunda vida por parte de Yixing, procuró no guardar nada de su otra vida en su casa, menos si Yixing vigilaba a sol y sombra cada movimiento suyo dentro de su "nidito de amor".

Realmente, ni la autora conoce la verdad completa de este desenlace, te queda a ti como lector, imaginar cuál fue el final de estos dos.
Lo único que importa en estos momentos es que éste par de tontos se aman con el alma y están próximos a casarse.

Notas finales:

Bueno, a decir verdad, ustedes tienen suerte, em wattpad tardé un montón en actualizar jajaja


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