Sé que va a sonar algo raro lo que voy a decir a continuación, pero es necesario que exprese lo que estoy sintiendo en este momento.
Creo que muchos no lo entenderán o tal vez sí, hay algo que no entiendo, cuando se pierde algo importante en la vida es normal entrar en depresión; pero se supera con el tiempo. Eso es algo que me parece realmente injusto, pero supongo que no podemos vivir en el pasado; o por lo menos no sería lo más conveniente o sano, sé que debemos pensar en lo que tenemos y no en lo perdido, pero a veces no puedo evitar sumirme en lo hermoso del pasado.
-¿Qué escribes Wilson? Le saca la hoja y la lee, mientras Wilson intenta sacársela, pero él se aleja hacia la puerta cerrándola.
-House no hagas esto, ¡dame la hoja ahora! Y sal de mi oficina. Dice levantándose de su silla y yendo hacia la puerta.
-Que tierno me hace llorar. Dice sarcásticamente. –Es sobre Amber, ¿no la habías olvidado ya?
-¡Tú sabes que no! no puedo pensar en lo que tengo, porque me doy cuenta que no hay nada.
-¿Yo soy nada? Me habían dicho hasta maldito, pero “nada”, eso lastima. Dice con sarcasmo.
-Bueno también eres un maldito pero…
-Sí lo soy, pero “lo hermoso del pasado” por favor cuánto tiempo estuviste con la bruja maldita, cinco seis meses.
- No le digas así a Amber, y dame eso. Dijo tomando la hoja y poniéndola en el escritorio.
-¿Hace cuánto que somos amigos y yo soy nada? Dice acercándose lentamente tanto como se lo permitía el bastón, hacia Wilson.
-No sigas, yo solo soy el que te presta dinero, el que te ayuda en esas madrugadas en las que te pierdes en la bebida, y el que está en tus estúpidas bromas…
-Sí, soy el que te saca dinero, el que te mete en problemas, el que se come tu comida, pero también soy el que te necesita, porque ninguno de los dos tenemos nada.
-Te equivocas yo puedo hacer mi vida lejos de ti, cuando quiera.
-Ah sí. Dice House acercándose más a Wilson, tanto que solo está a unos centímetros de su cara.
-No, te acerques más te lo advierto. Dice Wilson amenazantemente.
-¿Vas a golpear a un lisiado?
-Lo hare, recuerdas cuando corte tu bastón se rompió y te caíste, sabes que soy capaz.
-Sí sé que eres capaz pero no lo harás, si me pongo a esta distancia y te tomo por la cintura…
-No me toques…
-Si no quisieras que te toque, me hubieras apartado desde el principio. Wilson retrocede pero se topa con el escritorio que estaba detrás de él.
-Sabes que podría entrar cualquiera y… House lo caya con un beso.
-No importa no creo que sea un secreto, yo no lo oculto, sabes cuánto me gusta este escritorio. Dice sacándose la camisa.
-No me lo recuerdes… House lo besa nuevamente, pero esta vez más profundamente, sus lenguas se movían frenéticamente; House se separa un poco de Wilson como resultado queda un hilo de saliva.
-Por qué si la pasamos muy bien. Dice desabrochando la camisa de Wilson.
-No creas que con esto voy a olvidarme…
-Ya cállate y bésame. Dice tirando todo los papeles del escritorio con su bastón para luego dejarlo a un lado, tomo a Wilson por los muslos y lo levanto sobre el escritorio, termino de sacarle la camisa mientras lo besaba. Wilson desabrochaba su pantalón y House se los bajo hasta sacárselo junto a su ropa interior… -Tu ropa interior tiene perritos, después yo soy el infantil…
-Estoy desnudo y te detienes a ver mi ropa interior, ¿Por qué no me muestras la tuya? Dice mirándolo pícaramente, y con sus brazos rodeando el cuello de House, lo beso y lo acerco más a él bajando por su cuello dejando un rastro de saliva, marcándolo con un chupetón.
-Oh… este es el Wilson que me gusta, pero recuerda que soy un lisiado y tienes que ayudarme a bajarme los pantalones. Dice devolviéndole la mirada picara.
-Está bien ;) Wilson le desabrocha el pantalón, que se desliza lentamente hasta las rodillas de House, el que baja su ropa interior y frota su miembro contra el de Wilson; el cual posteriormente se baja del escritorio poniendo su trasero apuntando hacia House. El que lo prepara para entrar mojando sus dedos con saliva, primero introduce uno, luego dos, hasta tres; para luego retirarlos y meter su miembro lentamente, tomándolo por las caderas.
La habitación se llenó de jadeos ahogados por el placer, y susurros que pedían más y más, House se inclinó sobre la espalda inclinada hacia delante de Wilson, dejando su miembro dentro el cual llego a lo más profundo, dejo de moverse y le dijo al oído.
-No te escucho, ¿Qué es lo que quieres?
-Ah…No lo diré…
-Entonces no me moveré. Dijo besando el cuello de Wilson.
-Ah… Solo hazlo.
-¿Qué?
-Muévete… Dijo susurrando.
-¿Qué? No te escuche.
-Quero que sacies mi placer.
-MMM… Mucho mejor. House se movía velozmente en el trasero insaciable de Wilson, rápidamente la habitación volvió a llenarse de jadeos de placer, con los pantalones que fueron deslizándose hasta sus tobillos House termino dentro de Wilson.
Afuera se escucha a alguien queriendo abrir la puerta, encontrándola cerrada con llave.
-Wilson tus pacientes están, esperando hace media hora que los atiendas, ¿Estas bien? Era Cuddy la que lo llamaba impaciente.
-Estoy bien, en un momento los atiendo. Dice todavía recostado en el escritorio.
-Está bien, pero apúrate, y dile a House que puedo escuchar su risa.
Wilson se levanta de golpe y pierde el equilibrio, House lo sostiene de la cintura, ya con los pantalones levantados.
-Eres un idiota. Dice Wilson apartándolo.
-Ya lo sé, gracias por el cumplido, y te dije que ya lo sabían.
Mientras se colocaba su ropa interior, Wilson sintió que algo se deslizaba por su pierna.
-¿No usaste preservativo?
-No, pero no es como si fuera a dejarte embarazado.
-Pero es algo asqueroso.
-No dijiste eso las otras veces, hasta en eso eres aburrido.
-Sí pero las otras veces podía bañarme, porque no estaba en el trabajo o iba de salida.
-¿Por qué no te tomas el día? Tus pacientes igualmente van a morir.
Wilson solo ignoro su comentario cruel, mientras se limpiaba, se puso el pantalón, que en el frenesí fue lanzado detrás del escritorio, House que estaba sentado en su silla miraba fijamente su trasero, cuando se agacho para buscar sus pantalones.
-¿Qué haces? Vete.
-¿No vas a despedirme?
-Ya vete. Dice poniéndose los zapatos, pero House se levantó agarro su bastón para caminar hacia la salida y al llegar a la puerta se detuvo, a observar a Wilson mientras se ponía su bata de doctor; en ese momento pensó, “que bien le queda”.
-Ven, acércate. Wilson se acercó a House. –Mira tú corbata esta chueca. Dijo acomodándola.
-Yo la veo bien… MMM… House lo beso intensamente, rodeándolo con sus brazos, aferrándolo a su cintura, Wilson le correspondió aferrado con sus manos a su cuello, y pasando una de ellas por su cabello. Cuando se separó Wilson dejo su cara enterrada en el cuello de House, el que ya tenía sus manos más abajo de la cintura, Wilson lo sintió y le dijo.
-Realmente eres un idiota…