Se enscontraba cansado como todos los días de su vida, ya desde mucho. Pero se obligó a mostrar una sonrisa por el cumpleños numero diez de su nuevo hermanito Hoshi. Ya que su madre alfa, ni lenta ni peresosa al notar la buena salud ya renovada de su padre omega, le preñó con su semilla de amor.
Según su padre un embarazó era complicado y podía entender su pensar en cuanto a no querer tener más hijos ya que al empezar sus estudios, que fue el gran sueño de su padre antes de emfermar, no le quedaba gran tiempo al igual que su madre que se turnaba entre el trabajo y el hogar. A él le encantaba pasar tiempo con sus hermanos menores, comtarles cuentos y jugar con ellos. Tanto que quizas en su mente se empezó a generar el deseo de ser padre. No obstante, era un deseo imposible.
El mismo se catalogaba cual repelente para cualquier alfa, omega y hasta beta en algunos casos.
Toco su hombro palmeando su ropa para sentir su piel. Para sentir aquélla marca casi invisible que recorría su brazo. Como un recuerdo latente de aquél amor trágico de su adolescencia que se rehusaba a desaparecer de su cuerpo. O quizas era el mismo que se negaba a abandonar algo que ya desapareció de su vida.
Pensar, tan solo recordar el ello le era doloroso.
_ Hijo. ¿Cuándo vas a olvidarle y conseguirte a alguien más? _ pronuncia una voz_.
_ … eso a ti no te importa.
_ Pero...
_ !Madre¡ quiero pasarla bien hoy con mi padre y mis hermanos, no vine desde la ciudad para pelear. Así que te agradecería que me dejes en paz, por lo menos hoy _ dijo con voz fría hacia ella_.
_ … esta bien, la cena. Tu padre dice que bajes antes que se enfríe_ pronuncia un poco aflijida una mujer alfa de cabellos largos rojizos_.
Podía sentir en el aire la tristeza de su madre. Aun así, el solo decidió no prestarle atención a ello. No era que la odiara más bien, lo que odiaba era lo que siempre intentaba hacer o decir cuando iba a ver a su padre y a sus hermanos por esa razón ya no venía tan regularmente como lo solía hacer antes.
Desde el incidente cuando tenía dieciseis años ella no paró de encontrarle novios, armarle citas a ciegas que terminaban en desastres o juntadas con hijos de conocidos. Tanto que ya hartó la encaro diciendole que le deje vivir su vida. Y ni aun con eso su madre le dejó tranquilo.
El único provecho que saco de los planes de su madre fue poder desestresarse golpeando a los pretendientes que está le mandaba. Porque sí, a pesar de ser un omega no era frágil ni una aberración y en cierto modo le encantaba bajar del pedestal a cualquier ignorante que se le pasaba. Golpear a estúpidos podría catalogarse como lo único genial de su aburrida vida.
Ya que su vida de soltero consistía en trabajar, ocasionalmente salía con sus amigos por un rato, llegaba a casa, dormía, trabajaba otra vez y comía. La mayoría de sus amigos se encontraba con pareja por lo cual él sobraba o al menos eso pensaba.
Y las noches de celo se dibujaban en su pensamiento cual el chiste más trillado y monotono que no hacia reír ni a los más idiotas. Consistía en tomarse una pastilla supresora para omegas y trabajar hasta tarde. En casó de no trabajar, quedarse en casa, comer comida chatarra y helado hasta reventar mientras mira películas tragicas de romance. Llorar, comer, dormir, llorar, bañarse por el calor de su cuerpo, llorar, volver a ver la tv y llorar más. En caso de no soportar el calor de su cuerpo autocomplacerse con ayuda de una vieja foto un poco borrosa, ya que un vez se le olvidó en la ropa que puso a lavar por lo que se despinto, en algunas partes y su imaginación.
Para luego de terminar, llorar nuevamente solo en su habitación y repetir lo anterior hasta sentirse capaz de salir nuevamente fuera de casa.
Presisamente no quería ni que su madre le fastidie ese día en que llegó a la ciudad, con el pensamiento de cambiar un poco el rumbo de su vida.
Dejó la ciudad, cerrando cualquier tema pendiente allí para volver adonde nació, a su pueblo natal. Solo con una cuantiosa cantidad de dinero y maletas con su ropa junto con cualquier cosa nesesaria hasta conseguir un nuevo hogar. Pero por esa noche se limitaría simplemente a pasarla con su familia. Mañana pensaría lo demás.
La cena transcurrió de manera calma, su madre al parecer se dignó en dejarle tranquilo por esa noche, charlo con sus hermana y hermano menor sobre sus hazañas entre ellas el generó definido hace poco revelando que era alfa, cual su madre. Y de su padre que logro adelantar las últimas materias para aprobar sus estudios secundarios en un programa nocturno.
Para finalizar su madre contó que pidió tiempo en su trabajó como administrativa fiscal para dar entrenamiento dentro de la policía.
Llegando su turno, solto la bomba al menos, por el rostro de su madre para ella, pero luego fingió no afectarle.
_ Pensé en visitarles primero para luego mañana ver sobre algún departamento o residencia a alquilar_ pronunció mientras terminaba de comer lo que quedaba en su plato_.
_ !Que bien hijo, me alegró¡ así podremos verte más seguido. Si quieres quédate aquí hasta encontrar lugar. Tu habitación esta tal cual la dejaste_ pronuncia su padre omega de nombre Minato_. ¿Querida no le dirás nada a nuestro hijo?
_ Emm… si, me alegró, espero que eso también tenga que ver con la idea ya de conseguirte a alguien Naruto.
Dice recalcando en un tono casi imperceptible lo último. A lo que el rubio menor solo se limita a mostrar una mirada de fastidio y Minato al notar lo dicho por su esposa interviene.
_ Kushina, déjalo que ya es grande como para que nosotros le molestemos metiendonos en sus asuntos. Es como si tu madre Mito venga de la tumba y te critique que no sabéis cocinar. Ello no sería comodo ¿no?
Ella solo suspiró dando por zanjado el asunto.
Al terminar la cena y luego de ayudar a levantar los platos se despidió de sus hermanos y padre subiendo las escaleras de madera gruesa llegando a su antigua recámara arrantrando sus maletas. Al encender el interuptor de luz se encontró con su madre de brazos cruzados, y ya habituado por los conflictos que siempre venían de ella. Le hablo
:_ Madre, estoy cansado por el viaje hasta aquí. Lo que sea qué me quieras reclamar puede esperar hasta mañana.
_ No. Naruto_ pronunció como a punto de liberar la bomba_ … ¿Porqué no te has conseguido a un novio, aun sigues pensando en él?
_ !Largo¡ !Ya estoy hartó de las mismas discusiones tontas! ¿¡Qué acaso ni una noche me puedes dejar en tranquilidad¡? Sabes qué sí, sigo pensando en él y puedo seguir pensando y sentirme como quiera porque es mi vida y ya tengo unos veintiséis malditos años como para vivir mi vida y TÚ no puedes mandarme a hacer o sentir lo que quieras.
La mujer se quedó sin habla por unos segundos. Para luego agachar la mirada y solo pronunciar sorprendiendolo
:_ Lo siento. Lo siento mucho…
_ Esta bien. Ma, solo estoy cansado…
_ Y si te dijera que él no murió.
_ Madre… ya déjà de bromear que esto no es gracioso.
_ Piénsalo Naruto su cuerpo no fue encontrado. Y justó después apareció ese ser. No fue coincidencia.
_ ¿Cómo no se que mientes?
_ Porque es verdad. Yo lo vi con mis propios ojos, ese dragón de aquél día era Sasuke, si ese es su nombre real. En realidad yo lo conocí. Si no me crees recuerda sus ojos y como esa criatura te miró.
_ Es mentira _ trataba de negar el rubio_… no puede ser verdad, todo este tiempo_ de pronto siente sus piernas cual gelatina y cae al suelo de rodillas recordando cada momento que había pasado hasta ahora de luto y los momentos pasados que había pasado con el nombrado.
Minato se encontraba leyendo un poco después de haber acostado a Hoshi y despedirse de su princesa se dispuso a esperar a su esposa. Solo esperaba que esta realmente se disculpara con su hijo mayor como dijo.
Se asustó al escuchar un gritó desgarador que resonó por toda la casa. Tanto que sus otros hijos se encontraban en la entrada de su habitación con una cara de preocupación
Subió rápidamente las escaleras no sin antes mandar a sus hijos menores a quedarse en su habitación hasta cerciorarse de que no sea peligroso. Al llegar a donde se encontraba su hijo mayor se encontro a su esposa que en su silencio casi infinito para sus nervios soltó
:_ Le dije todo.
Y él rubio mayor entendió el porque de su sufrimiento y se iba acercando con el objetivo de consolar a su hijo, pero este nego su contactó. Levantándome del suelo aún con signos de haber llorado.
_ Estoy bien. Solo… nesecito caminar un poco_ habló con una voz apagada_.
El rubio menor salió a pasos apresurados perdiendose en la obscuridad de la noche. Minato estaba a punto de seguirle no obstante, la pelliroja le detuvo de manera calma.
_ Minato. Estoy segura que ahora lo único que quiere es estar solo mañana volverá.
_ ¿Kushina cómo puedes estar tan calmada? No debiste haberle presionado así _ dice levantando su voz con un tonó de enojó_ Me prometiste solo disculparte con él.
_ Perdón Minato. En serió… es que no fui capaz de ocultarle esto. Yo… ya no podía_ y el rubio noto lágrimas brotar de los ojos de su alfa y calmándose le dio un abrazó_.
Ambos se dirigieron a su habitación a calmar a sus otros dos hijos y esperar la llegada de su hijo mayor.
…………………………………..
Lejos de allí en un bar se encontraba Naruto, en el banquillo de copas cerca de un bartender ya algo cansado de repetirle lo mismo.
_ Disculpe, pero… creo que ya tomó mucho.
Pronuncia señalando las botellas vacías tiradas alrededor del rubio omega.
_ Noo… callenshe y denme de esha de colors verde y lash roshitas je je.
_ … señor, está viendo doblé ya es mejor que me diga almenos el número de algún conocido o dirección para llamar un taxi.
El rubio luego de balbucear estello su cabeza en la mesa, roncando unos instantes para levantarse de repente y llevarse las botellas que veía aun con un poco de bebida a la boca mientras sacaba de quién sabe donde una lata de crema chantilli haciendo lo mismo.
_ ¿En serio de donde saco eso? _ preguntaba el bartender mientras se disponía a llamar un taxi porque si bien alrededor del rubio había como un aroma peculiar se notaba que era omega y para este le iba a resultar problemático, para su conciencia, dejarle a merced de cualquier alfa. Especialmente de los grandotes que lo miraban como un trozo de carne desde la esquina del bar.
_ Vamos amigo, que sera problemático si te quedas así a estas horas. El taxi ya llega, además ya cierro así que… vamos afuera.
_ ¡Oh… que lindura! No tienes que irte tan rápido_ dice un tipo fornido de cabellos negros que se acerco en donde estaba el rubio_.
_ Piérdete amigo, que viene conmigo además ya vamos a cerrar.
_ Se que ese chico no es nada tuyo. Shikamaru-san, se le nota por aquél pútrido olor que carga_ dice mientras sonríe lujuriosamente_. Pero yo puedo hacerte olvidar. ¿Qué me dices lindura? ¿Quieres conocer a un verdader alfa?
_ Tsk. Acosador _pronuncia el bartender_ ... Solo un idiota busca aprovecharse de un omega indefenso.
_ No habló contigo beta sarnoso.
De repente se escuchó el sonido de vidrios romperse. Y en un parpadeo aquél hombre sintió el frío vidro de una botella contra su garganta.
_ Quién quiere a los alfa. ¿¡Quién los necesita?! Debería de desaserme de sus malditos traseros egocéntricos. ¡¡Deberían desaparecer par de mierdas!! !!Voy a matarlos a todos y voy a empezar contigo. Te haré tragarte tus bolas pelotudo!!
Habla el rubio con una voz casi desquiciada a lo que causa que el castaño alfa casi se haga encima.
_ Je je je_ ríe nervioso mientras leventa las manos al igual que el bartender_ … bueno yo… Me voy chau _ y desaparece cual rayo_.
_ Hombre, das miedo…
_ Snif… snif_ empieza a llorar_… ni amenazar a alguien me hace sentir bien…
_ Bueno, al parecer por tu voz ya ni estas tan borracho. Afuera hay un taxi esperándote.
_ Gracias, pero no quiero ir a ningún lado.
_ Voy a cerrar.
Y aparece una chica rubia con el peinado de dos coletas rubias. Vistiendo una blusa violeta y un pantalón color lavanda. Y sosteniendo una escopeta gritó
: _ Escuchen escorias voy a dar un disparó y si para el segundó siguen aquí, yo no respondo.
Al disparo el bar se desocupo a una velocidad casi inhumana.
Luego el rubio casi fue arrastrado al taxi por la mujer, aún armada y el bartender que se despidieron de él de una manera cortes aunque extraña. Alegando que es peligroso que ande así tan tarde.
_ Temari. ¿Crees que fue seguro mandarlo solo?
_ Si. Vi lo quele hizo al estúpido ese_ habló la mujer omega_ Aunque por si acaso, le dejé una botella.
_ Mujer, dime que esa botella no estaba con alcohol. Por favor…
_ Claro. Que me crees tú.
_ … _ suspira_ yo también te amó mujer.
…………………………………..
En el taxi Naruto se percato que no estaba solo, sino que un hombre le dirigía una mirada cálida.
_ ¿Una noche difícil?_ preguntó el hombre de cabellos negros cenizos y piel canela.
_ … Yo_ pronuncia aún con algo de mareo por la reciente borrachera y abre la ventana solo para vomitar_ creo que...si.
Pronuncia luego que el hombre le ofrece un pañuelo con que limpiarse.
_ Soy un extraño. Así que si quieres contarme lo que te ocurre lo entiendo.
El rubio nuevamente tenía ganas de llorar sin embargo se contuvo y le habló quizas solo para desahogarse.
_ Acabó de darme cuenta que lloré la muerte falsa de alguien que me era muy impprtante para mí, como idiota por diez años.
_ Uh… que mal. ¿Pero te encontraste con esta persona? Digo, para saber su lado de la historia.
_ ¿Qué importa eso? Él me mintió.
_ Es cierto. Por ello, no quieres saber el porqué. Sabés yo con mi pareja tuvimos problemas iguales, al final lo único que logro solucionar nuestros problemas es hablando.
_ Humm…
_ Ya que tu dices que no supiste la verdad por mucho tiempo. ¿No crees que sería mejor tomar una decisión luego de saber toda la verdad?
_ Supongo, que planteas un punto.
El taxi para en un residencia de paisaje simple y casi rural. Cosa rara ya que por la vestimenta del hombre el rubio creyó que se bajaría cerca de las residencias de clase alta de la ciudad.
_ Bueno esta es mi parada. Me gustó hablar contigo ¿eh?
_ Naruto.
_ Yae sung. Esperó volver a verte Naruto.
Y tras estrechar las manos el alfa se despidió, y viendo al taxi marchar sonrió. Estaba seguro que no sería la última vez en ver a aquel chico. Después de todo, reconocía muy bien ese olor que rodea al rubio.
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Naruto pensando las palabras de aquél hombre. Tomó una decisión y volvió a casa de sus padres. Encontrandolos en la sala ambos sentados, con unas ojeras por no haber dormido.
Luego de saludar y pedir disculpas por irse tan repentinamente subió hasta el ático en la parte de arriba de la casa, siendo seguido por sus padres. En busca de unas cajas, revolvió el lugar hasta que encontró unas cajas secretamente escondidas.
_ Naruto. ¿Qué haces?
Pronunció alarmada la mujer al saber lo que sacaba de las cajas. Ya que eran cosas suyas.
El rubio saco una variedad de armas, desde calibres comunes hasta lanzaminas, lanzacohetes y ametralladoras.
La mujer puso cara de terror al ver la de su maridó.
_ Kushina. !¿Qué mierda!?
_ Je je je son mis cositas pero, en serio solo lo conservó por si acaso y por razones sentimentales, amor...
Trata de escuzarse mientras mueve nerviosa sus cabellos de un lado a otro.
Miran de nuevo a su hijo al escuchar el sonido de carga de una arma de las muchas que estaban guardadas.
_ Hijo, cálmate yo sé que quieres cometer fraticidio contra tu madre, al igual que yo. Pero creó que más bien deberíamos hablar las cosas. Así que dices si bajas las armas y te invitó ramen_ intentó disuadirlo_.
_ … esto no es para ella. Es verdad, estoy enojado con ella por no decirme las cosas antes.
_ Naruto. Perdóname, yo… luego que desapareció traté de encontrarlo sin éxito. Y decidí que era lo mejor para tí si te olvidabas de él. Ahora me doy cuenta que hize mal al ocultarte la verdad.
_ ... Está bien, solo te preocupaste por mí y lo agradezco. En este momento con quién estoy más enojado… es con él. Así que me haré cargó.
Dice para sacar en una gran mochila con todas las armas más efectivas de su madre y dirigirse hacia la salida con una mirada de decisión.
_ Voy a buscarle y cobrarme todo lo que sentí estos años… no me importa si ahora es una anaconda de cien toneladas.
Y se dirige al atardecer.
Pero se detiene, porque entra recién de lleno en que no sabía donde buscar.
_ Mierda… no se en donde buscar.
_ Quizá pueda ayudarte en ello_ le dice Kushina_. Pero, ¿Naruto estas seguro de querer pegarle?
_ Creó que esa es una pregunta obvia.
_ Aún si no es como los otros.
_ ¿A qué te refieres?
_ … ¿Hijo recuerdas las leyendas sobre el origen de la ciudad y sobre el Páramo, en donde hablaban sobre la existencia de los dragones? Cuándo eras pequeño ibas mucho a jugar al páramo.
_ Si, tenía un amigó imaginario.
_ No lo tenías. Verás… lo que pasó allí, fue que te encontraste con algo más.
Kushina le contó sobré lo ocurrido cuándo era pequeño y luego lo que sucedió cuándo cumplió dieciséis.
En forma resumida quizás lo que desencadenó el inicio de está historia fue el mismo.
_ Tengo la idea de que vivé en el centro del Páramo, no obstante nunca pude comprobarlo. El lugar continuamente se encuentra envuelto en niebla capaz de causar alucinaciones en sólo minutos de ser aspirada y que va en aumentó a medida que avanzas. Hay acantilados o criaturas que se ocultan cuales cazadores en espera de una presa en la densidad de la niebla. Y alrededor del Páramo se encuentran unos árboles ya conocidos por todo aquel que tránsita en las afueras del Páramo, los robles Mártir cuya savia lechosa contiene un poderoso irritante: el forbol, así que el mero hecho de rozarlo causa quemazón en la piel, aunque este diluido la savia quema la piel causa vómitos y diarrea y las espinas son peores ya que en estás concentra una excesiva cantidad de veneno. Quemarlo puede causar ceguera temporal al igual que sus flores y lo único que no es venenoso son los frutos.
Cuenta la peliroja.
_E irónicamente en casi todo el lugar hay ya crecidos gran cantidad, es como si fuese una fortaleza natural. Se dice que los únicos capaces de adentrarse al centro del Páramo son los aquéllos que controlan las placentaciones y producciones naturales de aquél lugar, las cuatro familias más antiguas de la ciudad de Konoha. Y yo conozco a un miembro de una de estás. Fue mi disipulo hace tiempo. Quizás el pueda ayudarte a encontrar lo que buscas.
_ Gracias ma, creo que tu ayuda compensa lo anterior_ dice sonriéndole_.
Luego de abrazar y despedirse de sus hermanos y sus padres. Con una mochila de viajé y unas cuántas otras cosas en otra bolsa, se dispuso a tomar caminó para encontrar rápido a Kakashi.
_ Espera hijo.
Le dijo su madre acercándose a él para luego levantar su mano y darle una carta.
_ Dásela a Kakashi cuando lo veas y mándale mis saludos.
El rubio acentio y con una mirada de decisión se fue.
_ Pobre de nuestro futuro yerno.
_ ¿Yerno? No te adelantes amor que cuando aparezca vivo, ahí si decilo ja ja ja…
Dijo la pelirroja mientras reía de su propio chiste.
_ … en serió mujer ejemplo más violento no pudiste ser para nuestro hijo_ pronuncia con un suspiro de ironía_.
……………………………………………
Apretó, produciendo un sonido cual estrujido entre los músculos de su mano. El recordar la burla del quién antes consideraba el amor destinado de su vida aún recorría sus venas cual bilis caliente, aún estaba marcada en su brazo, en su cuerpo.
_ No se iba a ir… no hasta que lo saqué de mí sistema. Y no me sentiré satisfecho hasta saber toda la verdad posible, valla donde valla. Me las voy a cobrar lo juró por mi nombré. Y para ello usted me ayudará Kakashi-sensei. Haré otro par de botas para mi madre santísima.
Tras ello continuó riendo cual maniático con ligeros toques psicóticos imaginando uno y mil escenarios con el azabache, obviamente nada románticos sino todo lo contrario.
En la otra parte continua de aquélla cabaña improvisada se encontraba un peliblanco estrujando las sabanas de la sorpresa al ser despertado por unos alaridos de asesinó serial en su descripción. Y con los ojos abiertos cual plato.
_ !!Carajo¡¡ Está más loco que su madre.