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Impulso Sentimental. por C C

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Notas del capitulo:

Es un one shot que salió de la nada, no tenía pensado escribirlo pero aquí esta. Espero que lo disfruten. 

La ciudad de Konoha, un lugar donde a pesar de haber muchos habitantes, edificios, escuelas, hospitales y una universidad, es una de las pocas ciudades que tienen centros naturales donde se puede pasar un día con la condición de cuidar el medio ambiente.

El instituto más prestigioso de la ciudad contiene los tres estudios básicos, pre-escolar, primaria y secundaria, todos de nombre Senju, tambíen está la única Clínica Privada del mismo nombre, todos pertenecen a la familia Senju-Uzumaki, aunque muy pocos saben eso. El pre-escolar es dirigido por Minato Namikaze, la primaria la dirige Nagato Uzumaki y la secundaria Jiraya Senju. La Clínica Privada es dirigida por Kushina Uzumaki y Tsunade Senju. Una familia de un nivel económico alto y buen estatus social junto con la segunda familia en una posición similar, los Uchiha, dueños de la cadena de televisión más importante, Sharingan. Ambas familias desde generaciones pasadas fueron amigos muy cercanos, comenzaron juntos pero a la hora de los negocios también eran rivales, querían ser los mejores.

Naruto Uzumaki, como lo dice su apellido, pertenece a la familia dueños del instituto el cual él asiste a la secundaria. Naruto es un joven de 16 años, rubio de ojos claros, mide 172cm, es inquieto, duro para el estudio pero siempre optimista. Su sueño es dirigir el pre-escolar como lo hace su padre, Minato. Él dice que va a lograrlo.

Sasuke Uchiha, segundo heredero de la sede Sharingan. Sasuke también tiene 16 años, el cabello negro al igual que sus ojos, mide 170cm, es un joven serio y aplicado, inteligente, su defecto es el ser vengativo. Él no tiene ningún sueño en particular, solo quiere ser mejor que su hermano Itachi, conocido como el chico prodigio.

Itachi Uchiha, el primer heredero de la sede Sharingan. Itachi tiene 23 años, físicamente es muy parecido a su hermano menor, mismo color de cabello con la diferencia que él lo tiene largo y mismos ojos solo que acompañados de ojeras naturales, mide 180cm, es un joven serio aunque mucho más sociable que Sasuke, muy inteligente y destaca en todo lo que haga. Está estudiando en la universidad el último año de sus dos carreras, Licenciatura en Artes Audiovisuales y Licenciatura en medios de Comunicación e Informativos.

Deidara Namikaze, primo de Naruto Uzumaki. Deidara tiene 22 años, es rubio con ojos celestes, mide 175cm, es un chico aplicado, gracioso, compañero pero tiene una obsesión con las explosiones y suele meterse en algunos problemas. Está estudiando la carrera de cirujano para trabajar en la Clínica de la familia Uzumaki, y su hobby es hacer manualidades con cerámica. Es amigo de Itachi desde la primaria.

Minato Namikaze y Kushina Uzumaki, padres de Naruto y tios de Deidara, son una pareja un poco dispareja. Minato es un hombre serio pero suele ser un tanto infantil y sumamente pacífico, Kushina es una mujer inquieta pero dulce, aunque si se enoja es muy violenta. Están casados hace 18 años pero se aman como el primer día.

Fugaku y Mikoto Uchiha, padres de Itachi y Sasuke. Fugaku es un hombre de negocios, es discreto y muy responsable. Mikoto es una mujer de familia, dedicada a sus hijos y a su esposo, una ama de casa que se preocupa por su hogar. Ellos están casados hace 20 años.

Era una mañana como cualquier otra, el sol del viernes brillaba y en el cielo había muy pocas nubes. Naruto se encontraba saliendo de su hogar, el rubio tenía que asistir a clases y su chofer lo estaba esperando para llevarlo al instituto.

-Buenos días, por favor suba.- Dijo el hombre mientras abría la puerta de atrás del auto.

-Gracias.- Contestó Naruto mientras ingresaba.

El rubio miraba por la ventana aquel paisaje como si los edificios, la gente que pasaba, los autos y el cielo, eran lo más importante del mundo. Naruto se entretenía con cualquier cosa, si pasaba un pájaro volando él enseguida lo estaba viendo. Su mirada en ese momento estaba posada en el cielo celeste , era hermoso, algunas nubes tapaban un poco el sol. Naruto estuvo todo el resto del viaje entretenido con aquello.

-Llegamos joven.- Comentó el chofer mientras abría la puerta donde estaba el rubio.

Naruto bajó del auto y agradeció al chofer antes de ir hacia la puerta de entrada. Mientras caminaba escuchó como un auto frenaba cerca de él, al reconocer aquel auto rojo frenó su andar y vio bajar a su amigo. Con una sonrisa Naruto se acercó y pudo escuchar algunos gritos.

-Dije que no quiero estar presente.

-¿Por qué no? La pasaras bien.

-No fastidies con eso, quiero dormir.

-No seas amargado, mira, ahí viene Naruto.- Dijo el más grande con una pequeña sonrisa.

-Hola Sasuke, Itachi.

-Hola rubio.- Saludó Itachi

-Hmp.

-Siempre tan comunicativo mi hermanito.- Dijo el mayor mientras despeinaba a Sasuke.

-Solo nos queda acostumbrarnos.

-Dejen de hablar de mi como si no estuviese.- Se quejó Sasuke.

-Oh, Naruto ahora que te veo prefiero decirte yo porque sé que Sasuke no lo hará. Esta noche haré una pequeña fiesta en casa por mi cumpleaños que es mañana, quiero verte ahí, lleva a quien quieras. Mis padres nos dejaron la casa sola.

-Genial Itachi, ahí estaré.

-Bueno, ahora me voy que entro tarde a la universidad.- El mayor se subió a su auto y se fue.

-¿Estarás en la fiesta?

-Es en mi casa idiota, no me queda otra opción.- Dijo Sasuke mientras caminaba hacia la entrada.

-Tienes razón.- Contestó Naruto con una pequeña sonrisa mientrass lo seguía.

-Siempre la tengo.

-No te creas mucho, Uchiha.

Las clases del día fueron aburridas, las horas se hacían eternas. Estaban en el horario del almuerzo, la mejor parte de la secundaria. El comedor era enorme, cada mesa ya tenía su grupo de siempre. Naruto se sentaba al lado de la ventana junto con sus amigos, Sai, Shikamaru, Sakura, Ino y Sasuke. Era la mesa más ruidosa del comedor, Sasuke siempre peleaba con el rubio, Ino y Sakura competían por todo y Shikamaru siempre tenía que callar a Sai.

-Oye chicos.- Llamó el rubio.- Hoy a la noche el hermano de Sasuke hace una fiesta y me dio permiso para invitar a quien quiera ¿Vamos?

-Naruto, no invites a cualquiera a mi casa.- Reprochó el azabache.

-No son cualquiera, son nuestros amigos.

-Pero así como le dices a ellos le puedes decir a cualquiera.

-No te preocupes, solo le diré a ellos.- Dijo el rubio con una sonrisa.- Entonces ¿Irán?- Preguntó dirigiéndose a los demás.

-Yo iré.- Dijo Sai.

-Tengo que cuidar a mi prima que estará en casa.- Dijo Sakura

-Yo quedé en salir con algunos amigos del club de jardinería.- Respondió Ino.

-¿Y tú Shika?- Preguntó el rubio.

-Que fastidioso, esta bien iré.

-Genial, a las 9 de la noche los veo en la casa de Shika así vamos todos juntos.- Dijo Naruto mientras se levantaba con una sonrisa.

-Ey, no te invites solo a mi casa.- Reprochó el de coleta, pero ya era tarde, Naruto se había ido.

*********************************************************************************

Eran pasadas las 9:30 cuando los tres chicos llegaron a la casa de los Uchiha.

-Toca el timbre Naruto, Itachi es tu amigo.

-No es mi amigo, es el hermano de mi amigo.

-Es igual, lo conoces desde que naciste.

-Pero nunca vine a la casa de los Uchiha a ver a Itachi, siempre venía por Sasuke.

-Pero Sasuke también está dentro, saludas a Itachi y buscas a tu amigo.

-¿Y si me atiende Itachi?

-Le preguntas por Sasuke.

-Está bien, toquemos.- el rubio con un poco de confianza tocó el timbre.

Luego de unos segundos esperando la puerta se abrió dejando ver a un rubio de ojos celestes.

-Oh ¡Naruto!- Dijo aquel joven abalanzándose contra el nombrado.

-Ya, aléjate que me aprietas. - Decía mientas trataba de soltarse.- Siento me falta el aire.- Susurró apenas audible.

-Hace mucho no te veía, no me digas que vienes a la fiesta de Itachi.- Dijo mientras lo soltaba.

-Si, me invitó esta mañana.- Respondió Naruto tratando de recuperar el aire.

-Genial, entonces.- El rubio mayor miró a los amigos de Naruto.- Me llamo Deidara, soy el primo de su amigo rubio, un placer chicos.

-Un placer, Shikamaru.

-Hola, soy Sai. Creí que eras mujer.- Dijo directamente el morocho.

A Deidara se le transformó la cara de una hermosa sonrisa a una mirada sombría.

Un golpe en la cabeza dejó re calculando al joven de cabellos negros.

-Ahora entren, Itachi debe andar por algún lugar.- Dijo Deidara mientras abría la puerta para que los menores pasen.

La casa de los Uchiha era un lugar ya conocido para Naruto pero Sai y Shikamaru nunca habían ido. Los dos azabaches miraban a su alrededor estudiando cada detalle, era una casa muy linda.

Una cabellera negra y conocida resaltaba en un grupo de jóvenes, Deidara se acercó a ellos seguido por los tres menores.

-¿Quien era Dei?- Preguntó Itachi.- Oh Naruto, viniste.- Dijo una vez que lo vio detrás de Deidara.

-Hola Itachi, traje a dos amigos de Sasuke y míos.

-Genial, espero que se diviertan. Antes que me preguntes, Sasuke estaba en su habitación hace un rato, búscalo en la planta de arriba.

-Sí, lo haré.- Los tres se alejaron del grupo Itachi y se sentaron en unos sillones.- Iré a buscar a Sasuke, espérenme aquí.- Dijo el rubio mientras se alejaba.

*********************************************************************************

Naruto sabía donde estaba la habitación de Sasuke, estuvo allí muchas veces desde que eran niños. Subía las escaleras lentamente mientras miraba los cuadros de las fotos familiares colgados en la pared. De chico Sasuke era muy delicado, parecía una nena, nunca se lo dijo porque sabía que se iba a enojar. Llegó a la puerta de la habitación del azabache, estaba cerrada. Golpeó dos veces esperando una respuesta pero no obtuvo nada. Golpeó otra vez mientras decía su nombre pero nada.

-Voy a entrar Sasuke.- dijo mientras abría la puerta despacio.

No había nadie.

Cerró la puerta y miró a los costados ¿Estará en el baño? No parecía ya que la luz estaba apagada. Las otras dos puertas pertenecían a la habitación de Itachi y otra a los padres de los azabaches. La puerta de la sala de juegos estaba un poco abierta y había luz. Lo había encontrado. Lentamente sin hacer mucho ruido se acercó a aquella puerta y la abrió.

Estaba recostado sobre el marco de la puerta, sus orbes azules se encontraban fijas en la silueta del azabache que leía un libro muy concentrado.

- ¿Qué libro lees?-

-Uno que no entenderías.- Respondió sin sacar la vista de las hojas.

Cerró la puerta despacio y con una pequeña sonrisa se fue acercando lentamente sin querer llamar la atención de aquel joven concentrado en su lectura. Naruto sabía cómo era Sasuke, sus respuestas las conocía a la perfección. Jamás se iba a molestar con aquellas cortantes palabras. Frenó cuando se encontraba parado justo frente al azabache.

Sasuke llevó sus ojos negros a los pies que tenía detrás del libro, unas zapatillas naranjas fue lo que vió, típico de Naruto. Recorrió lentamente las piernas del rubio y llegó hasta sus brazos que estaban cruzados en su pecho y cuando miró más arriba se encontró con la sonrisa zorruna que le dedicaba. Su mirada era de superioridad, reflejaba que nada de lo que le diga le iba a afectar en lo absoluto. Sasuke lo miraba serio, su boca no tenía ninguna mueca y sus ojos eran de indiferencia, creía que así iba a poder alejar al rubio pero se equivocó. Naruto largó una pequeña risita de su boca y se abalanzó hacia Sasuke quedando a su misma altura, posó sus brazos en el respaldo del sillón donde el azabache se encontraba y así lo apresó. Por la acción del rubio Sasuke se irguió inmediatamente, sus ojos se abrieron de la sorpresa y su cuerpo se tensó por la cercanía del contrario. Naruto estaba frente a frente, su mirada azulina examinaba su rostro, pero no de la manera en la que estaba acostumbrado a que lo miraran, Naruto lo observaba con lujuria, con mucha lujuria y deseo, su mirada lo delataba. Sasuke no sabía como reaccionar, estaba confundido y tenía una pelea interna entre la razón y la pasión. No iba a negarlo, tener a Naruto en esa posición y solo para él, lo incitaba demasiado. No sabía si el rubio era consciente de lo que esas acciones causaban en su cuerpo, su mirada inundada de sensualidad acompañada de su pequeña sonrisa de costado lo llamaban. La voz cambiada del rubio lo sacó de su conflicto.

-Ahora... ¿Nos besamos?- Preguntó aquel ojiazul de manera provocativa.

-No... no preguntes esas cosas.- Estaba avergonzado, era un momento un tanto incómodo y al tensarse un poco apretó con fuerza el libro que aún llevaba en las manos.

-No te sientas incómodo, tus ojos hablan por sí solos.

-¿Y que dicen?- Preguntó levemente.

-Que quieres besarme... y algo más.- Dijo en su oído con un susurro.

El vello de todo el cuerpo del azabache se erizó en menos de un segundo. Aquel rubio provocaba cosas en él que jamás experimentó. Jamás se había sentido así de vulnerable, en aquel momento estaba a la merced de Naruto. Le gustaba sentirse de esa manera, era algo nuevo y agradable, una parte de su ser que no conocía estaba floreciendo en aquel momento. Con un poco de temor a que el rubio se arrepienta inclinó su cabeza hacia delante para acercarse al rostro que tenía en frente. Naruto estaba sorprendido, no creía que Sasuke haya actuado de esa manera, pero antes que el azabache de un paso para atrás juntó con un pequeño rose sus labios.

Ninguno se movía, no querían que el otro se separara de golpe y se arrepienta. Sus labios estaban unidos y sentían como el calor del contrario los quemaba. Naruto luego de unos segundos comenzó con un movimiento muy leve a acomodar mejor sus labios entre los de Sasuke. Sentía que encajaban a la perfección, sus bocas estaban destinadas a probarse aunque sea una vez. El beso de a poco fue tomando forma y color, Sasuke también participaba y lentamente pasaron de un pequeño rose a un beso con mucha pasión cargada. Sus lenguas batallaban entre sí. Sasuke soltó su libro y sus manos se posaron sobre las mejillas del rubio mientras Naruto soltaba el respaldo del sillón colocando una mano en la nuca del azabache mientras la otra se dirigía a su espalda. El beso cada vez era más intenso, sus sentidos ya no estaban funcionando al cien por ciento. Sus bocas ya no se podían abrir más de la cuenta, querían fundirse con el cuerpo contrario pero un simple beso no iba a ser suficiente. El rubio con un pequeño movimiento le indicó a Sasuke que se parara, mientras el azabache lo hacía, con una mano tomó el libro y lo tiró a un costado del sillón. Sin cortar el beso en ningún momento ambos quedaron parados uno frente al otro, el rubio dirigió sus manos a las caderas de Sasuke y lo apretaba más contra su cuerpo, mientras Sasuke lo tomaba un poco fuerte de la nuca.

Los brazos del rubio rodearon la cadera de Sasuke apretando el cuerpo contrario contra el suyo. El calor del otro los encendía cada vez más, sentían que sus ropas ya estaban sobrando, querían sacarse las prendas y tirarlas lejos. Sasuke enredaba sus dedos en los cabellos dorados mientras fundía más sus bocas, estaba desesperado, ya no era un beso normal, pequeños gemidos salían de sus bocas al sentir sus cuerpos tan cercas. Sus entrepiernas rosaban entre sí y al estar excitados eran sensibles ante cualquier toque. Naruto colocó sus manos al costado de la cadera de Sasuke mientras la apretaba con fuerza sobre la tela de su remera. Sus dedos se hundían en aquella piel que de seguro dejaría marcas, con suavidad y lentamente fue levantando aquella prenda para así poder tocar la piel nívea del azabache. El contacto de los dedos del rubio sobre su piel le hizo sentir un cosquilleo en su espalda y entrepierna, su tacto quemaba. Naruto subía y bajaba lentamente, recorría su cintura, su espalda para detenerse en la cadera y volver a apretar con fuerza. Sasuke soltó un jadeo en la boca del rubio, ante eso Naruto se excitó aún más, ya no podía contenerse, sentía que debía tomarlo en ese instante. Dirigió su mano izquierda a la pierna del azabache haciendo que la levante y la enrede en su cadera, repitió la misma acción con la otra. Sasuke estaba colgado al rubio y dejó que éste lo guíe donde se le plazca. Naruto fue directo a una mesa de billar que había en el medio de la habitación, sentó a Sasuke en ella con sus piernas abiertas y él se colocó en medio. Comenzó a separarse de la boca contraria, esa acción hizo que Sasuke haga un gruñido en forma de reproche, pero al sentir que Naruto comenzaba a besar su cuello mientras acariciaba una de sus piernas y con la otra mano tocaba su espalda, empezó a jadear.

El rubio besaba, chupaba y mordía aquel cuello como él quería. Sasuke estaba a su disposición y él pensaba probarlo completo. Quería recorrer con su boca y lengua el cuerpo entero del azabache. Comenzó a levantar lentamente la remera de Sasuke, su ombligo ya estaba a la vista, se agachó apenas un poco y pasó su lengua desde el comienzo del pantalón mientras subía lentamente. Aquel músculo recorría la panza blanca, llegaba al ombligo y continuaba su camino ascendente, pasando por los abdominales marcados, subía a medida que la remera iba siendo retirada. Se detuvo en uno de los pezones, tenía que probarlo. Lamía y mordía aquella zona, Sasuke gemía y se tensaba en su lugar. Quería que Naruto ya termine con la tarea de sacarle aquella prenda que quedó a medio camino, estaba volviéndose loco. El rubio jugaba con su pezón, en un recorrido de besos se dirigía hacia el otro pero la puerta en ese momento fue abierta.

-Oh por Dios.

Ambos se separaron de golpe, el ambiente se rompió en ese momento. Sasuke bajó con rapidez su prenda mientras volvía al piso.

El clima estaba muy tenso, nadie quería hablar. Las dos personas que llegaron en ese momento estaban confundidas, encontrarse con esa escena no era gracioso. Y los dos protagonistas de dicha escena morían de la vergüenza.

-Podrían haber puesto un cartel que diga "No molestar, estamos por follar".- Se escuchó a uno de los recién llegados.

-Sai, no digas esas cosas.- Reprocho el otro.

-Esta bien Shika, fue un error nuestro.

-No los interrumpimos por nada, Naruto tu primo te está buscando.

-Gracias.- Y el rubio salió de la habitación bajo la atenta mirada de los tres restantes.

-Si Naruto era el que estaba tomando el control. ¿Ibas a ser el pasivo Sasuke?- Los dos jóvenes quedaron de piedra ante aquella pregunta.

-No preguntes esas cosas idiota.- Lo volvió a reprochar Shikamaru después de unos segundos.- Mejor nos vamos, adios Sasuke y lo sentimos.

-Lamentamos haberte arruinado el polvo.

-Que te calles Sai. Tú y tus malditos comentarios fuera de lugar.- Agarró al nombrado por la nuca para sacarlo de allí.

Ya conocía a sus amigos, uno de ellos era muy reservado y cuidadoso. El otro era un desastre, siempre hacía comentarios de ese tipo que ponían incómodo a cualquiera.

Luego de que ambos azabaches salieran de la habitación, Sasuke se quedó solo. Su piel aún quemaba, podía sentir todavía la lengua de Naruto recorriendo y explorando todo su cuerpo. Aquella sensación fue única, apoyado en la mesa de billar cerró sus ojos y recordaba los besos del rubio, sus caricias, sus pequeños gemidos cuando ambos cuerpos se tocaban, sus jadeos, su voz ronca por la excitación y su mirada llena de lujuria. Abrió los ojos de golpe y calló en cuenta.

¿Estaba por tener sexo con Naruto?

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Lo primero que hizo al salir de la habitación fue acomodarse un poco la ropa y su cabello rubio, estaba completamente desalineado. Naruto se encerró en el cuarto de baño que estaba a pocos metros donde se encontraba el azabache. Miró su rostro en el espejo, sus ojos aún estaban un poco brillantes por la excitación de hace minutos atrás, su cabellera estaba más despeinada que lo usual y sus prendas eran un desastre. No tardó mucho en poner las cosas en su lugar, se lavó la cara y decidió ir a buscar a su primo. De camino se había cruzado con algunos amigos de Itachi que lo saludaban un poco alegres, de seguro a causa del alcohol, el rubio solo les dedicó una pequeña sonrisa y siguió su curso. Al bajar las escaleras logró identificar una cabellera larga y rubia, a paso tranquilo se acercó.

-¿Qué sucede Deidara?

-Oh Naruto, te estaba buscando.- Dijo el rubio mayor con una sonrisa- ¿Quieres? Es daikiri de frutilla.- Preguntó ofreciendo un vaso con líquido rosa dentro.

-No, no quiero, gracias.- Naruto suspiró.- ¿Qué necesitabas?

-Yo nada, tu madre. Llamó a mi celular porque dice que no le contestabas, quería saber si habías llegado y si te quedabas a dormir o volvías a tu casa, dijo que cuando puedas hables con ella.

-Mm, que raro, no oí mi celular. -Naruto sacó su móvil del bolsillo y verificó que tenía muchas llamadas perdidas.- Bueno de todos modos me va a regañar así que la llamaré ahora. Gracias Deidara.- El rubio se alejó del grupo donde estaba el mayor.

-De nada primo.

Naruto fue al patio de la casa de los Uchiha que allí no se escuchaba tanto la música, iba a poder hablar tranquilo por teléfono. Se sentó en una reposera al lado de la piscina, mirar el agua lo relajaba, quería saltar pero hacía frío. Decidió que mejor llamaba a su madre antes que se preocupara más y el regaño fuera peor.

-¡Naruto! Por fin puedo hablar contigo. ¿Por qué no contestabas mis llamadas? Debías avisar cuando llegaras, te lo dije antes de que salgas de casa.

-Lo siento ma, me olvidé. No te preocupes que llegué bien.

-Lo sabía, hablé con tu primo y me comentó que habías llegado. ¿Te quedas a dormir allí o vuelves a casa?

Esa pregunta lo desconcertó un poco, demasiado en realidad. ¿Qué iba a hacer? Le había dicho a su madre que seguro se quedaría, después de todo no sería la primera vez pero luego de lo que había pasado con Sasuke no estaba muy seguro. Luego de aquel momento no se había detenido a pensar en lo sucedido, había besado a Sasuke, lo había tocado y se había excitado con eso.

-¡Hijo! ¡¿Estás ahí?!- La voz de su madre lo despertó.

-¿Eh? Sí, aquí estoy.

-¿Qué harás?

-Voy a volver, en un rato estaré por ahí.

-Qué raro, es temprano todavía.

-Es que... estoy un poco cansado.

-Mm bueno, como tú digas. No hagas mucho ruido al entrar que estaré durmiendo. Adiós y cuidado al volver.

-Sí ma, adiós.- Y colgó.

Su madre no era sobre protectora ni nada parecido, solo se preocupaba por él por lo que le había sucedido hace solo un año atrás. El rubio volvía a su casa, eran pasada las siete de la tarde cuando dos hombres en moto lo encerraron para asaltarlo. El rubio no tenía nada encima ya que volvía de jugar un partido, solo su celular y las llaves de la casa. Al no tener nada de valor los dos mayores lo golpearon un poco, nada grave pero le dejaron algunos moretones. Desde ese día su madre le pedía que le avisase al llegar a donde sea que vaya.

Al cortar con su madre Naruto volvió a pensar en lo sucedido. Si él se había excitado por el momento que pasó con Sasuke, significaba que le gustó. Jamás había visto de esa manera a su amigo azabache, aunque tampoco entendía el motivo por el cual había hecho aquello, ya que él lo provocó. Naruto siempre molestaba a Sasuke, su pasatiempo era hacerlo fastidiar de cualquier manera pero nunca había llegado a ese extremo. En el momento en que se acercó cara a cara con él su mente se nubló por el deseo de probarlo. Le pidió permiso para besarlo y por la acción del azabache descubrió que él también quería hacerlo. Eso lo había excitado aún más. Luego de aquello su cuerpo actuaba por sí solo. No sabía que pensar, estaba confundido. ¿Qué pasaría ahora con Sasuke? El azabache era su amigo pero los amigos no se besan, no se tocan y no se excitan como lo habían hecho ellos. Sasuke también sentía lo mismo, ese momento lo dijo todo pero no quería arruinar su amistad. Decidió en darse tiempo, tanto a él mismo como a Sasuke, ambos lo necesitaban.

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Luego de hablar con su madre y quedarse pensando en lo sucedido Naurto se encontró con sus amigos, ninguno quiso tocar el tema y el rubio agradecía que no pregunten. La fiesta terminó pocas horas después pero Naruto, Sai y Shikamaru decidieron irse antes, no habían vuelto a ver a Sasuke ya que el azabache no bajó.

De aquella fiesta ya habían pasado dos días, era lunes por la mañana y Naruto se preparaba para ir al instituto. Estaba más perdido en sus pensamientos que lo normal, el chofer lo tuvo que llamar tres veces para que suba al auto, igual que cuando habían llegado al instituto.

-Estas muy perdido Naruto ¿Qué te pasa?.- Preguntó Sakura.

-¿Eh? Nada, estoy bien.

-¿Seguro? Te noto ido.

-No te preocupes, estoy genial.- Respondió con una sonrisa.

-Como digas.

Sakura se alejó y dejó al rubio pensando,tenía que arreglar las cosas con Sasuke, debería hablar con el azabache y pedirle perdón. Estaba decidido, eso haría.

Durante las clases Naruto trato de no dirigir su vista hacia el lugar donde estaba la mesa de Sasuke aunque era un poco difícil ya que se sentaban uno al lado del otro. Shikamaru y Sai no quisieron preguntar nada sobre el asunto, era un tema delicado donde la amistad dependía de un hilo. La hora del almuerzo fue como todos los días pero Naruto y Sasuke no se hablaban.

-¿Ustedes están peleados?- Preguntó Ino.

-¿Quien?

-Tú y Sasuke ¿Volvieron a pelear?

El azabache no iba a responder, estaba mirando su plato mientras solo escuchaba. Él también tenía esa duda ¿Se habían peleado? No es que hayan discutido ni nada pero desde aquel día no volvieron a hablar. Decidió que escucharía la opinión de Naruto y luego de eso ya buscaría que hacer.

-No, no nos peleamos ¿Por qué?.- Dijo el rubio luego de un rato.

-Porque no se miraron en todo el día.

-Ah, eso es que...

-Tuvieron una pequeña pelea pero no es nada grave, pronto la van a solucionar.- Intervino Shikamaru.

-Lo sabía, me parecía raro que no hablen y no se miren como siempre.

-¿Mirar como siempre?- Preguntó el rubio.

-Si, ya sabes, esas miradas que siempre se largan. En fin, terminé mi almuerzo iré a dormir un poco antes de la próxima hora.

-Espera que... Se fue.- Naruto quería preguntar a que se refería la rubia con aquellas miradas.

-Ven Naruto.- Llamó Shikamaru al rubio mientras se levantaba.

Ambos chicos salieron a la parte trasera del instituto, el de coleta se sentó bajo la sombra de un árbol y se recostó en el tronco. Sus ojos se cerraron y suspiró.

-Tienes que solucionar este problema.- Comenzó.- No sé que fue lo que pasó esa noche ni me interesa saberlo pero es un ambiente muy tenso y me incomoda ya que fuimos Sai y yo quienes los vieron en esa... situación.

-Sé que tengo que arreglar esto, pero no tengo idea de como hacerlo.- Dijo el rubio mientras se sentaba al lado de su amigo.- Sasuke es un poco difícil, para hablar con él tendría que agarrarlo desprevenido y acorralarlo.

-Trata de no acorralarlo como el viernes.

-Si, tienes razón. Debemos hablar como dos adultos.

-Suerte con eso.

-¡Oye!

-Bueno, mi trabajo como amigo aquí termina, depende de ustedes dos ahora.- Decía el azabache mientras se levantaba.- Piensa bien que tipo de relación quieres tener con él.- Y se fue.

¿Qué tipo de relación quería? Pues por supuesto quería volver a lo que eran antes, desde chicos ellos fueron amigos, compañeros pero rivales en todo. Naruto no quería perder todo aquello por ese momento de calentura que tuvieron. De seguro si aclaran las cosas quedará como eso, un momento donde ambos perdieron el control. Estaba decidido, esa tarde iba a ir a la casa de Sasuke a aclarar las cosas y volver todo a la normalidad.

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Era muy fácil decir todo aquello pero hacerlo ya era otra cosa muy diferente. Hacía más de media hora que su chofer lo había dejado en la casa de los Uchiha y ahí estaba, caminando en círculos sin saber que hacer. No era algo muy difícil pensarlo, debía tocar la puerta, preguntar por Sasuke, hablar con él y pedirle perdón por todo, dejar que lo golpee por haber sido tan idiota y luego volver las cosas a la normalidad, muy fácil.

Si era tan sencillo entonces ¿Por qué no tocaba ya la puerta?

-¿Naruto? ¿Que estás haciendo?- Preguntó el mayor.

-¿Itachi? Oh solo yo em...

-¿Buscas a Sasuke? Está en su habitación, entra. Yo debo ir a la universidad a terminar unos trabajos y mi madre fue a casa de unas amigas.- Le agarró de un brazo y la arrastró hasta el interior.- Vamos sube, conoces el camino, no rompan la casa mientras no estoy.- Dicho eso el azabache cerró la puerta dejándolo solo.

Estaba solo en una casa ajena, Sasuke estaba en su habitación, si quería arreglar las cosas solo tenía que subir aquellas escaleras.

-Vamos, solo es Sasuke, le pides disculpas y ya está.

Naruto subió las escaleras muy lentamente, el cuerpo le pesaba y estaba completamente tenso. Llegó a la habitación del azabache y golpeó pero nuevamente nadie respondió.

-Siempre que me dicen que Sasuke está en su habitación nunca está.- Se quejaba en susurro.- ¿Dónde estas Sasuke?- Dijo más para él que para el azabache. Siguió buscando por las habitaciones algun ruido y cuando pasó por la puerta del baño vio luz.- El baño eh. Bueno, lo esperaré en su cuarto.- Se dijo a sí mismo mientras iba a aquella habitación.

Naruto entró al cuarto de Sasuke y se sentó dispuesto a esperarlo, recostó su espalda en la pared y sus piernas estaban sobre la cama. Sacó su celular y comenzó a jugar mientras esperaba a su amigo, luego de un rato la puerta se abrió mostrando a un Sasuke sorprendido.

-¿Naruto?

-Oh Sasuke, ya estoy contigo espera que mato a este.- Decía mientras presionaba la pantalla del celular y se movía exageradamente.- ¡Sí lo logré!.- Levantó la vista para mirar a su amigo por primera vez.- Hola Sas...- Y enmudeció.

-¿Qué me estas viendo? Idiota.- Preguntó irritado.

Sasuke salía de bañarse, sus cabellos estaban mojados al costado de su cara mientras caían algunas gotas de agua, en su mano llevaba la toalla que se arrastraba al piso, su torzo no tenía nada, podía ver el pecho y abdominales bien marcados del azabache, solo llevaba un pantalón de jeans negro un poco bajo que dejaba ver el elástico del bóxer.

-Nada en especial. Te ves bien.- Dijo hipnotizado mientras seguía recorriendo con su vista aquella figura.

-¿Qu... qué dices idiota? No me veas así.- Decía Sasuke en forma de reproche.

-¿Eh? ¿Qué dije? No, ya este...- Decía mientras se paraba.- Escucha em...

-Olvídalo.

-¿Qué?- Preguntó desconcertado el rubio.

-Que olvides lo que pasó, es muy incómodo tener que hablar de eso.- Decía mientras caminaba. No pudo notar que pisó la toalla y eso lo hizo tropezar. Esperaba el golpe del piso pero unos brazos lo atraparon mientras que su cara dio contra un fuerte torso.

-¿Estás bien?.- Preguntó Naruto mientras rodeaba su cintura con los brazos.

-Si.- Susurró.- Gracias.- Decía a la vez que trataba de incorporarse.

Sus ojos volvieron a chocar como aquella noche en la fiesta. Naruto tenia rodeada la cintura del azabache mientras que éste se sostenía de sus hombros. El rubio apretó con más fuerza la cintura de Sasuke para acercarlo a él y lo besó. Por fin podía volver a sentir aquellos labios de nuevo, sus lenguas invadían la boca del otro, se besaban con desesperación. Sasuke enredaba sus dedos en los cabellos rubios sin dejarlo escapar. Naruto recorría la espalda como él quería, sus manos subían y bajan mientras exploraba aquel cuerpo. Dirigió una de sus manos a uno de los glúteos de Sasuke y lo aprisionó sacando un leve gemido de su boca. Colocó la otra mano en el otro glúteo y apretó ambos mientras lo acercaba más a él, por el contacto ambos jadearon. El rubio dejó de besar sus labios para comenzar a chupar y lamer el cuello níveo del azabache quien dejaba escapar leves gemidos. Las manos de Sasuke lentamente fueron bajando por la espalda de Naruto, mientras éste seguía jugando con su cuello, metió sus manos por debajo de la camiseta del rubio para poder tocar su piel. Apretaba la espalda mientras dejaba leves rasguños, podía sentir cómo Naruto jadeaba en su cuello y en su oído, eso lo excitaba. Comenzó a mover lentamente su cadera para tener más contacto con aquel cuerpo, pequeños gemidos salían de la boca de los dos.

-Creo.. que esto está mal.- Decía con dificultad el rubio mientras seguía apretando los glúteos de Sasuke y besando su cuello.

-Si, está mal.- Respondía el azabache a la vez que rasguñaba la espalda del rubio y movía sus caderas para más contacto.

Volvieron a fundirse en un salvaje beso. Sasuke enredó sus piernas alrededor de las caderas del rubio mientras sus manos apresaban la nuca del contrario. Naruto pegó al azabache aún más a su cuerpo mientras sus manos recorrían desde los glúteos hasta los muslos, una y otra vez. Sasuke cortó el beso para comenzar a besar el mentón del rubio y bajar a su cuello. Su piel era suave, tenía una mezcla de su olor con el perfume que usaba, nada más delicioso. Acercó su nariz al cuello contrario y se embriagó con su olor, esa acción le dio una pequeña puntada a la entrepierna del rubio, cómo lo excitaba Sasuke. El azabache comenzó a besar y dejar marcas en el cuello.

-Deberíamos... parar.- Dijo el rubio.

-Si.- Susurró sin separarse.- Deberíamos.

-Si... Yo vine...- Largó un jadeo al sentir como Sasuke lo mordía.- Vine a... hablar contigo.

-¿Sobre qué?

-Pedirte perdón... ¡Ay! Eso dolió... Por lo del otro día.- Sasuke posó su vista en los ojos de Naruto y lo volvió a besar.

-¿Algo más?- Susurró sobre sus labios.

-Vine a hablar como adulto, no puede estar pasando esto otra vez.

-Tienes razón, no sé que nos está pasando.- Decía el azabache mientras volvía al piso.

-Somos amigos ¿Verdad?- Preguntó el rubio mientras tomaba un poco de distancia.

-Lo somos.

-Los amigos no hacen estas cosas ¿Verdad?

-No las hacen.

-Algo esta andando mal ¿Verdad?

-Muy mal.

-Hagamos como que nada de esto pasó y volvamos a nuestra relación de antes.

-Concuerdo.

Se miraron en silencio para hacer esas palabras realidad, no podían perder su amistad por un momento de calentura ¿Verdad?

-¡Al carajo!- Dijo el rubio mientras acorralaba a Sasuke en la pared y besaba sus labios.

Una de las piernas de Naruto estaba entre las del azabache rozando su entrepierna, sus manos apretaban con fuerza la cadera del pelinegro mientras que su cuerpo lo presionaba contra la pared. Movía su pierna levemente sacando jadeos del azabache que morían en su boca. Apretaba su cadera con los dedos queriendo dejar marcas en ella. Dejó de besar sus labios para bajar a su cuello, clavículas y pezones. Lamía, mordía, chupaba y besaba aquellas zonas del azabache, Sasuke gemía, sentir la pierna del rubio haciendo fricción sobre su erección y aquella boca jugando en su cuerpo lo descontrolaba. El azabache movía levemente su cadera en busca de más contacto mientras jadeaba un poco más fuerte. El rubio dejó de rozar su pierna con la erección de Sasuke, provocando quejidos del azabache. Naruto descendía con su boca de su pecho a los abdominales, dejaba leves mordidas por todo aquel cuerpo, se arrodilló frente a Sasuke y comenzó a jugar con su ombligo, con los dientes estiraba el elástico del bóxer para luego soltarlo. Cada movimiento, cada acción, cada toque, todo lo que hacía el rubio encendía cada vez más a Sasuke. Besaba la panza del azabache y con una mano el rubio comenzó a rozar la entrepierna del contrario sacando leves gemidos.

Naruto se quitó su remera, le estaba empezando a hacer mucho calor. Pasó sus manos por detrás de Sasuke y apretó sus glúteos. Por encima del pantalón mordía los muslos de Sasuke haciendo que jadee. Mordía levemente aquellas zonas sin llegar a la entrepierna. Naruto lo estaba torturando.

EL rubio comenzó a desabrochar el pantalón del azabache y lentamente lo bajaba por las piernas dejando ver el bóxer ya mojado por el líquido pre seminal. Bajo la fija mirada del azabache, Naruto acercó su boca lentamente a aquella erección que pedía por atención. Con una leve sonrisa el rubio mordió despacio el bulto bajo la prenda largando un gemido de Sasuke quien se tensó enseguida. Lamió pocas veces sobre la tela provocando jadeos por parte del azabache.

-Naruto.- Suplicó Sasuke.

Cumpliendo su petición el rubio bajó el bóxer y sostuvo con una mano el miembro del azabache. Movía lentamente su mano, desde la cabeza hasta la base haciendo gemir a Sasuke, lamió rápidamente la punta sacando suspiros del joven. Seguía con esos movimientos lentamente, Sasuke se retorcía en la pared, sentía que no iba a poder aguantar tanta tortura. Sus súplicas se hicieron escuchar, Naruto se llevó su miembro a la boca y lo engulló por completo, chupaba y lamia aquel pedazo de carne a su antojo. Se lo sacaba entero y lo volvía a meter en la boca una y otra vez, mordía la punta y luego con su lengua lo recorría completo. Sentía que Sasuke se estaba quedando sin fuerzas, no quería que se corriera en ese momento. Levantó la pierna izquierda del azabache y la colocó en su hombro derecho. Sasuke tuvo que sostenerse del mueble que tenía a su lado y recostar su espalda por completo en la pared. El rubio lamió y chupó los testículos del azabache mientras con su mano lo masturbaba. Llevó su boca al agujero de Sasuke para comenzar a dilatarlo. Con su lengua jugaba en aquella zona mientras el azabache perdía el control. Naruto con su mano izquierda masturbaba a Sasuke mientras que su mano derecha dirigía un dedo a aquella entrada. Seguía lamiendo aquel lugar mientras ingresaba un dedo dentro de Sasuke, pudo sentir como el azabache se tensó y apretaba esa zona.

-Relájate.- Trató de calmarlo.

Sasuke gemía mientras sentía como su entrada era invadida por un dedo, su miembro era aprezado por una mano y sus testículos lamidos por una lengua. Luego de unos segundos pudo sentir como otro dedo se abría paso en su interior, entraban y salían de él. Naruto lo estaba volviendo loco, su vista se nublaba y su labio inferior ya dolía de tanto morderse. Un tercer dedo apareció y su mano embestía cada vez más fuerte, sus gemidos ya no podían ser detenidos. Sasuke murmuraba maldiciones, el nombre de ese rubio, gemía y suplicaba por más. Estaba inundado de deseo, pasión, lujuria, quería probar a Naruto, quería sentirlo dentro de él, quería todo de ese rubio que lo estaba haciendo desesperar.

-Mierda, Naruto.- Susurraba entre gemidos.

Ya estaba preparado y esa excitación le iba a durar para rato. Alejó al rubio de él y lo empujó hasta hacerlo sentar en el borde de la cama. Se paró frente a él y comenzó a besarlo con desesperación mientras le desabrochaba el pantalón que llevaba puesto. Pudo sentir lo excitado que el rubio estaba, de seguro ya le dolía. Cortó el beso para sacarle la prenda al rubio junto con los bóxer. Se agachó entre las piernas de Naruto y con una sonrisa de costado se acercó a aquella excitación que tenía el rubio. La sostuvo con una mano mientras que la otra jugaba con los testículos. Sasuke soplaba la punta del miembro y lo masturbaba, el rubio suspiraba y jadeaba cada vez más fuerte. El azabache lamió la punta y sintió como Naruto se tensaba. El rubio lo disfrutaba y eso lo encendía, lo excitaba saber que él provocaba esas reacciones en Naruto. Sasuke lamió, chupó y mordió el miembro frente a él, jugaba con sus testículos, con la ingle y con el muslo interno. Se metió el miembro del rubio en la boca y sentía como sus manos tomaban sus cabellos para marcar un ritmo, el azabache se dejaba guiar colocando sus manos sobre las rodillas del rubio. Luego de algunos movimientos Naruto lo alejó de su miembro y lo tomó por la cintura para sentarlo en su regazo. El rubio comenzó a besar su cuello mientras sus manos se dirigían a sus glúteos. Manoseaba y apretaba aquella zona descaradamente, acariciaba su entrada y la rozaba con los dedos haciéndola palpitar cada vez más.

Naruto levantó levemente el cuerpo del azabache y despacio lo acomodó sobre su miembro. Sasuke sentía la cabeza rozar con su entrada, quería bajar y hacerlo entrar de una estocada pero Naruto era quien sostenía su cuerpo. El rubio lo estaba haciendo bajar lentamente para no lastimarlo, sentía a Sasuke ansioso pero si dejaba que baje de golpe le iba a doler. Ingresaba en el cuerpo del azabache, podía sentirlo estremecerse y sintió como el azabache mordía su hombro mientras él se abría paso en su interior. Cuando estuvo por completo dentro dejó que el azabache marque el ritmo cuando estuviese listo. Sasuke comenzó a moverse lentamente, era una sensación extraña pero le gustaba. Luego de unos segundos no le molestaba y comenzó a moverse más rápido, sentía el miembro de Naruto salir hasta la punta y volver a ingresar de golpe, sus gemidos ya no eran silenciados por nada, su rostro estaba entre el cuello del rubio y podía sentir su aroma, olía a sexo y eso le encantaba. Sasuke comenzó a besar al rubio sin dejar de moverse, sus gemidos se mezclaban entre sí.

Naruto se levantó aún dentro del azabache y lo recostó en la cama, puso una de las piernas de Sasuke sobre su hombro y ahora él era quien marcaba el ritmo. Comenzó lento, entraba hasta el fondo y salía por completo, se metía de una estocada y volvía a repetir lo mismo. Una y otra vez, entraba y salía mientras besaba el cuello para bajar a los pezones del azabache. Ya no salía por completo y las embestidas eran cada vez más rápidas, ambos sentían que ya estaban por terminar. Naruto comenzó a masturbar al azabache al ritmo de las estocadas, Sasuke gemía más fuerte cada vez que el rubio llegaba a su punto de mayor placer sexual. Luego de algunos movimientos más ambos se corrieron, Sasuke entre ellos y Naruto se corrió dentro del azabache en una profunda estocada. Sasuke sacó su pierna del hombro del rubio y éste calló sobre él.

-No tengo fuerzas.- Susurró el rubio.

-Tampoco yo.- Dijo el azabache mientras sus brazos envolvían la nuca Naruto.

-¿Ahora qué?

-Estas cosas no las hacen los amigos ¿Verdad?

-No las hacen.

-Hmp.

Naruto se incorporó y con una pequeña sonrisa besó los labios de Sasuke.

-Entonces no seamos amigos, Sasuke.- Susurró sobre los labios contrarios.

-No lo seamos.

Notas finales:

Ojala que les haya gustado, me gustaría saberlo ñ.ñ

 

Adios hasta la próxima.


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