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Planes y retos por 1827kratSN

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Notas del capitulo:

No pregunten... sólo gózenlo 

 

 

Silencio.

Extremo y delicado silencio.

Un paso en falso y todo se terminaría.

Su misión no podía fallar o Reborn tomaría represalias.

Debía ser un ninja por esa única ocasión

 

 

“Silencio Tsuna… silencio”

 

Un paso… dos más… cinco de una sola vez porque los nervios le estaban acelerando los latidos hasta el punto en que los sentía en sus sienes. No. Eso era porque dejó de respirar en cuanto cruzó la puerta del comité disciplinario. Nadie podía culpar al castañito que, a hurtadillas, estaba invadiendo el hábitat del carnívoro más poderoso de toda Namimori, por olvidarse de esas cosas tan vitales para su propia sobrevivencia. Tal vez sí había un culpable, pero siendo ese el más respetado hitman en toda la maldita tierra… nadie lo apuntaría, nadie en su sano juicio, nadie que deseara extender su plazo de vida.

Todo había empezado en esa mañana agitada en la cual, por azares del destino, no tuvieron clases. La fecha estaba cercana a las vacaciones debido a las festividades de navidad y año nuevo, así que fue perfecto para que cierta mente maestra planeara un sinfín de estrategias que le alegrarían el día a base del sufrimiento y desesperación ajena. El ambiente era frío, el viento silbaba y los pronósticos de nieve estaban ya dictados para el siguiente día a más tardar. Fue ahí en donde Tsuna bajó a desayunar y encontró a todos sus amigos sentados en el comedor… bueno, a casi todos… ya era típico que Mukuro, Kyoya y ocasionalmente Lambo, no estuvieran presentes por diversas razones.

La orden fue clara

 

 

—Cada uno escogerá un papelito de esta urna. En cada uno está una tarea simple a realizar — esa voz infantil que para un ajeno sería agradable y hasta tierna… para los que conocían al dueño de la misma, era una sentencia marcada para un día lleno de problemas y líos

—¿Por qué estamos haciendo esto? — mencionó Tsuna mientras que Yamamoto ya tomaba su papelito y emitía una enorme y amplia sonrisa

—Para inaugurar las festividades

—Pero aun es más pronto

—¿Acaso me estás contradiciendo, dame-Tsuna? — una mirada afilada, un brillo escondido detrás de la fedora finamente colocada, una amenaza camuflada por una sonrisa infantil

—¡Claro que no! — se vio tentado a lanzar un gritito asustado porque un escalofrío le recorrió la espina dorsal y esa sensación extraña en su estómago y pecho le avisaron del peligro de aquel capricho de su tutor… pero se calló

 

 

Ese fue el inicio de su pesadilla y por eso en ese momento estaba ya rojo por aguantar tanto tiempo la respiración mientras daba el último paso para acercarse a su guardián de la nube, el mismo que se daba el lujo de estar en la escuela incluso en esos días. Con sigilo casi divino, Tsuna soltó el aire y aspiró una bocanada para mimar a sus pulmones. Se arrodilló estilo japonés frente al ser imponente que dormía profundamente en uno de los sofás disponibles en La sala del comité disciplinario. Volvió a cortar su respiración mientras sacaba un marcador de su bolsillo y lo destapaba. Sí… esa mañana al leer su tarea casi se desmaya… ahora de verdad quería hacerlo… pero debía terminar con eso y huir después

 

 

“Vamos Tsuna… sólo hazlo… con mucho cuidado… ¡hazlo de una maldita vez!”

 

 

Se animaba mentalmente mientras casi temblando acercaba punta del marcador a la mano que reposaba sobre el abdomen ajeno. Dio un último vistazo hacia el rostro apacible que Hibari tenía al dormir y siguió. Tocó esa piel clara con la punta fría y casi chilla debido a que un leve movimiento del dedo índice del prefecto se dio. Mas, cuando la paz volvió, se atrevió a continuar. Tsuna se vio tentado a cerrar los ojos, pero no lo hizo, por el contrario, acercó su rostro un poco para admirar lo que su marcador escribiría

La orden fue clara: dejar en la piel de Hibari Kyoya la frase “Love and Life”

Tsuna estaba concentrado, temeroso, ansioso, falto de aire, con su intuición gritando para que saliese de ahí, sin embargo, apenas y había terminado el kanji de “amor” porque sinceramente no recordaba exactamente como se lo traducía al inglés y prefería no mostrar su estupidez en esos momentos tan extremos en donde arriesgaba su vida. Al terminar el kanji sonrió aliviado y se atrevió a tomar una bocanada más, pero…

La desgracia.

Justo antes de que la punta del marcador tocara la piel de Hibari nuevamente… un leve sonido brotó. Tsuna quedó de piedra porque reconoció el tono perteneciente a su nube y en modo automático su alma quiso abandonar su cuerpo. Ni siquiera tuvo tiempo de girar la cabeza cuando aquella mano –que anteriormente el propio Tsuna estaba manchando de negra tinta – agarró la suya. Debido a la impresión, el castaño soltó el marcador y trató de liberarse, pero era inútil. Giró su cabeza, mas, solo halló esa mirada azul metalizada que lo apuñaló directamente

Estaba en problemas.

Peor.

Estaba muerto.

Bien muerto.

 

 

—Herbívoro…

—¡Hiiii! — retrocedió y trató nuevamente de liberarse del agarre ajeno

—Invadiendo propiedad ajena — poco a poco se levantó de su cómodo sofá para darle frente al intruso

—Hibari-san — era terrorífico, parecía que todo pasaba en cámara lenta… por eso mismo sus piernas no reaccionaron… o sería porque se acalambró debido a la pose que tomó para realizar su tarea — ¡yo!

—Asume las consecuencias

—¡Lo siento!

—Kamikorosu

 

 

Tal vez fue instinto de supervivencia, tal vez estupidez de momento, como fuera, Tsuna usó todas las herbívoras fuerzas que tenía para tirar de su brazo y alejarse dos pasos del mayor. El primer golpe fue dado, pero esquivado a la vez. Tsuna ni siquiera supo cómo pudo llegar a la ventana sin ninguna lesión dolorosa, pero no lo pensó dos veces antes de lanzarse por la misma para huir. No iba a verificar si lo estaban siguiendo, sólo pisó el suelo, dio los pasos erróneos para tomar equilibrio y empezó a correr. La adrenalina estaba a tope en su cuerpo y sin pensarlo la aprovechó

Huyó como conejo escapando de un lobo.

Ni siquiera la nieve -que en algún momento empezó a caer- lo detuvo.

Gritó en medio de su huida, sin fijarse que nadie lo seguía.

 

Una tonfa adornaba su mano izquierda, en la otra estaba aún el marcador que logró tomar del suelo para evidenciar la falta… sin embargo se quedó parado en el umbral de su ventana porque la mancha en su piel le llamó la atención. Un solo kanji cuidadosamente trazado, una sola palabra y una sola media sonrisa que adornaba el inmaculado rostro del perfecto prefecto.

Condena.

Satisfacción.

Un espectador.

 

 

—¿Dejarás ir a tu presa? — de algún escondite bien dispuesto salió un pequeño bebé que calmadamente sostenía una taza de chocolate caliente

—Bebé… es cosa tuya

—No — mintió mientras veía el rastro que dejó su alumno… huellas en la delicada capa de nieve que la ciudad tenía — yo sólo le di una tarea… lo que te haya escrito es cosa suya

—Hum — no le creyó del todo… pero tampoco discutió

—Repito… ¿lo dejarás ir?

—Esto no es asunto tuyo… tenía mi propio plan

—Mejor dime: “gracias por el regalo de navidad”

—Jamás

 

 

Reborn vio a Hibari saltar por la ventana, y con agilidad empezar a seguir aquellas claras huellas que su presa dejó. Una risa infantil pero siniestra adornó la estancia. Un tutor satisfecho disfrutaba de su bebida caliente. Sus planes siempre salían bien, por eso… en unos años tendría al heredero perfecto para Vongola y ni siquiera el despistado de su alumno lo iba a impedir

 

 

 

Notas finales:

Si esto llega a las 100 visitas y diez reviews yo… jajajaja, nah, es joda.

 

No sé si continuaré esto… no sé si deba hacer más “drabbles” para navidad, no sé si tenga energía y tiempo… pero por lo menos uno debería dejarles y aquí está XD

Espero que hayan sonreído o por lo menos sentido ternura. 

Krat ama a su fandom y a sus lectores.

Krat manda besos y abrazos

 

PD1: la gripe es mala… pero me trajo inspiración momentánea XD

 


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