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No podemos ser amigos. por David_tank

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Notas del capitulo:

Es un lindo oneshop tras La liga de la justicia, faltaba romance según yo...Aun quiero hacer un Superman X Batman ¡ESE PUCHERO ME MATO!

Barry se removió inquieto en su lugar, mirando el cuarto en el cual Bruce le había dejado, comenzando a inquietarse, se supone que mañana todos deberían comer juntos en una cena para celebrar que de algún modo que habían salvado el mundo y todos habían quedado de dormir en la casa del multimillonario.

Corrió a la cocina, necesitaba comer algo y Alfred le había asegurado que podía sacar lo que deseara si lo necesitaba pero no esperó toparse con Bruce casi de golpe al frenar, lo cual era estúpido siendo su propia casa.

            –Mierda –Gruñó Batman al ver “aparecer” al muchacho de la nada mientras sostenía un taza de café entre sus manos.

            –Lo siento, tenía hambre ¿Sabes? Me baja el azúcar si corro mucho y he estado corriendo mucho, es genial tu casa…Mansión, esta cosa. –Dijo todo aquello demasiado rápido, tropezando con las palabras ante el nerviosismo y se quedo callado al ver la expresión del mayor, con una ceja alzada y los labios apretados.

            –Puedes comer, hay pizza que trajo Alfred para ti. –Mencionó mientras analizaba al chico de forma detenida.

            –Yo..Yo creo..Creo que…–Comenzó tartamudeando un poco, escuchando un suspiro de fastidio del hombre de la noche. –Yo..Esto…

            –Ya suéltalo Barry. –Dijo mas calmado antes de dar un sorbo a su café.

            –Quiero amigos pero creo que…No encajo acá. –Barry mordió sus labios y apenas un pestañeo ya estaba con un trozo de pizza contra su boca.

Bruce suspiró, sabía que debía apoyar al niño pero él mismo no era el ser mas social del mundo y eso era un poco forzoso. Suspiró nuevamente antes de hablar.

            –Anda ¿Por qué crees eso? –Preguntó recordando los consejos que Clark le había dado antes para apoyar a Barry.

            –¡Fui el único amenazado por Arthur! –Exclamó mordiendo su pizza y haciendo una mueca de terror luego. –¡Es como un dios del mar! ¡Me puede matar y…! ¿A quién le voy a contar? ¡No hablo con nadie! –Bruce se tensó al ver los ojos llorosos de niño y comenzó a entrar en pánico, él no era bueno consolando gente, nunca lo había hecho. –Y…Y…Superman se rió de mi por no poder esperar en el brunch ¡Y tú le contaste!

            –Eso hacen los amigos, comentan cosas divertidas de otros. –Intentó explicar.

            –¿Entonces tu y Superman son amigos y yo soy el otro? –Preguntó bastante torpe.

            –El señor Bruce no quiso decir eso, Barry–Dijo Alfred, con una clara sonrisa sarcástica al dueño de casa, se notaba a kilómetros que estaba incomodo con la conversación. –Solo tienes que intentar hablar con los demás, verás que se pueden llevar bien y ellos seguramente te llevaran el ritmo.

            –Por curiosidad ¿Quién gano la carrera? –Preguntó Bruce, Clark no le había querido mencionar nada sobre aquello a pesar de haberlo presionado bastante.

            –Bueno, creo que no quiso responder. –Dijo Alfred al notar que la presencia de Barry ya no estaba.

Flash solo corrió dando vistazos a todos los cuartos hasta toparse con una gran piscina interior donde estaba sentada Diana en la orilla junto con Arthur, mojando sus pies en el agua, parecían muy cercanos y luego de la conversación donde el hombre decía mil cosas lindas de la mujer maravilla, parecía que eran muchos mas “amigos”. Una oleada de envidia recorrió su cuerpo ¿Porqué el no podía hacer amigos tan fácilmente como ellos? Mordió su labio, bajando la mirada.

Mañana tendrían una cena y él aún se sentía demasiado fuera de lugar, sentía que no podría hablar con nadie en ese lugar sin joder como cuando le dijo a la mujer maravilla “Hola Barry, soy Diana”. Se había criticado demasiado aquello, sus capacidades sociales eran una mierda.

Se sentó mirando el gran televisor de su cuarto y aún así tenía atención para poder prestar a cuatro o cinco pantallas al mismo tiempo ¡Extrañaba su cuarto de computadoras! Y el aburrimiento se hizo demasiado hasta quedar dormido sobre la cama. Alrededor de las tres de la mañana se levantó en busca de un batido de chocolate a la cocina, encontrándose con Arthur, comiendo lo que parecía un emparedado.

            –Niño. –Saludo el hombre en un cabeceó apenas amigable y Barry sonrió nervioso sin ver a sus ojos, sacando un batido de chocolate del refrigerador, amaba totalmente a Alfred por haberle traido tanta comida de su agrado.

            –¿Sabes? Yo no conozco a nadie ni tengo amigos así que no le diré lo que pasó a nadie, de hecho creo que son ustedes las únicas personas con las que hablo hace meses. –Rió bobamente. –Diana cree que soy un tonto, Bruce cree que soy un niño, Victor cree que soy un estúpido y tú crees que soy un bocazas.

Arthur frunció el ceño y se levantó para ir hacía el menor, pero incluso antes de tocarle él había salido corriendo.

            –Hey, Barry. –Intentó retenerlo pero nada funcionó, el niño claramente estaba un paso adelante.

            –De verdad no le diré a nadie. –Pudo notar el pánico en la voz ajena, estaba tras de sí.

            –No corras esta vez. –Gruñó Arthur al girarse notando que aquello no había ayudado para nada en el estado de animo del menor. –Solo…Eres un niño, pensé que tendrías amigos y esas cosas. –Alzó sus manos en señal de que no le haría daño. –¿Sabes nadar? –Flash le miró sin entender la pregunta y negó.

            –Yo…No, lo siento. –Dijo rascando su nuca sin entender.

            –Te enseñaré. –Aquello no fue una pregunta y el menor lo captó de inmediato.

            –Tengo miedo a morir ahogado…Prefiero la tierra. –Dijo retrocediendo unos pasos.

            –Oh vamos, no seas cobarde. –Cogió a Barry por el brazo comenzando a caminar por el lugar, hasta llegar a la piscina. –Además, controlo el agua, no morirás en mi guardia.

El moreno al llegar a la orilla de la piscina le soltó y comenzó a quitarse la ropa hasta quedar en ropa interior, saltando a la piscina en un piquero prolijo, moviendo el largo cabello húmedo y sonriendo ladino al menor. Barry estaba con la cara prácticamente del color de su traje mientras saltaba de un lado a otro, nunca había visto a otro hombre de cerca semi desnudo y le tenía demasiado temor al agua.

            –No lo pienses, esta tibia el agua y no morirás, te sostendré. –Dijo el moreno con seguridad, esperando al menor.

Barry se fue sacando la ropa, sintiéndose patético cuando recordó que su ropa interior era un par de bóxer color negro con estampado de Rick y Morty.

            –Yo te atrapo, salta. –Pidió extendiendo los brazos con seguridad y dejó que Barry saltara, mas en contrario no le atrapó, dejó que se hundiera y manoteara un poco, soltando una gran risa una vez que lo notó mas desesperado y se acercó para sacarlo a flote. –¡Tranquilo, campeón! –Sostuvo a Barry por la cintura, sacando del agua su torso mientras tocía.

            –¡Quieres matarme! –Aseguró y le abrazó con fuerza. –¡Quiero salir! ¡Tengo miedo de morir! –Gritó casi rasguñando sobre los hombros ajenos.

            –Claro que no, la mejor forma de aprender a nadar es por sobrevivencia. –Murmuró bajando poco a poco, notando las uñas de Barry enterrarse en su piel.

            –¡No, no! ¡Quiero salir! –Dijo casi en pánico cuando dejó de ver la cabeza del hombre y comenzó a hundirlo, pero se detuvo, saliendo del agua.

            –Ya, tranquilo, mocoso, no lo haré. –Dijo con seguridad y le sonrió.

            –Yo. ¿Quieres ser mi amigo? –Preguntó de la nada. –Sé que intentaste matarme y todo eso ¡Pero necesito amigos! Y nunca había abrazado a otro hombre, bueno, a mi papá, pero eso fue hace años, él ahora esta en prisión ¡Pero no será por mucho! Yo lo ayudaré a salir.

            –No sabes cuándo quedarte callado ¿Verdad? –Dijo Arthur y dejó a Barry sentado en la orilla de la piscina. –Bueno, has dicho que no tienes amigos ¿No? ¿Novia? ¿Trabajos?

            –Tengo tres trabajos, es genial, no tengo novia…Yo…–Sus mejillas se sonrojaron y miró hacía otro lado. –A mí no me gustan las chicas en ese sentido ¡Me gustan las chicas, sí! Pero...Prefiero un novio –Movió sus pies en el agua, comenzando a sentirse mareado pero era la primera vez que había hablado tanto con alguien en meses y no era su padre con quien hablaba.

            –Oh, eres gay…Lo sabía. –Sonrió confiado, riendo otra vez.

            –Eres tan raro siempre te ríes…¡Espera, cómo lo sabes! –Exclamó totalmente sorprendido.

            –¿Qué tipo de chico ve un grupo de niñas coreanas?

            –Oh vamos ¿Qué mas les contó Bruce sobre mí? –Preguntó cubriendo su rostro con ambas manos, sentía la cara demasiado caliente ahora y salió corriendo, regresando con un poleron gris sobre su cuerpo, comenzaba a tener frío. Arthur parpadeó rápido, ¿En qué momento había pasado aquello?

            –No mucho–Dijo alzando sus hombros y salió para sentarse a su lado, mirando le agua, moviendo sus pies dentro de esta. –Hay que intentarlo.

            –¿Qué, intentar qué? –Dijo sintiendo presión en su estomago, comenzaba a faltarle demasiado el azúcar justo ahora.

            –Ver si puedes nadar. –Arthur le empujó de cara al agua, escuchando el gritó agudo de Flash, claramente cuidaría al niño, solo que su forma de interactuar no era precisamente suave.

Notó que Barry no se movió mucho en cambio intentó coordinarse para nada sin lograrlo bien y saltó a su lado para sacarlo a flote una vez mas.

            –¡No lo hagas otra vez! –Golpeó suave el hombro y otro mareó. –Arthur…–Susurró casi comenzando desvanecerse entre sus brazos.

            –¿Qué? Barry…Niño. –Dijo golpeando suavemente su mejilla al notar que se desmayaba. –Mierda. –Salió del agua y lo sentó en la orilla. –Abre los ojos, anda, Barry. –Comentó notando como lentamente abría los ojos, posando una sonrisa forzada en sus labios.

            –Creo que necesito azúcar…Quemo calorías como loco y…Me había levantado por un batido y terminé nadando. –Rió un poco y se levantó, sintiendo sus piernas tiritar.

            –Oh vamos, te ayudo. –Dijo como si nada el mayor y le tomó recostándolo en su hombro como si fuera un saco de patatas. Barry abrió los ojos de sobremanera y una vez en la cocina lo sentó en la mesa y le entregó el batido de chocolate que habían abandonado antes. –Por cierto, no podemos ser amigos.

Barry sintió su corazón detenerse ¿Qué había de mal en él? ¿Por qué no lograba encajar y siempre terminaba siendo en niño Geek y freak del grupo? Incluso ni del grupo muchas veces, era el niño aislado a cual todos molestaban, se sentía estúpido, bebió de su batido y no notó el momento en que sus ojos comenzaron a llenarse de lagrimas.

            –Hey, no, no lo decía en ese sentido. –Dijo totalmente tenso el mayor, acercándose para ver el rostro ajeno  y le separó un poco las piernas para meterse entre ellas. Notó el cuerpo tensó del menor. –Ni se te ocurra correr. –Dijo en tono amenazante.

            –Esta bien, estoy acostumbrado. –Corrió sus lagrimas con los antebrazos Barry se quedo callado, en silencio, estaba totalmente helado mientras el mayor le tomó por el rostro, mirando fijo a sus ojos.

–Dios, de verdad no sabes cuando callarte. –Le gruñó y posteriormente juntó sus labios en un muy suave y calido beso, el cuerpo del menor se tensó otra vez y las fuertes manos bajaron de sus mejillas hasta su cintura, tirando de él un poco mas y siguiendo el beso por segundo hasta dejar sus labios apenas topados. –Espero que entiendas porque no puedo ser tu amigo. –Le guiñó, saliendo de la cocina y dejando al menor solo.

–Ta-Tal vez si entiendo el porque. –Dijo, con las mejillas completamente rojas, llevando sus dedos a sus labios. –¡Siii! –Gritó realmente feliz, tal vez no tenía amigos aún, pero a futuro esperaba tener algo mucho mejor que un amigo.

 

 

Notas finales:

Espero les guste. Con amor para ustedes.


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