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Perdona si digo que te amo por Parepi_

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Notas del capitulo:

Holi, no puedo decir que haya sido la actualización más rápida, pero para lo que suelo demorar tah nice xd
Espero que les guste<3

Este cap va dedicado para ColdCoffee, quien cumplió años el domingo. Espero que disfrutes la lectura, feliz cumple atrasado<3

Sin nada más que decir, a leer<3 

El lunes solía ser el día en que más le costaba levantarse, esas últimas semanas sentía la misma pesadez todos los días de la semana. Sin embargo, luego de la salida con sus amigas, no hacía más que levantarse con una sonrisa de oreja a oreja. Fue así el sábado a pesar de haber estado recibiendo mensajes de Ryan todo el día; fue así el domingo a pesar de haber hecho tareas hasta que anocheció.

Y fue así el lunes, a pesar de saber que tendría que aguantar la presencia de Ryan toda la jornada escolar.

Fue incapaz de disfrazar su buen humor mientras desayunaba y tomaba el autobús, pero en cuanto bajó en su parada Tatiana volvió su semblante lo más impasible posible y escondió la sonrisa de oreja a oreja que había llevado todo el fin de semana. Y menos mal que lo hizo, pues el rubio estaba justo ahí esperándola, algo que le pareció rarísimo.

Al encontrarse con Ryan notó que éste, a diferencia de otras veces, no se encontraba acompañado. Esperaba que ello frenara el acto afectuoso que siempre hacían frente a todos, pero no. Ryan, en cuanto la vio, guardó su celular y se acercó a ella con su cínica sonrisa; aunque no se apresuró a abrazarla, sino que se tomó su tiempo en cada paso. Tatiana pudo sentir como era examinada de pies a cabeza en ese transcurso.

— Hey, ¿cómo estás, amor?

— No empieces, no hay nadie —murmuró esquivando el beso en la mejilla para que cayera lo más lejos de su rostro.

— Eso no tiene nada ver, sigues siendo mi novia —susurró con voz dulce, pero con clara sorna escondida—. ¿Qué tal la salida con tus amigas?

— Ya te lo dije por mensaje —aprovechó el momento en que Ryan la rodeó para llevar sus manos a los bolsillos de su chompa y encender la minigrabadora—, todo bien, no pasó nada de otro mundo. Además, tú ya deberías saberlo.

— Sí, debería, ¿no? —hizo una ligera pausa— ¿Y qué tal con la princesa de hielo?

— ¿Qué hay con ella? —contestó indiferente sabiendo que era observada.

— No lo sé, me esperaba algún drama, no se están llevando bien últimamente.

«Ja, si supieras».

— Porqué será —soltó con auténtica molestia y amargor—. Ella apenas y me dirige la mirada ahora.

— Algún día podrán arreglar sus malentendidos, pero por ahora solo espero que no hagas ninguna tontería —susurró ejerciendo más presión en el agarre—. O sabes lo que pasará.

Aunque quiso responder la provocación, sabía que no la llevaría a nada; por ello, solo le limitó a apretar los dientes con irritación ante la clara amenaza. Sin embargo, en cuanto recordó lo que tenía dentro de su bolsillo sonrió para sus adentros, sin duda lo de recién le sería de ayuda para más adelante. Esperó captar algo más antes de volver a apretar el botón para dejar de grabar, pero cuando notó a los demás miembros del equipo de básquet acercándose desistió de ello.

Tal como ya era rutina, Ryan charló un rato con sus amigos antes de ingresar al colegio, siempre manteniéndola cerca y metiéndola en la conversación de tanto en tanto.

Siempre queriendo aparentar que eran una linda y feliz pareja.

Mal que bien, poco a poco había comenzado a lidiar mejor con esas situaciones y a encontrar la manera de salir de ellas con más rapidez. Dado que Ryan quería mostrarse como el novio perfecto, entonces no le quedaba de otra que escuchar las peticiones de su novia. Por eso, si Tatiana decía:

— ¿Podemos ir entrando? Estoy un poco cansada.

Ryan respondería:

— Claro amor, vamos.

Quitando el hecho que tenía que poner una estúpida sonrisa y aguantar el apodo cursi de Ryan, era efectivo para no tener que soportar más de la cuenta y encontrarse más pronto con sus amigos en el aula.

No lo descubrió por cuenta propia, sino gracias a Camila. Su amiga un día se topó con ellos en la entrada del colegio y le dijo a Ryan que ya entrara, pues solo bastaba ver la cara de la ojimiel para decir que ya se encontraba hastiada de la charla del equipo de básquet. “Si quieres entrar solo tienes que decírmelo amor, yo te sigo”; fue lo que dijo el subcapitán frente a todos. Obviamente solo era parte de su acto de novio perfecto, pero eso no impediría que Tatiana le sacara provecho.

Ya dentro de la institución se toparon con el resto de sus amigos en la cafetería, habían hecho una parada para comprar un par de cosas. Todo el grupo subió las escaleras entre charlas y risas, pero en el tercer piso los miembros del equipo de básquet tuvieron que despedirse para ir a sus respectivas aulas, a excepción de David, Marcelo y, por su puesto, Ryan.

No tuvieron prisa en llegar al salón, aún era temprano para ello; pero, aun así, Tatiana ya estaba ansiosa por cruzar la puerta. Aparentaba que no de manera estupenda, pero no se podía engañar a sí misma: su apresurado latir y nerviosismo en la parte inferior del abdomen eran prueba clara de lo ansiosa que estaba. Quería cruzar ya la puerta y toparse con esos oscuros ojos azules que tanto le encantaban, quería correr y abrazarla, enterrar su rostro en el cuello de Emily.

Lastimosamente, por obvias razones no podía hacer lo segundo ni lo tercero; pero al menos sus ojos un poco podrían vagar y perderse.

Tatiana misma se sorprendió cuando, al llegar salón, no levantó la mirada al instante, sino que esperó un par de segundos para hacerlo lo más discreto y natural posible.

Y ahí estaba.

Esa azul y gélida mirada que derretía su corazón se encontraba ahí, observándola con calidez.

No estaba segura si saludar o no. Quería hacerlo, pero con Ryan a su lado dudada de si era la mejor idea; sin embargo, en cuanto Fernanda y Camila lo hicieron, ella les siguió junto a los chicos. Se sintió llena de dicha cuando Chris y Emily les devolvieron el saludo, tuvo que hacer su mejor esfuerzo para no sonreír de oreja a oreja. Y, aunque no quería, se obligó a sí misma a despegar su atención de Emily, pues de seguir viéndola no solo no iba a poder esconder su felicidad, sino que sus mejillas no tardarían en ruborizarse.

Verla le hacía recordar lo de los probadores, y eso calentaba tanto su alma como su cuerpo, pero no era el lugar ni el momento para excitarse, ni para rememorar o imaginar húmedas experiencias.

Luego podría hacerlo en la privacidad de su habitación.

En intercambio de saludos duró solo un breve momento, luego cada grupo siguió su camino. Joseph, quien estaba con el resto desde la cafetería, se despidió con una sonrisa y fue hacia donde se encontraban ambas ojiazules. Tatiana lo vio partir con recelo, pues ella también quería ir con él y hablar con Chris y Emily de tonterías. Sin embargo, solo atinó a sonreírle antes de que partiera y tomar asiento.

A pesar de estar a espaldas a Emily, Tatiana sentía la indescriptible necesidad de darse la vuelta a vuelta, unas ansias de satisfacer a sus ojos de saborear las expresiones de Emily y memorizar cada pequeño detalle.

Había sido así desde el viernes. Su piel aun quemaba donde el toque de Emily se había posado y sus labios aun vibraban al recordar la pasión y posesividad con la que fueron tomados aquella vez. Tatiana no había podido sacárselo de la cabeza, al cerrar sus ojos la mirada hambrienta de Emily aparecía y volvía a hacer que una descarga eléctrica recorriera toda su columna vertebral.

Ella nunca se había tocado pensando en alguien más antes, siempre fue luego de ver algún vídeo o leer algo altamente descriptivo del tema. Y eso, que esas ocasionas también eran de vez en cuando. No obstante, aquel fin de semana le fue imposible no satisfacerse sin pensar en Emily antes.

Luego de su primera vez, Tatiana esperó ser ella la que vaya arriba, la que dominara la situación, la activa; pero ahora solo podía verse a sí misma como la sometida. Ella tendida en la cama mientras Emily la inmovilizaba con una engreída sonrisa, inclinándose hacia adelante y esperando que ella le rogara para besarla y atenderla donde más lo necesitaba. Y ella estaba más que dispuesta a hacerlo, lista para suplicar por todo aquello que su cuerpo deseaba.

— Oye, Tat, ¿estás bien?

— Eh, ¿qué? —levantó la mirada y se topó con un preocupada Camila.

— Te estamos llamando desde hace rato.

— ¿En serio? Perdón, estoy cansada.

— ¿Segura? —preguntó Antonio, también preocupado— Estás un poco roja...

— Sí —aseguró sonriendo apenada—, todo bien.

— Si te sientes mal avísanos, te llevaremos a la enfermería —dijo Ryan posando un beso en su cabello.

Tatiana asintió y, a pesar de que el gesto “cariñoso” del subcapitán le había incomodado bastante, lo que primo en ella fue la vergüenza de haberse perdido tanto en su fantasía hasta el punto de ruborizarse y sentir un leve hincón en su intimidad. Suspiró por lo bajó y trató de llevar aquellos pensamientos de su cabeza por ahora. Pues, tal y como se había dicho antes, no era el momento ni el lugar.

Para ello, trató de concentrarse en la conversación que llevaban sus amigos mientras jugueteaba con sus dedos. Era una buena distracción tanto para su necesidad de voltearse como para sobrellevar la mano de Ryan en su hombro.

Era exasperante la necesidad que tenía el rubio por mantener siempre el contacto con ella, como si aquello fuera necesario para demostrar la “feliz pareja” que eran. Ya sea un abrazo, ir de la mano o tan solo manteniendo una mano en su hombro como ahora: Ryan siempre estaba haciendo contacto con ella. Había tratado de reducirlo, pero todas sus quejas y reclamos fueron en vano.

No obstante, se había dado cuenta del porqué el rubio estaba obsesionado con el hacer contacto, o al menos tenía una idea: era una forma muy discreta de manejarla cuando lo quería. Si Tatiana se demoraba en responder, si no respondía o actuaba como Ryan quería, o si simplemente no se mostraba como una novia feliz, un simple apretón era lo que bastaba para que eso cambiara.

Por ello, antes se sorprendió por no haber salido de su trance con un apretón de Ryan, sino por la insistencia de Camila. Y se sorprendió más cuando, al sonar la campana, se percató que en todo el transcurso no había sentido ninguna presión en su hombro. Por lo general, mínimo sentía un apretón, aunque sea de la nada, pues era una sencilla manera de Ryan para hacerle recordar su posición.

Lo esperó hasta el último segundo, pero Ryan se despidió de todos, puso otro beso en su cabeza y abandonó el aula. Tatiana lo miró extrañada, siguiéndolo hasta que abandonó el salón. Por alguna razón, sintió que algo estaba fuera de lugar cuando lo notó divagar con su mirada y ver de reojo a Emily un par de veces.

Era raro, por lo general Ryan solo pasaba de ella, algo que Tatiana agradecía internamente, pues no quería que Emily tuviera que tratar con ese idiota.

Entonces, ¿por qué ahora?

Lo primero que pensó fue en que se había enterado de lo que había pasado en los probadores, pero no tendría sentido el cómo lo hubiera hecho, no había forma. Luego estaba la posibilidad de que supiera el plan que tenía junto con Christina y Emily, pero tampoco tendría sentido, las tres habían sido lo más discretas posibles con las notas y las grabaciones.

Además, incluso si alguna de esas dos posibilidades fuera verdadera, ¿por qué no había publicado ya la foto? ¿Por qué no la amenazó ni le advirtió como siempre cada que sospechaba algo? Por más que lo pensaba, no le encontraba respuesta alguna.

Le dio un par de vueltas más al tema hasta que su primera clase inició, pero siguió sin llegar a nada concreto, solo un par de ideas sueltas que solo eran posibilidades de diferentes escenarios. Al final, llegó a la conclusión de que solo lo estaba pensando demasiado y que había hecho un desierto con un granito de arena.

A lo mejor no era nada de otro mundo, solo un par de casualidades en cadena y ya.

Decidió no perder más su tiempo pensando en aquel rubio inútil y se concentró en el curso que le tocaba, abriendo su cuaderno y empezando a copiar lo que el profesor había escrito en el pizarrón.

 

 

Notas finales:

Fue algo cortito, lo sé; pero, tal y como el cap. anterior, es necesario para los siguientes caps. 

Gracias por darse el tiempo de leer, significa bastante<3

Saludos y cuidense, nos leemos pronto:)


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