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El chico de la flama por Tristana

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Notas del fanfic:

Este es mi primer fanfic y dioooos, tengo muchas ideas y no sé bien cómo plasmarlas todas TuT las advertencias cambiarán según se desarrolle la historia.

Notas del capitulo:

¡Hola a todos! Estoy tan, tan nerviosa, nunca antes había hecho un fanfic y me siento algo avergonzada por mi redacción y esas cosas.

Fullmetal Alchemist no me pertenece, si lo hiciera habría muchas cosas que sus padres no podrían ver, los derechos de autor de esta serie le pertenecen a Hiromu Arakawa.

-¡No fue mi intención destruir esos edificios en Lior!- Gritó Edward, demasiado molesto por sacar el tema a cara.

-Con o sin intención, acero, lo hiciste, tengo que llenar pilas de papeleo sobre el asunto y la gente está aterrada de que su hogar pueda ser destruido en cualquier momento como "daño colateral" de alguna misión- El coronel dijo con un tono irritado, el informe sobre destrucciones accidentales de Ed y todos los papeles que llenar no ayudaron a la migraña que estaba surgiendo -El führer dio la orden de suspenderte de tu actual misión en Lior para prevenir quejas de sus habitantes.

-Esa es una mierda y lo sabes, Mustang- Edward mantuvo su voz firme mientras se acercaba al escritorio en la oficina- Sabes que ya estoy a punto de resolver ese caso, ¡Joder! Ya hasta atrapé al sujeto que estaba involucrado en esa alquimia ilegal, ¿qué es lo que falta para terminar esa misión?- Edward lo vio, sintiendo su orgullo siendo golpeado.

-Destruir toda muestra de esa alquimia- Respondió Mustang fríamente, Edward siempre odio que el coronel no pudiera mostrarse de otra forma que no fuera indiferente o enojado, lo desesperaba tanto como para meterle un puñetazo directo en la cara, tal vez así se vería de otra manera -Esa parte me fue entregada a mí, Acero, es sencillo, sólo tengo que ir y destruir todo apunte o círculo de transmutación que pueda ser un riesgo.

Edward bajó la cabeza, maldiciendo entre dientes, subió la mirada para ver a Mustang con tanta ira por un tiempo tan largo como para lograr que el coronel viera a otro lado con incomodidad, Edward notó que su cara más que incomodidad, mostró algo de pena.

-Edward, lamento que te hayan dejado fuera de esto, entiende que no fue por hacerte sentir incompetente, hiciste tu trabajo, pero tienes que saber cómo hacerlo sin poner en riesgo a tantas personas- Mustang dijo de una forma en que Edward nunca lo había escuchado ¡Hasta lo llamó por su nombre! No podía recuperarse de la sorpresa de ver a Mustang por un segundo sin su máscara de militar insensible.

Edward tomó un momento antes de poder decir algo de nuevo, juró que pudo ver directamente los ojos de Mustang y nunca antes había sentido que empatizaba tanto con el hombre que tenía en frente -Ro...

-Acero, es hora de que te retires de mi oficina- interrumpió Mustang de una forma tan seca y fría que usaba siempre cuando trabajaba.

Edward lo vio nuevamente sorprendido, pero tomó un segundo para que su sorpresa se volviera molestia -Y pensar que en un momento te pude comprender- Edward escupió esa frase con odio -No te entiendo, bastardo, y espero nunca hacerlo- Hizo una pausa para contener un temblor de ira que recorría todo su cuerpo -Mustang, ¿siempre fuiste un hijo de puta?

Hubo un silencio largo e incómodo, el ambiente en la oficina se hizo insportablemente tenso, Edward sentía el aire del lugar difícil de respirar, y por un instante casi quería disculparse para aligerar la atmósfera del lugar, estuvo a punto de decir algo más cuando vio como Mustang abría la boca.

-No, no lo fui- hubo otra pausa, Mustang viéndose completamente incómodo con el tema -Nunca quise serlo, nunca- Edward pudo oír como la voz del coronel tembló un poco ante lo que decía -¿Cuando perdí el control de mi vida, Edward?- Mustang se levantó de su silla, parecía que apenas podía mantener el equilibrio, se tambaleó un poco hasta llegar a la puerta -Creo que ya me tengo que ir, Acero, ya es tarde.

-Pero, coronel, aún hay cosas sobre el escritorio, ¿sólo las va a dejar ahí?

Mustang seguía dándole la espalda -Buenas noches, Acero- seguía usando la misma voz temblorosa, salió de la oficina y pudo escuchar los pasos cansados del coronel por todo el pasillo hasta que se alejó y ya no sonaban.

Edward se quedó parado, viendo atónito la puerta donde hace unos segundos estaba Mustang, no pudo evitarse sentir culpable, tal vez sólo a Mustang no le agradaba demasiado ese tema, pero el ambiente que se forma fue tan pesado que no entendía demasiado la gravedad que lo hizo volverse insoportable.

Salió del cuartel y caminó hasta el departamento.

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Edward no durmió en toda la noche, cada vez que cerraba los ojos sólo podía escuchar la voz a punto de llorar del coronel, y eso lo hacía sentir cada vez más culpable.

-Hermano, con todo respeto...

Edward esperó que Al completara la frase, pero al no terminarla se desesperó y gritó de una forma chillona -¿¡QUÉ RAYOS IBAS A DECIRME, AL!?

Al no pudo evitar reírse ante lo infantil que era su hermano y sólo le dijo entre pequeñas risas -Te ves como una mierda, hermano.

Edward no pudo evitar sentirse avergonzado de que su propio hermano reconociera que se veía tan mal después de una mala noche, fue directo al espejo y pudo ver que tan cansado estaba y lo hinchado de sus ojos, que parecían gritar por un descanso.

-Al, voy a ir al cuartel, no tardaré mucho- Edward dijo desde el baño mientras seguía observando su cansado rostro.

-¿Te sientes bien, hermano? Tú nunca irías al cuartel dos días seguidos- Al preguntó con sincera preocupación en su voz.

Edward suspiró, mojó su cara con agua fría, secándose los ojos con su antebrazo -Ayer creo que hice sentir mal al coronel bastardo- Edward se detuvo cuando Al lo iba a interrumpir -¡No, Al, no fue mi intención! No sabía que se pondría tan sensible con esa discusión, digo, discutimos todo el tiempo- Edward siguió hablando rápidamente antes de que su hermano lo regañara.

Al no pudo evitar sentirse un poco orgullo por su hermano, era la primera vez que Edward iría a disculparse con el coronel por sus explosiones de ira -Hermano, enserio creo que estás madurando- la cara de Edward se hizo una mueca de pena y enojo bastante divertida de ver, Ed volteó lentamente hacia su hermano y Al por un momento pensó que su hermano le gritaría...

Y pensó bien.

-¡S“LO LO HAGO PORQUE NUNCA LO HABÍA ESCUCHADO AL BORDE DE LAS LÁGRIMAS! ¡ESE BASTARDO ES UN MANIPULADOR! ¡DE SEGURO CUANDO ME VAYA A DISCULPAR SE MORIRÁ DE RISA!- Ed gritó todo eso mientras movía sus manos por el aire, dejó de hablar hasta que se le fue el aliento y su cara estaba totalmente roja.

Alphonse ignoró todo lo que dijo su hermano desde las primeras oraciones, pensando únicamente en algo...
-Ed, ¿enserio el coronel estuvo a punto de llorar?- Al dijo lentamente y con aire pensativo. Edward asintió con la cabeza en completo silencio -Hermano, enserio tienes que ir a disculparte ahora mismo- continuó Al con una gran seriedad en su voz.

-Lo sé, ya ni me lo recuerdes, Al, no tardaré mucho- Edward le aseguró a su hermano, saliendo de su habitación rumbo a la oficina de Mustang.
Notas finales:

Lo siento si el capítulo estaba medio flojo, sólo traté de meter en contexto.

En fin, espero que esto no les haya aburrido demasiado ;u;

Gracias por leer ?


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