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Where You Belong por oscworldximena

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Notas del fanfic:

YURI ON ICE FANFIC

PAIRING: YURI PLISETSKY/OTABKE ALTIN

MENCIONES DE TODO EL CAST 

Notas del capitulo:

Mi primer fic :) espero lo disfruten :)

Bienvenido seas lector!!!!

Su nariz picaba debido a las cantidades industriales de fijador para el cabello que la estilista usaba en él, mientras hacía muecas para disminuir el picor, el maquillista le reprendía por décima vez en menos de quince minutos.


-Yuri, por favor, jamás terminaré si continúas haciendo muecas- expresó el chico encargado de su maquillaje.


Si bien era conocido por su mal temperamento, en esta ocasión optó por asentir en lugar de responder con algún gesto grosero. Había decidido que ese día sería especial y que nada podría hacerle perder los estribos lo suficiente, después de todo ¿Por qué alguien sería miserable el día de su cumpleaños? Si bien no esperaba llegar a casa para encontrarse con un pastel decorado, regalos y sus amigos más cercanos,  lo que emocionaba al joven rubio es que había encontrado un departamento y había iniciado con la mudanza; lo cual representaba una pequeña brisa de aire fresco en la vida del joven, pero aun así, un sabor amargo llegaba a su boca cada vez que recordaba aquello, ya que independizarse también significaba estar separado de su abuelo, a quien tanto quería y aquello le ocasionaba que derramara una que otra lágrima, pero después de todo, lo estaba haciendo por él.


 Un ligero jalón de cabello sacó al joven de sus pensamientos, antes de emitir réplica alguna, la joven estilista se adelantó y disculpó.


-Lo siento joven Plisetsky- se disculpó la joven que peinaba su cabello.


Para ese entonces, el maquillista había terminado su labor y ahora se disponía a guardar parte del material en un pequeño bolso, en breve partirían hacia la pista para la sesión. Una rápida mirada al espejo le recordó lo que ya sabía: que era atractivo, pero, aun así, no pudo evitar sorprenderse al observar su reflejo en el espejo. Sus ojos habían sido espolvoreados con sombra en tonos verde olivo con algunos destellos de dorado, sus pómulos lucían un poco más marcados gracias al polvo bronceador y a la buena mano del maquillista para contornear sus facciones haciéndolas parecer un poco más maduras y sus labios, sus labios lucían más carnosos gracias al brillo en tonos durazno que le habían colocado. Distraído con su apariencia no escuchó el saludo de la persona que se encontraba ahora a su lado; la fotógrafa encargada de la sesión de aquel día.


Caro! ¡Te ves increíble! - saludó con una voz un tanto nasal- me han dicho que te has portado bien…


Carla Totti era una de las fotógrafas estrella de Vogue, muchos decían que había traído una vibra nueva a la revista además de colaborar como directora creativa en las sesiones fotográficas para las nuevas colecciones de algunos diseñadores. Y una de las novedades en el mundo de la moda en aquello momentos era la nueva línea que uno de los nacientes diseñadores finlandeses estrenaría en la semana de la moda. Para fortuna o desgracia del joven ruso, la línea estaba inspirada en su mayoría en la belleza de la naturaleza en el hielo y el diseñador había pedido – o exigido – que la sesión de fotos debut de su línea fuera en su mayoría realizada en un paraje nevado, con los protagonistas deslizándose sobre un lago congelado. Aquello había herido su orgullo por dos razones, la primera, porque aún le era difícil ponerse un par de patines, aunque sea para una sesión de fotos y en segundo porque la oferta para aquel trabajo la había aceptado su madre, quien, para su mala suerte, era su mánager.  Al parecer aquel mundo no deseaba abandonarlo del todo, pero tampoco le daba una oportunidad de volver, sólo lo le retenía suficiente para seguir lastimándolo


-Bueno, increíble es poco para nuestro joven Yuratchka, ¿no crees? –  decía Chris detrás suyo mientras se tomaba selfies con su móvil.


-Que no me llames así- replico el joven mientras trataba de mantener una postura recta mientras peinaban su cabello.


-Chris- se apresuró a hablar la fotógrafa – te recuerdo que no puede filtrarse ninguna fotografía de la sesión – concluyó con tono amenazante antes de disparar una fotografía al joven, lo cual le tomo de improvisto.


- Lo lamento – dijo a modo de disculpa mientras visualizaba la fotografía – pero acostumbro a realizar tomas como ésta para los videos en los créditos editoriales.


- De acuerdo – replicó el joven mientras mantenía la vista fija en el espejo.


- Fue un alivio contar con su experiencia como patinadores artísticos -  mencionó la italiana de repente – Elías se encaprichó con la idea de un lago congelado y eso…


- No fue nada – se adelantó a decir Chris – ¿quién podría estar más capacitado para esto que nosotros, no es así, Yura?


- Es verdad – concordó con una elaborada sonrisa -.


Agradecido de que Carla se marchó después de esa pequeña conversación, el joven se retorció en su asiento, incomodo por las palabras de la mujer. Infantilmente, el que le recordaran que alguna vez fue un patinador con un brillante futuro por delante, le molestaba en gran medida, en algunas ocasiones perdiendo los estribos y dejándolo sumergido en un mundo donde la rabia, el rencor y la tristeza gobernaban con mano de hierro.


Giacometti observó su incomodidad y se acercó y observándolo por el espejo de aquel tocador improvisado tan solo le dio un apretón en su hombro. Yuri sabía las palabras que le dedicaría el suizo de no haber estado la habitación llena de personas, así que con una pequeña sonrisa, asintió rápidamente antes de que el mayor abandonara la habitación.


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-¡Muy bien! Ahora necesito un Russian Split, pero necesito que veas a la cámara… - Carla se encontraba frente a él gesticulando mientras le daba órdenes.


La sesión en la pista se había prolongado hasta muy tarde en la noche, lo cual Carla aprovechó para sacar tomas de él iluminado solamente por la luz de la luna que se filtraba por los ventanales dispuestos en la parte derecha del rink. Pequeñas gotas de sudor bajaban por su rostro lo cual, en palabras de la fotógrafa, le hacía parecer como si hubiese sido espolvoreado con brillo en polvo. Además del sudor, la coleta trenzada que la estilista le había hecho más temprano, ahora lucía desordenada, gracias a los saltos y giros que había estado realizando y repitiendo por más de tres horas seguidas. Tras algunos minutos más de indicaciones por parte de la fotógrafa – las cuales ambos jóvenes siguieron al pie de la letra – la sesión se dio por terminada, lo cual alegró al ruso. En alguna parte de su interior parecía haber una pequeña espina que pinchaba su nuca o su pecho cada vez que debía de realizar un giro o un salto; la facilidad con la que recordaba aquello le hacía pensar que tal vez existiera una pequeña esperanza de volver a ser el mismo Yuri Plisetsky de quince años, lleno de sueños y ambición, y con una gran carrera por delante, pero, después de abandonar el hielo y dirigirse hacia los estilistas para entregar la ropa, recordaba que ya no formaba parte de ese mundo y tal vez era mejor así.


- ¿Entonces, tienes algún plan por tu cumpleaños? - dijo Carla después de haber terminado la sesión.


-Hum, descansar e ir a dormir ¿talvez? – respondió el joven mientras tomaba una botella de agua.


- ¿Dormir? – la cara de incredulidad de Christophe hizo reír al rubio – dime que es una broma.


- No es una broma – respondió mientras tomaba asiento – pero no creo que pueda descansar, debo de revisar un contrato y terminar una investigación para mis clases. Además, debo terminar de desempacar mis cosas.


- Entonces – se aventuró a indagar Chris – espero poder hacer una pequeña visita, antes de que excluyas del mundo exterior debido a tu escuela -.


- Debo de ponerme al corriente – se explicaba el joven con tranquilidad – mi tutor está presionado para que obtenga mi título además de mi madre -.


Chris hizo una mueca, no muy convencido de las palabras del joven ante lo cual se apresuró a añadir


-Pero está bien si tú y Olivier deciden pasarse un rato, intentare adelantar mi trabajo lo más que pueda ¿de acuerdo? –


<<¿Desde cuando eres tan amable?>> susurró una voz dentro de su cabeza. Yuri sabía la respuesta, desde que había perdido sus sueños.


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