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Muérdago por Na Na

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Notas del fanfic:

Se suponía que lo subiría para Navidad, pero estaba de viaje y no tengo internet a dónde fui. Y no estaba con ánimos de publicar algo debido a la depresión. 

Este fic fue escrito para ser subido en la Navidad de 2016, pero no sé por qué no lo publiqué. 

Ahora lo hago por JongHyun.

JinKi se arregló el moño frente al espejo del baño y luego se acomodó el cabello. No le gustaba vestirse formal pero no podía ir al teatro con pantalones de mezclilla y camisa. Y aunque el traje que estaba usando no era del todo incómodo seguía sin gustarle.

Saco gris, camisa blanca, pantalón negro, zapatos brillantes. JinKi se veía bastante elegante.

Escuchó el sonido de su teléfono y se dirigió hacia su cama. Vio el emisor de la llamada y vio el sobrenombre de su pareja.

—Amor —saludó.

No pudo evitar sonreír.

—Vida mía, estoy a cinco minutos de tu edificio.

—Ya voy bajando, entonces. —El chico al otro lado concordó con él y terminaron la llamada.

JinKi buscó su billetera, su llave electrónica, guardó todo en su chaqueta y salió del departamento. Fue hacia el ascensor y mientras esperaba acomodaba de nuevo su moño. Definitivamente lo detestaba. Cuando el aparato llegó vio a YoonAh dentro.

—JinKi ah. —La castaña sonrió haciendo una leve venia—. Te ves bien.

—Gracias.

La sonrisa tímida del chico enterneció a la mayor.

— ¿Vas a una cena navideña?

El castaño negó.

—Teatro.

—Eso explica el derroche de elegancia y formalidad. —Rio entre dientes contagiando al menor.

— ¿Tú vas a una cena? —La chica asintió arreglando su cabello—. ¿Con tu chico? —Asintió nuevamente—. Espero que todo vaya bien.

—Gracias. —Las puertas del ascensor se abrieron y ambos fueron capaces de ver a un hombre, de espaldas a ellos, elegantemente vestido. El hombre se giró cuando escuchó el timbre del ascensor, y la sonrisa que se instaló en su rostro hizo que los dos en el aparato lo imitaran.

—Amor —dijo la chica mientras salía del elevador junto con JinKi.

—Cariño. —La castaña se adelantó hasta el trajeado frente a ella y éste la besó en la frente—. JinKi, hola. —El aludido hizo una venia—. Con tu permiso, me llevo a esta belleza.

—Adelante. —Los tres sonrieron y JinKi vio como le ofrecía un brazo a YoonAh y salían del edificio.

JinKi se sentó en los sofás del recibidor, esperando por un mensaje, o una llamada. Miró el árbol de navidad cuyas luces brillaban. Se preguntaba si en la casa de JongHyun habría uno igual. Se cansó de estar sentado, por lo que se levantó y empezó a caminar en círculos mientras tarareaba una canción.

— ¿Por qué no la cantas?

Se dio la vuelta y vio a JongHyun de un traje y moño. Se veía bastante atractivo, sobre todo por la media sonrisa que tenía en los labios.

—Mi voz no es como la tuya. —Se excusó.

—Tu voz es más linda —murmuró JongHyun. El mayor rio entre dientes por el comentario y se acercó el bajo—. Te ves bien, hyung.

—También te ves bien, Jong.

Lo barrió con la mirada aun sin borrar la sonrisa.

JongHyun lo tomó de la mano y le dio un ligero beso en la mejilla.

—Vamos.

No le importó que alguien pudiera verlos.

JinKi se sorprendió de ello, así que estuvo por soltarse del menor, pero éste apretó su agarre. Entonces se fijó en si alguien los estaría mirando.

Cuando salieron del edificio, JinKi se alarmó. Miró a todos lados con algo de disimulo, pero nadie les estaba prestando atención, algo que agradeció.

JongHyun le abrió la puerta del copiloto, la cerró y fue hacia su lado.

—Vamos al teatro —comentó con emoción, encendiendo el auto.

JinKi sonrió, divertido por la felicidad de su novio.

— ¿Cómo van los preparativos para la fiesta de fin de año? —preguntó el menor después de unos minutos conduciendo. Miró a JinKi unos segundos antes de regresar la vista al camino.

—Pues, todo bien. Sólo falta que MinHo y tú confirmen su asistencia —respondió JinKi mirándolo. El bajo asintió.

—Tengo una presentación en la tarde, pero estaré libre desde las nueve de la noche hasta el dos de enero —explicó con una sonrisa. El mayor también sonrió de oreja a oreja—. Así que sí podré ir —comentó Jong mirando a su novio.

—Ahora sólo falta MinHo.

Jong rio entre dientes mientras el mayor no borraba su sonrisa. Ambos sabían lo que significaba que el menor estuviera libre hasta el dos de enero.

Cuando llegaron al teatro JinKi se preocupó un poco por los periodistas que estaban a las afueras del lugar. Jong los ignoró, se bajó del auto, le dio las llaves al ballet e ingresó junto a JinKi, poniéndole una mano en la cintura. El mayor trató de no alarmarse.

Cuando tomaron las respectivas fotos del cantante, y finalmente los dejaron entrar, el alto miró a Jong.

— ¿Qué pasa? —preguntó el menor con una sonrisa.

—Tu mano en mi cintura. —Jong levantó una ceja, claramente confundido—. Los fans...

—Ellos pueden pensar lo que quieran —murmuró el menor, quien tomó la mano de JinKi y la entrelazó con la suya—. Además saben que me gusta el skinship. Todo estará bien.

Se acercó la mano de su novio a sus labios y depositó un ligero beso en el dorso sin apartar la mirada de sus ojos.

JinKi suspiró, entre preocupado y emocionado. Amaba cuando el bajo besaba sus manos de manera tan suave, pero temía lo que fueran a especular los demás.

Estaban en el vestíbulo y todos alrededor estaban inmersos en sus propias conversaciones como para prestarles atención, o eso notó JinKi. Se sintió más a gusto y cómodo cuando notó que nadie los veía. Pero aún estaba una ligera preocupación.

Jong no soltó su mano en ningún instante.

Después de unos minutos conversando con algunos amigos del menor, tuvieron que separarse. JongHyun fue al camerino mientras el alto se acomodaba en la tercera fila del teatro. No quería estar primero pues, según él, era incómodo y no podría ver al castaño.

— ¿Viste lo guapo que estaba JongHyun oppa? —Escuchó delante de él como dos chicas hablaban. Se veían mucho menores que él. Sonrió divertido cuando una de ellas dijo que esperaba que se fijara en ella.

Las luces del recinto se apagaron. Iluminaron el escenario y los instrumentos de una orquesta filarmónica estaban en él. Los niños y jóvenes que la conformaban ingresaron junto con el director y luego de saludar con una venia empezaron a tocar.

JinKi estaba entusiasmado. No había estado en un teatro antes y mucho menos había asistido a un concierto de navidad con una orquesta. Pero la mejor parte era que JongHyun era uno de los solistas de la noche. Todos los fondos de las entradas irían a un orfanato y los solistas no cobrarían ni un centavo. Cuando Jong se lo dijo al alto, éste no pudo ignorar la felicidad del menor ante la idea de poder ayudar a los niños. Al bajo le encantaban los niños y ya se había comprometido llevar juguetes a los del hospital.

JongHyun era un amor.

Y entre tanto pensar en su pareja, lo vio en medio del escenario, siendo recibido con aplausos. Luego, su voz inundó el lugar.

Su voz era pastosa. Te atraía y te envolvía y no podías escapar de su abrazo por más que quisieras. Y cuando cantaba el movimiento de sus cejas era encantador.

Todo él cuando cantaba era magnífico. JinKi no podía estar más orgulloso de él. Había luchado mucho y ahora estaba viviendo su sueño.

Lo siguiente de lo que fue consciente fue de los aplausos, como Jong hacía una venia, señalaba a los músicos y se retiraba a camerino. Y la velada pasó así.

Entre la orquesta, una mujer y Jong, pasó hora y media de concierto.

Poco antes de que todo finalizara, el organizador del concierto entregó flores al director y a los dos cantantes. JinKi aprovechó para tomarle una foto a su novio.

El organizador agradeció a todos por su presencia y dio por finalizado el concierto. Luego de eso, todos se dirigieron al vestíbulo. JinKi no conocía a nadie, por lo que se quedó solo, esperando al menor. Cuando lo vio acercarse, sonrió.

— ¿Cómo lo hice? —preguntó Jong ya estando cerca. La sonrisa que tenía al verlo le iluminaba todo el rostro.

—Lo hiciste excelente.

— ¿Te gustó? —El alto asintió—. ¿Cuál fue tu parte favorita?

—Cuando todos murmuraban una canción. —Jong levantó una ceja—. Cuando la orquesta tocaba una canción conocida gran parte del público la cantaba.

— ¿En serio? —Asintió nuevamente—. Encantador.

Y la mirada dulce que tenía derretía el corazón de JinKi.

Muchas chicas se acercaron a JongHyun, y JinKi pudo ver a las chicas que estaban sentadas delante de él. El cantante accedió a tomarse unas fotos con ellas, y luego con los fans que también esperaban tener una foto. Luego de unos minutos, ambos se fueron del teatro.

— ¿Tienes algún problema si le quedo en tu departamento?

Estaban en el auto, camino a dejar a JinKi.

—Pero dentro de poco es navidad, ¿qué hay con tu familia?

—Saben que estoy contigo —dijo JongHyun encogiéndose de hombros—. No creo que les importe. —JinKi puso la sonrisa más grande que pudo.

Desde hace unos cuantos años que JinKi vivía solo. Cuando sus padres supieron de sus preferencias lo echaron de casa. Por suerte recibió cobijo de KiBum y, tras conseguir un trabajo, se mudó solo. Le había costado mucho estar como estaba ahora, pero si nada de eso hubiera pasado él no habría conocido a JongHyun. Así que, de alguna manera, agradecía cada cosa que le había pasado.

JongHyun entró al estacionamiento y, al bajarse, sacó una bolsa de los asientos traseros. JinKi lo miró interrogante.

—Nuestra cena de Navidad.

Le sonrió.

Lo tomó de la mano y avanzaron hacia el departamento del mayor. Cuando Jong entró, vio el árbol de navidad y las luces, y sonrió emocionado. El mayor no había puesto nada de decoración navideña en los últimos años.

—Y también preparé una cena —anunció.

— ¿En serio hiciste todo esto? —El mayor asintió—. ¿Sabías que vendría? —Asintió de nuevo—. ¿SoDam?

—Sí. —JinKi sacó una bandeja del horno—. Cena lista para dos. —Jong rio.

—Bueno, traje vino —dijo el menor sacando la botella de la bolsa.

—Entonces todo está listo.

JinKi sacó los platos, listo para servir la comida.

—Espera. —Jong dejó todo en la mesada, sacó algo de la bolsa y tomó la mano de JinKi. Lo llevó hasta el ventanal y lo detuvo frente a él. Levantó la mano y JinKi vio lo que tenía en ella.

—Feliz Navidad, hyung.

Los ojos brillantes de Jong iluminaban todo su rostro.

JinKi sonrió acercándose al menor, tomó el muérdago de la mano de Jong y lo levantó un poco más sobre sus cabezas.

El menor rodeó la cintura del alto con sus manos y lo atrajo hacia sí. JinKi apoyó su mano libre en la mejilla del castaño.

—Feliz Navidad, amor. —Y unió sus labios en un ligero beso.


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