Una vez se hizo público el traslado de Yokozawa a la sucursal de Nueva York, Kirishima pidió regresar a Tokio. No veía la necesidad de cambiar su domicilio y su estilo de vida.
En su actual cargo, procuro realizar de manera pronta un empalme con cada uno de los departamentos de manga. Los informes fueron revisados por los mangakas y editores, coincidiendo con sus pronósticos en las oficinas de Japón, Corea y Hong Kong. La sorpresa venía de la sucursal americana.
Era en esos instantes cuando la irónica frase de Isaka retumbaba en su cabeza...
Flash back
- ¿Qué querías que hiciera? - le dijo el presidente de Marukawa Shoten mientras le pasaba la carpeta con los papeles del asunto que pidió le ayudara a resolver. Se asombró al ver la firma del testigo y su declaración frente a Hiyori. Esto no pasó desapercibido por Ryuichiro, provocándolo con una frase de doble sentido - mi padre no me dejo en paz desde que lo conoció. Además, él le da algo que lo satisface mucho más que yo y su empresa.
- ¡¿De qué hablas?! - el desafío despertó inmediatamente sus celos.
- ¡Ha! Pero que pervertido eres. - Asahina reprobó con la mirada la frase de su pareja, - no te preocupes, a mi padre le fascinan las mujeres - quitándole el folio se lo paso a su secretario para archivarlo. - Hablo de dinero, y vaya que tu "oso" sí que lo sabe hacer...aunque además de eso...me sorprendió cuantos se sienten hipnotizados por... digamos que su "actitud".
Fin flash back
Sabía que el comentario estaba ligado al dueño de la firma en el documento que le mostró cuando platicaron. Isaka nunca hablaba por hablar, todos los movimientos que daba correspondían a una trama muy bien diseñada para conseguir lo que deseaba. Posterior a esa conversación, el ojiazul evadió cualquier otro comentario sobre el jefe de ventas, así mismo lo hicieron Takano y hasta Onodera, quien fue su último recurso.
El círculo de social de su amante era tan reducido, que si quería enterarse de algo debía interrogar a Hiyo y ella no defraudaría la confianza de su oniichan.
Ese día la reunión con Saphire transcurrió en buen ambiente, los integrantes del grupo disfrutaban de bromas que relajaron lo acontecido durante esas semanas, la situación cambio cuando Aiwaka ingreso a la sala seguida de Usagi - sensei, muy pocos conocían que escribía las famosas novelas BL que se vendían como pan caliente tan pronto entraban a las librerías. Sin embargo, solo basto un "lo traje conmigo para que no discutiera con Ijuuin", para que los presentes rieran y continuaran, haciendo caso omiso de su presencia.
Una vez concluyeron, los primeros en retirarse fueron el presidente y su secretario, la sala fue quedando desocupada hasta darse cuenta de que al final, solo él y el escritor estaban allí. Aunque el silencio era incomodo, Kirishima con calma termino de organizar los papeles dentro de su mochila y cerro el portátil para guardarlo.
- Felicidades por su boda Kirishima-san. Leiko es muy hermosa.
- Gracias por su apoyo - respondió cortésmente.
- Viajo a Estados Unidos por los próximos meses...- escuchar el lugar lo puso a la defensiva. El ojimatista correspondió la mirada de odio que le lanzaba el editor, - amo a Misaki, pero... - quizás agregar sal en la herida como había dicho Ryuichiro, le ayudaría a buscar una solución diferente al matrimonio - ...a veces hay que caer en la tentación de cuerpos como el de Takafumi.
El puño de Kirishima fue sostenido por un tercero que acababa de entrar. Despidiéndose, Usami salió avisando a Isaka que había cumplido con su misión.
Al liberarse del agarre el castaño golpeo la mesa que tenía en frente, su respiración mostraba lo alterado que estaba, cuanto más tendría que seguir con esa mentira. ¿Por qué si todo lo hacía por protegerlo, veía que lo perdía lentamente?
Takano recogió el maletín e hizo que lo acompañara al estacionamiento, el mayor se dejó llevar, lo que menos quería era escuchar sobre las tonterías del casamiento. Odiaba toda esa situación, hasta su hija era más madura en su actuar frente a todo el espectáculo que sus abuelos maternos dirigían.
Ya en el apartamento del director de Emerald, Sorata al ver a Kirishima se le enrosco en las piernas pidiéndole que lo alzara. El castaño lo recogió para abrazarlo. Sentándose recibió la cerveza que le ofrecían, poco o nada había hablado con Masamune, no podía negar que aún tenía sus reservas y algo de celos por el sentimiento que le profeso el peliazul, pero era consciente que para Yokozawa el único sentimiento que quedaba era de sincera amistad.
- La noche que lo rechazaste lo encontré en un bar, desde ese día comencé a chantajearlo con unas fotos para forzarlo a salir conmigo, todo porque llevaba enamorado de él desde... - Kirishima rio para sí mismo - no sé cuánto... - acabo la cerveza prácticamente de un sorbo. - En las reuniones lo convertí en el blanco perfecto de mis burlas, procurando llamar su atención, pero siempre me ignoraba. Cada sonrisa que te regalaba me enloquecía...
- ¿Por qué lo engañaste? - pregunto fríamente el de lentes.
- Has oído que todo lo que haces en esta vida se te devuelve...bien ahora el que es víctima de un chantaje soy yo... mi hija o él - Zen miraba al vacío mientras daba vueltas a la lata en sus manos.
Takano analizo su expresión, pasándole otra cerveza, dejo que Kirishima lo convirtiera en su paño de lágrimas. No obstante, cuando el editor general de Marukawa hablo de la verdadera razón de su compromiso, Masamune se dio cuenta que eso implicaría, incluso, si era necesario, que él también tendría que abandonar a su amigo.