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Yo en ti por Mascayeta

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Notas del capitulo:

Gracias por sus lecturas.

La reunión del CEO de Marukawa con los jefes de departamentos fue interrumpida por la mujer de cabellos plateados que entro señalando a Takano y a Yokozawa como los culpables. La secretaria de presidencia la seguía pidiendo disculpas a los presentes por no poder detenerla. Sin salir de su sorpresa, los presentes observaron como el Editor de Emerald y el Asesor de Ventas de la compañía, eran esposados mientras les leían sus derechos.

Ambos hombres guardaron silencio más por la confusión que mantenían sobre el asunto que gritaba la mujer, que por el miedo a lo que les esperaba. Kirishima observó a su esposa mientras esta se dirigió a abrazar a su tía. Desviando la mirada pidió a Hatori buscar a Onodera, debían partir a la comisaria lo antes posible.

El ascensor se cerró prácticamente en su cara, tomando las escaleras procuro llegar a tiempo para averiguar a donde exactamente llevarían a su ojiazul. La escena de la recepción le presento a Isaka y Asahina hablando con el detective que hizo el arresto, mientras cerca de la puerta Yasuda conversaba por el celular completamente exaltado. Aproximándose al animador, Kirishima alcanzo a escuchar parte del diálogo. Al colgar, el puño del castaño fue a estrellarse contra la cara del pelinegro.

Limpiándose la sangre del labio, Gou sonrió para responder el golpe.

Flash back

Yasuda se sentó a mirar como el asesor de ventas se movía entre la cocina y la sala, tratando de contarles la situación por la cual los había llamado. Takafumi escasamente le había dado el tiempo para presentar al abogado que le acompañaba, comenzando, literalmente, a gruñir por la rabia que le causaba el ser víctima de una demanda que podía separarlo de manera definitiva de "su hija".

El animador no supo ante esa frase si reír o llorar, ¿en qué momento la asumió más suya que de Kirishima? Cuando al fin pareció ponerle fin a su carrera, el abogado inicio el interrogatorio sobre lo que entendió de la historia.

Por unos minutos Gou se disoció de la conversación, al levantar la cabeza pudo observar como Yokozawa, lentamente se estaba despojando del abrigo, el saco y la corbata de su traje. Al agacharse para dejarlo en el asiento frente al de gafas, este trago saliva por el trasero bien formado de la ex pareja de su amigo.

Embelesado por la expresión calma del ojiazul, siguió los dedos que desabotonaron la camisa dejando al descubierto la parte superior de su cuello. Irresponsablemente se relamió cuando noto las marcas de los besos sobre la piel blanca del menor. ¡Ese maldito de Zen no perdió tiempo en señalar que aún le pertenecía!

A las dos de la mañana el abogado se retiró agradeciendo la pequeña botana hecha por su cliente y le prometió ponerse en contacto con él después de año nuevo. El pelinegro se sentó junto a Yokozawa que prácticamente se había echado en el sofá.

Estaba más tranquilo por la aseveración del abogado sobre la invalidez del cargo de perversión por su orientación sexual. Gracias a Dios, un año después de la demanda, en Japón se habían dado cambios significativos en cuanto a la comunidad LGTBI. La mujer perdería sin remedio. Además, por el código civil de su país, si tanto él y Zen podían llegar a un acuerdo que los beneficiara sobre la manutención de Hiyori, la custodia y la patria potestad la obtendría sin acceder a un juzgado.

- ¿Por qué me llamaste?

- Eras tu o Isaka-sama. Los dos tienen contactos en ciertos círculos no muy “legales” y... – de pronto recapacito en lo imprudente de su acción, el tener a Yasuda de su lado podía interferir en la amistad de años que mantenía con Kirishima. Pero de solo imaginarse sentando con su jefe contándole todo su pasado, la cabeza le punzaba. Recibiendo a Sorata en sus piernas, lo acaricio cambiando la conversación con otra frase – Este abogado es reconocido por no perder ningún caso. Te lo agradezco.

El abogado Tadachi Masao se caracterizaba por solo tomar pleitos en los cuales tenía la certeza de ganar, si algo cambiaba en el camino, simplemente negociaba para que ambas partes quedaran satisfechas. Su línea de defensa estaba unida a nombres famosos del narcotráfico y políticos corruptos.

Una coincidencia por su relación filial con una de las actrices de voz que más utilizaba Marukawa, hizo que compartieran uno que otro momento, de los cuales algunos podían considerarse embarazosos para Masao y por cuestiones del mismo destino, Yasuda pudo sacarlo bien librado. No obstante, nunca había recurrido a sus servicios profesionales hasta ahora, y solo porque el de ventas se lo pidió.

- Te mereces solo lo mejor – expreso el animador pasando sus dedos por entre el cabello del asesor. Si tenía la oportunidad no la desperdiciaría.

Esquivando la caricia que comenzaba a incomodarlo, Yokozawa dejo al gato para pasar a recoger lo que se encontraba en la mesa de centro. Las palabras de Kirishima: "parece extrañamente apreciarte, ...parece tener algo contigo...", resonaron en su cabeza. Tras el incidente con Iokawa, comprendió que, si el editor percibía algo, era mejor creerle. Así que como si una alarma hubiese sido activada, puso distancia entre ellos dirigiéndose a la cocina. Definitivamente hubiese sido mejor esperar el regreso de Usami.

- No quiso hablar de los honorarios...

- Yo solventare todo, esto le servirá para ponerse al día con los favores que me debe – Gou se hizo detrás de Takafumi dejando los demás trastes en el mesón al lado de la estufa. El ojiazul estaba siendo claro en el mensaje de "aléjate", pero él no era de los que se rendía fácilmente cuando quería algo.

- No me gusta tener deudas con nadie. ¿Cuánto te debo? - la mano de Yasuda se deslizo por debajo de la camisa del vendedor para pellizcar una de sus tetillas. Sin dar tiempo para que retrocediera por la intromisión, lo aprisiono contra el lavaplatos para hacer su petición correctamente.

- Entrégate a mí Takafumi.

Fin del Flash Back

Los de seguridad sostenían a los otrora amigos, ninguno de los dos había salido incólume de la reyerta. Con un semblante sereno Asahina pidió que los soltaran cuando los vio calmados. En son de burla Ryuichiro paso a revisar los daños ocasionados, para después de un suspiro, colocar una de sus manos en la cintura y la otra en su cabeza a modo de completa decepción. Al enfrentarlos, su jefe les indicó lo patéticos que eran.

- Debían estar más preocupados porque desde hoy y hasta que resuelve este asunto, su único acompañante es Takano – con ironía enfatizo - Su primer amor.


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